El ajetreo y el movimiento en el barco había empezado a ser
una locura desde bien temprano y es que teníamos que hacer las maletas,
recogerlo todo, no olvidar nada y estar en el puerto de Manuel Reef Marina en
Tortola a las 12:00. Por lo que había algo de nervios unidos a la tristeza de
tener que dejar un lugar tan paradisiaco.
Pronto quedaría atrás la isla de Jost Van Dyke y dejaríamos
a nuestra derecha la isla de St. John, perteneciente a las Islas Vírgenes
estadounidenses que son también toda una tentación para una próxima aventura.
En la lejanía avistaríamos el perfil de Peter Island, cuya visita quedaba ya
muy lejana, a pesar de no haber pasada ni una semana de nuestra estancia en
ella.
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| Isla de St. John (USA) de regreso a Tórtola |
Tras una hora y media de travesía hacíamos la entrada en el
puerto de Manuel Reef Marina, siete días después de haber partido de allí,
viniéndonos a recibir Guillermo, uno de los propietarios de la empresa con la
que habíamos contratado el catamarán, en una dinghy. Ya con él a bordo
llevaríamos a cabo el repostaje final en la gasolinera del puerto,
sorprendiéndonos bastante que sólo nos costase 120 dólares la semana entera,
por lo que como se ve el consumo es realmente mínimo.
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| Llegando a Manuel Reef Marina.Tórtola |
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| Tórtola desde Manuel Reef Marina |
Con todo ya en tierra, nuestro capitán Yago se dirigiría a
realizar con María los últimos trámites para entregar el barco, hecho lo cual nos
iríamos todos a brindar con cerveza en el mismo bar en el que había empezado todo,
justo encima de la agencia.
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| Manuel Reef Marina. Tórtola |
Media hora después aparecería el taxi que nos llevaría hasta
el aeropuerto (15 dólares por persona), llegando al mismo dos horas antes de la
salida del vuelo y es que aunque en un principio todo tendría que ser rápido y
sencillo en un aeropuerto tan pequeño, sin embargo la realidad es otra. La
comprobación de los pasaportes es lentísima, además de solicitarte el ESTA,
bien en el móvil o impreso, pero es fundamental que lo muestres, ya que si no
se te puede complicar bastante el embarque.
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| Aeropuerto de Tórtola |
Después son bastante rigurosos en el control de rigor y
abren continuamente maletas al azar, de hecho una persona de nuestro grupo
tendría que sufrir que le revolviesen todo el equipaje.
Nuestro vuelo despegaría a las 15:00, en un avión similar al
que utilizamos a la ida, y en sólo media hora estábamos sobrevolando San Juan
de Puerto Rico. Una vez en tierra todo sería muy rápido, dirigiéndonos a unas
máquinas automáticas que te chequean el pasaporte y te hacen una fotografía
para darte inmediatamente después un recibo que tienes que entregar a un agente
de aduana, el cual te hace una serie de preguntas, pero en cuanto le dijimos
que mañana salíamos para España, apenas nos miró y nos dijo que continuáramos.
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| Llegando a San Juan de Puerto Rico |
Ya en la zona común del aeropuerto cogeríamos un taxi para
llegar a nuestro hotel (18 dólares) que estaba a menos de diez minutos en coche.
De todas maneras si se tiene la aplicación Uber es mejor utilizarla porque te
puedes ahorrar hasta la mitad de lo que te saldría de esta otra manera.
Habíamos elegido el Hampton
Inn & Suites by Hilton en el área de Isla Verde de la capital portorriqueña, pagando 215 euros por una
habitación con desayuno incluido para tres personas. También estaba incluido el
“free hours” de 17:00 a 19:00. Los cuartos están muy limpios y el personal es
realmente agradable y servicial. Además a sólo unos pasos se encuentra una
playa y en la avenida donde está situado hay todo tipo de comercios y
restaurantes.
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| Hampton Inn & Suites Hotel |
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| Hampton Inn & Suites Hotel |
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