DIA 13. MONTENEGRO. Ostrog, Podgorica y P. Nacional del Lago Skadar

14 de Julio de 2021.

Las dos horas de conducción y los algo más de cien kilómetros que suponían la llegada hasta mí siguiente destino desde Kolasin me obligaban a volver a madrugar si quería aprovechar el día y no encontrarme con demasiada gente o incluso multitudes. Así que a las 06:00 de la mañana estaba en pie para poco después partir hacia el monasterio de Ostrog.

Antes de hablar un poco del monasterio tengo que decir que este se encuentra a desmano de casi la totalidad de lugares importantes o turísticos de Montenegro y que incluso desde la misma capital, Podgorica, ya hay que dedicar una hora para llegar, por lo que ahora viene la gran pregunta: ¿merece la pena desplazarse hasta aquí para verlo? Bajo mi punto de vista, si se puede hacer un hueco en la planificación del viaje, creo que sí.

Lo más importante de todo es estar a primera hora en el monasterio, principalmente por dos razones. La primera para evitar las largas colas de espera que se dan para entrar en el interior y ligada a esta, en segundo lugar, para huir del tráfico terrorífico que puede llegar a formarse en la carretera en ascenso con constantes curvas de infarto. Yo me apliqué, como ya he comentado, este consejo y llegando a las 08:00, apenas me encontré con gente. Mientras que al salir de las instalaciones, la cosa empezaba ya a animarse.

Dicho esto, el monasterio de Ostrog se caracteriza por su peculiar emplazamiento en la pared de roca de un despeñadero de 900 metros sobre el valle de Zeta, siendo el lugar más importante en Montenegro para los cristianos ortodoxos, que atrae a un millón de visitantes al año y que, pese a la gran cantidad de peregrinos, turistas y puestos de recuerdos, es cautivador. Para que os hagáis una idea viene a ser algo así como Lourdes o Fátima para los católicos.

Monasterio de Ostrog

El complejo se compone de dos partes: el monasterio inferior que se encuentra dos kilómetros más abajo que el santuario principal. Allí se halla la iglesia de la Santísima Trinidad, que alberga varios frescos, y la iglesia de San Stanko Mártir, un pequeño templo abovedado, cuya fachada reluce al atardecer.

Al monasterio superior, el más impresionante, se le conoce como “el milagro de san Basilio” porque no se sabe cómo se construyó. Edificado en 1665 dentro de dos grandes cuevas, da la impresión de que haya surgido de la roca. San Basilio, obispo herzegovino, trajo a sus monjes aquí después de que los otomanos redujeran a escombros el monasterio de Tvrdos, visitado días atrás.

Monasterio de Ostrog

Monasterio de Ostrog

En él fue donde el santo pasó quince años rezando. Aquí se encuentran las manos cortadas del mártir Stanko, mutilado por los turcos, y los restos incorruptos expuestos en un relicario. También una granada alemana disparada contra el monasterio en febrero de 1942 sin que llegara a estallar. Posee numerosos frescos del maestro Radul, obrados en el siglo XVII.

Monasterio de Ostrog

Frescos Monasterio de Ostrog

Frescos Monasterio de Ostrog

Las vistas del mencionado valle de Zeta desde varias de las terrazas del monasterio también son dignas de destacar.

Valle de Zeta desde Monasterio de Ostrog

Valle de Zeta desde Monasterio de Ostrog

No se puede entrar con falda corta o bermudas, ni con los hombros descubiertos. La mayoría de las mujeres también se cubren la cabeza con un pañuelo. En mi caso iba con pantalones cortos por la rodilla y nadie me dijo nada.

También verás que muchos devotos acostumbran a besar el dintel de la puerta al salir y se persignan.

No hay transporte público directo hasta el monasterio por lo que si no se dispone de vehículo particular será necesario contratar una excursión o tomar un taxi desde Podgorica o la ciudad de Niksic. (Unos 30 o 40 euros).

Era el momento de deshacer el camino hasta Podgorica lo que me supondría cuarenta kilómetros realizados en una hora. Y sí, efectivamente, iba a parar en la capital de Montenegro para conocerla y eso que no había leído ni oído casi ninguna buena referencia. Pero ya que estaba en el país y me pillaba de paso para mi siguiente destino, quería confirmarlo por mí mismo.

Y tengo que decir que no se equivocaban. Ya que en su conjunto no merece nada la pena, debiendo ceñirnos a edificios o monumentos en solitario, donde si podríamos salvar algunos de ellos.

Estos serían los monumentos más destacables de Podgorica que yo visitaría:

CATEDRAL DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO: es sin duda la razón principal por la que se debería visitar Podgorica, su tesoro más preciado. Se encuentra a algo más de un kilómetro de lo que es el centro. Es muy reciente, siendo consagrada en el 2013, tras veinte años de obras. Destacan su gran cúpula, las torres de piedra blanca y las cruces de oro. El interior es una maravilla con gran cantidad de frescos dorados alumbrados por enormes candelabros. En el ábside, sobre la puerta principal, hay una controvertida representación de Tito, Marx y Engels ardiendo en el infierno.

Catedral de la Resurreción de Cristo. Podgorica

Catedral de la Resurreción de Cristo. Podgorica

Catedral de la Resurreción de Cristo. Podgorica

MONUMENTO A LOS PARTISANOS CAÍDOS: está situado en el parque Gorica, a las afueras de la capital. Es un monumento conmemorativo en el que fueron enterrados 97 héroes y se rinde homenaje a todos aquellos combatientes que murieron por la patria. Fue y sigue siendo un lugar en el que se llevan a cabo celebraciones y aniversarios nacionales.

Monumento a los Partisanos Caídos. Podgorica

IGLESIA DE SAN JORGE: cerca del anterior, a los pies del cerro Gorica, se la considera uno de los monumentos más antiguos de la ciudad. Fue construida entre los siglos IX y XI. Posee cierto aire de misticismo y la rodea un bonito jardín. Es el oratorio cristiano activo más antiguo de Montenegro.

Iglesia de San Jorge. Podgorica

PUENTE DEL MILENIO: se trata de un impresionante puente atirantado de 173 metros de largo que cruza el río Moraca. Las mejores vistas se consiguen desde un parque que se encuentra justo enfrente del mismo.

Puente del Milenio. Podgorica

PALACIO PETROVIC: en él se ubica el Centro de Arte Contemporáneo  de Montenegro que organiza exposiciones de gran calidad. Es un palacio de color amarillo pálido que fue construido en el siglo XIX. En el parque circundante hay alguna escultura interesante y una pequeña iglesia.

Palacio Petrovic. Podgorica

TORRE DEL RELOJ: ubicada, como el resto de lugares que cito a continuación, en el barrio de Stara Varos, el más antiguo de la capital, posee una altura de quince metros y hacía la función de indicar en su día a los musulmanes la hora de la oración. Fue levantada durante el dominio turco.

Torre del Reloj. Podgorica

MEZQUITA OSMANAGIC: del siglo XVIII sería restaurada gracias a las donaciones de los turcos. Cuenta con un hermoso y estilizado minarete.

Mezquita Osmanagic. Podgorica

PUENTE TURCO: pequeño y antiguo puente sobre el río Ribnica, pocos metros antes de desembocar en el río Moraca. Es de época romana, aunque sería reconstruido durante el periodo de dominación otomana.

Puente Turco. Podgorica

PLAZA DE LA REPÚBLICA: es el corazón de Podgorica. La plaza más grande e importante de la capital de Montenegro, adornada por una gran fuente y un obelisco y flanqueada por importantes edificios como el Ayuntamiento, el Teatro Nacional o una galería comercial.

Plaza de la República. Podgorica

Ayuntamiento de Podgorica

CALLES SLOBODE Y HERZEGOVACKA: son las calles más comerciales y céntricas de Podgorica. En ellas y en las adyacentes se sitúan todas las tiendas importantes de marcas, así como un sinfín de restaurantes y cafeterías donde poder tomar algo. En ellas está la vida de la ciudad.

Calle Slobode. Podgorica

Calle Herzegovacka. Podgorica

Tras terminar con la visita de la capital montenegrina me parecería un buen momento para comer algo, por lo que optaría por el restaurante La Cultura Gastro Bar que ofrecía un poco de todo. Me decidiría por un burrito y varias coca colas (10 euros).

Descansado y con las fuerzas recuperadas era el momento de cambiar completamente de aires en uno de los espacios naturales más hermosos de Montenegro. Hablo del Parque Nacional del Lago Skadar.

Este Parque constituye la reserva de aves mayor de Europa, con unas 270 especies diferentes (90 % migratorias), y refugio natural de los pelícanos del continente. Además en sus aguas viven unas 50 especies de peces, destacando la carpa y la anguila. Importante también es la vegetación acuática, con cientos de especies de algas y una enorme colonia de nenúfares.

El lago se encuentra en el valle del río Zeta, a siete kilómetros del mar. El río Bojana lo enlaza con el mar Adriático. Unas 50 fuentes alimentan el lago, permitiendo a sus aguas alcanzar un elevado grado de frescor y transparencia.

Es además el lago más grande de los Balcanes con una forma característica de delfín, perteneciendo dos tercios de su superficie a Montenegro y el resto a Albania.

Son muchísimas las actividades que se pueden realizar en este parque Nacional, así como la riqueza artística y cultural que se distribuye por los pueblos que lo circundan, por lo que disponiendo sólo de medio día, sólo podría hacerme una ligera idea de lo que ofrece esta maravilla de la naturaleza.

Mi primera parada estaba a sólo a 25 km y media hora de Podgorica de donde provenía y suponía empezar por todo lo alto la visita al entorno del lago.

Se trataba del mirador Pavlova Strana, un punto panorámico que se ha hecho famoso por la visión que ofrece del río haciendo una curva en forma de herradura que fluye alrededor de una colina verde. Lo había visto en fotos y desde el primer momento supe que tenía que incluirlo en mi ruta. Espectacular.

Mirador Pavlova Strana

Mirador Pavlova Strana

El extremo noroeste del lago Skadar se convierte en Rijeka Crnojevica, un río que tiene el mismo nombre que el pueblo que se encuentra unos kilómetros después y que iba a ser mi próxima parada.

Sorprende que un pueblo tan pequeño llegara a ser capital y tener el puerto más grande de Montenegro en el siglo XV, ya que el gobernante del país, Ivan Crnojevic, perdería ante los otomanos invasores la que en ese momento hacía esa función: Zabljak Crnojevica, otro pueblecito que también tiene fama de bonito, pero que me sería imposible acercarme a verlo por falta de tiempo. ¡Ojo! No confundir el pueblo limítrofe con el que se encuentra en Durmitor.

El pueblo es precioso, de los de postal, con una imagen idílica de sus casas y puente de piedra del siglo XIX atravesando el río y las barcas de pescadores flotando a su alrededor. De hecho, muchos de los dueños de esas embarcaciones te ofrecen dar una vuelta en ellas, pero me pareció excesivo los 25 euros que me pedían y lo rechacé.

Rijeca Crnojevica

Necesitaba hacer un pequeño parón así que aproveché que no iba a dar el paseo en barca para tomarme algo en una de las muchas terrazas que se distribuyen al lado del río.

Mi último destino del día iba a ser Virpazar, uno de los pueblos más importantes del Parque Nacional del Lago Skadar del que me separaban sólo 25 km. Lo que no me podía imaginar es que tardaría en llegar casi una hora y es que la carretera por la que me llevó el GPS era de infarto. No estoy seguro si era la mejor ruta o fue una de las jugadas que te suelen hacer estos aparatos, pero la tensión no sería poca en muchas de las curvas y precipicios con los que me encontré. Recé con no encontrarme ningún coche de frente y afortunadamente sólo me crucé con dos y en zonas de visibilidad y donde se podía retirar uno para facilitar el paso. Por lo menos las vistas que conseguí en algunos miradores naturales merecieron muchísimo la pena, así que eso compensó el camino.

P.N Lago Skadar camino hacia Virpazar

P.N Lago Skadar camino hacia Virpazar

Las casas de Virpazar están dispuestas en círculo con sus frentes hacia la amplia plaza del pueblo y sus fachadas traseras hacia el agua. En medio de la plaza arbolada hay un bonito y antiguo pozo para beber. A su alrededor hay varios restaurantes y bares, así como un punto de información turística.

En la población también destaca la fortaleza de Besac, construida por los turcos en 1478. Entre las dos guerras mundiales fue utilizada como estación de policía y durante la ocupación italiana como un bastión. Posee un gran patio y una ciudadela con una torre redonda en cada uno de sus cuatro lados. Las vistas del propio Virpazar y de la zona pantanosa circundante merecen la pena.

Castillo de Besac. Virpazar

Lago Skadar desde Castillo de Besac. Virpazar

Otro icono de la villa es el monumento de la Revolución que se alza sobre una pequeña colina. Está dedicado a los combatientes caídos en la Segunda Guerra Mundial, ya que fue en esta localidad donde un 13 de julio de 1941 se inició el levantamiento partidista montenegrino, participando más de 30.000 combatientes de todo Montenegro, consiguiendo la liberación de la mayor parte del territorio del país en sólo doce días.

Monumento de la Revolución. Virpazar

Tampoco hay que olvidarse de sus tres viejos puentes de piedra que permiten acceder a la villa cuando en primavera, debido a los altos niveles de agua del lago, esta se acaba convirtiendo en una isla.

Virpazar desde Puente de Piedra

Finalmente, comentar que Virpazar es el principal punto de partida de la mayoría de excursiones en barco por el lago Skadar y que llegaba a ella con la esperanza de conseguir un precio razonable a diferencia de lo que me ofrecían en Rijeka Crnojevica. Pero mi gozo en un pozo porque era exactamente el mismo que el de allí: 25 euros. Tras preguntar en varios puestos de empresas, un hombre me comentó que salvo que tuviera un grupo no lo iba a conseguir más barato, pudiéndose quedar en hasta 10 euros por dos horas si vas con más personas. Siendo las horas que eran y atardeciendo comprendí que no sería posible ya, porque me negaba a desembolsar esa cantidad de dinero.

Virpazar desde Puente de Piedra

Así que la historia se repetía y volvería a sentarme en una terraza a disfrutar de una cerveza, antes de poner rumbo a la costa de Montenegro, la siguiente etapa del viaje.

Mi destino exacto era la población de Ulcinj que se encontraba a 50 km pero a la que tardaría en llegar una hora y veinte debido al tráfico y es que en la costa, al ser zona de veraneo, la situación no tenía nada que ver con lo que me había encontrado en las zonas del interior. Así que me lo tomé con paciencia no llegando a mi alojamiento hasta las 21:30.

Había elegido Apartments Cejovic situado en la parte alta de la localidad y por tanto con unas vistas espectaculares de la población. La habitación estaba limpia y era espaciosa, al igual que el baño. Las dueñas eras muy agradables. La noche me saldría por 30 euros.

La verdad que no tenía mucha hambre así que prefería no cenar y terminar la jornada en la amplia terraza de los apartamentos disfrutando de las bonitas vistas nocturnas de Ulcinj, acompañado de una cerveza bien fría.

Ulcinj desde Apartments Cejovic


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