10 de Septiembre de 2013.
A las 05.30 comenzaba el día para nosotros, ya que teníamos que desayunar, prepararlo todo y deshacer todavía una hora de navegación hasta regresar al punto de partida.
A las 05.30 comenzaba el día para nosotros, ya que teníamos que desayunar, prepararlo todo y deshacer todavía una hora de navegación hasta regresar al punto de partida.
Klotok en el Tercer día en P.N.Tanjung Puting |
Los últimos momentos en Borneo llegaban a su fin y la verdad
que había sido una experiencia tan gratificante y tan distinta, además de pasárnoslo
fenomenal, congeniando a la perfección con nuestro guía, Chris, que todos
estábamos algo tristes y en los cuarenta minutos que restaban de viaje, tampoco
es que habláramos demasiado, sólo nos dedicamos a observar, relajadamente,
nuestro alrededor, mientras transcurrían los últimos kilómetros de viaje, antes
de llegar al puerto de Kumai, el lugar donde comenzó esta increíble aventura.
Amanecer del Tercer día en P.N.Tanjung Puting |
Al igual que a la ida, un coche nos estaba esperando para
trasladarnos al aeropuerto donde llegaría el momento de la despedida, no sin antes
darnos los mails y teléfonos para estar en contacto en el futuro y quien sabe
por si algún día volvíamos a vernos en Indonesia o en algún otro lugar del
mundo.
El aeropuerto de Pangkalan Bun es tan pequeño que sólo
parten tres o cuatro vuelos diarios desde él, por lo que la facturación y demás
trámites los tienes hecho en diez minutos escasos. (Aquí las tasas
aeroportuarias nos costaron 11000 rupias por persona). La historia es que
también los vuelos salen cuando les da la gana y de buenas a primeras te
encuentras con que te cambian los horarios y te adelantan o atrasan un vuelo
por arte de magia, o lo que es peor incluso te puedes encontrar con que te lo
cancelen, no saliendo el próximo hasta el día siguiente o más y ocasionándote
un perjuicio de incalculables consecuencias para viajeros que vamos con el
tiempo limitado.
En nuestro caso la hora de salida eran las 09.00 y nos lo
retrasaron hasta las 11.45, por lo que nos tocó esperar casi tres horas. Así
que visto lo visto saldríamos fuera para que nos diese un poco el aire y
mientras esperábamos se nos acercaría un guía que nos había oído hablar en
castellano y se puso a hablar con nosotros en nuestro idioma, ya que decía que
así le servía para practicar y siempre que tenía oportunidad hacía lo mismo.
Eso es constancia. Nos contó que él era de Sulawesi, de donde son los ritos
funerarios de la tribu Tana Toraja y que normalmente no suele salir de su isla,
pero que a veces tiene la suerte que le contratan para alguna que otra zona de
Indonesia con todos los trayectos y alojamientos pagados y que lo aprovecha sin
pensarlo. Además nos dijo que él a lo que más se dedicaba era a hacer rutas de
senderismo por su isla porque era su pasión. Nos preguntó que si no nos
animábamos, pero aunque nos hubiera fascinado, eso suponía renunciar a muchos
sitios que ya llevábamos en mente, además de no tener vuelos, por lo que le
dijimos que aunque esta vez no podía ser, si volvíamos a su país, sin duda que
sería él con quien contactaríamos para que nos hiciera de guía. Por si alguien
está interesado su nombre era Martinus
Tandipare y su mail de contacto tinuspare @ yahoo.com El teléfono 62 + 08534632
4595. Parecía bastante serio y hablaba un español bastante aceptable.
El tiempo seguía transcurriendo y cada vez tenía más claro
que este retraso iba a trastocar los planes que llevábamos para el día de hoy,
aunque si soy sincero, tampoco me suponía ningún disgusto porque ya tenía
asumido desde antes de saber esto que lo que quería realizar iba a estar
complicado y que sólo habiendo llegado a nuestro destino muy temprano, a lo
mejor hubiera sido posible. Y de todas maneras no con una completa seguridad.
Afortunadamente, ya no volvería a producirse ningún cambio
más de hora y a las 11.45 despegábamos rumbo a Semarang, al norte de la isla de
Java, donde llegaríamos sobre la 13.00. Pero entre el desembarco, la recogida
de equipajes y demás casi que nos dieron las 14.00 cuando quisimos estar fuera
de la terminal.
Nuestra idea era ir a la meseta de Dieng desde aquí y una
vez visto lo que esta ofrece, acabar en Yogyakarta. Llevaba una pequeña tarjeta
con el nombre de los sitios que queríamos visitar por lo que cualquier persona
con una mínima inteligencia, suponiendo que no supiese algo de inglés, sabría
interpretar los lugares a los que queríamos ir. Sin perder tiempo y mientras
Raúl se quedaba con todo el equipaje, me puse a preguntar a muchos de los
taxistas que por allí se encontraban y la única respuesta que conseguía es que
lo que pretendía hacer era una locura para las horas que eran, que ni de
casualidad iba a conseguir a nadie. Por no molestarse, ni siquiera me daban
precios, cuando yo les preguntaba que cuanto me costaría. Seguí otro rato más y
por fin daría con un joven que parecía que se iba a prestar a hacer lo que
queríamos. Al principio se le vio seguro y asintió con firmeza de que no había
ningún problema para llevar a cabo lo estipulado, luego y tras hacerme dar
varias vueltas por la terminal y yo ver que preguntó como cuatro veces a
compañeros suyos, me di cuenta que no
entendía ni papa y que lo único que quería era conseguir dinero y metérmela
doblada, por lo que sin cortarme un pelo, le dije que ya no me interesaba, que
me diese la tarjeta y que hasta otra.
El chico se quedó sin saber que decir y sin reaccionar y yo
me fui directo a donde estaba Raúl para, sin perder más tiempo, ponernos en la
fila que había nada más salir, una vez que has recogido tú equipaje y dejas la
zona restringida, en la cual me fijé desde el primer momento que estábamos
fuera, pero a la que no le di la mayor importancia, pensando que la cosa iba a
ser de lo más fácil.
La fila nos llevaría
hasta la ventanilla de Servicio de Taxis Oficiales donde tan sólo tienes que
decir el destino y pagar en base a donde vayas y luego con el ticket que te
dan, entregar este a un encargado y el ya se encarga de montarte en el taxi
correspondiente y decirle al conductor donde te tiene que llevar. Es decir, que
como se ve, es fácil, cómodo y con la garantía de que no te timan.
Nosotros al decirle al señor de la ventanilla que queríamos
ir a Yogyakarta pasando por la meseta de Dieng, lo único que conseguimos es que
nos pusiera cara de circunstancia y de no entender, por lo que parecía que no daban un servicio de taxi
desde aquí hasta tan lejos. Casi cuando ya estaba diciendo el siguiente y un poco desquiciado por la fila que
estábamos formando y a punto de dejarnos con la palabra en la boca, el señor de
detrás nuestro se puso a hablar con él y luego muy amablemente nos propuso que por
qué no cogíamos uno hasta la Oficina de
Información turística de Semarang y una vez allí, que ya nos informaran ellos.
Y eso fue lo que hicimos, tomando de la forma descrita líneas atrás, un taxi
por 40000 rupias hasta allí.
En el centro para turistas nos explicaron que siendo las
horas que eran ya podíamos olvidarnos de hacer turismo ese día, que era una
locura, por lo que aceptado esto por nuestra parte, se pondrían a contarnos que
un taxi a Yogya salía, hoy por hoy, por unas 450000 a 500000 rupias, ya que
suponía llevarnos hasta allí y luego regresar sin nadie, por lo que lo que
ellos nos proponían era coger una mini furgoneta de lo más moderna y bien
cuidada, para doce personas que te lleva desde allí mismo y en el mismo tiempo
que un taxi, hasta nuestro destino. Todo por 70000 rupias el billete + 10000
rupias por exceso de 10 kg de equipaje. Vamos que por 80000 rupias te dejaban
en las afueras de Yogyakarta. Así que sacamos nuestros billetes y esperamos
hasta las 14.30 que salía el autobús, tomándonos mientras unas bolsas de
patatas y unas botellas de agua.
JOGLOSEMAR: Empresa con autobuses shuttle nuevos y limpios, con gran puntualidad y un personal de lo más amable y eficiente. El conductor responsable y con buena conducción, para como lo hacen en Indonesia. Un gran ahorro con respecto a los taxi, especialmente si se viaja sólo.
JOGLOSEMAR: Empresa con autobuses shuttle nuevos y limpios, con gran puntualidad y un personal de lo más amable y eficiente. El conductor responsable y con buena conducción, para como lo hacen en Indonesia. Un gran ahorro con respecto a los taxi, especialmente si se viaja sólo.
A y media en punto, partíamos hacia nuestro destino. Al
final éramos diez personas e íbamos como señores, en asientos mulliditos, con aire
acondicionado, todo como nuevo y muy limpio. Además durante el trayecto
pararíamos en dos gasolineras, en una para que nos dieran una pequeña caja con
una botella de agua y un pastelito y en la otra para que fuera al servicio
quien lo necesitara, así que mejor imposible. Si acaso hay que poner un pero,
serían los dos o tres eructos de gran intensidad que el señor japonés que
llevábamos detrás se tiró, lo que realmente nos dejaría estupefactos durante
unos instantes, pero bueno, me imagino que sería cuestión de costumbres.
Tras ir disfrutando de una gran cantidad de paisajes de
arrozales de un color verde intenso, los primeros que veíamos, y de
sorprendernos con el tráfico tan intenso y alocado que hubo durante todo el
camino, llegábamos después de tres horas y media hasta la terminal de esta
empresa de transporte en Yogyakarta. Nada más bajarnos y como el chico que
conducía parecía majo, le pedimos que si nos podía ayudar a conseguir un taxi
hasta nuestro hotel, en el centro de la ciudad, a un precio justo. Y este, muy
amablemente, dijo que por supuesto, acercándose en sólo un par de pasos hasta
el borde de la calzada, donde estuvo mirando unos instantes hasta encontrar lo
que estaba buscando y cuando lo encontró, levantó un brazo y de esta manera
hizo parar a un vehículo oficial con parquímetro de los muchos que pasaban por
allí. En diez minutos más nos dejaba en la puerta de nuestro hotel en
Yogyakarta, el Ibis Style (50 euros por día la habitación con desayuno
incluido). El trayecto nos costaría 25000 rupias.
Así que al final podemos decir que nos ahorramos algo de
dinero al hacer caso a las personas que nos aconsejaron por el camino, lo cual
no quiere decir que la cosa siempre salga tan bien, pero en esta ocasión nos
saldría a la perfección. En resumen las cuentas quedaron de la siguiente
manera:
CONCEPTO COSTE (2 PERSONAS)
Taxi Aeropuerto – Oficina de Turismo de Semarang 40000 rupias
Autobús a Yogyakarta con empresa privada 160000
rupias
Taxi Central de Autobuses – Hotel 25000rupias
TOTAL 225000
rupias
Suponiendo que el precio del taxi lo hubiéramos conseguido
por 450000 rupias desde la oficina de turismo hasta nuestro hotel, sumándole
las 40000 rupias del primer trayecto desde el aeropuerto, nos hubiera salido
por 490000 rupias.
Por tanto al final nos ahorramos: 490000 – 225000 = 265000
rupias (132500 rupias por persona).
Una vez que nos asentamos y descansamos un rato en la
habitación, decidimos que lo mejor sería salir a hacer alguna actividad para
que por lo menos no tuviéramos la sensación de que el día sólo lo habíamos
dedicado a viajar y nada más, por lo que nos iríamos dando un paseo de unos 25
minutos hasta el museo Sono – Budoyo, donde podríamos ver el curioso
espectáculo llamado Wayang Kulit (20000
rupias por entrada + 3000 por cámara), consistente en un teatro tradicional de
sombras, protagonizado por marionetas, acompañado por una orquesta de gamelán,
es decir, que tocan instrumentos de percusión tales como timbales, gongs,
xilófonos, platillos, etc. Las
marionetas son movidas por un único marionetista o Dalang (en lengua
indonesia), colocado detrás del escenario, el cual va moviendo a los personajes
a la vez que va contando una historia. El público, por su lado, es testigo de
todo ello en la cortina sobre la que se van proyectando las sombras.
La representación comenzaba a las 20.30, pero estábamos allí
ya a las 20.10, lo que aprovechamos para ver, mientras hacían la introducción,
como se iban preparando los músicos y el artista que iba a encargarse de mover
las marionetas. Nos encontrábamos en una enorme sala por la que te podías mover
a tus anchas pudiendo así ver todos los entresijos tanto en la parte delantera
como trasera del telón.
Con gran puntualidad comenzaría la obra y evidentemente la
narración es contada en su lengua, bahasa Indonesia, por lo que aunque nos
dieron un folleto con un resumen de la historia, la verdad que no te enteras
prácticamente de nada, pero aun así es curioso el ver como luchan entre sí los
personajes y lo bien compenetrados que
están los sonidos de los golpes con los movimientos de los mismos.
Espectáculo Wayang Kulit.Museo Sono-Bunoyo |
Espectáculo Wayang Kulit.Museo Sono-Bunoyo |
No éramos muchos espectadores, alrededor de unos quince y la
mayoría extranjeros. Yo estuve bastante entretenido y disfrutando de lo que
estaba presenciando durante los primeros cuarenta minutos, pero luego, al igual
que le empezó a pasar a mucha gente, se me empezó a hacer un poco pesado,
porque sin entender nada y pasada la novedad, pues como que me empezaba a
resultar un poco cansino todo. La gente iba desfilando hacia el exterior, sin
cortarse un pelo, y como tanto Raúl desde hacía ya un buen rato, como yo, desde
no hacía muchos minutos, empezábamos a dar algún que otro cabezazo hacia
delante, decidimos que tras una hora y unos pocos minutos más, había sido
suficiente y nos marchamos.
A la salida estábamos hambrientos, por lo mientras íbamos
viendo la intensa vida que tiene la ciudad de Yogya por la noche, nos fuimos
fijando en algún sitio para comer algo, pero ya se encontraban cerrados la
mayoría de restaurantes y puestos que a primera vista se veían por allí, por lo
que al final terminaríamos el día en un Mac Donald. Un poco triste, pero
tampoco queríamos que nos diesen las uvas buscando otro sitio, así que nada,
después de tantos días de comida sana y tradicional en el klotok y a las
primeras de cambio, que estábamos de nuevo a nuestro aire, volvíamos a la
comida basura.
Así cerrábamos el día de hoy, ya que el cansancio mandaba y
no queríamos que nos pasara factura al día siguiente.
A TENER EN CUENTA:
A TENER EN CUENTA:
- Es conveniente estar muy pendiente de la hora de salida de los vuelos y confirmarlos siempre que se pueda unos días antes para no llevarse sorpresas desagradables, ya que los cambios y las cancelaciones suceden con frecuencia.
- En el aeropuerto de Semarang, como en tantos otros, te avasallarán un buen números de taxistas nada más salir, la mayoría de estos no son oficiales, por lo que pasa de ellos y dirígete mejor a tomar uno legal, evitarás que te timen.
- En la oficina turística de Semarang hay muy buenos profesionales que te podrán aconsejar sobre cualquier asunto relacionado con el viaje por java, no dudes en acudir hasta ella para solicitar información.
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