19,20 y 21 de Noviembre de 2009.
Las
posibilidades que ofrece la Riviera Maya y sus alrededores son infinitas y
podrías tirarte un mes o más por allí y encontrar siempre alguna actividad
cultural, de aventura o de cualquier tipo, que hará que no tengas tiempo para
aburrirte.
A nosotros
todavía nos quedaban tres días por delante y aunque en mi caso no me hubiera
importado hacer alguna de las excursiones que voy a mencionar a continuación,
la democracia es la democracia y mis propuestas fueron tumbadas por una
abrumadora mayoría, pues mis amigos sólo querían ya optar por sol, playa y
copas. Así que me dispuse a disfrutar y a descansar, en las instalaciones de
nuestro complejo hotelero, sin rechistar.
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Complejo Grand Oasis Riviera Maya |
Esas posibles
excursiones que mencionaba líneas atrás, para gente que vaya más de una semana
o personas más inquietas serían:
- Isla de
Cozumel: cercana a la costa, disfruta de un ambiente relajante y unas
magníficas oportunidades para bucear. Destacan en ella la laguna Chankanaab, el
Parque Punta Sur, el Arrecife Palancar, las vistas desde Punta Santa Cecilia o
las ruinas de San Gervasio, entre otros muchos lugares.
- Reserva de la
Biosfera Sian Ka´an: cubierta por lagos, arrecifes, una laguna, manglares y
bosque, es el hogar de jaguares, monos y plantas autóctonas.
- Uxmal: Las
pirámides, palacios y zócalos de esta impresionante ciudad en ruinas tienen una elegancia y
belleza especial, siendo consideradas por muchos como la cumbre de la antigua
arquitectura maya.
- Mérida y
Campeche: dos interesantísimas ciudades supervivientes de la época colonial
española que, aunque están situadas ya a unas cinco horas en coche, ofrecen
encantadoras plazas, fachadas enlucidas, murallas, bastiones e interesantes
museos.
- Xcaret: un
enorme e imaginativo parque ecológico repleto de flora, fauna y vida marina,
situado alrededor de una laguna natural a seis kilómetros al sur de Playa del
Carmen.
Podría seguir
mencionando lugares y más lugares, pero para eso están las guías. Aquí sólo he
querido destacar aquellos destinos que a mí me hacían especial ilusión conocer
y que ya venía con ellos en la cabeza y que al final me quedé con las ganas.
De todas
maneras estos tres días de descanso no los dedicaríamos totalmente a estar
tirados en la tumbona. También habría tiempo para hacer por primera vez snorkel
dado que el hotel nos facilitaría de forma gratuita un equipo de aletas, tubo,
gafas y chaleco. Fue una gozada poder nadar alrededor de tantos peces de
colores y verlos con tantísima claridad en aguas tan cristalinas.
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Snorkel en Riviera Maya |
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Snorkel en Riviera Maya |
Otra actividad
con la que también nos animaríamos, de forma también gratuita, sería la de dar
algún que otro paseo en canoa doble, lo que nos permitió alejarnos algo más de
la costa y ver tanto esta como la selva desde otra perspectiva completamente
diferente y realmente bonita. Además de la embarcación y los remos el hotel nos
facilitaría los chalecos salvavidas.
Aunque todo salió bastante bien, como se ha podido ir viendo
en los diferentes capítulos de este diario, también tendríamos un momento que
pondría la nota negativa al viaje y al hotel y que tampoco quería dejar de
contarlo aquí.
Como ya contaba en el segundo capítulo del diario, nuestras
habitaciones no podían calificarse ni muchos menos de lujosas, sino que eran
bastante normalitas e incluso antiguas, algo a lo que no le dimos ninguna
importancia pues su cometido fundamental era que nos sirvieran para dormir,
ducharnos y echar alguna siesta. Pero si encima que no eres exigente, ya tratan
de tomarte el pelo e intentan que trates de aceptar cosas injustificables, pues
no te queda otra que revolverte y montar la marimorena.
El caso es que el techo de uno de nuestros baños llevaba
casi desde el primer día que llegamos mojado y con humedad y tenía pinta que en
cualquier momento podía caer sobre la cabeza de quien utilizara en ese momento
la ducha. Afortunadamente no causaría daños a ninguna persona, pero nuestros
temores se confirmarían al volver del segundo día de excursiones y encontrarnos
que la mitad del mismo se había derrumbado sobre la bañera. Después de la
sorpresa y las risas correspondientes, pues hay que reconocer que sería
divertido, quien escribe estas líneas llamaría a recepción para contar lo que
había sucedido.
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Desperfectos Ducha en Grand Oasis Riviera Maya |
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Desperfectos Ducha en Grand Oasis Riviera Maya |
Mi cara pasaría por diferentes fases: asombro, incredulidad,
estupefacción, sorpresa e ira cuando la respuesta que obtuve sería la de que lo
sentían mucho pero que no les quedaban habitaciones disponibles para poder
cambiarnos a otra, eso sí con una amabilidad digna de reseñar. Su capacidad de
reacción cambiaría inmediatamente cuando con bastante mala leche le preguntaría
“¿Prefieren ustedes entonces que distribuya todas las fotos que he realizado
por las mejores webs de viajes, además de poner las correspondientes
reclamaciones? Tras hacerme esperar sólo unos minutos me ofrecerían una habitación
de las que se encontraban al lado de la puerta del complejo, algo totalmente
insuficiente debido a que todas las instalaciones como bares y piscinas estaban
a quince minutos caminando, por lo que les exigiría una que estuviese situada
al menos como la que habíamos tenido hasta ahora. La verdad que es increíble lo
poco profesionales que pueden llegar a ser algunas personas porqué en este
momento trató de hacerme sentir culpable diciéndome que eso suponía dejar a
otros huéspedes sin habitación, a lo que le respondía que evidentemente ese no
era mi problema. Así que después de varias amenazas más y algunas que otra
palabra más alta de lo que me hubiera gustado, nos cambiarían a otra habitación
cercana, similar a la que teníamos pero con techo en el baño.
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Desperfectos Ducha en Grand Oasis Riviera Maya |
Cambiando completamente de tema, sin casi darnos cuenta,
llegaría nuestra última noche en Riviera Maya y queríamos despedirnos de México
y de nuestras vacaciones por todo lo alto, por lo que nuestros planes pasaban
por salir del hotel y dirigirnos a alguna de las grandes discotecas o salas de
fiesta que se encuentran en Cancún. Optaríamos por una de las más solicitadas y
famosas: el Coco Bongo.
Es tal la fama que tiene esta discoteca que los hoteles
ofrecen packs que incluyen la entrada y el desplazamiento de ida y vuelta, por
lo que no dudaríamos en contratarlo para poder tener toda la libertad del
mundo, pues una vez dentro dispones de barra libre toda la noche.
Coco Bongo no es una discoteca al uso, una sala de fiesta
normal y corriente, es mucho más que eso, es puro espectáculo, auténtica
adrenalina que consigue dejarte inmóvil en la pista de baile, lo cual no deja
de ser una ironía. Por algo será que la consideran una de las mejores del
mundo, no ofreciendo sólo música y fiesta sino todo un show que muchos comparan
con los que se pueden ver en Broadway.
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Coco Bongo. Cancún |
Seguramente a más de uno le suene el lugar y es que este se
hizo muy famoso gracias a la película “La Máscara” protagonizada por Jim Carrey
y Cameron Díaz, lo que haría que miles de personas quisieran acudir a él desde
entonces.
Llegaríamos poco antes de la apertura de puertas, para
minutos después entrar al recinto, tras un férreo control de seguridad. Una vez
en el gran anfiteatro donde se sitúan la pista y el escenario seríamos
abordados de inmediato por un camarero que se presentaría y nos comunicaría que
sería él quien nos serviría todas las bebidas que deseáramos durante el resto
de la noche, así que para no desaprovechar el momento le encargaríamos la
primera ronda.
Cuando el local empezaba a estar lleno y la gente en
sintonía, de repente y sin previo aviso, empezaron a sucederse espectáculo tras
espectáculo, sintiéndote como en Las Vegas, con shows con tecnología punta y
una calidad de sonido y video impresionantes. La simbiosis perfecta entre
espectáculo y teatro que se da, inspirada en el universo de las películas, hace
que te sientas realmente, dentro de ellos.
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Coco Bongo. Cancún |
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Coco Bongo. Cancún |
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Coco Bongo. Cancún |
En el Coco Bongo todo está pensado hasta el más mínimo
detalle, como la iluminación, los vestuarios y las interpretaciones. Por eso al
final puedes decir que conociste a Spider-Man y a Batman o bailaste con Elvis,
Madonna, Lady Gaga y Michael Jackson. Y ello sin hablar de las presentaciones
del Cirque de Soleil, muchas hechas en el aire con acrobacias circenses. Las
canciones también rinden homenaje a diferentes países y, como no podía ser de
otro modo, a la hora de Brasil aparecieron las mulatas moviéndose al sonido de
la samba en el gran escenario de la sala de fiestas.
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Coco Bongo. Cancún |
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Coco Bongo. Cancún |
Las diferentes presentaciones llevan buena parte de la
noche, aunque al terminar todavía queda tiempo para seguir bailando con la
mitad de gente en la pista, pues muchos deciden retirarse a sus alojamientos.
Nosotros aprovecharíamos estos momentos casi una hora más y luego dejaríamos el
local y nos dirigiríamos a la furgoneta que nos llevaría, de nuevo, al hotel,
ya con las luces del alba mostrándose en el horizonte.
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Coco Bongo. Cancún |
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Coco Bongo. Cancún |
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Coco Bongo. Cancún |
Después de los estragos de la noche, no seríamos capaces de
ponernos en pié hasta pasadas las once, aunque lo bueno de que nuestro vuelo no
saliera hasta la noche es que todavía podríamos disfrutar de la playa y la
piscina durante todas las horas de luz que quedaban, además de seguir
aprovechando la pulsera del todo incluido hasta el último momento.
Además el hotel tendría el detalle de permitirnos utilizar
una habitación para ducharnos, asearnos y cambiarnos y así salir decentes hacia
el aeropuerto de Cancún, donde todo había comenzado hacía ya una semana. El
traslado hay que recordar que lo teníamos incluido en el pack que contratamos
con Halcón Viajes.
Los trámites de salida fueron rápidos, previo pago de la
tasa que el gobierno mexicano te hace pagar para poder salir del país, algo
vergonzoso y que no estaría mal aplicar recíprocamente a aquello países que
tienen esta mala y abusiva costumbre.
El vuelo de vuelta también sería la mar de tranquilo,
llegando a Madrid el domingo, día 22, a la hora de comer.
Sin duda que el viaje había superado todas nuestras
expectativas, siendo de esos destinos al que no dudarías en regresar si se
volviese a presentar una nueva oportunidad.
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