ROMA: OTRAS VISITAS DIFERENTES

Del 5 al 9 de Abril de 2023.

Ya había visitado Roma en dos ocasiones, con un intervalo aproximado de 22 años entre la primera y la segunda vez, como ya cuento en los diarios respectivos. Mientras que la primera oportunidad en la urbe me serviría para descubrir los iconos de la ciudad eterna y sentir la emoción de conocer una capital europea tan llena de vida e historia, con lugares mega famosos a nivel mundial; la segunda sería idónea para recordar muchos de los sitios ya visitados y conocer otros muchos que siendo también importantes no me había dado tiempo a llegar hasta ellos en esa primera vez.

De esta manera, además de clásicos como el Coliseo, el Panteón, la Fontana de Trevi, la plaza Navona o El Vaticano, entre otros muchos, tendría la posibilidad de llegar hasta otros sitios menos conocidos o recurrentes como la Domus Aurea, la Galería Borghese, el Museo Nacional Romano, las termas de Diocleciano, el Jardín de los Naranjos o la Scala Santa.

Volví más que satisfecho a Madrid, después de la última visita y aunque Roma es interminable y siempre quedan lugares pendientes, no tenía ya la intención de regresar en bastante tiempo, pero el destino es caprichoso y por cosas de la vida y sólo cuatro meses después de la última vez, iba a volver a la capital italiana, esta vez para hacer de guía y enseñar la ciudad, algo que tengo que reconocer me hacía bastante ilusión pues era una faceta que nunca antes había desempeñado.

Por tanto, como es evidente, regresaría por tercera vez a muchos de los lugares que no pueden faltar en una primera visita a Roma, pero también tendría tiempo de escaparme y poder descubrir algún nuevo museo, templo o rincón que en las primeras veces es bastante improbable acudir hasta ellos por no disponer del tiempo suficiente.

Sin más preámbulos, ahí van otras opciones por si queréis seguir conociendo Roma en profundidad.

BASÍLICA DE SAN PABLO EXTRAMUROS

Como muchos sabréis ya, Roma tiene cuatro Basílicas Mayores, es decir aquellos templos de mayor importancia y más alto rango de todos los que hay en la capital romana. Los únicos en que en su altar mayor sólo puede celebrar misa su santidad el papa o alguno de sus delegados especiales, o los únicos que cuentan con una Puerta Santa para atravesar y así conseguir la indulgencia plenaria.

Ya había podido visitar en dos ocasiones tres de estas cuatro basílicas: San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor en mis anteriores viajes a Roma, pero había una que se me había resistido constantemente debido a, como su propio nombre indica, encontrarse en las afueras y no tener tiempo material para llegar hasta allí debido al inabarcable patrimonio romano.

Por fin en esta tercera ocasión en la capital italiana iba a poder visitar San Pablo de Extramuros, algo para lo que llevaba ya demasiado tiempo esperando.

Para llegar hasta ella optaría por coger la línea azul y bajarme en la estación Basílica S. Paolo y desde esta caminar 450 metros hasta la misma puerta.

Edificada por Constantino sobre la tumba del apóstol Pablo, la iglesia conservó sus formas originales hasta el 15 de Julio de 1823, fecha del incendio que la destruyó, siendo consagrada nuevamente en 1854. La actual Basílica de San Pablo presenta en el exterior un grandioso cuadripórtico que precede a la fachada principal (que mira hacia el Tíber), con 146 columnas de granito que delimitan un espacio dominado por la estatua del Apóstol San Pablo.

Basílica de San Pablo Extramuros

Igualmente suntuoso, el interior consta de cinco naves divididas por ochenta columnas de granito; un friso ininterrumpido corre a lo largo del crucero y de las naves laterales con las Efigies de los 265 Papas sucesores de San Pedro.

Basílica de San Pablo Extramuros

Basílica de San Pablo Extramuros

El arco del triunfo sobre la nave está decorado en uno de sus lados con mosaicos restaurados del siglo V. En el otro lado, se ven los de Pietro Cavallini, que antes estuvieron en la fachada. Los espléndidos mosaicos venecianos del ábside (1220) representan a Cristo con San Pedro, San Pablo, San Andrés y San Lucas.

El baldaquino de mármol sobre el altar es también muy destacable. Y bajo este se encuentra la confessio o tumba de San Pablo, la cual puede observarse desde un pequeño hueco que se abrió en el año 2006. A la derecha hay un impresionante cirio pascual.

Basílica de San Pablo Extramuros

Tumba y Cadenas de San Pablo. Basílica de San Pablo Extramuros

El claustro del siglo XIII es otra de las zonas más destacables de la basílica, con sus coloridas columnas, se salvó del fuego. Terminado en 1214, se considera uno de los más hermosos de Roma.

Claustro Basílica de San Pablo Extramuros

El horario de la basílica de San Pablo es de 07:00 a 18:30 y su entrada es gratuita. El claustro cierra una hora antes y su visita cuesta cuatro euros.

BASÍLICA DE SAN LORENZO EXTRAMUROS

Gravemente dañada por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la iglesia de San Lorenzo muestra todavía hoy evidentes huellas de su remoto e ilustre pasado. En realidad, el templo nace de la fusión de dos edificios religiosos: la basílica del papa Pelagio II, dedicada a San Lorenzo, y la basílica del pontífice Honorio III, consagrada a la Virgen. El papa Pelagio construyó su basílica junto a la primitiva fundada por Constantino, edificada sobre la tumba del mártir San Lorenzo. Los despojos del santo fueron luego trasladados al nuevo templo.

Basílica de San Lorenzo Extramuros

Al siglo XIII se remonta el hermoso pórtico, con columnas procedentes de edificios antiguos y capiteles jónicos. En este se pueden observar antiguos sarcófagos cristianos y restos de frescos medievales. Al lado del templo se levantan el monasterio y su interesante claustro, así como el campanario románico, fechado a finales del siglo XII.

En el interior se ven claramente los orígenes del edificio, fusión de dos iglesias contiguas pero dispuestas sobre ejes diferentes. Habría que destacar el estupendo pavimento de mosaico, lamentablemente dañado por los bombardeos, los dos púlpitos, el hermoso baldaquino, el candelabro pascual y la cátedra episcopal  colocada al lado del coro. En el arco de triunfo se ve un antiguo mosaico que representa a Cristo sentado en el trono y a un lado San Pedro, San Lorenzo y el papa Pelagio; al otro San Pablo, San Esteban y San Hipólito.

Basílica de San Lorenzo Extramuros

Tumba de San Lorenzo. Basílica de San Lorenzo Extramuros

CÁRCEL MAMERTINA

Otro de los lugares que tenía muchas ganas de conocer era la mítica cárcel mamertina, situada bajo la iglesia del siglo XVI de San Giuseppe dei Falegnami (San José de los Carpinteros). La cárcel estaba en una vieja cisterna con acceso a la cloaca de la ciudad. La celda inferior se empleaba para ejecuciones, por lo general mediante la estrangulación, y los cuerpos eran arrojados a la cloaca.

San Giuseppe dei Falegnami y Cárcel Mamertina

Cárcel Mamertina

Según una leyenda cristiana, aquí estuvo preso San Pedro, quien hizo brotar un manantial en la celda y empleó sus aguas para bautizar a los dos guardas de la prisión. El jefe galo Vercingetoix, derrotado por Julio César en el año 52 a.C., fue también ejecutado aquí. Otros importantes personajes históricos que fueron asesinados en este lúgubre lugar serían los secuaces de Cayo Graco o Yugurta, rey de Numidia.

Cárcel Mamertina

El horario es de lunes a domingo de 09:00 a 17:00 y la entrada cuesta diez euros.

PALACIO Y GALERÍA SPADA

Este majestuoso palacio, hoy sede del Consejo de Estado, fue construido alrededor de 1550 y posee un elegante patio estucado y una fachada adornada con relieves que evocan el pasado glorioso de Roma.

Palacio Spada

El cardenal Bernardino Spada, quien vivió aquí en el siglo XVII, con su hermano Virginio, también cardenal, contrató a los arquitectos Bernini y Borromini para su construcción. El gusto fantasioso de los hermanos por la falsa perspectiva se materializó en, probablemente, la creación de uno de los mejores efectos visuales no sólo del palacio en sí sino de toda Roma. Hablo de la Galería de Perspectivas, un corredor de nueve metros de largo que, gracias a particulares sagacidades arquitectónicas, parece de cuarenta metros. En efecto, Borromini creó un espectacular juego de la perspectiva construyendo un piso ligeramente inclinado con una serie de arcos y columnas que se van achicando gradualmente, dando así la ilusión de una mayor longitud, hasta el punto de que la estatua de Mercurio, colocada al fondo de la galería como centro de la perspectiva, parece mucho más grande de lo que es en realidad.

Galería Spada de Borromini

Los cardenales también reunieron una soberbia colección privada de pinturas que se exhibe en cuatro salas, contando con piezas del siglo XVI y XVII de artistas como Rubens, Durero, Guercino, Guido Reni o Tiziano.

Palacio Spada

Entre las obras a destacar tendría que citar: La Visitación, de Andrea del Sarto; Caín y Abel de Nicoló Tornioli; La muerte de Dido, de Guercino; Retrato de Violinista, de Tiziano; David contemplando la cabeza de Goliat, de Orazio Gestileschi; El Rapto de Helena de Guido Reni o dos retratos del cardenal Bernardino Spada, uno de Guercino y otro de Guido Reni, entre otros muchos e importantes lienzos.

Rapto de Helena de Guido Reni. Galería Spada

Retrato de Violinista de Tiziano.Palacio Spada

El horario es de 08:30 a 19:30 de martes a domingos y el precio de la entrada es de cinco euros.

PALACIO BARBERINI

Cuando en 1623 el papa Urbano VIII llegó al poder, decidió construir un gran palacio para él y su familia en los límites de la ciudad. Su arquitecto Carlo Maderno, lo proyectó como una típica villa rural, con alas hacia los jardines. Maderno murió en 1629 y Bernini se hizo cargo del proyecto, ayudado por Borromini. Los frontones de las ventanas superiores, así como la escalera oval del interior, se deben seguramente a este último.

Palacio Barberini

Además de las obras de arte en cuestión, el interior del palacio alberga espectaculares salas y suntuosos recintos adornados con estupendas estatuas y antigüedades romanas que individualmente ya merecen de por sí una visita y entre las que hay que destacar el Gran Salone, en cuya decoración trabajó a partir de 1633 Pietro da Cortona, que pintó en la bóveda el grandioso Triunfo de la Divina Providencia, en el que se exaltaban las glorias de la familia Barberini.

Frescos del Gran Salón. Palacio Barberini

Entre el nutrido grupo de cuadros, que constituyen el núcleo de la actual Galería Nacional de Arte Antiguo, habría que destacar La Fornarina de Rafael, en la que la tradición reconoce el retrato de la joven amada por el artista. Junto a ella figuran otras magistrales creaciones: Narciso, Judith decapita a Holofernes y Sacrificio de Isaac, de Caravaggio; Enrique VIII, de Hans Holbein el Joven; Retrato de Beatrice Cenci, de Guido Reni; Venus y Adonis, deTiziano; Natividad y Bautismo de Cristo, de El Greco; Plaza de San Marcos, de Canaletto; o Cristo y la adúltera, de Tintoretto.

Judith decapita a Holofernes de Caravaggio

La Fornarina de Rafael

COLINA DEL OPPIO

Cuando en mi anterior visita a Roma pude visitar la Domus Aurea, a la salida de la misma era ya noche cerrada y no podría disfrutar de lo que ofrece las inmediaciones de esta. Este espacio encierra uno de los parques más destacables del centro de Roma con agradables zonas verdes por las que pasear. Pero además también cuenta con algunas otras sorpresas como los restos de las termas de Tito y de Trajano, varias fuentes, así como una maravillosa y desconocida panorámica del Coliseo. ¿Imperdible, verdad?

Coliseo desde Colina del Oppio

CIUDAD DEL AGUA (VICUS CAPRARIUS)

Este recinto arqueológico es probablemente uno de los más desconocidos de la ciudad y eso que se encuentra a menos de cinco minutos de la mítica Fontana de Trevi. Las razones son claras ya que, por un lado, está totalmente eclipsado por dicho monumento, y, por otro, pasa totalmente desapercibido al encontrarse bajo tierra y estar su entrada en un callejón por el que es complicado pasar si no se tiene conocimiento de la misma.

Este tesoro que ha llegado hasta nuestros días se encuentra a nueve metros bajo la superficie de las calles de la urbe y es conocido como “Ciudad del Agua”, una maravilla subterránea que data del siglo I d.C.

Ciudad del Agua (Vicus Caprarius)

Para ser más preciso, me estoy refiriendo al antiguo acueducto Aqua Virgo, el cual fue esencial para los romanos y hoy, después de 2000 años, sigue funcionando, alimentando con su agua la famosa Fontana de Trevi e incluso la fuente de la Barcaza de la Plaza de España.

A lo largo del recorrido se pueden observar las estructuras que sustentaban esta obra pública de tiempos de Adriano, sus muros y contrafuertes por los que todavía brota el agua cristalina, creándose incluso piscinas del líquido elemento.

Ciudad del Agua (Vicus Caprarius)

Por si fuera poco también ofrece restos de ladrillos estampados, cerámica africana, algunos fragmentos de esculturas antiguas y una colección de monedas de bronce.

Sin duda, toda una experiencia donde poder conocer un poco mejor el funcionamiento y los detalles de tan importante obra hidráulica, así como de uno de los símbolos romanos y todo ello mientras se escucha el sonido del agua caer de entre sus muros.

La página donde conseguir toda la información necesaria es https://www.vicuscaprarius.com/es/visitas/. Aunque además de lo que en ella se cuenta hay que decir que también disponen de audioguías en castellano para poder hacer un recorrido autoguiado. El precio de la misma es de 3,5 euros y el de la entrada de 3 euros. El horario es de 11:00 a 17:00 de martes a domingo, cerrando los lunes.


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