28 de Agosto de 2021.
Diocleciano
fue un soldado de la provincia romana de Dalmacia que llego a convertirse en
uno de los emperadores más destacados de la última época del Imperio romano de
Occidente. A los 59 años, después de padecer una seria enfermedad, decidió
retirarse a su país de origen y vivir en un palacio que había encargado
construir a ocho kilómetros de su ciudad natal, Salona.
El palacio
fortificado, con una extensión de tres hectáreas, estaba dividido en una zona
destinada a residencia y otra para campo militar con 16 torres ubicadas en
diversos puntos de la muralla, de siete metros de altura. Una calzada que iba
desde la puerta oriental hasta la occidental dividía el interior, de modo que
los cuarteles militares quedaban a un lado, y la residencia del emperador, al
otro. Esta última tenía un patio monumental, un mausoleo de forma octogonal,
tres templos y una serie de dependencias que unían la cara sur, levantada
directamente desde el mar. Diocleciano vivió felizmente en ese palacio,
dedicado a cultivar coles hasta que falleció a la edad de setenta años.
El palacio
continuó utilizándose hasta el siglo VI, y resistió un ataque de los ávaros de
Eurasia. La ciudad de Salona sufrió un desastroso asalto en el año 614 y sus
habitantes buscaron refugio tras las murallas de la fortaleza, fundando la
ciudad de Spalato (actualmente, Split). Los posteriores gobernadores locales
modificaron el interior del palacio y ampliaron los edificios fuera de las
murallas a medida que aumentaba la población.
Hoy en día
el palacio es una combinación de estilos medievales, renacentistas y barrocos dentro
de un caparazón romano. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
en 1979, al considerarlo un magnífico ejemplo de arquitectura romana en la
costa oriental del Adriático. Más de 9000 personas siguen viviendo en la
actualidad en los edificios que hay dentro y fuera de las murallas.
Por tanto,
no cabe duda, que la jornada que comenzaba la íbamos a centrar en la visita del
barrio que abarca la antigua residencia del emperador que decretó la sangrienta
persecución de los cristianos. De aquella quedan los sótanos, la estructura de
las murallas y algunas partes ilustres, excelentemente conservadas, que forman
el corazón de la ciudad de Split.
Tras dejar
el coche en un parking, los puntos de interés que se irían sucediendo serían
los siguientes:
PUERTA DE ORO: sería aquí
donde comenzaríamos a descubrir los entresijos de la ciudad, en la entrada principal
al palacio de Diocleciano. La puerta está orientada hacia Salona y era una obra
colosal, con torres y ornamentación sobre los arcos semicirculares que
antiguamente albergaban estatuas. Es, claramente, la más imponente de las
entradas al palacio (todas ellas designadas con nombres de metales). En el
siglo XI se tapió el corredor entre el palacio y la puerta para convertirlo en
la iglesia de San Martín.
Puerta de Oro.Split |
Justo delante de la misma es imposible no sorprenderse con la colosal estatua del obispo Gregorio de Nin de más de ocho metros de altura y de la que dicen que si tocas el dedo pulgar de su pie te traerá buena suerte.
Estatua del Obispo Gregorio de Nin.Split |
PERISTILO: era la solemne entrada a la zona sagrada del palacio de Diocleciano. La plaza se encuentra rodeada de columnas por tres de sus lados que ostentan capiteles labrados. En uno de sus costados se encuentra el café Luxor que invita a disfrutar del espectáculo de la historia desde alguno de los escalones, cómodamente sentado en un cojín mientras tomas algo refrescante.
Peristilo Palacio de Diocleciano. Split |
Peristilo Palacio de Diocleciano.Split |
No dejéis de fijaros en la esfinge egipcia que se encuentra en uno de los laterales y es hermana de la que se encuentra en el templo de Júpiter.
CATEDRAL DE SAN DUJE o SAN DOMNIUS: justo al
lado del anterior se levanta la impresionante catedral, que ocupa el antiguo
mausoleo de Diocleciano. Fue consagrada en el siglo VII cuando se retiró el
sarcófago que contenía el cuerpo del emperador y se reemplazó por los restos de
San Duje, un obispo del siglo III que fue martirizado durante la persecución de
los primeros cristianos por parte de Diocleciano. San Domnius se convirtió en
el santo patrón de la ciudad y el mausoleo pasó a ser una catedral cristiana.
Catedral de San Duje o San Domnius. Split |
Está considerada como la catedral católica más antigua del mundo que no ha sufrido remodelaciones sustanciales a lo largo de su historia. El edificio ha permanecido prácticamente inalterado, a excepción de la adición de un campanario románico y la incorporación del coro del siglo XIII.
Catedral de San Duje o San Domnius. Split |
Existen múltiples combinaciones para visitar la catedral y otras estancias. La entrada más completa, que fue la que nosotros elegimos, cuesta 80 HRK e incluye catedral, torre, cripta, museo y templo de Júpiter (Baptisterio de San Juan). Si no te quieres gastar tanto dinero o no te apetece verlo todo yo recomiendo, tras mi experiencia, la entrada que incluye la propia catedral y la subida a la torre, ya que su interior es sublime y las vistas que se consiguen de Split son espectaculares. Los tickets se compran en la oficina que está justo enfrente de la entrada al templo.
Split desde Campanario Catedral de San Duje |
Cripta Catedral de San Duje. Split |
VESTÍBULO: esta peculiar estancia es una de las que más llaman la atención en el palacio, pues la cúpula desapareció y desde la bóveda abierta se puede ver el azul del cielo. En el pasado, en nada se parecía a lo que podemos ver hoy, ya que las paredes se encontraban cubiertas de bellos mosaicos y la cúpula estaba compuesta de mármol y oro, logrando que la habitación brillase cuando penetraban en ella los rayos de sol.
Vestíbulo Palacio de Diocleciano. Split |
Desde aquí el emperador daba sus discursos ya que la sala tenía una excelente acústica que permitía que fuese escuchado en todo el palacio. También era uno de los lugares donde recibía visitas.
BAPTISTERIO DE SAN JUAN: este
pequeño y bonito edificio, consagrado en el siglo VI, era el templo de Júpiter
del palacio. En el interior, una fuente bautismal muestra un retablo
prerrománico en el que aparecen representados
el rey Zvonimir y otros dignatarios. La estatua de San Juan, del muro
del fondo, es obra de Ivan Mestrovic, y se añadió antes de la II Guerra
Mundial. En la puerta de acceso se puede ver la otra esfinge traída de Egipto,
pero en este caso decapitada.
Baptisterio de San Juan o Templo de Júpiter. Split |
Baptisterio de San Juan o Templo de Júpiter. Split |
CALLES CARDO Y DECUMANUS: se trata de las dos principales calles del palacio por las que pasearás no pocas veces. El camino transversal, el decumano, une la puerta oriental o de Plata con la occidental o de Hierro, y dividía el complejo en dos mitades. Mientras que el cardo te lleva de la puerta norte o de Oro hasta el Peristilo. No obstante recomiendo perderse por las calles adyacentes de un encanto especial y mucho más tranquilas y solitarias que las recién mencionadas.
Centro Histórico. Split |
PUERTA DE PLATA: rodeada de puestos callejeros, en ella pueden verse los arcos de la muralla original, así como restos de las torres de defensa. Justo al lado se puede disfrutar de un mercado, un auténtico caos de frutas y verduras de temporada, quesos caseros, jamones y hierbas secas. Este espacio abierto brinda la mejor vista del palacio.
Puerta de Plata. Split |
Delante de la puerta está el oratorio de Santa Catalina, erigido en la Edad Media y utilizado por los dominicos mientras levantaban su propio monasterio. Fue reconstruido en el siglo XVII, cuando se convirtió en la iglesia de Santo Domingo.
PUERTA DE BRONCE: en el
pasado esta puerta se abría directamente desde el mar al sótano y bodegas del
palacio para depositar las mercancías. Es la más sencilla de todas las que
componen el recinto.
Las bodegas por su
parte se utilizaban para el almacenamiento de comida y bebida, para el
entretenimiento y para proteger el acceso a otras alas del palacio. Ahora, esta
vieja entrada comercial se ha convertido en el acceso principal al recinto desde el paseo marítimo
y está repleta de puestos de recuerdos. Las cámaras laterales albergan hoy un
museo por el que hay que pagar entrada.
Bodegas Palacio de Diocleciano. Split |
Bodegas Palacio de Diocleciano. Split |
PUERTA DE HIERRO: ubicada entre viviendas y bellos palacios, sobre ella destacan dos importantes elementos. El primero de ellos sería su icónico reloj, ya que en vez de tener los doce dígitos habituales, marca el tiempo en formato “veinticuatro horas”. El segundo sería el pequeño y precioso campanario del románico temprano correspondiente a la iglesia de Nuestra Señora del Campanario, valga la redundancia.
Puerta de Hierro. Split |
PLAZA DEL PUEBLO (NARODNI TRG): tal y como indica su nombre, fue el centro de la vida comercial y administrativa de la ciudad a partir del siglo XV, sustituyendo en parte, la función del Peristilo. Con la creciente importancia del lugar, la nobleza erigió en la plaza prestigiosos edificios. Entre ellos, el palacio Cambi, de estilo gótico veneciano, y el Ayuntamiento renacentista, de la primera mitad del siglo XV, con una logia de tres arcos en la planta baja y una ventana gótica en la planta superior.
Plaza del Pueblo o Narodni Trg. Split |
Ayuntamiento. Plaza del Pueblo o Narodni Trg. Split |
PLAZA BRACE RADIC: esta plaza medieval está situada al suroeste del palacio de Diocleciano. La elevada torre del puerto es todo lo que queda del castillo que edificaron los venecianos en la segunda mitad del siglo XV, después de someter la ciudad. De planta octogonal, la torre se cierra sobre la plaza desde su flanco sur.
Torre Plaza Brace Radic. Split |
En el lado norte está el palacio Milesi, obra barroca del siglo XVII. El centro de la plaza está ocupado por una obra de Ivan Mestrovic, el gran monumento a Marko Marulic, considerado el padre de la literatura en lengua croata. La imponente estatua de bronce luce una inscripción donde se recogen varios versos de otro poeta croata.
Plaza Brace Radic. Split |
PLAZA DE LA REPÚBLICA (TRG REPUBLIKE): Prokurative es el nombre que reciben los edificios, con soportales de estilo renacentista, que flanquean esta plaza, y deben su nombre a las Procuradurías, del siglo XVII, de la plaza de San Marcos veneciana. Fueron construidos por encargo de un antiguo alcalde que quiso convertir Split en una moderna metrópolis mediterránea con zonas cubiertas en las que los ciudadanos pudieran reunirse en los días calurosos. Hoy los edificios albergan oficinas y cafés y acogen diversos eventos culturales, como el Festival de Música que tiene lugar en junio.
Plaza de la República o Trg Republike. Split |
Plaza de la República o Trg Republike.Split |
VELI VAROS: conocido como el barrio de los pescadores y situado al oeste de la ciudad vieja, en él vivían los más pobres desde el siglo XIV, sobre todo los pescadores que no disponían de recursos para vivir en el interior de las murallas. Hay que tener en cuenta que en aquella época el mar llegaba hasta las vertientes rocosas de la colina Marjan. Hoy conserva el encanto y el ambiente pintoresco de los barrios populares y es una delicia pasear por sus pequeñas callejuelas. En él hay que destacar, especialmente, la pequeña capilla prerrománica de San Nicolás, del siglo XI, la cual es un ejemplo de arquitectura arcaica con su planta de cruz y su diminuto pórtico con un dintel labrado. Fue uno de los lugares que más nos gustaría de Split, por lo que os recomiendo que no os lo perdáis.
Barrio de los Pescadores o Veli Varos. Split |
Barrio de los Pescadores o Veli Varos. Split |
Capilla de San Nicolás. Veli Varos. Split |
LA RIVA: como ya sabéis de otras localidades a las que me he referido en capítulos anteriores, este nombre hace referencia al paseo marítimo y es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Sería construido a comienzos del siglos XIX tras derribar las murallas y ofrece unas bonitas vistas de todo el puerto, embellecido además por sus características palmeras. Además está repleto de restaurantes, terrazas y cafés por lo que es complicado resistirse a sentarte en alguno de ellos para relajarte tras las intensas visitas turísticas.
La Riva o Paseo Marítimo. Split |
PARQUE MARJAN: aunque a nosotros no nos daría tiempo a visitarlo, sabíamos que era un lugar que merecía la pena, ya que al estar situado en la zona más alta de Split regala unas vistas espectaculares de la ciudad, las islas circundantes y el paseo marítimo. Además cuenta con varias sendas protegidas por la vegetación que son un respiro al calor y a las hordas de turistas del centro histórico.
Tras la
visita del centro histórico de Split decidiríamos abandonar la ciudad, al menos
durante unas horas, para acercarnos a visitar dos lugares cercanos y que nos
apetecía mucho conocer.
Comenzaríamos
por la fortaleza de Klis, situada a
catorce kilómetros y a la que en menos de media hora habíamos llegado, pudiendo
aparcar en un pequeño descampado cercano. La entrada a la misma cuesta 60 HRK
los adultos y 20 HRK los menores de 15 años.
Fortaleza de Klis |
Tengo que reconocer que el principal motivo por el que decidí optar por esta visita cuando preparaba la ruta por Croacia fue porque esta fue la localización de la ciudad – estado de Meereen en la serie Juego de Tronos y tanto a mí como a Cristina y a Belén, nos hacía mucha ilusión conocerla. Otro de los lugares que sirvió para convertirlo en dicha ciudad sería el palacio de Diocleciano en Split.
Fortaleza de Klis |
Vistas desde Fortaleza de Klis |
Más allá de la serie de ficción el lugar, por sí sólo, es también espectacular ya que se encuentra en lo alto de un cancho rocoso. Su función en el pasado era la de vigilar el paso estratégico hacia el interior. También era una barrera contra el invasor turco procedente de Bosnia.
Fortaleza de Klis |
Posee hasta tres murallas concéntricas, añadidas tras las sucesivas ocupaciones. La primera data de época austriaca. La segunda es veneciana, anterior a la llegada de los turcos. En el siglo IX era ya una verdadera pequeña ciudad, con su rector y su pequeña iglesia, que sirvió temporalmente como mezquita cuando llegaron los turcos, a partir de 1537. Es interesante fijarse en el ingenioso sistema de recuperación y distribución del agua en las cisternas en terrazas. La capilla situada en lo más alto, ofrece maravillosas vistas de Split en la lejanía y su entorno.
Fortaleza de Klis |
Fortaleza de Klis |
Aunque suponía comer a las tantas, decidiríamos, al terminar el recorrido por la fortaleza de Klis, acercarnos a visitar también el complejo de la antigua ciudad romana de Salona (actual Solin), situada a seis kilómetros de la misma y a ocho de Split.
El nombre
Salona deriva de las salinas de la zona. En sus orígenes asentamiento ilirio,
la ciudad quedó después bajo el control griego, pero no fue importante hasta
que los romanos erigieron una ciudad junto a la antigua población griega.
Durante el reinado de Augusto se convirtió en una importante colonia romana que
llegó a ser designada como capital de la provincia de Dalmacia. En el siglo I
d. C. se construiría un anfiteatro, teatros, templos, baños y un foro, y
también sería reforzada por murallas con torres, transformando así Salona en la
ciudad más próspera y poblada de la costa central del Adriático. En el año 614
los ávaros y los eslavos destruyeron la ciudad y quedó abandonada, siendo los
edificios e iglesias saqueados.
Ruinas Romanas de Salona |
Ruinas Romanas de Salona |
Ruinas Romanas de Salona |
El recinto es tan inmenso que si llegas de primeras es probable que puedas entrar por cualquier sitio que ocupa las ruinas, como nos pasaría a nosotros, y que al final te olvides de pasar por la taquilla, entre otras cosas porque se encuentra bastante lejos según donde hayas aparcado.
En la
visita nos encontraríamos con los cimientos y restos de varias torres de base
triangular o rectangular; varias necrópolis como la de Manastirine o Kapljuc,
excelentemente bien conservadas; cimientos de basílicas paleocristianas, baños;
las ruinas de la puerta Cesarea, consistentes en arcos flanqueados por dos
torres octogonales, una muestra de las técnicas de construcción que ya
utilizaban los romanos en la era imperial; las imponente ruinas del anfiteatro,
situado en el extremo oriental de la ciudad, con una capacidad para sentar
entre 18.000 y 20.000 espectadores; el teatro, pudiendo observarse parte del
escenario y las gradas; el foro, corazón de la vida política y comercial de la
ciudad, donde sólo se puede contemplar los cimientos; o el acueducto, erigido
para transportar agua del río Jadro hasta la ciudad, y ampliado en tiempos del
emperador Diocleciano para abastecer su palacio en Split.
Ruinas Romanas de Salona |
Ruinas Romanas de Salona |
Ruinas Romanas de Salona |
Como se puede comprobar una auténtica maravilla y una visita ineludible al tratarse del complejo arqueológico más importante del país.
Afortunadamente,
para comer habíamos reservado en un lugar especial, además de avisar de que
llegaríamos más tarde de las 16:00 como fue el caso. Se trataba del restaurante Dvor, incluido en la guía
Michelin. Probaríamos un menú degustación compuesto por rollito de salmón con
foie, pasta con calamares en su tinta, arroz especiado con una salsa especial y
costillas de cordero. Acompañado por un vino croata delicioso. Todo estaba
espectacular y el servicio fue profesional y agradable.
Comiendo en Restaurante Dvor. Split |
Comiendo en Restaurante Dvor.Split |
Saldríamos del restaurante a las 18:30 y para bajar la comida decidiríamos irnos paseando hasta el centro histórico de Split donde pasaríamos el resto de la tarde, entre sus magníficos e históricos edificios, pues nos había sabido a poco la visita de la mañana.
Puesta de sol en La Riva. Split |
Ya de noche volveríamos a nuestra preciosa casa, donde nos relajaríamos al borde de la piscina, mientras contemplábamos una luna de las que es complicado olvidarte.
No hay comentarios :
Publicar un comentario