Como
recordaréis, ayer pasaríamos la tarde en la isla de Pag, pero para llegar hasta
ella utilizaríamos el puente que la conecta con el continente por lo que no
tendríamos que utilizar ningún barco.
Por tanto,
sería hoy la primera vez que haríamos uso del servicio de Ferries que permite
conectar con la infinidad de islas que posee Croacia. Jadrolinija es la compañía estatal que realiza este servicio, por
tanto es la que controla todo, siendo un claro monopolio.
Ferry de Jadrolinija en Puerto de Gazenica. Zadar |
Hay que
tener en cuenta varias cosas a la hora de utilizar este servicio si no te
quieres llevar alguna sorpresa desagradable:
- Los tickets se pueden sacar tanto en el puerto como por su página web: www.jadrolinija.hr, pero yo recomiendo hacerlo por la segunda ya que es más cómodo, pues te mandan a tú correo un código QR que luego te escanean a la hora de embarcar.
- Hay que tener en cuenta que existen dos tipos de embarcaciones. Los Ferries que transportan vehículos y personas y los catamaranes que sólo transportan personas. En base a ello hay diferentes horarios y servicios, por lo que si se va en coche es importante mirar esto muy bien, pues podría sucederte que saques un billete en un horario o en un puerto que sólo sea para pasajeros y te quedes con cara de circunstancia. Decir además que los Ferries de vehículos están mucho más limitados para enlazar una isla con otra, por lo que casi siempre hay que volver al puerto del continente y desde allí volver a coger otro. Los catamaranes sí que hacen ese servicio y te ahorran mucho tiempo, pero el contra que tienen es que luego no tienes transporte en la isla y creo que a veces es indispensable debido al tamaño de muchas de ellas, aunque siempre se puede alquilar allí o coger un taxi, pero el coste se incrementa considerablemente. Nosotros siempre iríamos con nuestro vehículo.
- Y ahora viene el tema estrella. Cuando tú compras un billete a una hora determinada, esto no te da derecho a embarcar a esa hora. Sí, como leéis, es decir que al final se embarca por orden de llegada y respetando las filas que se van formando. Por lo que una vez que se llena el ferry, tienes que esperar al siguiente, por mucho que sacaras para una hora concreta. Esto significa que en la práctica hay que estar al menos una hora antes de la hora que figure en tú ticket. Nosotros lo haríamos así y siempre pudimos embarcar, pero hay personas que me han comentado que en temporada alta y antes de la pandemia, llegaban incluso dos horas antes para no quedarse fuera. Por lo que lo de llegar justos de tiempo no lo recomiendo.
- Los ferries son increíblemente puntuales y salen a la hora indicada, por lo que si vas sin vehículo, llega también con tiempo suficiente, ya que es raro que retrasen su hora de salida.
Tras estos
pequeños consejos, sigamos con nuestro relato. Habíamos elegido la isla de Dugi Otok para pasar el día de
hoy. Para ello nos dirigimos al puerto
de Gazenica de Zadar que era de donde salían los ferries con vehículos. El
más céntrico es del que salen los catamaranes sólo con pasajeros.
El problema
es que el primer ferry no salía hasta las 10:00, lo que para mi gusto es
bastante tarde ya que no te permite disfrutar demasiado tiempo en la isla si
quieres volver ese mismo día, ya que el último hacia el continente parte a las
17:00, al menos en nuestras fechas.
Tal y como
he comentado más arriba, nosotros llegaríamos una hora antes, a las 09:00 y no
habría ningún problema para embarcar, sobrando incluso espacio, pero hay que
tener en cuenta que estábamos a finales de agosto y en tiempos de pandemia.
El trayecto
duraría una hora y cuarenta minutos, desembarcando en el puerto de Brbinj a las 11:40. El viaje se hace muy agradable ya que
una vez ubicado el coche, puedes subir a los amplios espacios habilitados en
varias cubiertas, disfrutando así de las vistas, el sol y la brisa marina,
claro está con buen tiempo, como fue nuestro caso.
Zadar desde el Ferry a Dugi Otok |
Navegando hacia Dugi Otok |
Puerto de Brbinj. Isla de Dugi Otok |
La Isla de Dugi Otok es la más grande de las que componen el archipiélago de Zadar. La costa oeste presenta un perfil accidentado y árido, pero en la del este hay bahías y playas y entre ellas se encuentra una de las más bellas y hermosas no sólo ya de la propia isla sino de toda Croacia y este era nuestro principal objetivo de hoy.
Pero antes
de disfrutar de aquella, queríamos llegar a dos lugares que nos habían llamado
la atención. El primero de ellos era el faro
de Veli Rat, situado en su extremo noroeste. Fue construido en 1849 y se
encuentra rodeado de pinos, hermosas bahías y calas de guijarros, siendo
considerado uno de los más bellos del adriático, además de ser el más alto con
sus 42 metros de altura.
Faro de Veli Rat |
Dice la leyenda que sus gruesos muros amarillos contienen miles de claras de huevo, haciéndolo más resistente al viento y al mar y protegiéndolo del sol abrasador en los meses de verano. Además cuenta con una capilla y hasta alojamiento, por si alguien estuviera interesado.
Es todavía
de esos faros en el que sigue viviendo un farero, habiendo incluso lista de
espera para poder ocupar ese puesto, ya que muchos han soñado con pasar al
menos algún tiempo en este faro único.
Pero este
lugar no es sólo su faro, sino su maravilloso entorno en el que existen calas
de aguas cristalinas que invitan al baño o simplemente a disfrutar de las
vistas.
Bahía del Faro de Veli Rat |
Punta del Faro de Veli Rat |
No muy lejos de allí nos acercaríamos, en segundo lugar, hasta un puente natural que divide dos tramos de mar y conecta con el final de la isla de Dugi Otok por esta zona. Cuando vimos las imágenes nos pareció impresionante pero es cierto que estaban tomadas con dron y la perspectiva deja bastante que desear a ras del suelo. En unos de los lados del pasaje también se concentran cantidades exageradas de pastos marinos por lo que este factor también le resta encanto. Así que la conclusión es que es mejor dedicar ese tiempo a otros destinos mucho más espectaculares dentro de la isla.
Puente Natural. Isla de Dugi Otok |
Puente Natural. Isla de Dugi Otok |
Y tras esas dos paradas, nos marcharíamos, sin perder más tiempo, hacia el motivo principal por el que habíamos llegado hasta aquí: la inigualable playa de Sakarun.
La bahía de
ensueño en la que se encuentra ubicada te hace trasladarte al mar Caribe. El
agua de mar turquesa cristalina, la arena blanca y fina y el entorno virgen que
la rodea, hacen que nadar en esta playa sea una experiencia única e
inolvidable.
Playa de Sakarun |
A pocos metros de la misma existe un aparcamiento para poder dejar el coche en el que se pagan 10 kunas por hora. Fuera de temporada de verano es gratuito.
Uno de los
alicientes más destacables de esta playa es que es de las pocas de Croacia que
está formada por arena y no por guijarros, lo que unido a que hasta ahora se ha
librado del turismo de masas y que sus visitantes buscan paz y tranquilidad,
respetando las distancias, te hace sentir que te encuentras en el paraíso.
Playa de Sakarun |
Los bosques de pino con aroma mediterráneo bordean la hermosa playa y brindan sombran fresca, para aquello que quieran darse una tregua de tanto sol. Sakarun se encuentra en mar abierto, pero al estar protegida por una larga bahía, hace que las temperaturas del agua sean siempre agradables.
Playa de Sakarun |
Playa de Sakarun |
La playa es también muy popular entre familias con niños, pues la pendiente es muy suave y los pequeños pueden chapotear en el mar y jugar en la arena tanto como les plazca.
En
semejante y paradisiaco lugar, dos horas y media saben a muy poco, pues antes
de que nos diéramos cuenta teníamos que volver al coche y regresar al puerto,
debiendo estar en él a las 16:00 si queríamos garantizarnos una plaza en el
último ferry que salía hacia Zadar.
Así que mi
consejo es claro, lo mejor que se puede hacer es pasar al menos una noche, sino
dos en la isla, tanto para disfrutar de la playa de Sakarun al máximo como para
ver otro lugares impresionantes como pueda ser el parque natural de Telascica con unos impresionantes acantilados y
unas curiosas formaciones kársticas u otras maravillosas calas. O incluso tomar
un barco desde la población de Sali para ir a navegar por el parque nacional de Kornati, un
archipiélago de más de noventa islas que dicen es espectacular.
La verdad
que tanto esta isla como las futuras que visitaríamos nos enamoraron y
coincidimos unánimemente en que son lugares ideales para venir a pasar las
vacaciones en su totalidad a una de ellas.
Para comer
en la playa de Sakarun recomiendo un chiringuito que se llama Daleka Obala, donde hacen unas
hamburguesas buenísimas. Nosotros las pediríamos para llevar y nos las
comeríamos esperando al ferry, una buena opción para apurar al máximo el tiempo
si como fue nuestro caso sólo vienes a pasar el día. Te las preparan en cajas
individuales por lo que no hay ningún problema para transportarlas.
A las 17:00
en punto salía el ferry hacia Zadar y ,de nuevo, sí que entraron todos los
coches que había esperando pero quedaron muy pocos espacios libres, por lo que
en plena temporada alta aún estando una hora antes es probable que puedas
quedarte sin plaza.
Navegando hacia Zadar desde Dugi Otok |
Una vez en Zadar haríamos tiempo hasta que empezó el espectáculo de la instalación Saludo al Sol con sus famosos haces luminosos que emiten las placas de cristal que absorbieron la luz del sol durante el día. Está curioso de ver y es entretenido pero tampoco nos volvió locos. Además había muchísima gente y eso le restó parte de su encanto.
Saludo al Sol. Zadar |
Sólo quedaba ya volver a casa, cenar algo ligero y preparar las maletas, pues mañana continuábamos la ruta hacia nuevos destinos.
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