Amanecíamos
con un día espléndido que no se parecía en nada al de ayer, por lo que iba a
ser perfecto para afrontar los planes que teníamos previstos. La mañana la
dedicaríamos a un plan más cultural como conocer la ciudad de Zadar y el
pequeño pueblo de Nin, mientras que la tarde nos las tomaríamos de descanso en
una de las playas más famosas de la isla de Pag, por lo que el día pintaba
bastante bien.
Zadar ha renacido de sus
cenizas para convertirse en una de las metrópolis más creativas y animadas de
la costa croata, pero sin llegar a la masificación con la que puedes
encontrarte en otras ciudades más turísticas como Split o Dubrovnik, por lo que
es ideal para conseguir ese término medio que muchas veces es complicado hallar
en verano en ciertos lugares como pueda ser Croacia.
Habitada
por los ilirios y más tarde por los romanos, fue un importante puerto y centro
de comercio de madera y vino. En la Edad Media sirvió de base principal para la
flota bizantina. Venecia y el rey de Hungría se disputaron la ciudad durante
los siglos XII y XIII, pero finalmente, el rey Ladislao vendió sus islas y
ciudades dálmatas a Venecia, renombrándose la ciudad como Zara y entrando en un
periodo de prosperidad en la que se construyeron iglesias y palacios que embellecieron
la urbe, aunque sufrieron graves daños durante la II Guerra Mundial.
Afortunadamente, hoy su patrimonio vuelve a mostrarse en todo su esplendor.
Tras un
contundente desayuno en nuestra preciosa casa y un paseo de unos quince minutos
hasta llegar a la península amurallada que protege el centro histórico, nos
dispusimos a conocer este atravesando una pasarela conocida como Gradski most que nos ofrecería las
primeras y hermosas vistas y nos conduciría, de forma directa, a los
principales lugares de interés con los que cuenta Zadar. También existen otras
entradas al conjunto, pero esta fue por la que nos apetecía empezar a
conocerlo.
Muralla y Pasarela Gradski Most. Zadar |
Veamos, por tanto, en orden, los lugares que visitaríamos durante nuestra ruta matinal:
PUERTA DEL MAR: esta
compleja estructura, a veces llamada la puerta de San Crisógono, es el
resultado de la reforma de un arco romano erigido a la familia Sergi. En la
fachada que da al mar se muestra el león veneciano de San Marcos y una lápida
en la que se conmemora la batalla de Lepanto (1571). En la cara interior de la
puerta hay una placa donde se recuerda la visita del papa Alejandro III, en
1177.
Puerta del Mar. Zadar |
IGLESIA DE SAN CRISÓGONO: la orden benedictina construyó antes del año 1000 una iglesia y un monasterio en el antiguo emplazamiento del mercado romano. La iglesia ha sufrido muy pocas alteraciones, pero el monasterio fue destruido durante la II Guerra Mundial, cuando la ciudad entera experimentó duros bombardeos. En su momento de mayor esplendor, el monasterio contaba con una valiosa biblioteca y un scriptorium, famoso por sus volúmenes transcritos e iluminados. Posee tres naves divididas por columnas y es de sencillas líneas románicas, excepto el altar mayor barroco que recoge las estatuas de los cuatro santos patrones de Zadar: Crisógono, Zoilo, Simeón y Anastasia.
Iglesia de San Crisógono. Zadar |
Iglesia de San Crisógono. Zadar |
FORO ROMANO: es una de las imágenes inolvidables de la ciudad cuando te lo encuentras de bruces, independientemente desde donde aparezcas, y es que comparte espacio con la iglesia de San Donato y la catedral de Santa Anastasia, otros dos de los iconos de Zadar. Este lugar de congregaciones, fue en la antigüedad, el centro de la vida pública. Posee unos 90 metros de largo por 45 de ancho, y estaba recorrido en tres de sus lados por galerías porticadas con columnas de mármol. En la plaza actual se pueden observar los cimientos de antiguos edificios públicos, como un pabellón de reuniones, parte del adoquinado original e incluso un pilar utilizado en la Edad Media como “pilar de la vergüenza”, al que se ataba a los malhechores y en el que todavía se pueden ver algunos herrajes empotrados.
Iglesia de San Donato y Campanario de Santa Anastasia. Zadar |
CATEDRAL Y CAMPANARIO DE SANTA ANASTASIA: esta majestuosa catedral está situada en el foro. La fundaron los bizantinos en el siglo IX, y fue reconstruida en los siglos XII y XIII en estilo románico. La iglesia se eleva sobre una planta rectangular con un gran ábside semicircular. Su fachada es realmente bella, con tres portales y dividida horizontalmente, presentando en el cuerpo superior arcos, columnas y dos rosetones. Dentro destacan sus altares barrocos con gran cantidad de adornos. Pero además de la fachada, su otro imprescindible es la subida al campanario (2 euros) desde donde se consiguen unas excelentes vistas del centro histórico de Zadar y permite hacerte una idea de cómo se encuentra distribuida la ciudad.
Campanario Catedral de Santa Anastasia. Zadar |
Zadar desde Campanario Catedral de Santa Anastasia |
IGLESIA DE SAN DONATO: adyacente a la catedral se encuentra esta otra maravilla con su peculiar forma cilíndrica que la hacen única y la convierten en uno de los monumentos más famosos del país y uno de los mejores exponentes de la arquitectura bizantina de Dalmacia. Sería construida a principios del siglo IX sobre el pavimento del antiguo foro romano con planta circular y tres ábsides semicirculares. La galería superior, que rodea toda la iglesia, estaba reservada para las mujeres que atendían los servicios. San Donato dejó de funcionar como iglesia hace siglos y sirvió de almacén y museo. Hoy en día es uno de los emblemas de la ciudad y gracias a su excelente acústica sirve de auditorio en las noches de verano.
Iglesia de San Donato. Zadar |
Iglesia de San Donato. Zadar |
IGLESIA DE SANTA MARÍA: en uno de los lados del foro romano se encuentra esta iglesia construida en 1066, la cual ha sufrido diversas alteraciones que hacen que ahora tenga una fachada de estilo renacentista. El interior de tres naves cuenta con una amplia galería destinada para las mujeres. Llama también la atención su esbelto campanario, erigido por el rey Koloman en 1105.
Iglesia de Santa María. Zadar |
PASEO MARÍTIMO: conocido como “riva” en lengua croata es todo un clásico en las localidades costeras y todas se enorgullecen de estos y tratan de tenerlos impolutos. Zadar no iba a ser menos y es uno de los lugares más animados y frecuentados por la gente que pasea, se tumba al sol, disfruta de la brisa marina o se refresca en las aguas cristalinas.
Paseo Marítimo de Zadar |
ÓRGANO DEL MAR: no todas las ciudades pueden presumir de un instrumento musical público, controlado por las fuerzas de la naturaleza. Zadar sí. Creado por el arquitecto Nikola Basic en 2005, el órgano del mar es un artilugio construido en el muelle. Gracias a una serie de válvulas y tubos horadados en los escalones de piedra se producen acordes musicales de forma natural. Sentarse en los escalones y escuchar sus susurros es una experiencia relajante y muy popular.
Organo del Mar. Zadar |
SALUDO AL SOL: cerca del órgano y pensada para complementarlo, hay otra instalación del mismo arquitecto que consiste en 300 placas de cristal con sensores que absorben la luz solar durante el día. Por la noche proyectan haces luminosos, creando así un espectáculo multicolor a través del cual se puede caminar bañándose en la luz y así convertirse en parte del mismo, mientras por otro lado el órgano anterior emite sus cautivadoras melodías.
Saludo al Sol. Zadar |
PUERTA DE TIERRA Y MURALLAS: la puerta la erigió en 1543 el gran arquitecto veronés Michele Sanmicheli, para que sirviera de entrada a la ciudad. Presenta una gran abertura central y otras dos más pequeñas a los lados, separadas por cuatro pilares de piedra blanca sobre las que se apoyan cuatro columnas adosadas. Sobre la entrada principal hay un relieve de San Crisógono a caballo y el león de San Marcos, símbolo de la República de Venecia. Franqueada la puerta se ven los restos de las murallas, el antiguo arsenal veneciano y la plaza de la Liberación (Trg Zoranica), con una columna romana en el centro.
Puerta de Tierra. Zadar |
Puerto Deportivo y Muralla. Zadar |
PLAZA DE LOS CINCO POZOS: esta agradable plaza de 1594, muestra una fila de cinco pozos hexagonales, con poleas de hierro fundido. Las bocas de los mismos dan a un enorme depósito de agua subterráneo, construido para un posible asedio por parte de los otomanos. Pavimentada e iluminada por las noches, es uno de los espacios más atractivos de Zadar. En este espacio también destaca la torre del Capitán, de forma pentagonal, la cual es de la misma época que aquellos, albergando en su interior una galería de arte que se abre en temporada alta.
Plaza de los Cinco Pozos. Zadar |
Plaza de los Cinco Pozos y Torre del Capitán. Zadar |
PARQUE DE LA REINA JELENA MADIJEVKA: sobre la plaza de los Cinco Pozos, se encuentra este parque creado justo encima del bastión Grimani, del siglo XVI, el cual fue un componente clave en la fortificación de la urbe. El nombre del espacio verde lleva el nombre de una reina croata del siglo X. Lo mejor son las vistas que se consiguen desde él de la Puerta de Tierra, de la muralla y del pequeño puerto.
Puerta de Tierra desde Parque Jelena Madijevka. Zadar |
PALACIO DEL RECTOR: construido en el siglo XIII, sirvió como centro neurálgico de la administración austriaca hasta la I Guerra Mundial. Durante la guerra de los Balcanes sufrió graves daños y fue minuciosamente restaurado para acoger exposiciones temporales y algunas colecciones del Museo Nacional de Zadar. Contigua al mismo y a la plaza de los Cinco Pozos se encuentra la plaza Petra Zoranica, flanqueada de viejos edificios y agradables terrazas.
Plaza Trg Petra Zoranica. Zadar |
Palacio del Rector. Zadar |
IGLESIA DE SAN SIMEÓN: de origen románico, fue reconstruida después de 1632 para alojar los restos del santo, hoy conservados en un relicario de plata de increíble valor, con casi dos metros de longitud y que fue encargada por Isabel de Hungría para expiar el robo de uno de los dedos del santo cuando entró en la ciudad. El relicario se abre una vez al año, el día de San Simeón. Su tapa muestra un relieve del santo en tamaño real.
Iglesia de San Simeón. Zadar |
PLAZA DEL PUEBLO (NARODNI TRG): justo en el corazón de la ciudad antigua de Zadar, se encuentra esta hermosa plaza de estilo renacentista que también fue el centro de la vida pública a lo largo de siglos. Hoy en día, sigue siendo un lugar muy concurrido en el que hay varios cafés y restaurantes. Flanqueando uno de los lados se encuentra el Ayuntamiento, mientras que en otro está la logia renacentista, llamada de la Ciudad, que se construyó para albergar los tribunales de justicia. Desde la logia se anunciaban decisiones relativas a la ciudad y los veredictos del juzgado. Actualmente se utiliza para exposiciones, principalmente de arte contemporáneo. Cerca está el palacio de la Guarda Urbana, con una bonita torre del reloj que se alza sobre la plaza. El edificio acoge, hoy en día, el museo Etnográfico, con una colección de trajes y objetos de todo el país.
Plaza del Pueblo o Narodni Trg. Zadar |
Plaza del Pueblo o Narodni Trg. Zadar |
Plaza del Pueblo o Narodni Trg. Zadar |
Y hasta aquí llegaría nuestra visita de Zadar, encaminándonos, de nuevo, a nuestro apartamento para coger el coche y ya con él desplazarnos a Nin, nuestro siguiente destino, situado a sólo 17 km.
Nuestro mayor interés en esta pequeña población era visitar la iglesia de la Santa Cruz, del siglo IX,
un hermoso edificio de estilo prerrománico que muchas fuentes consideran la
catedral más pequeña del mundo. Además sus ventanas se colocaron en la posición
exacta para determinar, en función de los rayos de sol, la fecha exacta de los
equinoccios y los solsticios.
Iglesia de la Santa Cruz. Nin |
A pocos metros queda la antigua catedral de San Anselmo, donde fueron coronados los reyes de Croacia. Fue la primera catedral del país y cuenta con un valioso tesoro con relicarios de plata de los siglos IX al XV. La torre de su campanario ha sido recientemente restaurada, dejando a la luz los muros originales que se piensa datan del siglo XIII. A sus pies se encuentra una copia de la estatua del obispo Gregorio de Nin, realizada por Ivan Mestrovic, hallándose la original en Split.
Campanario Catedral de San Anselmo. Nin |
Eran ya más de las 14:00 y nuestros estómagos empezaban a resentirse. Aún así decidiríamos esperar para comer hasta llegar al que iba a ser nuestro lugar de descanso durante lo que quedaba de tarde.
Nos
habíamos decantado por acercarnos a la isla
de Pag que se encuentra aproximadamente a una hora de Zadar, al menos por
donde nos íbamos a mover nosotros. La ventaja de esta isla es que no tienes que
coger ningún ferry para llegar hasta ella como sí ocurre con otras más famosas,
ya que existe un puente que la comunica con el continente. Por lo que como se
ve son todo facilidades.
La isla
tiene una extensión de 68 km de longitud y alberga dos cadenas montañosas
paralelas a la costa. Los eslavos llegaron en el siglo VI y se dedicaron a la
ganadería ovina. Después del año 1000, Zadar y Rab se la disputaron para
hacerse con el control de las salinas, y en el siglo XII Pag cayó bajo el
control veneciano, iniciando un largo periodo de paz y prosperidad.
Isla de Pag |
La isla se caracteriza por ser seca y árida, con algunas zonas aptas para el cultivo de la vid y los olivos. El litoral, frente al continente, es escarpado y rocoso y está expuesto al viento bora, lo que hace que prácticamente carezca de vegetación. Los típicos muros de piedra y mampostería de la isla, construidos sin materiales de unión, sirven para proteger la tierra del viento y mantener separados los distintos rebaños de ovejas.
De las diferentes
playas que habíamos visto en varias guías, elegiríamos al final una llamada Sveti Duh, localizada en el norte de la
isla, en uno de esos lugares donde la costa es algo más plana y forma este tipo
de parajes vírgenes.
Una vez
allí se puede dejar el coche en un parking de tierra situado a sólo unos metros
de la misma y que se encuentra vigilado por un encargado que cobra 20 HRK. El problema es que no admite euros ni
tarjetas de ninguna clase y nosotros no teníamos en el bolsillo ni una sola
kuna. Nuestra cara sería un poema, pensando que teníamos que darnos la vuelta y
sin todavía haber comido. Afortunadamente, estuve rápido y le pediría al
guardia que esperase un momento, acercándome corriendo a un puesto de alquiler
de tablas de surf que había en la zona, donde me harían el favor de cambiarme
algunos euros que llevaba. Así que problema solucionado.
Lo
siguiente que haríamos sería comer, pues estábamos desmayados al ser casi las
15:30. De las escasas opciones que hay en el lugar nos quedaríamos con el
restaurante Uo Ivano que tenía muy
buena pinta. Y no nos equivocamos. Algunos pediríamos carne que no podía estar
más jugosa y otros pedirían chipirones y calamares que también estaban muy
buenos, por lo que fue todo un acierto. Aquí sí que admitían euros, además de
kunas, pero ojo, que no admiten tarjetas. Por lo que es siempre conveniente
preguntar en estas zonas de Croacia cuales son los medios de pago, para no
llevarte sorpresas al final de la comida.
Y ahora sí
que había llegado el momento de descansar lo que restaba de tarde, en un mar
limpio de aguas cristalinas, en una playa que combina la grava y la arena fina
y ofrece unas maravillosas vistas de la bahía de Pag y la montaña Velebit.
Playa Sveti Duh. Isla de Pag |
Playa Sveti Duh. Isla de Pag |
No sería por nuestra voluntad por lo que abandonaríamos la playa, a pesar de que estaba ya cayendo el sol, sino por el fuerte viento que empezaría a levantarse y que nos obligaría a recoger. Y es que era realmente desagradable, comprendiendo en este momento el porqué de la agreste orografía de la isla.
No
obstante, esa retirada, algo antes de lo que pensábamos, nos permitiría a la
vuelta parar en diferentes miradores a cada cual más espectacular que nos
permitiría ver a lo lejos tanto la ciudad de Pag como el entorno incomparable
en el que se halla situada.
Isla de Pag |
Y sería en dicha ciudad donde realizaríamos la última parada antes de regresar a Zadar, pues teníamos referencias de que era bastante bonita.
La ciudad de Pag ocupa una bahía protegida
que da a tierra firme. El rey Bela IV le concedió el estatuto de Ciudad Libre
en 1244, pero la rivalidad con Zadar propició su destrucción. En 1409, Pag
quedó definitivamente bajo el dominio veneciano, decidiendo sus gobernantes
encargar el proyecto de una nueva ciudad al célebre arquitecto Juraj
Dalmatinac. Así se tardó varias décadas en construir la actual Pag.
La urbe
conserva su ordenamiento urbano original, flanqueando sus dos calles
principales hermosos palacios y antiguos
edificios públicos. También quedan algunos restos de sus antiguas murallas como una puerta y dos
bastiones.
Ciudad de Pag |
En su plaza principal destacan el palacio del Duque y el inacabado palacio del Obispo, además de elevarse un monumento a Dalmatinac, obra de Ivan Mestrovic, y la iglesia de Santa María de la Asunción, un templo mezcla de estilos románico y gótico, con tres naves divididas por columnas de piedra blanca con capiteles tallados. La fachada luce un rosetón y una luneta sobre el portal. En el interior conserva numerosas obras de arte, entre ellas un crucifijo del siglo XII.
Plaza Principal. Ciudad de Pag |
Iglesia de Sta María de la Asunción. Ciudad de Pag |
Y por supuesto, no hay que olvidar su pequeño pero agradable paseo marítimo con bares y restaurantes donde el ambiente era increíble, todo ello adornado por un antiguo puente de piedra que lo hacía más bello si cabe.
Ciudad de Pag |
Puente de Piedra. Ciudad de Pag |
Estuvimos a punto de quedarnos a cenar, pero el hecho de tener una hora de camino después hasta Zadar, nos haría replantearnos la situación y optar mejor por una barbacoa en el jardín de nuestra preciosa casa, mientras disfrutábamos de la piscina. Tampoco estaría nada mal para terminar la jornada, ¿verdad?
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