30 de Diciembre de 2017.
No, no había tenido suficiente con las maravillosa
experiencia de ayer y cualquiera diría que como es posible que me supiese a
poco un día entero en el Perito Moreno, pero así es, por lo que como intuía que
esto me podía suceder, no dudaría en pasar una segunda jornada en él, pero
realizando actividades diferentes y que me aportaran nuevas sensaciones.
Para ello esta vez contaría con la empresa “Hielo y
Aventura” que es la única que realiza la navegación por el frente del glaciar y
las caminatas sobre su superficie.
Para caminar por encima del glaciar ofrece dos opciones:
- Un minitrekking de una hora de duración.
- El llamado Big Ice que supone 3,5 horas sobre el hielo, más
el tiempo que se emplea en llegar a este y la vuelta, que son aproximadamente
otras 2,5 horas, utilizando en total unas seis horas para caminar.
Tenía claro que elegiría la segunda opción, pues quería
disfrutar todo lo posible de la experiencia, por lo que no dudaría en contratarlo,
unos cinco meses antes, por su página web: www.hieloyaventura.com , suponiéndome
235 euros, una auténtica fortuna, pero también es verdad que son experiencias
únicas y que se viven una sola vez en la vida, con suerte, así que en este caso
no quise escatimar en gastos.
La aventura comenzaba, como es habitual en estos casos,
recogiéndome en el hostel a las 07:00, en una mini furgoneta, que tras hacer lo
propio con otros participantes de otros alojamientos, nos llevarían hasta otro
autobús más grande, donde nos juntaríamos unas treinta personas.
El camino, como es evidente, sería el mismo que ayer, pero
al ser en autobús, tardaríamos como
media hora más, consiguiendo estar en el aparcamiento principal del Parque
Nacional a las nueve de la mañana.
La guía que nos acompañaría se llamaba Silvia, una
bonaerense afincada en El Calafate, de lo más agradable y risueña con la que
daba gusto hablar. De hecho yo hice muy buenas migas con ella desde el primer
momento.
Mientras llegábamos a nuestro destino nos contaría
interesantes datos como que el glaciar tiene 254 kilómetros cuadrados de área y
un largo de casi 24 kilómetros desde la línea divisoria con Chile hasta su
frente. En la parte central, a ocho kilómetros del frente, se midieron 700
metros de espesor de hielo, moviéndose allí el glaciar más de dos metros
diarios. El gran poder erosivo que tiene la masa de hielo desplazándose, es
como si fuera una gran máquina que va arrastrando sedimentos, erosionando el
fondo rocoso y transformando gran cantidad de materiales.
Además de todo ello se caracteriza por su gran estabilidad
siendo de los pocos que no ha empezado a retroceder de forma alarmante como
otros famosos glaciares como el Viedma o el Upsala.
Como decía, nos bajaríamos en la parte delantera del centro
de visitantes, siguiendo a Silvia hasta el primer balcón del circuito central.
Aquí nos comentaría que disponíamos de sólo una hora para estar por las
pasarelas lo que me dejaría de piedra por el poco tiempo disponible. Eso sí,
tengo que decir en defensa de la agencia que no es la actividad principal de la
jornada por lo que se podría justificar tan poco tiempo. Afortunadamente yo ya
había estado todo el día anterior, por lo que me dediqué a seguir las
recomendaciones de Silvia que no eran otras que recrearnos con las panorámicas
que ofrece el circuito medio y nada más. Además el cielo estaba más despejado
que ayer, lo que permitía admirar perspectivas diferentes con distintos colores
y luces. También tendría la fortuna de que Silvia me haría de fotógrafa
personal, consiguiendo, en tan poco espacio de tiempo, que los recuerdos de hoy
superaran, en más de un caso, a los de ayer y es se notaba que no era una
aficionada.
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Aniversario P.N.Los Glaciares |
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
La verdad, que es un espectáculo natural del que no te
cansas, pudiendo estar horas y horas contemplándolo, pero había que continuar
con las actividades por lo que a las 10:15 estábamos todos, otra vez, en el
autobús.
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
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Glaciar Perito Moreno desde Pasarela Central |
La siguiente parada sería en el puerto Bajo las Sombras,
donde nos esperaba el barco en el que cruzaríamos el Brazo Rico del Lago
Argentino, deleitándonos con el muro frontal
del Perito Moreno. Esta es otra de esas perspectivas que te pone los
pelos de punta y hace que te entren escalofríos y no por las temperaturas, sino
por tanta belleza que hace que te quedes mudo.
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Puerto Bajo de las Sombras |
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Perito Moreno desde Navegación por Lago Argentino |
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Perito Moreno desde Navegación por Lago Argentino |
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Perito Moreno desde Navegación por Lago Argentino |
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Perito Moreno desde Navegación por Lago Argentino |
En media hora desembarcábamos en el otro lado de la costa,
ascendiendo hasta unos refugios donde nos esperaban los guías de montaña que
iban a acompañarnos el resto de la jornada. En nuestro caso serían Ariel y
Verónica.
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
Tras la respectiva charla de medidas de seguridad,
comenzaríamos una larga caminata de una hora y cuarto de duración que nos
llevaría, en continua ascensión, por un bosque de lengas, hasta un pequeño
espacio abierto que serviría para probarnos a todos los respectivos crampones,
aunque todavía no había llegado el momento de ponérselos. Sí que
aprovecharíamos estos momentos para colocarnos un arnés para el caso de que
pudiera haber algún imprevisto sobre el hielo, aunque no se va encordado.
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Probando los Crampones para Trekking Big Ice |
He de decir también, que la subida hasta este punto puede
hacerse algo dura si no se tiene cierta forma física, pero cualquiera puede
realizarla.
En el camino también podríamos ver a todos aquellos que
habían optado por el famoso minitrekking, quedándose pronto atrás, en la
lejanía, y casi al comienzo de la masa de hielo.
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
En nuestro caso seguiríamos avanzando, un poco más, desde el
punto que nos habíamos quedado, hasta que, por fin, llegábamos al hielo. En
todo este tramo se tiene, constantemente, a la derecha el lateral del Perito
Moreno y la verdad que esta otra perspectiva también es imponente.
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
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Perito Moreno desde la morrena del Glaciar |
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Perito Moreno desde la morrena del Glaciar |
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Perito Moreno desde la morrena del Glaciar |
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Perito Moreno desde la morrena del Glaciar |
Tras acceder al hielo y dar nuestros primeros pasos por el
mismo, los guías comenzaron a colocarnos los crampones, para poco después
dividirnos en grupos de unas diez personas y empezar la auténtica expedición
por el mítico Perito Moreno.
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Perito Moreno desde la morrena del Glaciar |
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Perito Moreno desde la morrena del Glaciar |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Algo importante y que nos recalcarían hasta la saciedad
sería que en todo momento debíamos seguir en fila de uno y que para salirse de
la misma o para pararse a hacer fotografías, se debía pedir permiso, pues la
seguridad es algo prioritario como es evidente.
A escasos diez minutos de que hubiese comenzado la aventura,
ya podríamos ver una pequeña cueva con un interior de un azul intenso precioso,
donde podríamos bajar a fotografiarnos con ella, para poco después continuar
nuestro camino sobre la superficie blanca e inmaculada del glaciar. Hacía
bastante viento, por lo que los guías que nos acompañaban, Ariel y Verónica,
iban muy pendientes de todo el grupo, vigilando escrupulosamente que ninguno se
saliera de la fila marcada.
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Íbamos a un ritmo pausado pero sin detenernos salvo cuando
una parte del los componentes del grupo se quedaba descolgada o tenían que
explicarnos alguna cosa interesante, como así sería como consecuencia de
contemplar una gran grieta repleta de agua con una hermosa mezcla de colores y
los reflejos que causaban en el hielo los pequeño halos de luz procedentes del
cielo. Todo ello no permitía que pudiéramos apreciar su fondo y es que
estábamos al filo de la misma lo que imponía bastante. Ariel nos contaba que si
se nos dejaba acercarnos tanto es porque en el caso de que alguien cayera
dentro, flotaría y se le podría sacar rápidamente antes de sufrir una
hipotermia. Pero si no hubiese agua tendríamos que alejarnos bastante más, pues
de caer en su interior llegaríamos al fondo en muy pocos segundos habiendo
muchas más posibilidades de no contarlo.
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Sucesivas brechas, formas imposibles y miles de agujas
afiladas en la lejanía, junto a montículos circulares, eran nuestros únicos
acompañantes en este desierto de nieve congelada.
Aunque ya había tenido la experiencia de caminar por el
glaciar Athabasca situado entre los parques nacionales de Banff y Jasper en
Canadá, es cierto que Perito Moreno es como dar un paso más, pues impresiona
más que aquel debido a que de momento el acceso hasta él es más largo y
complicado, mientras que el canadiense, aparte de estar en continuo retroceso
cada año supone llegar y directamente entrar en él, sin prolegómenos. Además en
el Athabasca, buena parte del recorrido es como caminar gran parte del camino
sobre una pista de hielo, sin demasiados alicientes, mientras que en Perito
estás continuamente salvando escoyos como aristas, filos, agujeros, etc. Todo
esto no quiere decir que no disfrutase con aquel, que lo hice y mucho, pero con
el glaciar argentino lo haría más todavía, pues creo que está un nivel por
delante.
Ariel, nuestro guía principal, nos seguía contando cosas
interesantes tales como que a lo ancho, siempre que seas un guía
experimentado, puedes conseguir
atravesarlo en unas cuatro horas, lo que nos dejaría algo sorprendidos, pues
nosotros en el mismo tiempo no íbamos a conseguir llegar ni a la mitad del
mismo. Aún así la emoción que se siente cuando estás ya alejado de tierra
firme, sólo rodeado de un desierto de hielo por los cuatro puntos cardinales, es
indescriptible. Te sientes como esos antiguos expedicionarios que hacían gestas
imposibles con los medios tan limitados que tenían.
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Nuestra siguiente visión serían unas bonitas lagunas de una
azul casi transparente, para minutos después conseguir situarnos en una gran
hendidura, cuyas paredes hacían de protección perfecta contra el viento, con el
fin de poder almorzar tranquilamente. Aquí sacaríamos nuestros bocatas y
durante media hora saciaríamos el apetito que era bastante.
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Este lugar sería el idóneo para enterarnos del porqué los
glaciares son azules o blancos. Resulta que cuando el hielo no está compacto,
permite la entrada de burbujas de aire en las que penetran las mayores
longitudes de onda de la luz, siendo en este caso blanco. Pero cuando el hielo
está compactado solo es atravesado por los rayos azules (las ondas cortas), que
le confieren esos tonos azulados tan espectaculares.
Ya con las fuerzas repuestas avanzaríamos un poco más, hasta
un nuevo montículo que permitía tener una visión impresionante de todo el
conjunto, excepto de las montañas que lo rodean tapadas por las siempre
inoportunas nubes.
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Era el momento de dar media vuelta y deshacer todo el
camino. Todos estábamos ya hechos a caminar sobre el hielo con los crampones,
por lo que nos movíamos con mucha más soltura y agilidad, tardando bastante
menos en volver a tierra firme.
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Trekking Big Ice sobre Perito Moreno |
Y por si no hubiéramos tenido suficiente con todo lo visto
ya, todavía habría tiempo, en esta última caminata, para observar sumideros y
alguna nueva cueva sorprendente.
Habían sido cuatro horas de reloj sobre el hielo y ahora nos
quedaba algo más de otra hora hasta regresar al refugio, por lo que al final,
si sumamos todos los tiempos, estamos hablando de unas seis horas y media andando.
Aún así creo que es una actividad que puede hacer casi cualquier persona,
aunque le suponga algo de esfuerzo extra.
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
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Perito Moreno desde Costa Sur del Lago Argentino |
Tras esperar unos veinte minutos en las cabañas, donde
muchos aprovecharían para tomar algo caliente, volveríamos al barco, donde nos
sorprenderían con una grata sorpresa: un vaso de whisky con hielo del glaciar y
unos bombones rellenos de galleta y chocolate que estaban buenísimos.
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Tomando Whisky con Hielo del Perito Moreno |
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Tomando Whisky con Hielo del Perito Moreno |
Por último, en el autobús, Silvia también nos tenía
preparado otro detalle: un llavero de una bota con crampones donde estaba
inscrito el nombre del inigualable glaciar Perito Moreno.
A las 18:30 llegábamos a El Calafate, por lo que
aprovecharía para hacer las últimas compras antes de marcharme al hostel a
preparar la mochila para mañana no tener que hacer ya nada. También me ocuparía
de pedir la cena en un pequeño local que me recomendó la chica de recepción y
que supuso un gran acierto. Pero es cierto que fue una auténtica barbaridad,
pues a las 22:00, hora en la que había encargado que me lo trajeran al
alojamiento, me encontraría con un bocadillo inmenso de ternera, una ración de
patatas fritas de la que podían comer cinco personas, y un litro de fanta de
naranja. Todo por 200 pesos. No podría con todo y más que lleno me retiraría a
mis aposentos para dormir mi última noche de esta primera etapa por Argentina,
pues más adelante tendría que volver a este fantástico país.
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