Hoy sería un
día de tránsito, más que otra cosa, y nos lo tomaríamos con más calma que en
otras ocasiones. De momento ya nos darían las 08.30 cuando nos quisimos
levantar, lo que en comparación con los madrugones del resto de días, nos
parecía el paraíso.
De Tusayan a
Las Vegas nos separaban casi 450 kilómetros y unas 5 horas, por lo que íbamos a
ir más relajados que otras veces, parando a tomar algo, pues hoy el calor
apretaba bastante más que otros días. Además, y dado que nos pillaba de camino,
no podríamos evitar hacer una incursión en la famosísima presa Hoover que sería
inmortalizada en la película de Supermán.
Conseguiríamos
aparcar en un pequeño recodo donde había varios coches más. De esta manera nos
ahorramos el parking. Aunque nuestra idea era visitar la presa, cuando nos
dijeron lo que costaba, decidimos pasar de ello y entretenernos dando una
vuelta por fuera y tomar diferentes perspectivas de la misma, haciendo las
típicas chorradas de Supermán. Sería un rato divertido, antes de afrontar los
últimos kilómetros para llegar a Las Vegas.
Como ya he comentado, hoy no haríamos ninguna visita más, pero es cierto que llegaríamos a la ciudad del juego a las cuatro de la tarde, entre unas cosas y otras. ¿Y a qué nos íbamos a dedicar lo que restaba de día? Pues tan sencillo como dirigirnos en las afueras de la ciudad, que además nos pillaba de camino y sin pasar por el hotel, a uno de los Outlet donde puedes ahorrarte una auténtica fortuna en comparación con los precios de la ropa en España: Las Vegas Premium Outlets. Este es como una pequeña villa y sus tiendas tienen ofertas y descuentos constantes a lo largo de todo el año.
Las Vegas Outlets Las Vegas Outlets
Nos lo tomaríamos con mucha calma dado que estaban absolutamente todas y cada una de las marcas que puede haber sobre la faz de la tierra. Entraríamos en muchísimas de estas tiendas tales como Ralph Lauren, Calvin Klein, Hugo Boss, Tommy Hilfiger, Levis, etc.
Y si, por
ejemplo, tenemos en cuenta que un polo de Tommy Hilfiger andaba entre los 20 y
25 dólares, pues fue inevitable renovar el vestuario de la próxima temporada a
esos precios que serían impensables en España.
A las 20.30
acabaríamos con la media jornada de shopping, para volver a coger el coche y ya
dirigirnos hacia nuestro hotel en Las Vegas durante toda nuestra estancia en
esta ciudad. El elegido sería el New York, New York gracias a los precios más o
menos económicos que supone alojarte en muchos de los hoteles famosos durante
los días laborables. El fin de semana es cierto que se disparan al doble o más
en la mayoría de los casos, pero al final, una por otra, nos quedamos todos los
días en el mismo. Mientras que las noches del miércoles y jueves nos cobrarían
90 dólares por habitación con dos camas King, la noche del viernes se
dispararía a 160 dólares.
Hotel New York. Las Vegas Hotel New York. Las Vegas
El aparcamiento en los sótanos del hotel estaba incluido, así que no tuvimos el mayor problema con el estacionamiento. Además no tienes más que llegar a la zona de recepción, te bajas del vehículo y ya se encargan ellos de hacer todo lo demás. Lo mismo sucede con las maletas, nada más entrar por las puertas. Esto era la leche, nos sentimos importantes y todo.
Una vez que
llegamos a recepción, esperaríamos como diez minutos y tras ellos aparecerían
por la puerta principal nuestros amigos, Cristina y Sergio, que se incorporaban
al viaje en este punto. Aunque no hacía ni veinte días que nos habíamos visto
en España, la sensación de alegría fue tremenda y parecía que hacía un siglo
que no hubiéramos sabido los unos de los otros. Tras abrazos, bienvenidas y ponernos
un poco al día, por fin nos dirigimos a realizar el check in de las dos
habitaciones. A partir de este momento todo sería ya infinitamente más sencillo
a la hora de entendernos ya que tanto Cristina como Sergio hablan muy bien
inglés y ya se ocuparían ellos de hacer todo a lo que a entenderse se refiere.
Menudo peso nos quitamos de encima.
Tras
acomodarnos nos marcharíamos a cenar unas pizzas en las cercanías del hotel,
para después hacer la primera incursión en la ciudad que nunca duerme. Nos
entretuvimos paseando por los exteriores de nuestro hotel y los más cercanos
tales como el Excalibur, Mandalay Bay, Luxor, MGM, Etc.
Hotel New York. Las Vegas Hotel Excalibur. Las Vegas
Las primeras impresiones al ver los neones luminosos, el ambiente, la marcha, fueron increíbles y es que no hay ciudad que pueda compararse a esta. También nos entretuvimos jugando algunos dólares en la ruleta de alguno de los casinos. Cantidades simbólicas de 1 o 2 dólares, pero queríamos reírnos un rato y parecía que nos estábamos jugando la casa.
Hotel New York. Las Vegas Hotel New York. Las Vegas
La suerte no estuvo de nuestro lado en nuestra primera incursión en la tentación del juego, así que dado que todavía nos quedaban dos noches por aquí y eran ya las 00.30, decidiríamos retirarnos y dosificar el resto de juegos y apuestas para los próximos días.
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