El viaje por la provincia de Gerona llegaba a su fin, pero
quien me conoce sabe que no me gusta volver a casa de forma directa y que
siempre trato de también el último día ingeniármelas para poder disfrutar de
algún pueblo o espacio natural antes de montar en el coche o en el avión que me
lleve de vuelta a Madrid.
Esta vez no iba a ser menos y dado que el vuelo desde
Barcelona no salía hasta las 20:00 aprovecharíamos para conocer la popular
localidad veraniega de Tossa de Mar.
Tanto la belleza de su parte antigua como de su entorno ha
seducido a un gran número de artistas que tienen su principal representante en
el pintor ruso – francés Marc Chagall, quien definió la villa y su entorno como
Paraíso Azul.
La imagen más conocida de esta población es la de sus torres
y murallas almenadas cayendo suavemente sobre la playa. Un bosquecillo de pinos
culmina la colina del cabo de Tossa donde se asienta el recinto amurallado y,
amparado en él, el núcleo antiguo llamado Vila Vella. La ciudad nueva, con
buenas casas modernistas, las playas y la villa romana de Els Ametllers
completan los atractivos del lugar.
Pero veamos con más detalle cuales son los lugares más
interesantes para visitar:
La Ciudadela:
contaba en su parte más alta con una torre de planta cuadrada que hacía las
funciones de fortaleza y torre de vigía. En sus mejores momentos llegó a haber
en su interior hasta unas ochenta casas. Antes de cruzar la puerta se puede
observar una Cruz de Término de estilo gótico que tiene por un lado un Cristo y
por otro a la Virgen. Las murallas datan de los siglos XII –XIV y fueron
declaradas monumento Artístico Nacional en 1931. Su trazado se adapta a los
desniveles de la colina dibujando un perímetro con hermosas torres cilíndricas,
entre las que destacan la Torre de las Horas, que cubre una puerta de acceso a
la plaza y que debe su nombre al reloj, la Torre del Codolar, o del Homenaje,
que vigila la Cala Codolar, y la Torre d´en Joanás, dominando la bahía. Habría
que mencionar también la parroquia de San Vicente y la estatua de Ava Gardner
en el mirador de la Vila Vella, la cual fue inaugurada en 1998 en recuerdo de
su estancia en la ciudad cuando rodó la película “Pandora y el holandés
herrante”.
Muralla de la Ciudadela. Tossa de Mar |
Muralla y Torre de la Ciudadela. Tossa de Mar |
Tossa del Mar desde su Ciudadela |
Tossa del Mar desde su Ciudadela |
Vila Vella:
se da este nombre al casco histórico, nacido sobre el monte Guardí. Se trata de
una ciudad medieval de calles estrechas, con trazado anárquico y salteadas de
escalinatas para salvar los desniveles del terreno. En la parte más alta se
levanta la Ciudadela de Tossa, parcialmente cubierta de pinos y cercada de
murallas.
Vila Vella. Tossa de Mar |
Vila Vella. Tossa de Mar |
Capilla de la
Virgen del Socorro: se sitúa en la parte baja. Ha sido objeto de
sucesivas ampliaciones ya que era bastante pequeña. En su interior un exvoto y
poco más ya que su altar se perdió durante la Guerra Civil.
Capilla de la Virgen del Socorro. Tossa de Mar |
Parroquial de San
Vicente: en la plaza de la Iglesia. Se comenzó a construir en 1755
cuando la población ya se había extendido fuera de las murallas y la iglesia
del interior, también de San Vicente, se había quedado pequeña. La mayor parte
de su decoración barroca y altares,
algunos procedentes de la antigua iglesia, se perdió durante la Guerra Civil.
Iglesia de San Vicente. Tossa de Mar |
Torre de los Moros
o Can Magí: algo apartada del centro, sería levantada por orden de
Felipe II dentro de un plan de fortificaciones a lo largo de toda la costa
mediterránea para prevenir los ataques piratas.
Residencia del
Gobernador: actual sede del Museo Municipal en el que destaca el cuadro
“El Violinista Celeste” de Marc Chagall, así como varios mosaicos romanos.
Villa Romana de
Ametllers: una típica villa rural dedicada al cultivo de la vid y la
exportación de vino y que se supone estuvo habitada entre el siglo I a. de C y el IV d. de C. Las
dependencias se distribuyen en dos zonas: la alta correspondía a la parte
residencial, con sus termas, la piscina, y la baja, destinada a la elaboración
del vino y almacenaje de sus productos. De todas maneras, sin ser gran cosa, lo
más llamativo son unos mosaicos con figuras geométricas en la parte superior.
Todo lo anterior sería lo que veríamos a nivel cultural,
pero también tendríamos tiempo de disfrutar de un buen baño en la inmensa playa Grande que se encuentra
protegida por islotes que cierran la bahía.
Playa Grande y Vila Vella. Tossa de Mar |
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