LOURDES. La gruta misteriosa

20 de Agosto de 2005

María Bernarda Soubirous, a quien todos llamaban Bernadette, tenía la salud delicada. Era la mayor de nueve hermanos en una familia pobre, que incluso había tenido que pasar largas temporadas alojándose en los calabozos abandonados de la cárcel de Lourdes. A la pequeña Bernadette muchas veces no le llegaban más que las migajas de lo que los demás comían. Además tenía asma, había pasado el cólera, y en general se mostraba extraordinariamente débil. Pese a todo, sabía que no debía quejarse cuando, el 11de febrero de 1858, su madre la envió a recoger leña al cercano cauce del río Gave. Sólo tenía catorce años, pero ya ayudaba en casa como si sus manos fueran adultas. Y entonces ocurrió, fue testigo de uno de los misterios más fascinantes que encierran los Pirineos. El misterio acudió a sus ojos. Allí, en el interior de la gruta, había una niña, una joven como ella.

Basílica de la Inmaculada Concepción

Llegaríamos a Lourdes de pura casualidad, pues no estaba en nuestros planes pasar por este gran centro espiritual, famoso en todo el mundo. Acabábamos de pasar unos días por el Pirineo Catalán visitando las iglesias románicas del valle de Boí y ascendiendo a la cumbre del Besiberri Norte y teníamos un día de tránsito en nuestro camino hacia nuestro siguiente destino en España que no era otro que Asturias y más concretamente Picos de Europa con la ascensión estrella del Naranjo de Bulnes.

Después de valorar la mejor manera de llegar de una zona a otra, no cabía duda que la autovía francesa que pasaba cercana a Lourdes era la mejor opción y ante ello no desaprovecharíamos la oportunidad de parar en un lugar tan importante.

El viajero que visite hoy este escenario se enfrentará, con casi total seguridad, a una prueba de fe. No hablo de catolicismo, o de misticismo, sino de decidir si las viejas tradiciones, las fuerzas telúricas, la magia que encierran los lugares sacros pueden sobrevivir a la sobreabundancia de turistas y la explotación comercial. Y es que resulta complicado imaginar cómo pudo empezar todo en el contexto actual.

Basílica de la Inmaculada Concepción

Aquel jueves 11 de febrero, Bernadette no habló con la aparición, que vestía una túnica blanca y un velo sobre su cabeza. Se limitaron a rezar juntas. No será hasta la tercera aparición cuando se producirá el contacto verbal, y le proponga una cita diaria durante las siguientes quince jornadas. Hasta el día 24 de Febrero, “Aquella” Y Bernadette hablaron en intimidad, pero a partir de entonces todo el mundo en Lourdes empezó a querer acompañar a la pequeña, a quien ya se llamaba “vidente”. Así comenzaba el gran milagro de Lourdes.

Escalinata Basílica de la Inmaculada Concepción

Al principio las autoridades eclesiásticas negaron cualquier veracidad de lo narrado, pero no tuvieron más remedio que aceptarlo ante la clara evidencia de los hechos. El manantial de Lourdes, que aún hoy se considera tiene propiedades milagrosas, ha conseguido más de setenta casos de curaciones imposibles.

Nuestra visita no sería ni mucho menos a fondo, nos ceñiríamos a pasear por los sitios más importantes y llevarnos una idea general de lo que ofrece esta zona concreta.

Entre los monumentos religiosos más importantes que se han construido destacan: los santuarios, impresionantes a pesar de sus arquitecturas de inspiraciones diversas, la gigantesca basílica subterránea de San Pío X, la basílica bizantina del Rosario y sus quince capillas dedicadas a los misterios del rosario y la basílica de la Inmaculada Concepción.

Basílica de la Inmaculada Concepción

Virgen de Lourdes

Basílica de la Inmaculada Concepción

Pero lo más emocionante de todo es sin lugar a dudas la cueva milagrosa, sencilla y modesta, con múltiples placas de agradecimiento. Peregrinos y visitantes procedentes de todo el mundo se recogen y desfilan con devoción ante la estatua de la Virgen, mientras recogen el agua bendita.

Gruta

Tampoco hay que olvidar si se tiene tiempo realizar el camino del famoso via crucis, en el que se representan las etapas de Jesús hacia el Calvario en hermosas esculturas doradas. Nosotros lo haríamos y nos alegramos de ello, pues era algo diferente de los visto hasta ahora y no nos llevaría demasiado tiempo.

Via Crucis

Via Crucis

Via Crucis

Via Crucis

Aunque no seas creyente creo merece la pena visitar Lourdes, por todo lo que conlleva. Cien mil voluntarios ofrecen su tiempo para ponerse al servicio de los enfermos y discapacitados. Durante más de un siglo, los santuarios cumplen su misión: acoger y ayudar a los que desean vivir plenamente su peregrinación. Cada día, más de veinte lugares de culto permiten celebrar misas en todas las lenguas. Grandes ceremonias, bendiciones, procesiones marianas con velas, realmente no te deja indiferente lo que se presencia aquí.

Cirios 

La ciudad pirenaica de Lourdes da para mucho más y paseando por ella se puede descubrir un patrimonio histórico y natural muy rico, pudiendo visitar su castillo, el pico del Jer con su funicular y varios museos, entre otras cosas, pero todo ello deberá esperar a una próxima visita, en nuestro caso, pues el viaje debía continuar sin más demora…

Cómo Llegar: es muy sencillo, porque hablamos de uno de los centros turísticos más importantes del sur de Francia. Deberemos salir de Pau en dirección a los Pirineos por la D940.

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