CHINA - DIA 04. Pekín: Palacio de Verano y Teatro Rojo

25 de Agosto de 2024.

Hoy volvía a dejar Pekín para marcharme a las afueras, aunque esta vez mucho más cerca que ayer, sólo doce kilómetros, y de una manera bastante más sencilla para llegar. Mi intención era visitar el famoso Palacio de Verano y su entorno, sin prisas y con la intención de pasar el día completo allí. Y es que como ya comentaba en su momento, renuncié a otras partes de China, para poder tomarme con calma lugares tan especiales y así lo estaba haciendo.

A las 08:00 estaba saliendo por la puerta de mi hotel, ya desayunado, desplazándome hasta la estación Jianguomen, donde cogería la línea 1 hasta la estación Xidan y allí haría transbordo a la línea 4 para bajarme en Beigongmen, donde saldría por la puerta D, que corresponde con la entrada norte del inmenso recinto.

PALACIO DE VERANO

Desde la salida sólo hay que andar diez minutos para llegar a la puerta de entrada, donde se pueden comprar los tickets. Hay diferentes opciones de visita, pero la combinada que da derecho a poder visitarlo todo cuesta 60 CNY. El horario del Palacio de Verano es de 06:30 a 18:00 en verano y de 07:00 a 17:00 en invierno. Se pueden comprar las entradas con hasta siete días de anticipación en la cuenta oficial de WeChat del “Changyou Park”.

El palacio de Verano, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, es un exuberante conjunto de palacios, jardines, lagos y templos que hacía las veces de residencia estival imperial, siendo el mayor y mejor conservado de los jardines con residencia de China.

El palacio tiene sus orígenes varios siglos atrás pero, tras ser destruido en varias ocasiones, el actual se remonta a la época de la emperatriz Cixi, que lo convirtió en el centro del poder de la dinastía Qing en la última mitad del siglo XIX, a costa de utilizar cuantiosas cantidades de dinero de las arcas del Estado que debían haber sido usadas para temas más prioritarios. La emperatriz quedó tan extasiada con su creación que decidió trasladar la corte aquí, y desde entonces gobernó China con mano de hierro desde las orillas del lago Kunming.

El palacio fue dañado durante la rebelión de los bóxers en 1900 por las tropas extranjeras, más tarde se volvió a restaurar y, tras la caída de la dinastía Qing, permaneció casi olvidado hasta mediados del siglo XX cuando fue sometido a una profunda restauración.

Como comentaba, en mi caso optaría por acceder por la puerta norte del complejo para así empezar la visita por la parte trasera del lago Kunming e ir visitando todos los puntos de interés de norte a sur, con la ayuda de un mapa que compraría en la entrada y que me sería de gran utilidad.

Lo primero con lo que me encontraría, nada más empezar a caminar sería con la calle comercial de Suzhou, construida durante el reinado de Qianlong, para que el emperador y las concubinas pudiera ir de compras con la sensación de encontrarse en la romántica ciudad de Suzhou. Todo estaba cuidado con esmero para que la experiencia fuera lo más real posible, con los eunucos actuando como comerciantes.

Calle Suzhou. Palacio de Verano

Calle Suzhou. Palacio de Verano

Dejando atrás la pequeña Suzhou, comenzaría el ascenso a la parte posterior y menos famosa de la Colina de la Longevidad, exactamente al área conocida como “Cuatro Grandes Regiones”, también construida por el emperador Qianlong de la dinastía Qing, quien era conocido por su afición al arte, la cultura y la religión.

Este conjunto es una serie de templos y edificios que representan el intento del emperador de incorporar elementos budistas tibetanos (también conocido como budismo tibetano o lamaísmo) dentro de la arquitectura china tradicional. El nombre "Cuatro Grandes Regiones" hace referencia a las cuatro áreas míticas mencionadas en los textos budistas tibetanos, que representan el universo y su estructura.

Cuatro Grandes Regiones. Palacio de Verano

Cuatro Grandes Regiones.Palacio de Verano

Cuatro Grandes Regiones.Palacio de Verano

Tras una intensa subida conseguiría llegar a lo más alto de la colina, donde hallaría el Templo del Mar de la sabiduría, una de las estructuras más impresionantes y sagradas del complejo, especialmente notable por su vínculo con el budismo tibetano. Una de las características más distintivas del templo es que sus paredes están decoradas con más de mil figuras de Buda, elaboradas en cerámica esmaltada de colores brillantes. Este uso de ladrillos esmaltados no solo es decorativo, sino que también refuerza el significado espiritual del templo, creando una atmósfera serena y venerable. Las estatuas de Buda están dispuestas en las paredes, lo que convierte al edificio en un sitio de devoción continua. Este era un lugar de retiro y devoción para la familia imperial, que lo utilizaba para ceremonias religiosas y meditaciones.

Templo del Mar de la Sabiduría. Palacio de Verano

No hay que olvidar que me encontraba en la parte trasera de la Colina de la Longevidad, por lo que, para poder acceder a su parte delantera y más importante, tendría que descender completamente hasta la orilla del lago para desde allí afrontar esa otra parte del palacio, ya que no hay una conexión directa entre la una y la otra.

Por tanto, así lo haría, llegando hasta la puerta que da acceso a la zona central del Palacio de Verano. En mi nuevo periplo me toparía con la Puerta y el Salón de la Benevolencia y Longevidad, así como la Puerta del Fruto de la Virtud, para desde aquí empezar de nuevo a subir, hallando en la mitad de la colina el Salón de las Nubes Ordenadas, el cual servía para ceremonias importantes y banquetes imperiales. Está adornado con tallados y decoraciones imperiales, y es uno de los puntos donde los emperadores podían descansar antes de continuar hacia la Pagoda superior.

Palacio de Verano (Zona Central)

Palacio de Verano (Zona Central)

Porque efectivamente, en lo más alto de la Colina de la Longevidad se alza imponente la Pagoda del Incienso Budista, donde llegaría casi sin aire. Esta es una de las estructuras más emblemáticas del Palacio de Verano, con sus 41 metros elevándose en la ladera de la colina y dominando unas prodigiosas vistas sobre el lago Kunming.

Pagoda del Incienso Budista. Palacio de Verano

Palacio de Verano y Lago Kunming desde Pagoda del Incienso Budista

En el templo del mismo nombre la emperatriz venía cada primer y decimoquinto día del mes a rezar y quemar barritas de incienso. Y es que la pagoda está dedicada al budismo y es un lugar de culto, en particular para los devotos del budismo tibetano. En su interior, hay estatuas de Buda y otros elementos religiosos.

Templo del Incienso Budista. Palacio de Verano

Desde aquí, retrocedería sobre mis pasos y tendría mi primer contacto con la orilla del Lago Kunming, lo que me dejaría impresionado. Es una maravilla y el entorno es de cuento. La masa de agua cubre dos terceras partes del complejo y fue creado artificialmente para recordar el mítico y apacible lago del Oeste de Hangzhou.

Lago Kunming. Palacio de Verano

No tardaría mucho en darme de bruces con el conocido como Pasillo Largo o Gran Corredor, una galería de madera de 728 metros de longitud con techos decorados de forma asombrosa con más de 14.000 pinturas que reflejan escenas de la historia, la mitología, la poesía y las novelas más famosas de China, así como sus paisajes más característicos y una buena colección de flores y pájaros.

Siguiendo el corredor en dirección oeste, llegaría a otro de los emblemas del palacio de Verano: el barco de Mármol, el cual fue construido por primera vez por el emperador Qianlong, pero después de su destrucción en 1860, fue reconstruido por la emperatriz Cixi en 1893, quizá como recuerdo de donde tenían que haber ido a parar los fondos que fueron usados para la construcción del palacio.

Barco de Mármol. Palacio de Verano

Dadas las distancias, pues el complejo es inmenso, en este lugar optaría por tomar un barco para cruzar a la orilla sur del lago y desde allí continuar la visita. De esta manera disfrutaba además de las idílicas vistas del entorno y de la parte central del Palacio, que acababa de visitar, desde el agua.

Palacio de Verano desde Paseo en Barco por el Lago Kunming

La siguiente visita obligada, pues me encontraba a muy pocos metros desde donde habíamos desembarcado, sería a la isla Nanhu o isla del Rey Dragón a la que podría acceder por el famoso puente de los 17 Arcos decorado con esculturas de leones sobre la balaustrada, a imitación del puente de Marco Polo. Al final del puente encontraría la escultura de un gran toro sentado de bronce y en la isla el templo del Rey Dragón, utilizado para las oraciones que pedían al cielo que trajera lluvias. Aquí además asistía el emperador Qianlong a la representación de batallas navales.

Isla Nanhu desde Paseo en Barco por el Lago Kunming

Puente de los 17 Arcos desde Paseo en Barco por el Lago Kunming

Palacio de Verano desde Paseo en Barco por el Lago Kunming

Tras volver a cruzar el puente, me animaría a pasear por la orilla de esta zona del lago hasta llegar al complejo de edificios del Palacio de Verano situados en su parte este, la cual también tiene muchos pabellones y áreas interesantes que visitar. En ellos se encontraban los aposentos privados de la emperatriz viuda Cixi y otros miembros de la familia imperial y era conocida como el Área Residencial del Palacio de Verano.

Jardines Palacio de Verano

Entre sus edificios más importantes estarían la sala de la Felicidad y la Longevidad, en la que se hallaban los aposentos privados de la emperatriz Cixi y en la que se pueden ver, entre otras muchas cosas, las primeras lámparas eléctricas de 1903, además de mobiliario de la época Qing; el jardín de la Virtud y la Armonía, donde el principal referente es el gran teatro. Es uno de los más grandes de la dinastía Qing y aquí Cixí venía a disfrutar de la Ópera de Pekín, de la que era una gran aficionada; el Palacio de la Benevolencia y la Longevidad, en la que el emperador Guangxu recibía a los ministros y funcionarios y administraba el Estado. Detrás del trono puede verse el biombo tras el que gobernaba China la emperatriz Cixi y un espejo en el que se puede leer “longevidad” repetido en múltiples caligrafías diferentes. En el patio hay dos esculturas de bronce de un animal mitológico llamado Kylin, que según las viejas creencias protegía a los edificios del fuego; la sala de las Ondas de Jade, en la que el emperador Guangxu estuvo bajo arresto después de sus reformas fallidas en 1898, mientras Cixi llevaba las riendas del Estado. A los lados del patio hay dos pabellones con las puertas tapiadas para impedir la fuga de tan ilustre huésped. En la sala principal puede verse el trono y el escritorio de Guangxu.

Palacio de la Benevolencia y la Longevidad. Palacio de Verano

Palacio de Verano (Área Residencial)

En la visita se van sucediendo otras salas, pabellones y habitaciones de menor importancia, por lo que tampoco es plan de mencionarlo aquí todo.

Sobre las 16:00 comenzaría a dirigirme a la salida de la zona este, disfrutando de las últimas vistas y momentos en este lugar tan especial de China con el que se acababa de cumplir otro sueño viajero.

TEATRO ROJO

Era el momento de volver al centro de Pekín, por lo que cogería el metro otra vez y me bajaría en la parada Tiantan Dongmen, tras los respectivos trasbordos. Tras salir por la salida B sólo tendría que continuar por la calle Tiyuguan Lu y acto seguido torcer a la izquierda en Xingfu Dajie, para darme de bruces con el hermoso edificio del Teatro Rojo. (Calle Xingfu, 44)

Teatro Rojo

Y es que había decidido terminar el día asistiendo a uno de los espectáculos que dicen no te puedes perder en Pekín y este no es otro que el show de acrobacias voladoras (304 CNY).

A las 17:30 comenzaría la función, pudiendo presenciar una actuación de lo más impresionante llena de equilibrios y malabarismos, repleta de movimientos imposibles y muy creativa, donde los artistas, equilibristas y demás protagonistas combinan hazañas espectaculares con colores brillantes y una puesta en escena de una belleza asombrosa.

Show del Teatro Rojo

A lo largo de una hora se observa a artistas colgados de cuerdas, acrobacias en motocicletas y otras sorpresas, donde se pone el énfasis en la flexibilidad y el equilibrio, principalmente debido a sus raíces en las artes marciales, lo que se nota en sus acrobacias bien ensayadas y de aspecto altamente peligroso. El esfuerzo que realizan los intérpretes por coordinarse en grupo y ser precisos en el tiempo es otro indicador de su compromiso con el arte y lo diferencia de muchos espectáculos occidentales.

Show del Teatro Rojo

La extraordinaria actuación tiene como objetivo recordar a los allí presentes la larga historia de China y como las acrobacias derivan de las antiguas y ancestrales artes chinas de la danza, artes marciales, teatro y música.

La verdad que me encantaría y recomiendo la experiencia sin dudarlo.

De esta manera tan especial optaba por volver a mi hotel, donde cenaría pato laqueado con una buena cerveza china (68 CNY).

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