24 de Agosto de 2024.
Durante mi estancia en la capital había optado por tomar el
desayuno en el hotel ya que era bastante económico (28 RMB) y muy completo. De
esta manera no me complicaba teniendo que buscar un sitio fuera. El único pero
que los zumos eran pura agua y no había leche fría. Por lo demás había huevos
revueltos, salchichas, patatas, yogures, tostadas, etc.
Eran las 07:30 cuando me ponía en marcha y es que hoy había
decidido dejar el centro de Pekín y desplazarme a los alrededores para visitar
un importante lugar que no quería perderme en este primer viaje a China. Hablo
de las Tumbas Ming, las impresionantes cámaras mortuorias de algunos de los
grandes emperadores chinos, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
TUMBAS MING
En 1402 el emperador Zhu Di, o Yongle, le arrebató el trono
a su sobrino Zhu Yunwen y se convirtió en el tercer emperador. Luego trasladó
la capital desde Nanjing (Nankin) a su propia ciudad, Beijing (Pekín). Cuando
en 1407 murió su esposa, la emperatriz Xu Zhu Di envió a un adivino para que
localizara el emplazamiento adecuado para un enterramiento imperial.
La zona elegida era fácil de defender militarmente porque
las montañas Yanshan la rodeaban por tres de sus lados. La construcción empezó
en 1409, y trece de los dieciséis emperadores Ming fueron enterrados allí; la
última data de 1644. También yacen aquí los cuerpos de 23 emperatrices y
concubinas de la corte. Todo el lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad
en julio de 2000.
El sitio de las tumbas ocupa 40 kilómetros cuadrados. Aunque varían en tamaño e importancia, todas siguen un mismo esquema básico. Casa mausoleo está rodeado de un muro y se accede a él a través de la Puerta de los Favores ilustres, que da acceso a una sala que fue utilizada por los descendientes del emperador para la ofrenda de sacrificios y el culto. Las salas están construidas en madera de nanmu, que gozó de éxito durante la era Ming. Detrás de la sala está el túmulo mortuorio del emperador y la emperatriz rodeado por un muro, y enfrente se halla la torre del Alma. En esta pequeña construcción hay una estela con el título póstumo del emperador. En torno al complejo se hallan los alojamientos de los funcionarios encargados de las ofrendas. Los ladrillos usados en la construcción pesaban 25 kg y llevaban impresa la palabra shou, que significa “longevidad”. El tamaña de las tumbas dependía de si eran construidas por el propio emperador o sus descendientes. Actualmente, sólo tres de las tumbas se encuentran abiertas.
Tumbas Ming |
Tengo que reconocer que estaba nervioso y es que había decidido visitar las tumbas Ming por mi cuenta, sin apoyarme en ninguna agencia, lo que implicaba llegar hasta allí en transporte público y moverme por un complejo tan inmenso sin ninguna ayuda, más allá de la información que había conseguido recopilar de internet. Así que cruzaría los dedos porque todo saliera bien y empezaría mi particular aventura.
Tendría la suerte de que el día anterior al volver a casa y
preguntarle a un joven cual era el autobús adecuado para ello, este que hablaba
un poco de inglés me preguntaría si tenía la aplicación del transporte de Alipay,
a lo que evidentemente respondería que no. Muy amablemente me la bajaría y me
explicaría que ya sólo tenía que pasar el código QR al subir y al bajar del
autobús, cobrándome directamente la tarifa en mi tarjeta vinculada a la
aplicación. Sería todo un acierto para el resto de mi estancia en Pekín, ya que
no tendría que preocuparme ni de efectivo ni de otras tarjetas en este medio de
transporte.
Las tumbas Ming se encuentran a cincuenta kilómetros de
Pekín y la mejor manera de llegar por libre es en autobús. Para llegar a la
terminal desde donde parten estos, optaría por coger el metro en la parada Beijing
Railway Station, cercana a mi hotel, y bajarme en Jishuitan, sin tener que hacer transbordos, al pertenecer ambas a
la línea dos.
En Jishuitan, saldría por la salida C y buscaría la terminal de autobuses de Deshengmen, situada al lado de una de las antiguas puertas de acceso a la capital china. Y en ella localizaría el autobús 872, el cual te deja en las inmediaciones de las tumbas Ming. Desde esta terminal también parten los autobuses que llegan hasta el sector Badaling de la Gran Muralla.
Puerta Deshengmen |
Parada de Autobús 872 |
TUMBA CHANGLING
En algo más de una hora llegaría a la última parada de la línea conocida como Changling Tomb, justo al lado de una de las tres tumbas que se pueden visitar, por lo que me dirigiría a la misma para ello. Allí sacaría la entrada combinada de las mencionadas tres tumbas más el Camino Sagrado, saliéndome todo por 90 RMB.
Tumba Changling |
Tumba Changling |
En esta primera tumba que visitaría se encuentra enterrado el tercer emperador de la dinastía Ming, conocido como Yongle. Una inmensa puerta de acceso me daría la bienvenida al recinto, para después atravesar otro inmenso patio hasta llegar a la tumba.
Es la mejor conservada de todas ellas y, como ya he comentado al principio, la primera que se construyó. Tras subir unas escaleras se llega al edificio conocido como Palacio Ling´en Dian (Pabellón de la Benevolencia Eminente), el edificio más importante de todo el recinto y en el que tenían lugar los sacrificios en honor del emperador y su esposa. Es el único palacio funerario de la dinastía Ming, siendo de una gran importancia por las características y materiales empleados en su construcción. En la gran sala se puede ver la estatua de bronce del emperador Yongle sentado en el trono decorado a su vez con nueve dragones. También se exponen una gran cantidad de objetos y fotografías, conseguidos en época del soberano, en múltiples vitrinas.
Emperador Yongle. Tumba Changling |
Tumba Changling |
Finalmente, en la parte trasera del recinto de la tumba se pueden observar varias puertas decoradas con dragones que servían de acceso al recinto, así como una torre a la que se puede subir y conseguir unas bonitas vistas del complejo recién visitado. Al este y el oeste de este último patio se sitúan las tumbas de las 16 concubinas imperiales que fueron enterradas vivas para acompañar al emperador.
Tumba Changling |
Tumba Changling |
El palacio subterráneo, donde se encuentra enterrado el emperador, aún no ha sido explorado.
TUMBA DINGLING
Al terminar la visita anterior me dirigiría a la parada del
autobús donde me había bajado anteriormente y esperaría a que llegase el número 314 o el 872, llegando el
segundo de ellos. En apenas diez minutos llegaba a la segunda de las tumbas
Ming que iba a visitar en la jornada de hoy. En este caso sería la conocida
como Dingling, donde se encuentra
enterrado el décimo emperador de la dinastía Ming, conocido como Wanli, además
de sus dos esposas, siendo la única que ha sido completamente excavada.
El emperador inició su construcción cuando sólo contaba con 22 años y los trabajos se alargaron durante ocho años y costaron ocho millones de taels de plata. En el primer patio se ven las cocinas donde se preparaban las ofrendas sacrificales. Después en otro de los patios, se visita un museo con una muestra de 3000 piezas excavadas, donde se pueden ver vestidos, joyas, la espada y el yelmo, el sello, porcelanas, objetos votivos, adornos de la emperatriz, dragones e incluso nueve fénix con plumas de martín pescador en plata dorada.
Tumba Dingling |
Tumba Dingling |
Al fondo del patio se alza sobre un cubo de ladrillo la Torre de la Estela y adosado al mismo está el Muro Precioso que rodea la base del túmulo imperial, al que se sube por sendas escaleras laterales.
Tumba Dingling |
De aquí se baja al Sepulcro Subterráneo, donde un pasillo de cuarenta metros lleva hasta la primera puerta, situada a siete metros bajo el nivel del patio; el sepulcro consta de una pequeña antecámara y cinco grandes cámaras pavimentadas con piedra de la población de Suzhou. La primera sala está vacía; en la segunda hay tres altares (uno para el emperador y tres para las emperatrices), un jarrón azul con aceite que alimentaba una llama perpetua y cinco objetos rituales de cerámica amarilla.
Tumba Dingling |
Tumba Dingling |
A ambos lados de la sala hay otras dos con sendas plataformas de mármol para sostener el sarcófago que no se ha encontrado. La sala más importante es la trasera, que contenía los restos del emperador y las dos emperatrices, además de todo un conjunto de enseres necesario para su viaje al otro mundo.
Tumba Dingling |
En el recinto de la tumba también existe un sendero muy agradable por el que daría un paseo disfrutando del entorno que me rodeaba.
TUMBA ZHAOLING
Para visitar la tercera de las tumbas optaría por llegar
hasta ella caminando ya que sólo se encontraba a dos kilómetros, por lo que en
menos de media hora había llegado a la misma.
En este caso se trataba de la del emperador Zhaoling, el duodécimo de la dinastía Ming, y sus tres esposas. Esta tumba es más pequeña que las otras que se pueden visitar y sigue su misma estructura. Su parte más importante es la de la puerta y el palacio Ling´en (de la Bendición y Gracia).
Tumba Zhaoling |
Tumba Zhaoling |
En el lado izquierdo del primer patio se encuentra un pabellón, bajo el cual se encuentra una tortuga que soporta una estela blanca, lo que significa que el emperador no consiguió grandes logros durante su mandato. Dicen que si tocas la cabeza de la tortuga te librarás de las preocupaciones durante toda tú vida, mientras que si tocas su trasero tendrás salud.
Tumba Zhaoling |
En el palacio se pueden visitar exposiciones donde se muestran, al igual que en las otras tumbas, objetos y detalles históricos de este emperador y sus emperatrices.
Tumba Zhaoling |
Tumba Zhaoling |
Tumba Zhaoling |
En la parte trasera hay un patio circular, donde están enterrados los soberanos, pero cuyo palacio subterráneo no se ha explorado todavía. También hay una torre unida a la muralla a la que se puede subir y desde allí rodear la propia muralla disfrutando de las vistas que ofrece todo el entorno.
Tumba Zhaoling |
Tumba Zhaoling |
Independientemente de la importancia histórica de las tumbas, lo que me llamaría mucho la atención es que la visita a todas ellas las haría casi completamente sólo, encontrándome con muy poca gente, por lo que la experiencia fue realmente buena.
CAMINO SAGRADO
Tras esta última visita tendría que caminar a la carretera
principal y coger, justo enfrente de la salida, un autobús del que no recuerdo
el número (hay dos) que me llevaría hasta la última visita de las tumbas Ming:
el conocido como Camino Sagrado o Vía de
los Espíritus (Shen Dao).
Por aquí discurría el cortejo fúnebre imperial a lo largo de
siete kilómetros hasta la tumba del emperador Yongle, la primera visita que
realizaría esta mañana, por lo que como se ve el hacer todo el recorrido
caminando es una locura.
Lo primero que aparece en el trayecto es la Gran Puerta Roja, construida entre 1426 y 1436, como entrada a la necrópolis. A unos 500 metros se levanta el Pabellón de la Estela (Bei Ting), con una estela de nueve metros de altura sobre una tortuga con cabeza de dragón. Aparte de simbolizar la longevidad, la tortuga encarnaba el Universo, según la antigua cosmología china: el espaldar representaba la bóveda celeste y el peto la Tierra de forma cuadrada.
Camino Sagrado o Vía de los Espíritus |
Camino Sagrado o Vía de los Espíritus |
Un poco más adelante se ve a ambos lados de la vía una serie de estatuas realizadas en 1540, según una costumbre que se remonta a época Han: 24 representan animales (leones y criaturas legendarias como guardianes, camellos, elefantes y unicornios) y 12 son figuras humanas (generales, altos dignatarios).
Camino Sagrado o Vía de los Espíritus |
Camino Sagrado o Vía de los Espíritus |
Camino Sagrado o Vía de los Espíritus |
Este último tramo de la Vía termina en la Puerta del Dragón y el Fénix, con tres aberturas, que simboliza al emperador y la emperatriz.
A la salida sólo tendría que buscar un poco para encontrar
la parada del autobús 872 para regresar a Pekín, donde antes de llegar
encontraríamos un buen atasco que nos haría estar parados casi media hora. El
autobús me dejaría muy cerca del punto donde lo cogí a primera hora de la
mañana por lo que tan sólo tendría que andar unos metros para continuar con las
próximas visitas.
LAGOS DEL NORTE DE PEKÍN
Eran las 17:00 cuando llegaba a Pekín, por lo que la visita
a las tumbas Ming te pueden llevar buena parte del día si vas por libre y te lo
tomas con calma como fue mi caso. Es cierto que hay agencias que las combinan
con el tramo Badaling de la muralla china en el mismo día, pero a costa de ir
con prisas y renunciando a no poder ver partes del complejo de las tumbas. Pero
es como todo, si uno se conforma y queda satisfecho con esa forma de hacer
turismo, pues evidentemente se ganará un día entero para hacer otras cosas.
En mi caso, había decidido pasar el resto de la tarde
paseando por la parte más al norte de la tranquila y relajante zona de los
lagos de Pekín, dejando el último de los lagos que puede visitarse para otro
día.
Este es el verdadero pulmón de Pekín, encontrándose al norte
de la Ciudad Prohibida. Parten la ciudad en dos y suponen un remanso de paz
para los que quieren huir del tráfico demencial. Aquí se encontraba
antiguamente el corazón del reino de Kublai Khan y la dinastía Yuan, por lo que
cuando Marco Polo llegó a la ciudad quedaría impresionado por el esplendor que
rodeaba a la corte mongol.
La zona es una delicia para pasear, sin duda la más
agradable para hacerlo en la capital, pues además de la ribera de los lagos,
aquí se sitúan algunos de los barrios de Hutong más encantadores y mejor
preservados de toda la ciudad. También hay un buen número de bares y
restaurantes situados a las orillas de las masas de agua.
El primer lago que se cruzaría en mi camino sería el lago Xihai, el menos conocido y visitado de todos ellos, pero el más tranquilo y el que mejor ha sabido conservar el desenfadado y popular ambiente de barrio, con los vecinos de la zona sentados en las puertas de sus casas, paseando al perro o incluso pescando en la ribera de las tranquilas aguas de la masa de agua. No dudaría en rodearlo disfrutando así de su ambiente íntimo y relajante.
Lago Xihai |
Lago Xihai |
Conectado con el anterior a través de un pequeño canal no tardaría mucho en llegar hasta las orillas del lago Houhai. Es el lago central y uno de los más grandes de esta zona. Estaba animado así que lo rodearía por su parte derecha, donde también podría captar nuevas y preciosas imágenes en las que la serenidad era la nota dominante al principio del paseo, hasta llegar a una zona repleta de bares y restaurantes. El ambiente era vibrante y no dejaban de aparecer un bar adosado a otro con las cristaleras abiertas de par en par, pudiéndose ver en sus escenarios a grupos de jóvenes cantantes interpretar todo tipo de géneros musicales desde rock, jazz, blues hasta baladas chinas y covers de canciones internacionales. No cabe duda que es uno de los lugares más animados de la noche de Pekín, por lo que no dudaría en entrar a uno de ellos y disfrutar de dos buenas cervezas mientras me divertía escuchando canciones de todo tipo.
Lago Houhai |
Lago Houhai |
Espectáculo en el Lago Houhai |
El último lago que se cruzaría en mi camino, ya con noche cerrada, sería el lago Qianhai, pero lejos de no ver nada, me llevaría una grata sorpresa ya que lo encontraría adornado de cientos de farolillos que reflejaban sus luces sobre las tranquilas aguas de la masa de agua, creando una hermosa imagen. Además, sería divertido observar cómo decenas de barcos de todo tipo, incluso con chicas tocando un laúd en su cubierta, para amenizar el paseo, intentaban cruzar de un lado a otro sin que en el intento nadie cayese al agua gracias a la pericia de los navegantes.
Lago Qianhai |
Lago Qianhai |
Toda esta zona está también repleta de puestos callejeros por lo que no dudaría en picar algo por aquí para cenar.
PLAZA DE TIANANMÉN (DE NOCHE)
Tras un paseo de unos veinte minutos conseguiría llegar al metro más cercano para dirigirme por este medio a la plaza de Tiananmén y es que, aunque ayer pasaría un tiempo importante en ella, también quería visitar un lugar tan importante por la noche, para llevarme otra imagen completamente diferente que la que me había ofrecido durante el día.
Plaza de Tiananmén |
No me decepcionaría, sino todo lo contrario, pues bajo las estrellas y casi sin gente, se siente aún más impresionante, acrecentando su monumentalidad, haciéndote sentir realmente pequeño frente a la vastedad de un lugar tan lleno de significado. El simbolismo que tiene la plaza en la historia de China también añade una dimensión emocional, al encontrarte caminando en un espacio que ha sido el centro de momentos cruciales en la historia del país, y eso genera una sensación de respeto y reverencia, acrecentado aún más si cabe en el silencio de la noche.
Plaza de Tiananmén |
Además bajo la oscuridad, la Puerta de Tiananmen, con su enorme retrato de Mao Zedong, está bellamente iluminada con luces doradas, lo que la convierte en el punto focal de la plaza. Las luces suaves resaltan los detalles de la arquitectura, haciendo que otros edificios históricos, como el Gran Salón del Pueblo y el Mausoleo de Mao Zedong, también brillen a la distancia. El reflejo de estas luces en el suelo liso de la plaza da una sensación de serenidad y elegancia.
Puerta de Tiananmén |
En definitiva, que este sería otro de esos grandes momentos de mi estancia en Pekín, siendo la manera perfecta de dar por finalizada la jornada.
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