Todos habíamos estado ya en Londres al menos dos veces, por lo que todos conocíamos ya sus monumentos y lugares más icónicos tales como la abadía de Westminster, el Big Ben, el palacio de Buckingham, la National Gallery, Trafalgar Square, Hyde Park y tantos otros lugares. Por ello hoy nuestra idea era recordar algunos de ellos, hacer algunas compras y acudir a algún sitio diferente, tomándonoslo todo con mucha tranquilidad, teniendo en cuenta también que íbamos con dos niños.
PASEO POR EL CENTRO DE LONDRES
Siempre es un gusto pasear por cualquier zona del centro de Londres y está claro que cada uno tiene sus preferencias, así que tras reunirnos y ver qué era lo que más le apetecía a cada uno, haríamos la ruta que sigue a continuación.
Decidiríamos empezar nuestro paseo en la icónica Trafalgar Square, siempre vigilada desde lo más alto, encima de su pedestal, por la estatua del Comandante Nelson, así como por los leones que se hallan bajo sus pies. Como no podía ser de otra manera aquí encontraríamos una manifestación, algo que ya es típico en esta área de Londres y, por supuesto, a varios artistas callejeros de gran talento amenizando con sus bailes y canciones a locales y turistas, consiguiendo además transmitir una energía inusual.
Trafalgar Square |
Trafalgar Square |
Flanqueando uno de sus lados allí seguía, impertérrito al paso del tiempo, el magnífico edificio de la Galería Nacional, donde ya pude en su momento disfrutar de la magnífica colección de pinturas de algunos de los artistas más reconocidos del mundo. No voy a negar que estando tan cerca no me apeteciese volver a adentrarme en su interior, pero no era el momento, por lo que la dejaríamos atrás y a sólo unos pasos y justo enfrente, repararíamos en la iglesia de St. Martin in the Fields, famosa por ser el modelo en el que se inspiraron muchas de las iglesias de madera construidas en América del Norte, además de por celebrarse en ella los conciertos de Año Nuevo o por aparecer en películas como Notting Hill.
Iglesia de San Martin in the Fields |
A continuación haríamos acto de presencia en Leicester Square, una plaza en la que siendo sincero no recuerdo haber pasado antes por ella en ninguna de mis anteriores visitas. Tal vez porque antes era un simple lugar de paso, pero desde 2020 ha sido poblada por muchos de los personajes cinematográficos más queridos del país. Aquí se encuentran el entrañable osito Paddington, los míticos Laurel y Hardy, el inigualable Mr Bean, el gran Gene Kelly o los mágicos Harry Potter y Mary Poppins, entre otros muchos.
Leicester Square |
Mary Poppins. Leicester Square |
Tras divertirnos fotografiándonos con las estrellas del séptimo arte, sólo tendríamos que tomar Coventry Street para de manera directa darnos de bruces con la famosísima plaza de Piccadilly Circus, en la que me alegró comprobar que a pesar de los años sigue igual y no la han sometido a ningún lavado de cara que pudiera hacerla perder su esencia. Sería una pena. Afortunadamente, allí sigue Eros, el arquero alado que prepara su arco encima de la fuente; o sus hipnóticos letreros de neón por los que algún atrevido se permite llamar a este espacio el “Times Square” de Londres; o sus fabulosas tiendas; o sus pubs tradicionales; e incluso los artistas callejeros que, nuevamente, deleitan al público con magníficas actuaciones dignas de profesionales.
Piccadilly Circus |
Piccadilly Circus |
Continuaríamos por Piccadilly Street hasta encontrarnos con The Green Park, un hermoso parque ideal para desconectar y relajarse y donde es muy común ver a gente correr o hacer picnics. Por él nos internaríamos hasta atravesarlo y salir por la conocida como Puerta de Canadá, la cual nos haría salir directamente hasta el famoso Palacio de Buckingham y el monumento a la Reina Victoria.
The Green Park |
Palacio de Buckingham |
Victoria Memorial |
Los pequeños empezaban a tener hambre, bueno y los adultos también, por lo que nos parecería buena idea comer en uno de los restaurantes de la cadena Wagamama que se encontraba a quince minutos caminando. Para aquellos que no les suene, se trata de cocina asiática con platos tradicionales, abundantes y sabrosos, a un precio bastante razonable para ser Londres.
Decidiríamos no tomar postre en el restaurante, con la excusa de darnos un homenaje en la prestigiosa heladería Venchi, donde dan ganas de lamer el chocolate que no deja de caer por sus paredes. Eso sí el precio de cada helado es prohibitivo, pero sólo se vive una vez.
Heladería Venchi |
El resto de la tarde lo dedicaríamos a entrar a algunas tiendas famosas y a una sorpresa final. De primeras pasearíamos un rato por la conocida como Carnaby Street, uno de los lugares de referencia de la moda, no sólo inglesa, sino a nivel mundial y en donde se pueden ver prendas que no se puede observar en ningún otro lugar del mundo. Pero no sólo hay tiendas de ropa, sino que en sus calles también se pueden encontrar vinilos, cosméticos, calzado y mucho más.
Carnaby Street |
Nuestra siguiente parada sería en Hamleys, una de las tiendas de juguetes más grandes del mundo, situada en Regent Street, con la friolera de llevar abierta más de 250 años, repartiendo alegría y emociones a los más pequeños durante todo ese tiempo. Dicen que incluso en la Segunda Guerra Mundial, donde fue bombardeada cinco veces, tampoco cerró sus puertas.
Hamleys |
Con dos niños era una visita obligada, pero los mayores también nos quedaríamos impresionados y es que siete plantas dedicadas por completo a juguetes y entretenimientos de todo tipo no es algo que se pueda ver en muchos lugares.
Desde que se cruza la puerta las sensaciones están a flor de piel. ¿Os imagináis las expectativas si en la misma puerta te reciben varias personas bailando una coreografía de lo más animada con la que te dan ganas de acompañarles? Pues así todo.
Dondequiera que se mire hay juguetes que se pueden probar y tocar, demostraciones en vivo de las últimas novedades y de muchos juegos, la posibilidad de hacer tú propio osito de peluche, personajes de dibujos animados y superhéroes con los que te puedes fotografiar, celebridades como la Reina Isabel II o el Rey Carlos III construidos con piezas Legoland e infinidad de otras sorpresas.
Hamleys |
A continuación nos dejaríamos caer por la tienda de M&M´S, considerada la tienda de dulces más grande del mundo y donde en cada metro cuadrado se pueden encontrar los riquísimos chocolates con leche recubiertos de mil colores, además de todo tipo de merchandising dedicado a los mismos. Ni que decir tiene que sería imposible no caer en la tentación y no podríamos evitar comprar algunas bolsas con los deliciosos dulces.
M&M´S |
Era el momento de dejar el centro de Londres y encaminarnos a la sorpresa final del día.
SKY GARDEN
Cuando planificábamos este viaje se nos ocurriría que una de las actividades emocionantes para realizar podía ser subir a algún mirador que nos permitiera ver la ciudad a vista de pájaro desde una perspectiva diferente. Aunque en un primer instante pensamos en la noria London Eye o en el cercano rascacielos The Shard, sin embargo al final nos decantaríamos por otro de los edificios más emblemáticos de la ciudad que los propios londinenses conocen como el Walkie Talkie, por su peculiar forma similar a este aparato de comunicación, aunque su nombre real es Torre Fenchurch 20 por encontrarse en esa misma calle y número. Y es que la subida al mirador que este tiene en su planta 35 es completamente gratuita.
Torre Fenchuch 20 o Walkie Talkie |
Dicho mirador tiene el nombre de Sky Garden y se localiza en una cúpula de cristal en lo más alto de este rascacielos, ofreciendo tres niveles de hermosos jardines públicos, a una altitud de 160 metros, lo que permite obtener vistas de 360 grados de la ciudad. Esto le otorga el título de ser el jardín público más alto de Londres. Aquí se encuentran los espacios sociales más exclusivos de la capital, que incluyen plataformas de observación y una terraza al aire libre.
Torre Fenchuch 20 o Walkie Talkie |
Como decía la reserva es esencial si se quiere tener la oportunidad de subir al mirador y hay que realizarla en la página web: https://skygarden.london/booking/.
Con dicha reserva hay que dirigirse al mostrador de admisión del edificio para ingresar y que te validen la misma. Una vez dentro se pasa por un control de seguridad similar al del aeropuerto y te invitan a dirigirte a un ascensor de alta velocidad que te lleva de manera directa al piso 35.
Nada más salir del ascensor lo que más te impacta es la inmensidad del espacio adornado por todo tipo de plantas y su distribución y es que todo ha sido diseñado por dos importantes arquitectos paisajistas galardonados con infinidad de premios. Los hermosos jardines estaban repletos de flores mediterráneas y sudafricanas resistentes a la sequía, junto con helechos arborescentes e higueras, creando un exuberante bosque.
Sky Garden. Torre Fenchuch 20 o Walkie Talkie |
Todo ello mientras en el horizonte tus ojos empiezan a vislumbrar las extraordinarias vistas de la ciudad, con el rascacielos The Shard en primer plano, aunque poco después se van observando otros icónicos edificios como la Torre de Londres, el Tower Bridge o el Canary Wharf, así como el mítico Wembley a lo lejos.
The Shard desde Sky Garden |
Londres desde Sky Garden |
Londres desde Sky Garden |
Desgraciadamente, la plataforma de observación al aire libre se encontraba cerrada por lo que tendríamos que conformarnos con las vistas obtenidas desde el resto de cristaleras que ofrecen nuevas e impresionantes vistas de Londres, divisando otros edificios como la Catedral de San Pablo y el London Eye.
Es interesante caminar por los tres pisos del jardín y no conformarse sólo con uno, ya que así se consiguen diferentes perspectivas de lugar rodeado en todo momentos de la exuberante vegetación que serpentea por las escaleras y otros lugares, con pequeños árboles, arbustos y flores, teniendo la sensación de encontrarte en un jardín tropical y no en el piso 35 de un rascacielos.
Sky Garden. Torre Fenchuch 20 o Walkie Talkie |
En lo alto de las escaleras, llegaríamos a otra gran área de observación cerrada, mirando al norte. Las vistas de Londres, una vez más, son increíbles con el edificio Leadenhall, el Gherkin y la torre Natwest alineados como piezas de ajedrez.
Londres desde Sky Garden |
Además en el inmenso espacio hay varios lugares para tomar algo y dos restaurantes por si alguien quiere darse un capricho, no teniendo en este caso que realizar la reserva para subir a la torre.
En definitiva, Sky Garden es una de las mejores actividades que se pueden realizar en Londres de manera gratuita, ofreciendo vistas espectaculares que no tienen nada que envidiar a otros miradores famosos y encima sin tener que pagar nada.
Las entradas se liberan con tres semanas de anticipación, saliendo a la venta todos los lunes, y es necesario señalar la fecha y la hora en que se quiere visitar. El horario es de 10:00 a 18:00 de lunes a viernes y de 11:00 a 21:00 los fines de semana.
De esta fantástica manera terminábamos nuestro día en Londres y casi en Inglaterra, pues mañana sólo tendríamos ya tiempo de hacer algunas compras cerca de nuestra casa, preparar las maletas y dirigirnos al aeropuerto para volver a Madrid, aunque con unas ganas tremendas de volver cuanto antes al Reino Unido para seguir descubriendo muchos de sus lugares legendarios.
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