FIORDOS - DIA 06. Parque Nacional Folgefonna

23 de Agosto de 2023.

Al fondo del fiordo de Hardanger se encuentra el Parque Nacional de Folgefonna, que desde 2005 protege el tercer conjunto de glaciares más grande de Noruega, formado por un grupo de tres que se extienden por más de 168 kilómetros cuadrados.

Cada año, las partes más altas de Folgefonna ven alrededor de 5500 mm de precipitación, la mayoría de los cuales cae en forma de nieve. Esto se convierte en hielo glacial y se mueve lentamente cuesta abajo, moldeando el paisaje que se encuentra a su paso en el proceso. Hay abundantes muestras de glaciares pasados y de la emocionante geología del área en toda la península de Folgefonna. Esta historia cobra vida en el Parque de Piedra de Rosendal, que ya pudimos ver ayer.

Los valles que rodean a Folgefonna son agrestes y salvajes pero de pura belleza. Los bosques bajos están rebosantes de vida: urogallos, gallos lira y picos dorsiblandos se dejan escuchar en su espesura, y es fácil distinguir las manadas de ciervos, muy comunes especialmente en el otoño durante la berrea de los machos. A todo ello hay que unirle cascadas de hielo, ríos embravecidos de aguas cristalinas verdes y azuladas e infinitos pastos de verano.

Por esas razones queríamos pasar un día por este parque nacional y sus inmediaciones, consiguiendo así una jornada más relajada, sin tantos kilómetros, con el fin de afrontar con éxito el día de mañana.

MOSEVATNET

Nada más y nada menos que 45 minutos para treinta kilómetros sería lo que tendríamos que afrontar para llegar a este impresionante lago. Y es que el trayecto se caracteriza por una carretera de lo más estrecha con fuertes pendientes en su parte final que te hacen ir con mil sentidos en la conducción.

En el camino nos daríamos de bruces además con otras dos masas de agua de las que no teníamos conocimiento previo tales como Fjellhaugvatnet y  Bladalsvatnet, donde se precipita una pequeña cascada, procedente de la presa que retiene el agua. Sus aguas eran de hermosos colores esmeralda y azul turquesa como consecuencia del deshielo. Al final de la carretera hay un parking casi al lado del lago, donde poder dejar el vehículo.

Lago Fjellhaugvatnet

Lago Bladalsvatnet

Cascada Presa Lago Bladalsvatnet

Desde diferentes puntos de la orilla podríamos ser testigos de otro de los brazos del glaciar en el extremo sur del Parque Nacional de Folgefonna, con esos colores blancos y azulados que casi consiguen hipnotizarte si dejas la mirada fija en la masa de hielo. Por la época del año no podríamos apreciar, sin embargo, los espectaculares témpanos de hielo que suelen flotar en la superficie, descartando también la posibilidad de hacer kayak ya que había leído que esto era posible, pero con todo lo que queríamos hacer, decidimos renunciar al final a esa opción.

Lago y Glaciar Mosevatnet

MYRDALSVATNET

Desde Mosevatnet pondríamos rumbo al lago Myrdals, para lo que deberíamos volver a pasar por Rosendal. Desde el anterior lago nos supondría poco más de una hora. Desde Rosendal son sólo trece kilómetros y un cuarto de hora en coche.  Desgraciadamente, a sólo cuatro kilómetros y medio del mismo un barrera nos impediría el paso, por lo que la única opción que teníamos era realizar el resto del camino andando, algo que descartamos porque nos hacía mucho más ilusión la ruta que teníamos prevista para justo después. Para quien se anime son nueve kilómetros ida y vuelta y unas tres horas en su totalidad completar la ruta.

BONDHUSVATNET

Se pueden realizar multitud de excursiones  por el Parque Nacional Folgefonna y sus alrededores, incluso se puede caminar por encima del glaciar contratando los servicios de una empresa especializada, algo que valoraríamos en un principio y que después desestimaríamos debido a su elevado coste y sobre todo al suma y sigue con el resto del viaje.

Nos conformaríamos, por tanto, con una de las caminatas más sencillas y agradables que hay en el parque, que nos permitiría llegar al lago Bondhus, del mismo nombre que la población que se encuentra cercana.

Tras casi una hora de camino desde la barrera que nos impidió seguir hasta el lago Myrdals, dejaríamos el coche en un aparcamiento levemente situado por encima del pueblo conocido como Sundal, donde se deben abonar 100 NOK.

La ruta hasta el lago es de sólo dos kilómetros y sin apenas desnivel por lo que es una excursión recomendada para cualquiera, incluidos niños, tardando en completarla en su totalidad dos horas, ida y vuelta.

Ruta Lago Bondhusvatnet

Ruta Lago Bondhusvatnet

El sendero no tiene pérdida y atraviesa el valle de Bondhusdalen, acompañados en todo momento por un río de aguas transparente y desafiantes moles rocosas, hasta el precioso lago situado a los pies de los glaciares del Parque Nacional Folgefonna.

Ruta Lago Bondhusvatnet

Ruta Lago Bondhusvatnet

Una vez en el lago quedaríamos fascinados con sus aguas oscuras y calmadas donde, con el cielo despejado, se refleja el pico piramidal de una montaña solitaria por el lado de la cual parece derramarse el hielo del glaciar Bondhusbreen, una lengua de cuatro kilómetros de largo que se separa del glaciar de Folgefonna. El hielo, la roca y el agua del lago, junto con los bosques de la orilla, se combinan aquí a la perfección para crear una de las postales que mejor definen la zona de los fiordos de Noruega.

Lago Bondhusvatnet

Sin embargo, esta preciosa ruta no lleva demasiado tiempo abierta al turismo, ni mucho menos. En el pasado era un camino agreste que se utilizaba para transportar el hielo extraído del glaciar a lomos de caballos hasta el muelle de Sundal, que se construyó en 1863. Desde allí, el hielo se enviaba a la ciudad, distribuyéndose a lo largo de la costa y al extranjero. Parece mentira como han cambiado las cosas desde entonces.

Lago Bondhusvatnet

Otra curiosidad es que el parque fue inaugurado en el año 2005 por la reina Sonya y que lo hizo en este mismo lugar, pudiéndose ver su firma en una roca al lado del lago.

Firma Reina Sonya. Lago Bondhusvatnet

Tras un rato descansando en este idílico entorno, aprovecharíamos para comer los sándwiches de rigor y tras ello, desharíamos el camino andado y regresaríamos al coche, con el que volveríamos hasta Rosendal.

ROSENDAL:MIRADOR SKÅLAFJELL (SJETHAUG)

Muy cerca de la iglesia Kvinnherad, que habíamos podido conocer la tarde de ayer, hallaríamos el camino que nos permitiría llegar hasta un mirador natural con vistas de 360 grados de las montañas, valles y paisajes del entorno de Rosendal y de este mismo, además del precioso fiordo de Hardanger. Aquí nos deleitaríamos un buen rato, disfrutando de unas vistas privilegiadas.

Rosendal desde Mirador Skalafjell (Sjethaug)

La ruta son cuatro kilómetros, ida y vuelta, con un desnivel de unos 400 metro y se suele tardar alrededor de dos horas de manera tranquila en completar la totalidad del sendero en ambos sentidos.

Fiordo de Hardanger desde Mirador Skalafjell (Sjethaug)

Al regresar a casa decidiríamos coger fuerzas con algo más sano que en noches anteriores. Optaríamos por salmón a la plancha, tomates y ensalada de patatas, para acto seguido retirarnos a descansar sin perder tiempo, pues mañana tocaba madrugón para afrontar la tercera y más dura de las rutas míticas de senderismo que queríamos llevar a cabo en Noruega. A ver si la suerte nos acompañaba.


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