10 de Julio de 2021.
Mi último día en la capital de Bosnia y Herzegovina iba a ser más relajado, dedicándolo a terminar de ver lo que me quedaba todavía pendiente y tras ello a pasear por la ciudad y disfrutar de los lugares que más me habían gustado.
Por tanto volvería al mismo lugar donde ayer terminaba mi circuito turístico para esta vez visitar la Catedral de Sarajevo o del Sagrado Corazón (visitas de martes a domingo de 09:00 a 17:30). Es la de mayor tamaño del país y sus dos torres están representadas en el escudo de la nación. En 2014 se descubrió, en la plaza que se abre frente a la fachada principal, un monumento dedicado al papa Juan Pablo II, que la visitó en 1997. En el interior, diversos frescos de tema religioso realizados a finales del siglo XIX. Fue bombardeada durante la pasada guerra por lo que tuvo que ser restaurada.
Catedral de Sarajevo o del Sagrado Corazón |
Continuaría con la iglesia ortodoxa de la Natividad de la Santa Madre de Dios (abierta todos los días de 08:00 a 17:30). Fue construida entre 1864 y 1874 gracias al permiso obtenido del sultán Abdul Aziz, deseoso de mostrar ante Occidente su talante tolerante con las religiones de su imperio. La obra fue financiada con donaciones procedentes de muchos ciudadanos de Sarajevo y de otras partes de Europa. Su arquitecto proyectó un edificio al estilo de las iglesias serbias decimonónicas, de planta rectangular con elementos barrocos – bizantinos y cinco elevadas y estilizadas cúpulas. También exhibe iconos traídos de Rusia, regalo de la familia Romanov. Durante la última guerra apenas sufriría daños, lo que se considera casi un milagro.
Iglesia ortodoxa de la Natividad de la Santa Madre de Dios |
Justo en la plaza de enfrente se encuentra el famoso ajedrez gigante de Sarajevo, donde no podría evitar permanecer un rato viendo como se entretenían mayores y jóvenes jugando eternas partidas.
Ajedrez Gigante en Parque de Sarajevo |
Y se había hecho de rogar, pero por fin había llegado el momento de conocer, probablemente, el monumento más importante y simbólico de la capital por su significación histórica. Hablo del Puente Latino, donde muy próximo al mismo sería asesinado el archiduque Francisco Fernando en 1914, hecho que provocó el inicio de la Primera Guerra Mundial. En 1917 se levantó un monumento a la personalidad asesinada, aunque es evidente que no iba a durar mucho, pues al año siguiente las nuevas autoridades yugoslavas lo retiraron.
Puente Latino |
Plaza conmemorativa al Asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria |
Se trata del puente más antiguo de la ciudad, mencionado ya en 1541, aunque entonces era de madera, siendo ya en 1565 remodelado en piedra; en 1791 fue dañado por una inundación, y hubo de ser de nuevo reconstruido.
Su nombre le viene dado porque a mediados del siglo XVIII era una zona habitada por católicos en su mayoría procedentes de Dubrovnik.
Frente al anterior se encuentra el edificio principal del Museo Sarajevo, el cual estaba ya cerrado aunque no tenía intención de visitarlo. Y no lejos de allí la Casa Despic, un edificio que data del siglo XVII, aunque lo que se puede ver corresponde a finales del siglo XIX. Perteneció a la rica familia ortodoxa serbia de los Despic, artesanos y comerciantes, que la donaron a la ciudad junto con otra propiedad que ahora alberga el museo de Literatura y Artes Escénicas. En la vivienda tuvieron lugar en su tiempo las primeras representaciones teatrales de la ciudad, por lo que puede considerarse como el lugar precursor del teatro moderno.
Tras recrearme un rato con los lugares anteriores, optaría por acercarme hasta el mercado de la ciudad, llamado Markale (abierto todos los días de 06:00 a 17:00). Un lugar trágico donde se cebaron las bombas serbias al menos en dos ocasiones, dejando más de cien muertos. El edificio se construyó en 1895 en estilo neorrenacentista. Una placa conmemora dichas matanzas. Hoy sigue funcionando como espacio para la venta de alimentos y está repleto de puestos de todo de comidas con un gran ambiente.
Markale o Mercado Central |
Avanzando un poco más hallaría el monumento al Fuego Eterno, dedicado a todas aquellas víctimas locales que perecieron durante la Segunda Guerra Mundial. Se inauguró el 6 de abril de 1946, primer aniversario de la liberación de Sarajevo de la ocupación nazi. Como curiosidad, decir que durante la pasada guerra la llama se apagó por falta de combustible. El monumento es muy sencillo, pues consiste en un fuego situado en el suelo, un arco y una inscripción en serbocroata donde se recuerda a las víctimas del nazismo y el fin de la ocupación enemiga.
Monumento al Fuego Eterno |
Después de pasar por delante del Banco Central y varios pequeños parques, unos metros, después me encontraría con el edificio de la Presidencia de la Nación, sirviendo en un primer momento como sede del gobernador austro – húngaro.
Banco Central |
Presidencia de la Nación |
Al final de la calle Marsala Tita, en medio de otro parquecito, podría ver como se alza la mezquita Alipansina, construida entre 1560 y 1561 como donación del gobernador de Bosnia Sofu Hadim Alí Pasha, fallecido en 1560. Posee una arquitectura clásica otomana, con planta más o menos cuadrada, pórtico cupulado y un estilizado minarete. Al lado del edificio hay un mausoleo o turbe, con dos sarcófagos donde fueron enterrados dos activistas antiaustriacos, arrestados tras el atentado de 1914 y fallecidos al año siguiente debido a los malos tratos recibidos en la prisión húngara de Arad.
Mezquita Alipansina |
Frente a la mezquita se alza el Ministerio de Sanidad de la Federación de Bosnia y Herzegovina, pero en mi caso seguiría hacia el río Miljacka, el cual cruzaría por el puente Skenderija, peatonal, diseñado por la factoría de Gustave Eiffel, que dejó muchos diseños metálicos por medio mundo. Aquí además se encuentra el famoso corazón de Sarajevo con el que poder fotografiarte para inmortalizar la visita a la ciudad.
Puente Skenderija y Río Miljacka |
Corazón de Sarajevo en Puente Skenderija |
Desde aquí tomaría la avenida Obala Maka Dizdara que me llevaría, en primer lugar, a la sede del Parlamento de la Federación de Bosnia Y Herzegovina, e inmediatamente después a la Academia de Bellas Artes, institución de estudios superiores vinculada a la universidad pública local. El edificio incluye la que fue la primera y única iglesia evangelista construida durante la administración austro – húngara. Y prácticamente enfrente de esta última podría ver las instalaciones de la Universidad de Sarajevo, levantadas durante el dominio austro – húngaro como facultad de Derecho.
Parlamento de la Federación de Bosnia Y Herzegovina |
Academia de Bellas Artes |
Universidad y Edificio de Correos |
Siguiendo por la ribera del río me encontraría con el puente metálico Cobanija, ubicado donde a mediados del siglos XVI se construyó un puente otomano de madera. Nada más cruzarlo me toparía con la sede central de Correos, un edificio de 1913 que debía ser inaugurado por el archiduque Francisco Fernando cuando fue asesinado. A su derecha el Teatro Nacional, que también incluye espectáculos de ópera y ballet.
Teatro Nacional |
Al cabo de un rato se cruzaría en mi camino la sinagoga de Sarajevo (abierta de lunes a viernes de 10:00 a 14:00). Es la principal y más grande de la ciudad, todavía en activo. Fue construida en 1902 para los judíos que llegaron a la ciudad en época austro – húngara, salvándose de la ira nazi pero no de la pasada guerra, cuando sufrió algunos daños, por lo que fue renovada a principios del siglo XXI.
Sería este el momento idóneo para comer eligiendo el Mc Donald´s que había visto unas horas antes cerca del monumento al Fuego Eterno. Como la mayoría de sitios también este bastante más económico que en muchos otros países. Un menú y un extra sólo 5 BAM.
Un poco más adelante accedería al parque At Mejdan, un espacio verde rectangular en el corazón del antiguo Sarajevo. Al comienzo de la dominación otomana sirvió como lugar de castigos públicos y ejecuciones, y luego acogió un espacio para carreras de caballos. En sus proximidades se levantó también, en 1544, una mezquita, y más tarde una escuela islámica y una biblioteca. Durante la dominación austro – húngara, todos estos espacios pasaron a un uso militar. En su costado oeste se puede ver una zona arqueológica convenientemente remodelada en estos últimos años que incluye la mezquita Bakr – Babina, un pequeño cementerio musulmán y los restos de la escuela islámica.
Mezquita Bakr – Babina. Parque At Mejdan |
Al sur del parque se alza la grandiosa sede del Ministerio de Defensa de Bosnia y Herzegovina, y en la esquina este las dependencias administrativas de la comunidad islámica local. Junto a estas, la turbe los Siete Hermanos, un recinto con minarete levantado en 1815 donde se supone habían sido enterrados, a lo largo de los siglos, siete hombre que habían sido ejecutados injustamente. La gente devota acude aquí a rezar a estos infelices, cuyos cuerpos están supuestamente guardados en siete sarcófagos.
Frente al lado sur del ministerio mencionado se puede observar villa Rifka, residencia de época austro – húngara, al parecer levantada por los Baruh, una familia judía sefardí. Abandonada por sus dueños, quedó como propiedad pública, y hoy en día se especula con su restauración o simple derribo. El nombre de Rifka es el de uno de los miembros femeninos de la familia, que vivió a finales del siglo XIX.
A no más de dos manzanas, encontraría el monasterio franciscano y la iglesia de San Antonio de Padua, la cual no se considera una iglesia parroquial, sino un templo de todos los ciudadanos, siendo visitada por gentes de todas las religiones e incluso por ateos.
Monasterio Franciscano |
Era el momento de regresar a la ribera del río Miljacka, donde muy cercano al mismo se sitúa la mezquita Careva o Imperial, la primera que se construyó en la ciudad allá por 1462. Fue destruida en 1480 a causa de un ataque de tropas húngaras y reconstruida hacia 1566 con la financiación del sultán Solimán el Magnífico. En la primera mitad del siglo XIX fue ampliada con los costados laterales. Detrás del edificio hay un pequeño cementerio con diversas lápidas que van desde los primeros tiempos de la conquista, y donde se supone fue enterrado el fundador de la ciudad Isa-Beg.
Finalmente, quería terminar mi estancia en la ciudad por todo lo alto, tanto a nivel metafórico como da manera real, por lo que me encaminaría a la calle Hrvatin, donde sin mucho buscar encontraría el teleférico que me subiría hasta el mirador Vidikovac en la cima del monte Trebevic, situado a 1913 metros de altura.
Teleférico al Monte Trebevic |
Sarajevo desde Monte Trebevic |
Desde el obtendría unas vistas espectaculares de todo Sarajevo y de su entorno, identificando un buen número de lugares por los que había paseado durante estos días pasados. Este se inauguró en 2018, sustituyendo al que fue destruido en la pasada guerra, cuando los serbios lo tomaron como base para hostigar repetidamente a los habitantes y tropas de la ciudad. Se encuentra abierto todos los días de 10:00 a 17:00.
Teleférico del Monte Trebevic. Sarajevo |
Sarajevo desde Monte Trebevic |
Sólo quedaba ya volver a bajar y aprovechar para conocer algunos lugares que todavía tenía pendientes como el caso de Morica Han, una posada para comerciantes o caravasar que incluía café y espacio destinado a artesanos y donde en 1878 numerosos ciudadanos de Sarajevo protestaron ante la ocupación de Bosnia por los austro – húngaros; la vieja iglesia ortodoxa, perteneciente a la iglesia serbia y rodeada de un recinto porticado donde se encuentra un cementerio y un museo con una valiosa colección de iconos, manuscritos y piezas de la liturgia; la casa Sverzo, hoy sede del museo de Sarajevo, fue construida por una prominente familia de la ciudad, siendo un ejemplo típico de arquitectura del siglo XVIII; la casa Alije Derzeleza, acaso la vivienda otomana más antigua de la ciudad, llevando el nombre de un viejo héroe de las canciones épicas de comienzos del siglo XVII, que murió en combate; o a su lado la Hadzi sinanova tekika, un recinto religioso construido en 1639 para la orden de los derviches (esos cofrades místicos musulmanes que danzan hasta marear al que los observa), siendo su promotor un rico comerciante. En 1768 se abrió aquí el primer manicomio de la región.
Casa Museo Svrzo |
Vieja Iglesia Ortodoxa |
Finalmente volvería a perderme por las calles de la ciudad, resultándome muchos lugares ya familiares, recordando muchos rincones de estos días pasados y experimentando cierta nostalgia anticipada al pensar que en pocas horas tendría que abandonar esta increíble ciudad tan diferente a otras de Europa, con esa mezcla de oriente y occidente, con ese conjunto de culturas que, de nuevo, conviven en paz. Nunca pensé que Sarajevo me calaría tanto y me haría llevarme tan gratos recuerdos.
Me pareció buena idea cenar un crep inmenso de nutella con dos zumos buenísimos en las inmediaciones de la plaza Bascarsija. La chica que me atendería fue realmente agradable, por lo que una pena que no me quedara con el nombre del establecimiento. (12 BAM).
A las 21:30 apagaba la luz de mi habitación y es que mañana sería el día más intenso de todo el viaje, tanto por las horas de coche, como por el paso de la frontera entre Bosnia y Montenegro, como por las actividades que traía entre manos. Veríamos si salía todo bien.
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