5 de Julio de 2021.
Mi tercer y último día en Dubrovnik lo comenzaría de manera
algo intensa y es que me había propuesto llegar caminando al mirador del monte Srd para disfrutar
desde este de las maravillosas panorámicas que ofrece, a vista de pájaro, de la
ciudad. Efectivamente, había renunciado a coger el teleférico que te sube
cómodamente hasta allí, pero también me ahorraba los más de veinte euros que te
supone la broma ya que no está incluido en la Dubrovnik Card.
La subida es costosa por lo que si como yo te animas a
realizarla caminando y en verano te recomiendo que lo hagas a primera hora de
la mañana donde la temperatura todavía es soportable y evitas que te una
insolación o algo peor. Son como 50 minutos a un paso normal y se puede hacer
duro si no estás acostumbrado a caminar.
Dubrovnik desde Monte Srd |
Despacio pero seguro iría avanzando, viendo como poco a poco
la ciudad se iba convirtiendo en un maqueta. Estaría un buen rato deleitándome
con las vistas en varios puntos del camino y cuando llegué a lo más alto decidiría
entrar en la Fortaleza – Museo de la
Guerra (abierto de 08:00 a 18:00). Este me ofrecería fotografías,
documentos, mapas, objetos de la vida cotidiana, armas, minas, explosivos
relacionados con la contienda bélica que mantuvo enfrentada a Serbia y
Montenegro contra Croacia por su independencia.
Fortaleza - Museo de la Guerra. Monte Srd |
Fortaleza - Museo de la Guerra. Monte Srd |
Me pareció un lugar interesante para conocer algo más de ese momento histórico no tan lejano, pues hace ahora apenas treinta años de los acontecimientos. También se puede subir a su terraza y conseguir desde ella una espectacular visión de Dubrovnik, de toda la costa cercana y de las islas Elafiti en la lejanía. Por cierto, es por la mañana cuando el sol se encuentra a tus espaldas y por tanto cuando podrás obtener las mejores fotografías. El precio son 30 kn al no estar incluido en la Dubrovnik Card.
Dubrovnik desde Museo de la Guerra. Monte Srd |
Dubrovnik desde Museo de la Guerra. Monte Srd |
Tras deshacer mis pasos, ya con bastante más calor que en la subida, volvería al centro histórico para conocer una parte del mismo que no había recorrido. Empezaría por conocer la iglesia de San Roque y el edificio Rupe, muy cerca de la misma, levantado entre 1542 y 1590 como almacén de granos para la ciudad y restaurado en 1840. La construcción posee tres naves separadas por gruesas pilastras. Hoy, sus dependencias se utilizan como Museo Etnográfico (abierto de 09:00 a 18:00) donde se exponen objetos como trajes, bordados, instrumentos agrícolas y pesqueros, objetos domésticos, instrumentos musicales, etc. También desde sus ventanales se consiguen buenas perspectivas de la ciudad. La entrada está incluida en la Dubrovnik Card.
Edificio Rupe - Museo Etnográfico |
Edificio Rupe - Museo Etnográfico |
No obstante, esta sería una nueva localización de Juego de Tronos, ya que en la serie haría las veces del prostíbulo que regentaba el siempre cizañero Meñique y donde era muy común ver a Tyiron Lannister.
En este mismo sector, además de las siempre encantadores
calles, también podría encontrar nuevos edificios religiosos tales como:
Iglesia de San
Domino: posee una nave anterior al terremoto de 1667 utilizada como
sacristía y en cuyo interior se conserva un retablo y otros cuadros barrocos.
Iglesia de San José:
este pequeño edificio barroco sería levantado tras el terremoto de 1667.
Iglesia Serbo –
Ortodoxa de Blagovijest: también conocida como de la Anunciación, contando
adosada a la misma con un museo de iconos con ejemplos bizantinos, véneto –
cretenses, rusos y locales.
Iglesia Serbo Ortodoxa |
Ex convento de Santa Catalina: hoy sede del conservatorio musical. Bajo sus cimientos se han descubierto restos de la primitiva catedral de la ciudad, dedicada a San Pedro. No se puede acceder al mismo.
Gran Mezquita: el
edificio por fuera no dice prácticamente nada, por lo que no merece la pena
llegar hasta el mismo.
Sería este el momento elegido para realizar un paréntesis y
comer. Elegiría la pizzería Mirakul,
donde me decantaría por una de pepperoni. Estaba muy jugosa y buena y era
bastante grande. De beber me tomé dos coca colas. El precio sería de 181 kn,
algo caro, aunque es verdad que dicen que es de lo mejores de la zona en
calidad – precio.
Era el momento de terminar con los edificios religiosos y
culturales y dedicarme el resto de la tarde a la vida contemplativa, pues el
calor hoy pegaba más que los días anteriores. Por ello no dudaría en dirigirme
a la conocida playa de Banje, donde
podría darme un refrescante baño mientras contemplaba desde el agua el
imponente recinto amurallado.
Playa de Banje |
Otra playa que tampoco quise perderme sería la de Sveti Jakob, situada como a veinte minutos caminando desde la anterior. Es cierto que esto le puede desanimar a más de uno, pero os aseguro que bien merece la pena el paseo. Pues aunque había leído que la playa de Banje era una de las más recomendadas para bañarse, una vez en Sveti Jakob, esta te parecerá un paraíso con respecto a la otra. Menos de la mitad de gente, aguas mucho más cristalinas y un entorno incomparable al estar debajo de unos acantilados. De verdad que os la recomiendo encarecidamente.
Playa de Sveti Jakob |
Playa de Sveti Jakob |
Sería aquí, donde tendría que decir adiós a Dubrovnik, pues sólo tendría ya tiempo de volver hasta el centro histórico, comprar unos recuerdos, ir al supermercado a comprar algo de cenar y marcharme a mi apartamento a hacer la maleta y descansar, pues mañana tocaba madrugar para comenzar una nueva etapa en los Balcanes.
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