TRANSDANUBIO - DIA 09. Otra vez Sopron y regreso a casa

02 de Julio de 2016.

Nos encontrábamos a más de 200 kilómetros de Budapest por lo que con la idea de que la mañana nos cundiera nos levantamos a las 07.00.

Anoche cuando me acostaba no dejaba de darle vueltas al planning de hoy. Había preparado dos o tres sitios interesantes para visitar que nos pillaban de camino a Budapest y donde apenas había que desviarse de la autovía. Por un lado, como es evidente, me apetecía mucho conocer estos, pero por otro lado, me daba cargo de conciencia que mis amigos se fueran de Hungría sin conocer Sopron, por lo que al final pudo más la voz de la conciencia y les sorprendía dirigiéndonos hacia allí. Aunque cuando se dieron cuenta de hacia dónde íbamos trataron de disuadirme para que cambiara de rumbo, la decisión estaba tomada, no se iban a quedar sin conocer esta monumental villa, aunque eso supusiera renunciar a otros lugares.

Hoy era sábado y el tráfico era intenso aunque se circulaba sin demasiados problemas, por lo que llegaríamos a Sopron sobre las 08.30.

Aparcaríamos al lado del centro histórico, ya que hoy no se necesitaba utilizar los parquímetros, y seguiríamos una ruta similar a la que haría yo ayer, aunque sin recrearnos tanto, por lo que en apenas una hora estábamos saliendo otra vez de allí.

Fö Ter o Plaza Mayor.Sopron


Calle del Centro Histórico.Sopron

Ahora sí que era el momento de empezar a deshacer kilómetros y dirigirnos hacia Budapest. Para ello necesitábamos recorrer una parte del camino que se dirigía hacia el lago Balatón y a las fronteras austriaca y eslovaca, por lo que cuando fuimos a salir de Sopron nos encontraríamos un atasco monumental ya que el cruce que lleva hasta todos esos sitios estaba completamente colapsado.

Perderíamos, nada más y nada menos, que una hora de retenciones hasta que conseguimos tomar  la carretera con dirección a Budapest, pero todavía quedaba unos tramos de doble sentido en el que también había obras y volveríamos a perder otra media hora entre los cortes de tráfico en un sentido y otro y la circulación lenta que había.

Cuando quisimos llegar a nuestro siguiente objetivo: la ciudad de Gyor eran casi las 13.00, por lo que aunque nos metimos en el centro y en un primer momento dimos una vuelta para buscar aparcamiento, al final nos dimos cuenta que era un locura intentar ver algo con el poco tiempo que nos quedaba y que si lo intentábamos era más que probable que no llegáramos a tiempo para entregar el coche de alquiler, por lo que tuvimos que conformarnos con pasar por una inmensa plaza con edificios monumentales, y meternos otra vez en la autovía para seguir directos a la oficina de Dollar, muy cercana al aeropuerto de Budapest.

Aunque fastidiados por no poder ver esa monumental ciudad, sería una buena decisión, ya que entregaríamos el coche sólo 20 minutos antes de la hora máxima de entrega: las 14.00.

Cuando comprobaron que todo estaba en orden, un trabajador nos llevaría hasta la terminal 2b donde operaba Wizz Air.

Después de pasar los controles, nos daría tiempo a comer, dar un pequeño paseo por la terminal y estar a la hora indicada en la puerta de embarque, para salir hacia Madrid a las 16.45, llegando a las 19.45, poniendo fin a este fabuloso viaje por Hungría con mis queridos amigos, con los que espero poder volver a repetir pronto un nuevo destino.

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