5 de Julio de 2012.
Hoy nos dábamos una tregua y
decidíamos, después del tute que llevábamos acumulado en los días anteriores,
pasar una jornada tranquila en este agradable pueblecito de montaña.
Tremblant, está situado en el
corazón de los Montes Laurentides y está
considerado como el mejor lugar de Ski del Este de América del Norte. Fue
creado explícitamente como un proyecto de estación turística de las cuatro
estaciones del año y para hacer estallar el desarrollo económico de la región,
lo que han conseguido con creces.
La verdad que para ser algo tan artificial y
creado hace relativamente poco, han conseguido darle un encanto muy agradable,
intentando emular a algunos pueblos europeos, aunque sin llegar a compararse a
ellos. No obstante al ser un lugar bonito y con un entorno más que
privilegiado, te invita a pasear y a disfrutar de las múltiples atracciones que
ofrece.
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| Mont-Tremblant |
De primeras, el desayuno venía
incluido, así que nos pusimos hasta arriba de bollos, zumos, tostadas, etc. sin
ningún tipo de prisa ni agobios… ¡que gusto! Cuando terminamos a eso de las
diez, estuvimos recorriendo las dos calles principales del pueblo, entrando en
alguna que otra tienda para ver si nos animábamos a comprar algo, lo cual no
sucedió porque los precios estaban por las nubes.
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| Mont-Tremblant |
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| Mont-Tremblant |
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| Mont-Tremblant |
Seguiríamos paseando otro rato
hasta la ribera del lago Tremblant y con mucha calma volveríamos hasta el
centro de la villa, donde tomaríamos el primer teleférico gratuito llamado
góndola que nos llevaría hasta la parte alta en apenas unos minutos.
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| Cabriolet Gondola. Mont-Tremblant |
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| Mont-Tremblant desde Cabriolet Gondola |
Una vez aquí, cogeríamos un
segundo teleférico que asciende a lo más alto de la montaña, desde donde se
pueden disfrutar de unas soberbias vistas del lago Tremblant, no se podía
llamar de otra manera, ya que no se complican mucho poniendo distintos nombres.
El precio de este segundo teleférico no lo sé, ya que a nosotros nos dieron un
pase gratuito en el hotel por alojarnos en él, así que tan contentos.
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| Teleférico Superior de Mont Tremblant |
Estuvimos pululando todo lo que
quedaba de la mañana por allí, extasiándonos con los paisajes que teníamos
delante nuestro, subiendo a una pequeña torreta desde donde todavía había
mejores vistas y sentándonos en unas hamacas que tenían distribuidas por varias
partes de la cima. En estos momentos de relax, allí apoltronado, me estuve
fijando en algunas de las distintas pistas que bajan de las montañas y no pude
dejar de imaginar como debe ser todo aquello en invierno completamente nevado y
con un ambiente que seguramente doblará a lo que hay ahora en verano. Si ahora
es increíble, en esa estación debe ser como de cuento.
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| Lago Tremblant desde la Estación Superior del Teleférico |
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| Estación Superior del Teleférico |
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| Vistas desde la Estación Superior del Teleférico |
Hacía un día buenísimo y se
estaba como Dios allí tumbado y la verdad que costaba ponerse en pie de nuevo,
pero al final no había más remedio que volver a bajar y eso hicimos sobre las
dos de la tarde.
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| Mont Tremblant a la bajada de su Estación Superior |
De nuevo en el pueblo, comeríamos
en De Braserie de Diable (20 dólares por persona) unas hamburguesas y sobre las
16.30 pusimos rumbo hacia Shawinigan,
lugar de paso en nuestros planes, que se encontraba a casi 300 km y unas tres
horas de camino. Nuestro alojamiento allí sería en el Comfort Inn and Suites y
como estábamos un poco hartos de tanta comida basura, volvimos a un
supermercado a comprar algo de leche y fruta y así cenar sano, antes de dar por
finalizado el día.
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| Gouverneur Auberge.Shawinigan |
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