21 de Agosto de 2011.
A las 06.30
de la mañana, tenía ya los ojos abiertos como platos, después de haber dormido
de un tirón ocho horas y media. Así que me salí a la terraza del hostal para
ver las vistas y sentarme un rato en una tumbona a que me diera el aire.
Después
preguntaría al encargado del hotel que a qué hora sería el desayuno, a lo que
me contestó que a las ocho. Pero a esa hora no había absolutamente nada
preparado, por lo que me tuve que conformar con el triste trinaranjus de naranja que me había traído desde Madrid y
todavía no me había bebido. El motivo fue debido a que a las 08.30 pasaba a
recogerme la furgoneta de la empresa Colca Tours, pues había contratado con
ellos la excursión de dos días por el cañón del Colca y alrededores. (95
dólares) El precio, como se ve, fue alto pero es lo que tiene la inexperiencia,
pues temiéndome que no hubiera plazas lo hice por internet desde Madrid. Una
vez aquí te das cuenta que tienes mil opciones mucho más económicas, pero
bueno, de todo se aprende.
Con
puntualidad inglesa allí estaban a por mí, para después ir recogiendo al resto
de los 17 pasajeros distribuidos por Arequipa. Una vez que estuvimos todos
emprendimos el camino, realizando la primera parada en una tiendecita donde nos
abastecimos de víveres (kit kat, doritos), menos mal porque estaba desmayado, y
compraría los primeros caramelos de coca, los cuales ya no dejaría de echarme a
la boca durante todo el día, para prevenir, en todo momento, el temido mal de
altura.
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Volcán Chachani saliendo de Arequipa |
Nuestro guía
se llamaba Persi y era un tío muy enrollado que nos fue explicando, a cada
instante, los detalles de la fauna y la flora del recorrido, con las
peculiaridades propias de las distintas altitudes a las que nos íbamos
encontrando.
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Parada para ver Vicuñas. Reserva.Nacional de Salinas y Aguada Blanca |
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Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca |
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Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca |
La segunda
parada que haríamos sería dentro de la
Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca para ver vicuñas. Las vimos como a
seis metros y corriendo como locas. Más adelante, el siguiente parón sería en
un lugar llamado Patahuasi que contaba con un pequeño bar y un mercadillo cuyos comerciantes ofrecían
objetos artesanales. Estaba situado en una zona estratégica donde había unas
vistas chulísimas de la parte trasera de los volcanes Misti y Chachani. También
destacaban las formaciones rocosas moldeadas por el viento que se encuentran en
los alrededores. Aquí tomaríamos un mate de coca para seguir previniendo el mal de altura.
El mini bus
volvería a detenerse como en un cerco, donde no había ni Dios, a excepción de
un montón de llamas y alpacas, para que así Persi pudiera explicarnos las
diferencias entre unas y otras.
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Alpacas y llamas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca |
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Alpacas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca |
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Alpaca en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca |
Y tras unos
cuantos kilómetros más, la guinda de la mañana llegaba con el llamado mirador
de Patapampa, de los Andes o de los Volcanes. Varios nombres para que cada uno lo
llame como prefiera. Situado a 4910 m. de altitud, las vistas de volcanes
situados en los cuatro puntos cardinales son espectaculares y la ilusión de ver
esta colosal cordillera era indescriptible.
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Mirador de los Andes |
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Mirador de los Andes |
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Mirador de los Andes |
Habíamos
pasado progresivamente de los 2400 m. de Arequipa a los 4900 m. en unas cuatro
horas, haciendo paradas a los 3800 m. y 4200 m. En mi caso particular lo llevé
bastante bien, aunque es cierto que noté en más de una ocasión que me costaba
respirar mucho más de lo normal al más mínimo movimiento. Yo me dediqué, en
parte a atiborrarme a caramelos de coca y a tomarme una aspirina antes de
iniciar la excursión. En mi grupo, de los 18, sólo hubo una señora que se puso
mal, así que de momento estaba siendo un éxito.
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Vistas camino hacia Chivay |
Sobre la
13.30 estábamos parando a comer en un restaurante buffet en Chivay a unos
3600m. Allí optaría por sopa de pollo y pasta, de primero, y de segundo un
revuelto de alpaca y especialidades peruanas. Todo riquísimo. (23 soles).
Después del
banquete nos dejarían en nuestros hoteles en el mismo Chivay. Yo había elegido
uno llamado Kero´s como a tres cuadras de la plaza de Armas, muy limpio y sin
nada que envidiar a cualquier dos estrellas de España. Eso sí, la habitación
muy fría, lo que parece la tónica de la mayoría de hoteles de por aquí, salvo
que te dejes las pelas. Menos mal que lo dije y los recepcionistas, muy majos
ellos, me trajeron una bolsa de agua caliente para los pies.
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Hotel Kero´s.Chivay |
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Hotel Kero´s.Chivay |
Por la
tarde, como hasta las 16.30 no venían a por nosotros, de nuevo, aproveché para
dedicar las dos horas que tenía por delante para darme una vuelta por Chivay y
comprar algunos recuerdos y hacerme fotos con la gente de la región.
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Plaza de Armas. Chivay |
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Plaza de Armas. Chivay |
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Plaza de Armas. Chivay |
En punto,
pasarían a buscarnos y nos llevarían a los baños termales de “La Calera”, donde
te cobran por la entrada 10 soles si te quieres bañar y 5 soles si sólo quieres
verlos. Yo por supuesto que opté por la primera. La temperatura del agua es de
unos 38 grados y tienes tres piscinas. Dos al aire libre, con una temperatura
exterior de unos 10 grados y una interior. Puedes bañarte en las tres a tú
antojo y estar pululando de un lado a otro.
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Baños Termales La Calera.Chivay |
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Baños Termales La Calera.Chivay |
Eso sí te
recomiendan no estar más de cuarenta minutos por riesgo de desmayo si te pasas.
Yo cumpliría por si acaso y como todavía quedaba media hora hasta que vinieran
a buscarnos me acerqué hasta el puente colgante que se encuentra dentro del
recinto. Es muy chulo, como en las pelis, con los tablones separados y
oscilando un poco más de lo normal, pero sin ningún peligro. Seguro 100%.
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Puente Colgante en las cercanías de los Baños La Calera.Chivay |
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Vistas desde Puente Colgante en las cercanías de los Baños La Calera.Chivay |
Después de
atravesarlo de un lado a otro, llegó el momento de volver al autobús para
regresar al hostal.
Para cenar,
Persi nos llevó a un restaurante peruano con música y bailes de la región del
Colca. Iríamos dos brasileñas y yo. La cena (22 soles) transcurrió de lo más
animada entre anécdotas y peculiaridades propias de los tres países
representados, algún momento de salir a hacer el chorra con las chicas que
bailaban y poco más.
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Bailes Regionales del Colca.Chivay |
A las
21.30 tocó retirada, pues aunque no queríamos recogernos tan temprano, al día
siguiente había que pegarse un madrugón de campeonato.
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