NAVARRA - DIA 06. Pamplona: un día por la capital navarra

28 de Noviembre de 2007.

Era evidente que con diez días en la comunidad navarra, uno de ellos se lo íbamos a dedicar a su capital y hoy sería la jornada elegida para ello.

Pamplona o Iruña, enclavada en un estratégico paso por el que transita el propio Camino de Santiago, fue en el pasado la capital del viejo Reino de Navarra. Su posición estratégica queda subrayada por el emplazamiento de la ciudad, en alto sobre una meseta. Es en la Edad Media cuando el casco urbano se configura en torno a los burgos, es decir tres poblaciones limítrofes transformadas en barrios que siguen hoy ofreciendo su propia personalidad.

Además de ser su centro político y administrativo, la capital de la Comunidad Foral es también su principal foco económico y cultural.

Pamplona ya no es la ciudad recoleta de tiempos pasados, sino una urbe dinámica, de arquitectura moderna en su mayor parte, pero con los viejos burgos medievales restaurados con gusto envidiable, con amplias zonas verdes que ocupan la quinta parte del espacio urbano y multitud de lugares de encuentro para sus habitantes.

¿Y qué ofrece la capital? ¿Cuáles serían sus principales monumentos para visitar? ¿Qué es lo esencial? Pues como en todo dependerá de los gustos de cada uno, pero para mi gusto sería lo que sigue a continuación:
  • Plaza del Castillo: es probablemente la plaza más simbólica e icónica de Pamplona. En ella tenían lugar corridas de toros y batallas en el pasado, mientras que en la actualidad se celebran mercados, mítines y demás actos públicos. En ella se sitúan agradables cafés como El Iruña y hasta el importante hotel La Perla, donde se alojaron personalidades como Hemingway, Orson Welles o Chaplin.
Plaza del Castillo

  • Palacio de Navarra: se levantó a mediados del siglo XIX y hoy está considerado como uno de los símbolos más visibles de la identidad histórica de Navarra. En su interior destaca el salón del trono o el retablo de la capilla. Entre las pinturas sobresale un retrato pintado por Goya en 1814.
Palacio del Gobierno de Navarra

  • Monumento a los Fueros: se trata de una gran columna de cinco metros de altura en cuya cúspide destaca la figura de una mujer, la cual es una alegoría a Navarra. Por debajo se pueden observar cinco estatuas que representan la Paz, el Trabajo, la Historia, las Artes y la Industria. Las cadenas que rodean el grupo escultórico dice la leyenda que son las que Sancho el Fuerte consiguió en la batalla de las Navas de Tolosa y se adhirieron al escudo de Navarra.
Monumento a los Fueros de Navarra

  • Catedral de Santa María: es uno de los emblemas de la ciudad. Destaca su claustro, considerado como una obra maestra del gótico europeo. Se realizó entre 1277 y 1472. Son dignas de admirar la puerta del Amparo, la capilla Barbazana y la puerta Preciosa, todas ellas del siglo XIV. También importantes son la capilla de Jesucristo, el Refectorio y varios sepulcros. En el interior es importante ver la sacristía, con decoración rococó, así como el altar mayor en el que se sitúa la imagen de la Virgen del Sagrario, ante la que juraban los reyes de Navarra.
Catedral de Santa María

Catedral de Santa María

Claustro Catedral de Santa María

Panteón de Carlos III y Leonor. Catedral de Santa María

  • Ciudadela: este imponente pentágono amurallado fue construido por Felipe II en 1571 debido a la posición estratégica de Pamplona, de gran valor como retaguardia de la frontera con Francia. Se inspira en la Ciudadela de Amberes e inicialmente contó con cinco baluartes, de los que sólo conserva tres. El entorno de esta fortaleza militar acoge hoy en su interior una amplia superficie verde, un auténtico pulmón para la ciudad abierto al ocio y disfrute de los vecinos, que lo viven como un remanso de paz en el corazón de la urbe. Además algunos de sus edificios se han adaptado para el fomento cultural con salas de exposiciones y dependencias municipales.
Ciudadela

  • Calle Mayor: a ella se asoman algunos de los edificios con más solera del burgo de San Cernin. Entre ellos está el Palacio del Condestable, en el arranque de la calle, serviría como residencia arzobispal, además de cómo sede del Ayuntamiento. El Palacio de Ezpeleta, el de mayor mérito artístico de toda esta arteria urbana y el mejor palacio señorial barroco de toda Pamplona, conservando los efectos de un cañonazo carlista lanzado desde el fuerte de San Cristobal. El Palacio de Redín y Cruzart, a cuya familia de nobles pertenecería el virrey de Sicilia, pudiéndose ver en la fachada el escudo perteneciente a la familia.
  • Calle Estafeta: es una de las más conocidas de la ciudad desde que los Sanfermines se retransmiten en directo. También lo es porque en ella se concentra una gran cantidad de bares y se encuentran los palacios de Goyeneche e Iturbide, construidos a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Baldoquín de un bar de la calle Estafeta

  • Ayuntamiento: en su parte alta dos leones sostienen el escudo de la capital y en los extremos aparecen dos Hércules. El edificio recuerda la unión, en 1423, de las tres poblaciones existentes en aquella época mediante la firma del Privilegio de la Unión promulgado por Carlos III el Noble.
Ayuntamiento

  • Cámara de Comptos: se trata de uno de los edificios históricos más importantes de la capital, con más de 700 años de historia. Su función más importante era la de supervisar las cuentas del reino, algo que sigue haciendo en la actualidad.
Cámara de Comptos

  • Iglesia de San Cernin o Saturnino: el primer nombre responde a la influencia francesa, tal como se nombra a este santo en ese idioma. Tuvo carácter de fortaleza. Sobre la torre del reloj sobresale la veleta del “gallico”.
Iglesia de San Saturnino

  • Iglesia de San Nicolás: se trata en realidad de una fortaleza convertida en templo, reconstruida en 1231. Su misión consistió en defender el burgo ante las frecuentes agresiones de los burgos colindantes. Alberga una talla románica del santo y está circundada por unos pórticos construidos en 1887.
Iglesia de San Nicolás

  • Rincón del Caballo Blanco: uno de los rincones con mayor encanto de Pamplona y que más me gustaron, pues parece que el tiempo se ha detenido en este lugar. Se encuentra pegado a las murallas, sobre el baluarte del Redín y con unas vistas espectaculares de toda la vega norte de la ciudad. El edificio, de carácter medieval, acoge un restaurante.
Rincón del Caballo Blanco

  • Museo de Navarra: está instalado en el antiguo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia. Se distribuye en cuatro plantas y un sótano en el que se exhiben los hallazgos que sobre la época comprendida entre el paleolítico y la Edad de Hierro se han realizado en la Comunidad Foral.
  • Parque de Yamaguchi: este jardín japonés, símbolo de las buenas relaciones que Pamplona mantiene con la ciudad nipona de Yamaguchi, abarca una superficie de 4000 metros cuadrados. Contiene elementos ornamentales propios de la cultura japonesa como vistosas fuentes y un estanque con fuente y cascada.
  • Parque de la Taconera: es un parque de tipo romántico al estilo francés, el más antiguo de Pamplona, que aparece en los planos de 1719. Posee una vegetación muy variada. Está rodeado por parte de las murallas que rodeaban la ciudad y en sus fosos pueden verse ciervos y otras especies animales.
Parque de la Taconera

Parque de la Taconera

Pamplona desde parque de la Taconera

  • Tapeo: uno no se puede ir de Pamplona sin probar alguno de los muchos pinchos que ofrecen sus bares, degustando lo mejor de la gastronomía navarra, acompañada de sus amables vinos.

Es evidente que la capital navarra ofrece muchos otros lugares de interés, pero creo que para un día es más que suficiente con lo descrito en líneas anteriores.

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