PERÚ - DIA 22. Islas Ballestas y regreso a Lima

9 de Septiembre de 2011.

La última excursión que contrataría con Alltuman Tours, sería la de las islas Ballestas (70 soles). Esta incluiría la recogida en mi hotel de Ica a las 06.30 por un taxi, para llevarme en una hora hasta Paracas, de donde salen las lanchas que navegan hacia la famosa reserva natural.

Hasta 1975, año en que se crea la reserva, el estado peruano sólo tenía como áreas protegidas lugares ubicados en tierra firme. Esa es la diferencia de Paracas: sus 335.000 hectáreas, bañadas por el océano pacífico, son un santuario para la fauna que habita esta parte del litoral. Es el hábitat de 216 especies de aves entre residentes y migratorias, de 36 especies de mamíferos y 68 tipos de peces.

Una vez que estábamos reunidos todo el grupo que realizaríamos la excursión, nos encaminamos hacia el embarcadero, donde después de pagar 6 soles (no estaba incluido), montamos en la lancha que nos llevaría hasta las islas.

Bahía de Paracas

Apenas pasados unos minutos lo primero que veríamos serían delfines, un montón de ellos, saltando y yendo de un lado a otro. Era apasionante poder verlos en su hábitat natural.

Delfines en la Bahía de Paracas

Hacia las Islas Ballestas

Tras veinte minutos de haber empezado a navegar llegaríamos hasta el famoso candelabro, un geoglifo de 180 metros de alto que se piensa que era utilizado como marca de navegación para indicar a los marinos hacia donde quedaba el sur. Esta es sólo una de las teorías más razonables, porque existen muchas más que barajan todo tipo de posibilidades. De hecho el dibujo tiene unos 2500 años.

Península de Paracas

Candelabro Península de Paracas

Pronto estaríamos rodeados de pájaros que cubrían todo el cielo. Mirases donde mirases, estaban por todas partes. Lo mismo sucedía en las islas, jamás había visto algo igual, miles de aves, apenas dejando espacio para poder ver un desnudo en la roca. Era fascinante. Y no podían faltar los leones marinos retozando a sus anchas en las playas y dándose algún que otro baño. Y todo esto mientras me iba quedando con la boca abierta de ver los agrestes acantilados y los arcos naturales que el viento y la fuerza del agua habían creado en muchas de las cuevas que conforman todo este paraje sin igual.

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Es este un lugar privilegiado para observar de cerca las llamadas aves guaneras: piqueros, pelícanos, cormoranes, gaviotas, pingüinos, etc.

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Nos contaba nuestro guía que algunas de estas islas, en el siglo pasado, fueron muy importantes por la gran acumulación de guano, es decir el excremento de las aves que se convierte en un gran fertilizante agrícola. Ya los incas lo utilizarían de forma racional y cuentan que antes de la guerra con Chile, el guano que se acumuló allí pasaba los treinta metros de alto. Hoy es el estado peruano el encargado de recogerlo y sólo lo hace en determinadas temporadas.

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Otro de los grandes motivos por los que merece la pena llegar hasta aquí es para poder ver de cerca a cientos de leones marinos y, con suerte, algún pingüino de Humboldt. Los primeros los pudimos apreciar en todo su esplendor en la isla de la natalidad, llamada así porque aquí es donde las hembras tienen las crías. Los segundos los vimos a duras penas en la lejanía y haciendo acopio de algo de imaginación.

Lobos marinos en las Islas Ballestas

Lobos marinos en las Islas Ballestas

Algo que si aconsejo es abrigarse bastante ya que si no se puede pasar bastante frío, pues las embarcaciones son sin techo. Yo lo hice gracias a que me lo dijeron en su día la pareja de Barcelona. Tampoco está de más llevar alguna gorra o sombrero para así evitar alguna sorpresa desagradable de algún pajarito.

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Islas Ballestas

Cuando acabamos la excursión, un taxi me dejaría en la carretera panamericana. Y una vez en esta, en cinco minutos pasaría el bus de la empresa Soyuz, el cual pararía levantando el brazo. Me seguía sorprendiendo el hecho de que en plena autopista, el autobús pare en el arcén, se guarden los equipajes, suban los viajeros y tan panchos. Lo mismo sucedía cuando veía como cruzaban por cualquier sitio niños recién salidos del colegio… ¡en fin!

En tres horas y media estaría de nuevo en la capital, llegando a eso de las tres de la tarde, parecía que no iba a llegar nunca. Esta vez se me hizo pesadísimo el viaje. En la terminal donde me dejaron  me cogería un taxi (8 soles) hasta el barrio de Miraflores, donde me alojaría en la avenida Larco, 656, en el hotel del mismo nombre, no se calentaron mucho la cabeza a la hora de ponerle el nombre. (80 soles, habitación simple con baño, de las antiguas que están en la azotea, pero están bastante bien).

Es esta una de las zonas más exclusivas de la ciudad y creo que de las más recomendables para alojarse por su seguridad y la gran cantidad de zonas comerciales, cines, teatros y parques.

Barrio de Miraflores

Comería en un Burguer King (16,50 soles) y luego la tarde me la pasaría, tranquilamente, recorriendo las avenidas repletas de tiendas y de gente, nada que envidiar a una ciudad europea. Pero lo mejor, sin duda, sería caminar por el paseo, pegado a la costa, con vistas al océano Pacífico y a sus acantilados. Además tuve la suerte, de que despejara y saliera el sol y así pude ver el espectacular atardecer sentado en un banco. ¡Menudo color rojizo! Realmente me sentía afortunado, pues es complicado todavía en esta época poder ver un atardecer, ya que lo normal es que no se vea el sol hasta que empieza la temporada de lluvias.

Acantilados Barrio de Miraflores

Puesta de Sol en Miraflores

Puesta de Sol en Miraflores

Puesta de Sol en Miraflores

Ya de noche, me metería en el famoso centro comercial Larcomar, que estaba allí mismo a mirar un rato las tiendas y me sentaría a tomarme un batido tamaño grande de chocolate (10 soles). Caro, pero estaba de muerte.

Después decidí irme a dejar las cosas al hotel para así salir a  cenar ligero, pero cometí el error de tumbarme un rato en la cama y claro, me quedé sopa y ya no desperté.

No hay comentarios :

Publicar un comentario