FIORDOS - DIA 11. Parque Nacional Jostedalsbreen

28 de Agosto de 2023.

Nuestra jornada de hoy se iba a caracterizar más por las horas de conducción que por la cantidad de lugares a visitar, aunque al menos íbamos a intentar que los lugares elegidos mereciesen la pena y nos dejasen un buen recuerdo, algo que por otro lado tampoco es muy difícil en Noruega.

El día comenzaba con la difícil decisión de renunciar a la maravillosa iglesia de Urnes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero es cierto que después de reflexionar con mis amigos, el hecho de la distancia a recorrer hoy más tener que coger un ferri para llegar hasta ella hacía casi inviable poder llegar a otros lugares si decidíamos visitar esta, por lo que aunque doloroso sería lo más sensato.

GLACIAR NIGARDSBREEN

El Parque Nacional Jostedalen está formado en buena medida  por el glaciar Jostedalsbreen, con una extensión de 100 kilómetros de largo y 15 de ancho, siendo el casquete polar más extenso de la Europa continental. Junto con Jostefonn, antes unido a él, abarcarían entre ambos un total de 486 kilómetros cuadrados.

Este manto de hielo desciende en forma de glaciares alpinos por los valles de más abajo. En el siglo XVIII, varias de estas lenguas de hielo alcanzaron cotas tan bajas que destruyeron en su avance campos de cultivo, pero desde entonces se han contraído.

Nuestras intenciones era visitar algunas de esas lenguas en diferentes ubicaciones del parque, pero no sabíamos si podríamos cumplir con los planes previstos debido a la distancia existente entre unas y otras.

En cualquier caso, la primera de ellas sería la conocida como Nigardsbreen, a la que tardaríamos en llegar tres horas desde Gudvangen, tras recorrer 155 km.

Lo primero que encontraríamos en el área sería un enorme y moderno centro de visitantes donde puedes conseguir todo tipo de información de gran utilidad. Son tantas las actividades que se pueden hacer que bien se podría pasar el día entero sólo en esta zona.

Glaciar Nigardsbreen

Hace años la lengua glaciar llegaba hasta la misma orilla del lago que se encuentra a sus pies, pero debido al retroceso de la mayoría de glaciares en el mundo, hoy para contemplarlos en necesario realizar aproximaciones hasta los mismos y aquí no iba a ser menos.

En la oficina de turismo nos estuvieron explicando las posibilidades que había. En cualquier caso lo primero que hay que hacer es recorrer una carretera de peaje de tres kilómetros que nos llevaría a un parking al lado de un lago donde no tendríamos problemas en aparcar. Aquí ya no es necesario pagar nada ya que el precio está incluido en el peaje.

Hay dos opciones principales: la primera es realizar una pequeña ruta de entre cuarenta y sesenta minutos hasta llegar a las proximidades del glaciar y la segunda tomar unas barcas que navegan por el lago y te dejan a unos veinte minutos de la lengua de hielo y cuyos tickets se compran en el centro de información. Cuestan 60 NOK por persona, ida y vuelta.

Lago Glaciar Nigardsbreen

Lago Glaciar Nigardsbreen

Nosotros optaríamos por hacer la ruta de senderismo ya que las barcas recorren un tramo irrisorio y desde nuestro punto de vista no merece la pena para lo que cuestan. La caminata es sencilla y durante la misma vas disfrutando de las aguas turquesas del lago, color consecuencia del deshielo del glaciar, así como de este en la lejanía. Para ir cada vez más teniéndolo sobre tú cabeza según te vas aproximando.

Glaciar Nigardsbreen

Glaciar Nigardsbreen

Cuando por fin lo tuvimos delante nos quedaríamos boquiabiertos con el azul intenso del mismo y sus espectaculares dimensiones, además del increíble descenso de la temperatura. Aquí nos recrearíamos un rato y comeríamos algo, hasta que decidimos emprender el camino de regreso.

Glaciar Nigardsbreen

Glaciar Nigardsbreen

También se pueden realizar caminatas guiadas sobre el mismo o kayak por el lago, por eso comentaba que puedes dedicar toda una jornada a estar por aquí. De todas esas actividades te informan debidamente en la oficina de turismo.

FJAERLAND

Una hora y cuarenta minutos nos separaban de nuestro siguiente destino: una remota aldea conocida como Fjaerland situada en uno de los brazos del fiordo Sognefjord. Como se puede volver a comprobar los tiempos de conducción hoy no eran breves, algo que también repercutiría en el cansancio que llevábamos acumulado.

Fjaerland se encuentra en un lugar poco conocido y transitado y es una de las muchas sorpresas ocultas que tiene el país nórdico. Además de su impresionante entorno hay una cosa que destaca en este pequeño y tranquilo pueblo y es que en sus calles se pueden encontrar estanterías donde tomar prestado alguno de los libros disponibles. ¿Os imagináis poder pasar unas horas leyendo tranquilamente en un lugar así?

Fjaerland

Fjaerland

Además de disfrutar de las bonitas casas de madera y de su iglesia, en nuestra breve parada también aprovecharíamos para acercarnos hasta el muelle abierto al lado del área de picnic. Nos fijaríamos que el agua no tenía el color de otros fiordos, sino un azul diferente. Esto se debe al derretimiento de los glaciares cercanos.

Iglesia de Fjaerland

Libros en Fjaerland

En el pueblo se encuentra también el museo del Glaciar Noruego, donde se puede contemplar alguna parte del mismo, así como diferentes explicaciones acerca de estos gigantes de hielo. No obstante, nosotros no tendríamos tiempo para visitarlo, así que tampoco puedo comentar más al respecto.

Fue una pena no poder estar más tiempo en un sitio como este, pero debíamos continuar. Atrás dejábamos el agua vibrante, las lindas casas, las empinadas montañas circundantes y esa tranquilidad que apacigua el alma.

GLACIAR BOYABREEN

Afortunadamente, nuestra siguiente parada se encontraba sólo a unos diez minutos, lo cual sería de agradecer. Sería para admirar el majestuoso glaciar Boyabreen, otra de las lenguas más impresionantes del gran Jostedalsbreen.

En la propia carretera hay indicaciones hacia los miradores de la masa de hielo, por lo que no tiene pérdida. Allí hay un inmenso parking donde estacionar sin problema e incluso una tienda de regalos.

Glaciar Boyabreen

El glaciar se observa desde la misma área de aparcamiento, pero recomiendo caminar unos minutos por un sendero que parte de uno de los laterales del pequeño estanque que forma el deshielo del propio glaciar, valga la redundancia.

Desde las orillas del lago se obtienen unas vistas fantásticas, no sólo de la masa de hielo, sino también de las empinadas paredes montañosas y de numerosas cascadas que caen a plomo desde la parte superior del valle.

Glaciar Boyabreen

Por cierto, en los meses de verano hay un autobús que te lleva desde el pueblo de Fjaerland hasta el mismo glaciar.

Con esta visita concluíamos la jornada turística de hoy. Eran ya las 20:00 por lo que continuaríamos directos, ya sin paradas, al alojamiento elegido para pasar la noche.

APARTAMENTO LOEN

Necesitaríamos de casi hora y media para llegar hasta nuestro apartamento en la pequeña localidad de Loen, situada a unos noventa kilómetros de nuestra anterior visita.

Paisaje camino a Loen

El apartamento estaba casi a estrenar, con amplios ventanales, un impresionante salón, cocina moderna y un baño grande. El exterior está rodeado de zonas verdes y de naturaleza. Además toda la zona está repleta de actividades y excursiones para realizar, por lo que se podrían pasar aquí varios días perfectamente.

Apartamento Loen

Vistas desde Apartamento Loen

Era tarde y estábamos cansados, pero nos apetecía cenar algo sano por lo que hicimos salmón a la plancha con patatas fritas, para poco después meternos en la cama sin pensarlo.


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