PLAZAS DE MADRID

Las hay de todas clases: grandes y pequeñas, suntuosas y modestas, elegantes y bohemias, bulliciosas y serenas, célebres y secretas, cosmopolitas y anónimas. Hablo de las plazas de Madrid, las cuales han sido siempre una de las reseñas y símbolos de la capital, el alma de la misma y también de cada barrio, donde tienen lugar los grandes festejos, donde se reúne la gente para desconectar y charlar, donde se montan los mercados, conciertos y eventos importantes en los que se concentra la población. En definitiva, los espacios más vivos y animados de la ciudad en los que hemos pasado no pocos buenos momentos y donde han tenido lugar  importantes acontecimientos históricos como levantamientos, manifestaciones, discursos o ejecuciones.

Es por ello que no quería dejar pasar más tiempo sin hacer referencia a algunas de las plazas más importantes y bonitas de mi querido Madrid, por las que no han sido pocas las veces que he caminado por ellas, me he parado a descansar o he disfrutado de algún evento concreto. Evidentemente no están todas y algunos echaran en falta más de una, pero creo que es una recopilación importante, treinta y una, nada más y nada menos, que recoge la esencia de lo que son las plazas de la capital. ¿Empezamos a descubrirlas?

1. PLAZA DE CASTILLA

Moderna y funcional, la original silueta inclinada de las dos torres KIO dan a esta plaza del norte de la ciudad un aspecto singular. Al que se ha añadido, en los últimos años, el monolito que diseñó Santiago Calatrava y que Caja de Madrid donó al pueblo madrileño. Se supone que el tal monolito giraba cimbreante, mediante un movimiento de tornillo, pero son excepcionales las ocasiones en que realmente el invento ha funcionado.

Esta especie de columna trajana del siglo XXI obligó además a desplazar el monumento a Calvo Sotelo, durante muchas décadas centro de la plaza. Bajo la misma cruza ahora un paso de vehículos, y a sus espaldas se alza uno de los mayores intercambiadores de transporte de la ciudad.

Plaza de Castilla

El protagonismo de las KIO ha quedado, no obstante, un poco diluido en los últimos años con la construcción del complejo de las  Cuatro Torres, los rascacielos más altos de Madrid en la actualidad, visibles desde muchos kilómetros de distancia.

En otro de los laterales se encuentra el centro de Exposiciones Arte Canal, aprovechando el espacio del Canal de Isabel II, donde a lo largo de todo el año se celebran interesantes muestras de todo tipo de temática.

2. PLAZA DE COLÓN

Es una de las más grandes de la capital. Con ella se inicia, hacia el sur, el paseo de Recoletos y luego el del Prado. En su entorno se sitúan algunos edificios muy representativos, como el de la Biblioteca Nacional. En el centro de la plaza, la estatua de Colón parece dirigir el tráfico, aunque sólo lleva allí unos años: volvió a esta ubicación tras décadas situada en un lateral de los jardines del Descubrimiento, en un curioso viaje de ida y vuelta que el marino de mármol blanco realizó colgado de una grúa.

Plaza de Colón

Los jardines se levantan sobre lo que en su día fue la Casa de la Moneda, derribada en el siglo XX. En ellos se instalaron en 1977 los enormes bloques de piedra que forman el Monumento al Descubrimiento de América: un conjunto de tres macroesculturas de hormigón llamadas Las Profecías, La Génesis y El Descubrimiento. Y desde el año 2001, por indicación del entonces presidente del Gobierno José María Aznar, ondea una gigantesca bandera nacional, de 290 metros cuadrados y 25 kilos de peso, hecha con tela de vela de barco.

Jardines del Descubrimiento. Plaza de Colón

Desde hace algunos años también se encuentra en esta plaza “Julia” una inmensa cabeza blanca de 12 metros de altura del artista Jaume Plensa, que se ha convertido en un elemento más de la misma.

"Julia". Plaza de Colón

A sus pies, pasa la vida de la ciudad: el tráfico diario, los skateboard boys los fines de semana, y multitud de actos, desfiles, concentraciones y manifestaciones que eligen este lugar por su amplitud y representatividad.

3. PLAZA VILLA DE PARÍS/PLAZA DE LAS SALESAS

A muy pocos metros la una de la otra, tienen en común que se encuentran flanqueadas por algunas de las más importantes instituciones judiciales del Estado como el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional o el Consejo General del Poder Judicial. A la plaza Villa de París su nombre le viene como anillo al dedo pues tiene los rasgos de elegancia y distinción tan característicos de las que conforman la capital francesa, además de un magnífico arbolado. Parece mentira que inicialmente fuera una huerta que formaba parte del convento de las Salesas. Respecto a la plaza de las Salesas, valga la redundancia, su edificio clave es la iglesia de Santa Bárbara en cuya fachada destacan las dos estatuas instaladas en sendos nichos que representan a Francisco de Sales y a Santa Juana Francisca de Chantal, fundadores de la orden de las Salesas. Lo mejor es su interior con su gran cúpula, las pinturas y, sobre todo, los sepulcros de Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza, además del sarcófago de mármol que guarda los restos del general O´Donnell. Efectivamente, ese rey junto con Felipe V, en la Granja de San Ildefonso, decidieron que no querían ser enterrados en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Plaza Villa de París

4. PLAZA DE SANTA BÁRBARA/ALONSO MARTÍNEZ

Esta plaza, cuyo suelo forma un pronunciado declive, era una de las salidas de Madrid por la puerta situada donde luego se abrió la glorieta de Alonso Martínez. El convento que le da nombre al espacio se hallaba hacia donde se abre la calle de Orellana. Frente a dicho convento de Santa Bárbara estaba el edificio levantado en tiempo de Carlos III para matadero del ganado de cerda y saladero de tocino. Posteriormente se trasladaría a ella la cárcel de la villa, siendo a la larga el mayor centro de reclusión que había en Madrid. No obstante quedan pocas construcciones de la época salvo algún palacio como el del conde de Villagonzalo o el de los condes de Guevara.

Plaza de Santa Bárbara

Por cierto que muy cerca de este lugar se encontraba el campamento gitano del que habla Cervantes en “La Gitanilla”, así como la fábrica real de tapices mandada construir por Felipe V en 1720.

En cualquier caso, esta es una de esas plazas que están siempre a rebosar de terrazas y de gente y punto de referencia del distrito Centro.

5. PLAZA DE OLAVIDE

Esta amplia glorieta octogonal formada por parterres de arbustos y una fuente en su centro en nada se parece a lo que fue en el pasado, cuando aquí se hallaba un antiguo mercado, construido con parte del armazón de hierro y zinc que formaba parte del Mercado de la Cebada, que se destinó a la venta de frutas y verduras.

Plaza de Olavide

Lleva el nombre de Pablo de Olavide, un hombre de poderoso talento y de inquieto espíritu, famoso por su proyecto de colonización de Sierra Morena, para el cual encontró graves y continuadas dificultades, que impidieron el buen término de su realización. Sufrió también persecuciones por sus ideas religiosas por parte de la Inquisición, aunque conseguiría huir a Francia.

Es otro de esos lugares atestado de bares y terrazas donde los madrileños nos dejamos caer a menudo en cuanto el buen tiempo lo permite.

6. PLAZA DE CHAMBERÍ

En ella se instauró un campamento militar durante la ocupación francesa, Daoiz y Velarde lucharon contra los soldados del país vecino, nació el ministro de trabajo de la II República, Largo Caballero, o alberga la única estación de metro que tuvo que ser cerrada, por lo que no es poca la importancia que ha tenido a lo largo de su historia.

Es justo ese último su edificio más relevante. La antigua estación de metro de Chamberí es hoy un museo que recrea la época en que se inauguró, 1919, con anuncios publicitarios de aquellos años, taquillas y otros recuerdos centenarios. Es un viaje en el tiempo muy interesante.

Plaza de Chamberí

Los madrileños nos pasamos muchos años preguntándonos que habría sido de dicha estación de metro: sabíamos que existía pero no figuraba en ningún plano y los trenes no paraban en ella. La estación estaba en la Línea 1, entre las de Bilbao e Iglesia, y funcionó hasta 1966, cuando los trenes del suburbano madrileño y los andenes de las estaciones aumentaron de largo. Por dificultades logísticas, Chamberí no pudo ampliarse y la estación se cerró hasta el 2008, cuando fue reabierta al público como museo.

7. PLAZA DE LA INDEPENDENCIA

Llamada así en honor a los sucesos ocurridos el 2 de Mayo de 1808 contra las tropas francesas es sobradamente conocida por el monumento que se sitúa en el centro de la misma: la emblemática Puerta de Alcalá, situada sobre el mismo lugar donde Felipe III levantó un gran arco para celebrar la entrada en Madrid de su esposa, Margarita de Austria.

Sería el Borbón Carlos III quien encargó esta monumental puerta al arquitecto Sabatini, quien la terminó en 1778. No hay que dejar de destacar igualmente las espléndidas esculturas que la adornan, obra de los mismos artistas que trabajaron en la fuente de Cibeles.

Puerta de Alcalá. Plaza de la Independencia

La plaza también es preámbulo de una de las puertas que dan entrada al parque del Retiro, en un tiempo jardín de ensueño para el rey Felipe IV y hoy pulmón de Madrid y parque donde los madrileños disfrutamos de múltiples actividades al aire libre en un entorno privilegiado con el lago artificial y el palacio de Cristal como los elementos más relevantes de este jardín privilegiado.

8. PLAZA DE CIBELES

Presidida por la fuente de la diosa, constituye un verdadero centro mágico y simbólico de Madrid, con los grandes poderes a su alrededor. La propia Cibeles, proyectada por Ventura Rodríguez, representa la madre Tierra y la abundancia, en su carro tirados por dos leones, en realidad Atalanta e Hipómenes, dos jóvenes enamorados a los que Zeus castigó por profanar su santuario.

Plaza y Fuente de Cibeles

En el lado este, enmarcando, al fondo, a la puerta de Alcalá, se encuentra el espectacular palacio de Comunicaciones, representando a Hermes, dios de los viajes. Justo al lado se puede ver el palacio de Linares, del siglo XIX, célebre por sus supuestos fantasmas, albergando en la actualidad la Casa de América. Por cierto que uno no puede perderse las vistas que se consiguen desde la terraza del nuevo Ayuntamiento, las cuales se pueden disfrutar mientras se toma una copa.

Plaza de Cibeles

En el oeste, abriendo camino hacia la Gran Vía, el edificio del Banco de España, símbolo del dinero, y levantado en el siglo XIX sobre los palacios de Alcañices y Lorite, es un verdadero catálogo escultórico. Frente a él, el palacio de Buenavista el cual fue propiedad de los duques de Alba y que hoy alberga el Cuartel General del Ejército, representando así la guerra.

Por último, Cibeles cierra un extremo del llamado Salón del Prado, proyecto de Carlos III para transformar el paraje por el que bajaba el arroyo Abroñigal. El Museo del Prado, el Jardín Botánico y el Observatorio Astronómico salpican un espacio ajardinado jalonado por fuentes: Apolo, Neptuno y las Cuatro Estaciones, de Ventura Rodríguez.

9. PLAZA DE LA LEALTAD

Forma un bello semicírculo, en el cual hubo de proyectarse en tiempo de Carlos III hacer una galería de una columnata cubierta, que pudiera servir de refugio a los paseantes en caso de lluvia, y en la que se establecerían fondas, cafés y algunos comercios de frivolidades.

Los fusilamientos de la noche del 2 al 3 de mayo de 1808, acaecidos principalmente en este paraje, hicieron de este suelo un lugar santificado. Las Cortes de 1814 decretaron el 24 de mayo la construcción de un monumento para las víctimas de los soldados del francés Murat; pero pasaron algunos años hasta que, después de desechados otros proyectos, se levantó en el lugar el obelisco que hoy se puede observar. En primer plano se halla colocada la urna guardadora de las cenizas de los mártires a cuya memoria elevóse el monumento, y en el opuesto aparece un relieve en el que está representado un león que defiende las armas nacionales, cuyo escudo sostiene un genio. Se observar también un bajorrelieve con los retratos de Daoíz y Velarde, así como las armas de Madrid y coronas de laurel. También las estatuas que representan la constancia, el valor, la virtud y el patriotismo.

Plaza de la Lealtad

En la parte izquierda de la plaza destaca la fachada principal del palacio de la Bolsa de Comercio, fundada por Fernando VII en 1813. En la parte derecha se observa el Hotel Ritz.

10. PLAZA DE NEPTUNO

Aunque su verdadero nombre es el de plaza de Cánovas del Castillo, apenas nadie utiliza el nombre del veterano político para referirse a este punto de la ciudad, recibiendo así el sobrenombre del famoso dios que la preside desde su pedestal en la fuente del centro. Estratégicamente situada en el corazón del eje cultural de la ciudad, a un lado tiene el Museo del Prado y la iglesia de los Jerónimos; al otro, el Thyssen y el Congreso de los Diputados, y en cada uno de sus flancos, los magníficos edificios de los hoteles Palace y Ritz, la elegancia hecha instalación.

Plaza y Fuente de Neptuno

La fuente de Neptuno marca ahora su eje, aunque en su primitiva ubicación estaba ligeramente escorado, y mirando hacia su vecina, la diosa Cibeles.

11. PLAZA DE LAS CORTES

Situada entre las desembocaduras de la Carrera de San Jerónimo y la calle del Prado es el lugar donde se encuentra la más importante institución del Estado: el Congreso de los Diputados.

En su momento fue un extremo de la villa levantándose el primer arco triunfal en honor a la entrada en Madrid de doña Ana de Austria, cuarta mujer de Felipe II. También en este lugar se hallaba un convento de clérigos el cual sería completamente destruido por un incendio en 1823.

Congreso de los Diputados. Plaza de las Cortes

Cuando falleció Fernando VII, hubieron de reunirse las Cortes de 1834, pudiéndose utilizar los restos del anterior con alguna pequeña restauración para realizar sesiones parlamentarias hasta 1841, en que por hallarse el edificio casi en ruinas, se trasladó el Parlamento al salón del Teatro Real. Después de discutirse la ubicación se decidiría que el nuevo Congreso de los Diputados se construiría en la actual ubicación, colocando la primera piedra la joven reina Isabel II un 10 de octubre de 1843 y terminándose en 1850.

El jardincillo que ocupa el espacio más ancho de la plaza de las Cortes, y en el que había dos gigantescos eucaliptos, destrozados por el ciclón de 1886, está presidido por la estatua de Cervantes, cuyo nombre ha llevado también esta plaza. Por cierto que el proyecto de erigir una estatua al autor del “Quijote” es de José Bonaparte.

Plaza de las Cortes

12. PLAZA DE CANALEJAS

Dedicada al político José de Canalejas que sería asesinado de un disparo por un anarquista sin escrúpulos, es una pequeña plaza circular que ofrece una buena panorámica con imponente edificios, rematados por cuadrigas y ángeles, que enmarcan la iglesia de las Calatravas.

El edificio que más resalta es el de La Equitativa que se destinó en su origen a oficinas, tiendas y locales de restauración. Luego fue durante muchos años sede bancaria, y ahora, después de una importante remodelación, se ha convertido en el exclusivo hotel Four Seasons.

Hotel Four Seasons. Plaza Canalejas

Enfrente, en el lado derecho de la plaza, se pueden contemplar otros tres edificios con arquitectura singular, aunque hay uno de ellos que destaca sobre el resto: el conocido como Casa de Allende que adorna su fachada con opulencia de detalles y elementos arquitectónicos de estilo español. Sus torres de castillo de cuento de hadas y la decoración con esculturas, columnas y rejas lo convierten en un edificio único.

Casa de Allende. Plaza Canalejas

13. PLAZA DE SANTA ANA

El origen de su nombre lo tiene en el convento de Santa Ana que se encontraba en este lugar y que fue demolido, junto con otros cuantos, por orden del intruso rey francés José I, eso sí, con el objetivo de ampliar los espacios urbanos de la villa. Por algo el pueblo de Madrid llamó al Bonaparte, entre otras cosas, “el rey plazuelas”.

La estatuas de Calderón y García Lorca presiden la plaza, rodeada de cafés y cervecerías y célebre por su ambiente nocturno. En uno de sus laterales se encuentra el Teatro Español, el más antiguo de Madrid, levantado sobre el anterior teatro del Príncipe, alzado este a su vez sobre el corral de la Pacheca, del XVI, en el que estrenaron sus obras Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, etc.

Teatro Español. Plaza de Santa Ana

Por cierto, que entre los muchos locales ocupados por bares y cervecerías, destaca especialmente una situada a la izquierda del teatro. Es la Cervecería Alemana, auténtico reducto de tiempos pasados, de tertulias y meriendas, y entre cuyos clientes se encontraba un famoso escritor, habitual en este tipo de establecimientos, Ernest Heminway.

No podemos olvidarnos tampoco, en otro de los laterales, del Hotel Reina Victoria, con sus fachadas blancas y acristaladas, como una sucesión de ordenados miradores y con un alto torreón de pizarra rematado por una gran esfera, que le da fuerza y carácter. El edificio fue en su origen destinado a albergar unos grandes almacenes, para después convertirse en este hotel famoso en su día por ser el más utilizado por los toreros y que ahora, totalmente remodelado, cuenta con una de las terrazas más concurridas en las noches de verano madrileñas.

Hotel Reina Victoria. Plaza de Santa Ana

14. PLAZA DE LA PROVINCIA

Esta plaza es de las más típicas de Madrid. Debe su nombre a las antiguas escribanías de la provincia, que estaban en el edificio de la Audiencia. Es una plaza formada por casas con soportales, menos el lado que corresponde al edificio que, después de haber pasado por diversos destinos, acabó siendo el ministerio de Asuntos Exteriores, hoy ya también en otra ubicación. Dicho edificio es el más importante de la plaza y corresponde al Palacio de Santa Cruz construido por Gómez de Mora, el mismo que diseñó la plaza Mayor. Antes de ser palacio sería cárcel y tribunal.

Palacio de Sta Cruz. Plaza de la Provincia

En la plaza también se puede ver la fuente de Orfeo representado con un violín y a su lado el perro Cerbero al que durmió con su música para rescatar a su amada. También se observa un bloque de piedra donde se conmemora la adhesión de España a la Unión Europea el 1 de enero de 1986.

Plaza de la Provincia

15. PLAZA MAYOR

Puro Madrid de los Austrias, Gómez de la Serna la definió como “Patio de las Españas”. Ha sido escenario secular de autos de fe, corridas de toros, representaciones teatrales y ejecuciones públicas. Sus terrazas y soportales representan hoy un remanso de paz en mitad de la vorágine de la gran urbe. Nueve puertas abren la gran plaza, realizada entre los siglos XVI y XVIII sobre la antigua del Arrabal, hacia las calles y callejuelas del Madrid viejo.

Plaza Mayor

Es, sin duda, la más representativa y bonita de Madrid, con su adoquinado, la estatua ecuestre de Felipe III en el centro y las hermosas fachadas de las casas de la Panadería y la Carnicería. La primera además de ser en su día la principal de la villa, luego fue sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y lugar de visita real. La segunda era en tiempos el depósito general de carnes.

No hay que olvidar tampoco el famoso Arco de Cuchilleros, el cual abre el camino hacia las Cuevas de Luis Candelas y la Cava de San Miguel, con sus mesones típicos.

Plaza Mayor

En los cimientos de la plaza, Casa Botín presume de ser el restaurante más antiguo del mundo, a saber si ello es cierto.

16. PUERTA DEL SOL

Kilómetro cero de las carreteras españolas, es el ombligo de Madrid. Lo primero que llama la atención es que es una plaza que no lleva tal nombre, sino el de “Puerta” dado que en tiempos de Carlos I existía aquí una fortaleza medieval, defendida por los comuneros de Castilla en su lucha contra el emperador en el año 1520. Fue demolida en 1560, aunque durante un tiempo se mantuvo en pie su puerta como homenaje a la libertad. Esa puerta es la que tenía un sol labrado sobre su dintel y la que desde entonces da nombre a esta plaza: la puerta del Sol, que por su origen también podía haberse llamado la Puerta de la Libertad.

Por la Puerta del Sol se distribuyen algunos de los símbolos de la villa como la antigua Casa de Correos a la que se le añadió posteriormente la torre del reloj con su carillón y que hoy es el reloj más famoso de España, el que marca con exquisita puntualidad el final y el principio de cada año mientras nos comemos las uvas y hacemos nuevos buenos propósitos. Pero este no ha sido siempre el reloj de la plaza. Antes había otro, famoso en este caso por su impuntualidad que se encontraba en la ya desaparecida iglesia del Buen Suceso. Respecto al bello edificio barroco – neoclásico, que ensalza y enriquece la plaza, hoy alberga la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Puerta del Sol

Otro elemento emblemático es el cartel del “Tío Pepe”, el único indultado cuando, en una de las numerosas reformas a que se ha sometido la plaza, se decidió retirar todos los reclamos publicitarios.

Tampoco pasa desapercibida la estatua de Carlos III (“el mejor alcalde de Madrid”), presidiendo el centro de la plaza, siendo la única del monarca en la que aparece sobre un caballo de las dedicadas a él en la capital.

Puerta del Sol

Y por supuesto no podía olvidar otro de los iconos de Madrid por excelencia: la escultura de El Oso y el Madroño, símbolo heráldico de la ciudad, la cual volvería a su ubicación original en 2009, tras pasar 25 años en la calle del Carmen.

Puerta del Sol

De Sol además parten, a lo largo de una amplia zona peatonal, las calles de Preciados y del Carmen, que constituyen un abigarrado centro comercial donde compiten los grandes almacenes. Todo un espectáculo que en fechas señaladas, como la Navidad, congrega a decenas de miles de personas.

17. PLAZA DE LAS DESCALZAS REALES

Dentro del pequeño caos de isletas de diferentes alturas, pavimentos y bordillos, cuenta con una joya única de nuestro patrimonio: el Real Monasterio de las Descalzas, que da nombre a la plaza. La fachada de su iglesia está realizada en piedra granítica y ladrillo y es de trazas renacentistas. En su construcción intervino Juan Bautista de Toledo y Juan de Villanueva. Se construyó sobre el antiguo palacio de los reyes de Castilla y fue fundado en 1564 por doña Juana de Austria, hermana de Felipe II, que había nacido aquí. Esta institución sirvió desde entonces de hogar y refugio para religiosas y viudas de sangre real. Su interior alberga dos interesantes claustros, una impresionante escalera y pinturas de Zurbarán, Rubens o Tiziano.

Plaza de las Descalzas Reales

18. PLAZA DE LA VILLA

En 1629, Felipe IV concedió licencia al  Ayuntamiento para construir un edificio que le sirviera de sede permanente, siendo así como nació la Casa de la Villa, cuna por tanto del municipalismo madrileño. Aunque ya sabemos que las dependencias municipales se trasladaron hace ya años al palacio de Comunicaciones de Cibeles. Su estilo es el herreriano de los Austrias, destacando su doble portada, el patio de cristales y el antiguo oratorio que hacía las veces de despacho del alcalde de Madrid, cuando este todavía ocupaba esta sede. El famoso arquitecto Villanueva terminó en el siglo XVIII la fachada de la calle Mayor.

Plaza de la Villa

Del siglo XVI, y en la misma plaza, están la Casa y la Torre de los Lujanes. Esta última, por cierto, fue la cárcel donde se retuvo a Francisco I de Francia cuando acabó la guerra entre dicha nación y la española. Se le considera, además, el edificio civil más antiguo de la ciudad, siendo un ejemplar único del mudéjar del XV, con una bella portada gótica.

Destacable también es la Casa de Cisneros, unida por un paso elevado a la Casa de la Villa. Nunca alojó al cardenal, aunque sí a su sobrino y a personajes como Antonio Pérez, secretario de Felipe II, o los condes de Campomanes y Romanones.

La estatua de Don Álvaro de Bazán, Gran almirante de Felipe II, preside el recoleto y agradable espacio.

19. PLAZA DE ISABEL II

Más conocida por los madrileños como plaza de Ópera, al ubicarse aquí la estación de metro del mismo nombre. Su nombre oficial está dedicado a esta reina, hija de Fernando VII, y que fue protagonista de gran parte del siglo XIX español, con sus guerras civiles carlistas entre otras turbulencias, y bajo cuyo reinado se terminó e inauguró el Teatro Real, que aquí vemos luciendo sus mejores galas, siendo uno de los mejores teatros de ópera del mundo y con posibilidades de realizar en él cualquier tipo de montaje.

Plaza de Isabel II

Otro edificio singular de este espacio es el antiguo cine Real Cinema, reconocido como innovador por los estudiosos de la arquitectura. Hoy se encuentra completamente cerrado.

En el centro de la plaza se encuentra el monumento dedicado a la reina Isabel II, una bella estatua que dicen que fue costeada por uno de los muchos admiradores de esta popular reina.

20. PLAZA DE ORIENTE

Construida con el doble objetivo de dar perspectiva y, al mismo tiempo, mantenerse a una cierta distancia en caso de producirse algaradas frente al palacio Real, la plaza de Oriente es un proyecto de José I Bonaparte, que sacrificó para su construcción un apretado conjunto de casas entre las que se encontraba la del pintor Velázquez.

Sus jardines, entre el palacio y el teatro, son uno de los espacios más nobles de la capital, cuyo trazado fue encargado por Isabel II. Flanqueando los mismos se puede ver una espléndida muestra de estatuas de los diferentes reyes de España, desde los visigodos de los diferentes reinos que conformaban nuestro territorio hasta los de civilizaciones precolombinas, pasando por algunos del Imperio Romano o incluso Carlos II. Muchos de ellos estaban destinados, en principio, a estar situados en las cornisas del palacio, pero el deseo expreso de la reina Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V, haría desistir de esa idea.

Plaza de Oriente

En el centro de los mismos se encuentra la bellísima estatua ecuestre de Felipe IV, frente al palacio, la cual se realizó sobre bocetos de Velázquez con la intervención del mismísimo Galileo Galilei (equilibrio del caballo sobre las patas traseras). Sería un regalo de Cosme de Médicis al rey español y se fundió en Módena.

Plaza de Oriente

Desde esta plaza también se tiene una excelente perspectiva del Teatro Real, que como ya vimos gozó de un gran prestigio como teatro de la Ópera, devolviéndolo a su uso original en 1997. En él destacan la sala Italiana, con su extraordinaria acústica, las dimensiones de la caja escénica y la gran lámpara central.

21. PLAZA DE ESPAÑA

Aunque no es de las plazas más bonitas, las alturas de la Torre de Madrid y del Edificio España ponen de relieve la monumentalidad de este gran espacio, en el que confluyen amplios viales como Bailén, Ferraz, la Gran Vía y Princesa, comunicando el barrio de Moncloa con el gran Madrid. Los casi recién mencionados edificios fueron los primeros rascacielos de la capital, obra en ambos casos de los Otamendi, importantes arquitectos que desarrollaron buena parte de su obra en Madrid.

Plaza de España

Hace poco se ha inaugurado una espectacular terraza en el Edificio España, actual hotel Riu Plaza, que brinda unas espectaculares vistas de la ciudad desde sus cuatro puntos cardinales.

Por otro lado, decenas de personas se fotografían a diario junto al Monumento a Cervantes, es decir las estatuas de bronce de Don Quijote y Sancho Panza, o frente a la estatua de mármol de Miguel de Cervantes, en uno de los centros simbólicos de la hispanidad literaria.

Casi escondida en la calle de San Leonardo, frente a la plaza de España, la iglesia de San Marcos lleva la firma del gran arquitecto de Madrid Ventura Rodríguez, con una bella portada y un interior que custodia algunas obras de arte relevantes. Es Monumento Nacional desde 1944.

Por cierto que en estos momentos está siendo objeto de una importante remodelación y casi toda ella está en obras y con las estatuas tapadas para su protección, por lo que habrá que esperar bastante tiempo hasta verla terminada.

22. PLAZA DEL CALLAO

Es otro de los lugares más emblemáticos del Madrid actual, una plaza activa, con cines, grandes almacenes y enormes pantallas que la llenan de colorido.

Su nombre se debe a la batalla de la guerra del Pacífico de 1866, en que la marina española bombardeó el puerto peruano de ese nombre. Los dos bandos se consideraron ganadores del enfrentamiento, siendo quizás el mejor resultado posible de una batalla.

Aunque la plaza existía antes como encrucijada de diversas calles, su forma actual data de 1920, año en que se remodeló con motivo de la construcción de la Gran Vía. Se puede decir que es una plaza de cine. No sólo por todos los que la rodearon durante años, ahora apenas quedan salas en pie, sino por su aspecto tan hollywoodiense, y por aparecer en la inmensa mayoría de las fotografías que quieren reflejar un Madrid moderno, bullicioso y tirando a neoyorquino.

Plaza del Callao

Algunos de sus edificios más simbólicos serían el edificio Capitol, estrella de las postales turísticas, emblema indiscutible de la zona y protagonista de buena parte del metraje de algunas de las producciones cinematográficas españolas más populares. Su hermano gemelo sería el edificio Flatiron situado en Nueva York. Otro sería el Palacio de la Prensa, donde estaba instalada la redacción de la mejor revista de humor de todos los tiempos, La Codorniz.

Por último habría que citar los edificios de El Corte Inglés y FNAC, ambos también con grandes pantallas que dan ese aspecto luminoso y cosmopolita a la plaza. Desde la terraza del primero se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la Gran Vía y de los tejados del Viejo Madrid.

23. PLAZA DE SAN MIGUEL

Llamada así porque aquí se situaba la iglesia del mismo nombre. Fue demolida en el siglo XIX y sólo se salvó el sagrario, que ahora se encuentra en la basílica de San Miguel.

En el lugar que ocupaba la iglesia se levantó el mercado de estructura de acero y vidrio que afortunadamente se puede ver hoy en día. Se ha convertido en el último de su especie que queda en Madrid, ya que hace años se salvo de su derribo para pasar a ser el primer y mejor mercado gastronómico de la capital. Esta gran idea se vio recompensado por el éxito, ya que hoy en día este es un punto de visita obligada para turistas, lugareños o simples paseantes.

Plaza y Mercado de San Miguel

Enfrente del mercado se pueden ver los edificios de la Cava con sus fachadas en tonos ocre, salmón y tierra, que simulan a veces piedra o ladrillo y dan un agradable colorido a la calle.

24. PLAZA DE PUERTA CERRADA

He aquí otra plaza que, como la de Sol, tiene el nombre de puerta. Lo de “puerta” está claro, aquí se situaba uno de los accesos de la muralla medieval cristiana del siglo XII. Lo de “cerrada” tiene su historia. Al principio fue conocida como la del Dragón o de la Culebra, por la bicha que tenía grabada sobre su dintel. Pero su nombre final fue el de Cerrada, parece que debido a que el lugar era muy frecuentado por los amigos de lo ajeno, que aligeraban a los viandantes de sus pertenencias en los oscuros rincones y recovecos cercanos a la puerta, por lo que el Ayuntamiento cortó por lo sano y ordenó su cierre.

Plaza de Puerta Cerrada

La plaza es alargada y de geometría irregular, ya que su forma actual responde al trazado de la antigua muralla. A ella llegan nueve calles, lo que la convierte en una auténtica encrucijada. Está presidida por una gran cruz de piedra, plantada más o menos donde se situaba la antigua puerta. Esta es la última cruz que queda en Madrid de las muchas que de hierro o piedra poblaban las plazas y calles de la villa. Fue la única que se salvó, ya que todas las demás fueron derribadas cumpliendo una ordenanza  de 1805 del alcalde don José Marquina.

25. PLAZA DE LA PAJA

Situada en lo que en su día fuera el barrio de la Morería, encorsetado entre dos murallas, la árabe y la cristiana, esta plaza era el lugar donde los campesinos llevaban la paja para alimentar los caballos de las autoridades eclesiásticas en la zona. Madrid en estos siglos del Medievo era una frontera entre musulmanes y cristianos en sus luchas de conquista y reconquista, y entre su población se mezclaban  tradiciones, lenguas y religiones con una facilidad que tal vez explique el carácter abierto y acogedor de los actuales madrileños.

Fue Alfonso VI el que mandó levantar la segunda muralla de Madrid, que concentró en su perímetro no sólo a esta plaza de la Paja, sino a otras de la zona igual de representativas, como la del Alamillo, o la costanilla de San Andrés. Este espacio, uno de los más antiguos de la ciudad, era el corazón de la capital durante la Edad Media, el mercado y el punto donde confluían las principales actividades ciudadanas. Y por eso allí vivían muchas familias nobles, en estupendos palacios de los que apenas queda huella, salvo el que fue de los Vargas.

Plaza de la Paja

La plaza mantiene una diferencia de altura muy grande. Cuenta con algunas interesantes construcciones como la capilla del Obispo, el mencionado palacio de los Vargas, o los jardines del príncipe de Anglona, del siglo XVI, una delicia para los sentidos.

26. PLAZA DE SAN ANDRÉS

En este lugar nos encontramos con el museo de los Orígenes. Está instalado en el palacio de los Condes de Paredes, y en su fachada una placa reza: “Aquí vivió y murió San Isidro”. El museo cuenta con una gran colección de objetos relacionados con la historia y el origen de la ciudad y con la vida del Santo Patrón de Madrid. En la entrada se encuentra un precioso patio renacentista y un pozo en el que se cayó por accidente el hijo del santo, sacándolo San Isidro haciendo crecer las aguas. Nuestro Patrón es un santo campesino y todos sus milagros tienen un punto humilde y cotidiano.

Plaza de San Andrés

La plaza se cierra al oeste por la iglesia de San Andrés, en la que está integrada la capilla de San Isidro, donde fue sepultado el santo en el año 1130. El conjunto tuvo que ser reconstruido tras su destrucción en la Guerra Civil, y hoy en día sus fachadas de ladrillo y piedra y la gran cúpula de la capilla son una coronación imponente para esta zona de la ciudad. A la entrada de la iglesia un jardín recoleto y arbolado da la oportunidad de relajarse.

27. PLAZA DE CASCORRO

Esta famosa plaza debe su nombre al pueblo de Cuba donde el soldado Eloy Gonzalo fue en solitario el 26 de septiembre de 1896 a atacar las posiciones de los enemigos que cercaban las tropas españolas. Acto de heroísmo que aquí se premió con la estatua que se sitúa en el centro de la plaza. Eloy murió menos de un año más tarde con 28 años, pero al menos desde donde esté podrá presumir de ser uno de los pocos madrileños de origen humilde que cuentan con una estatua en la ciudad. Y no sólo eso, también con una importante calle en el barrio de Chamberí.

Plaza de Cascorro

La plaza es irregular en su forma y en las alturas de las casas de su perímetro.

Un día entre semana vamos a encontrarnos una plaza tranquila y sosegada, aunque la actividad se mantiene con algunas tiendas de muebles, otras de ropa y unos cuantos bares entre los que destaca Casa Amadeo, famoso por sus caracoles, o Malacatín que hace un impresionante cocido desde 1895 en la cercana calle de  La Ruda. Dicen que quien sea capaz de acabarlo está dispensado de pagar. Nosotros éramos cuatro y no os digo lo que sobró.

Pero la tranquilidad de la que hablo desaparece el domingo. Ese día se instala el mercado callejero más famoso de España, El Rastro. Parece que su nombre proviene del rastro que dejaban los animales que se sacrificaban en un matadero que aquí se ubicaba,  y en cuyos alrededores se empezaron a montar puestos de venta de todo tipo de mercancías, lo que dio origen al actual mercado dominical.

28. PLAZA DE CHUECA

El colectivo gay ha convertido la en otro tiempo olvidada plaza de Chueca en un referente de modernidad. Muchas viviendas han sido rehabilitadas, con gusto y con una fuerte inversión económica; han abierto comercios; se ha rehabilitado el tradicional mercado de San Antón hasta convertirse en una instalación de diseño y vanguardia…; el barrio ha experimentado una transformación brutal y ha ganado en personalidad.

Pero tanto en ella como en los alrededores hay gran cantidad de restaurantes, bares y lugares de ocio, lo cual anima mucho la zona.

Plaza de Chueca

Este barrio es también el epicentro de las fiestas del Orgullo Gay, que cada año se celebran en la frontera entre los meses de junio y julio, y que atraen hasta la ciudad, y en concreto hasta estas calles, a más de un millón de personas llegadas de todos los puntos de España y también de Europa.

29. PLAZUELA DE ANTONIO VEGA

Antonio Vega es un símbolo de la Movida y de los años 80, y también de una época en que muchos  jóvenes se despeñaron por una pendiente sin salida que en muchos casos les precipitó a la muerte. Su canción “La chica de ayer” se ha convertido en el himno de toda una generación.

Poco tiempo después de su muerte, el Ayuntamiento de Madrid decidió poner su nombre a una vía pública de la ciudad. La elegida fue una pequeña plazuela situada muy cerca de la calle donde estaba, y aún permanece, el Penta, un local mítico de la noche ochentera que el propio Antonio Vega incluyó en la letra de su Chica de ayer. En el descubrimiento de la placa con el nombre de la plaza, en el año 2011, estuvieron presentes amigos como Miguel Ríos, Teo Cardalda (Golpes Bajos) o Álvaro Urquijo (Los Secretos), además de la madre y los hermanos del cantante. Varios de sus antiguos compañeros de grupo tocaron varias piezas en un homenaje íntimo y cercano a aquel muchacho triste.

Plazuela de Antonio Vega

Esta es probablemente la plaza más personal que he decidido incluir en esta gran lista por lo que no destaca especialmente por ningún rasgo característico, pero a nivel personal sí quería que estuviese por los recuerdos que me trae de mi juventud.

30. PLAZA DEL DOS DE MAYO

El día 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó en armas contra el invasor francés. Fue el comienzo de una guerra atroz que duró seis años. Y a Madrid ese día le nació el germen de esta plaza del Dos de Mayo en lo que entonces era el Parque de la Artillería de Monteleón.

Allí acudieron los vecinos en busca de armas con las que combatir a las tropas francesas. Allí estaban los militares Daoiz y Velarde, que se dejaron la vida en el intento de frenar a los soldados del país vecino. Años después, en 1869, la instalación militar desapareció bajo la piqueta y en su lugar se abrieron varias calles y este espacio que recuerda aquella jornada negra. Sólo se conserva en el sitio la que era la puerta del Parque de Artillería.

Plaza del Dos de Mayo

El paso del tiempo y las modas han ido transformando la zona, que pasó de lugar de recuerdo de los acontecimientos heróicos de 1808 cuando aún era el barrio de Maravillas, a epicentro de la Movida cuando ya era Malasaña, y aún hoy reducto incombustible de los amantes de la fiesta hasta altas horas de la noche.

31. PLAZA DE LAS COMENDADORAS

Es otro de los lugares más típicos del antiguo Madrid, paraje sereno y apacible, en el que parece haberse detenido el tiempo, tiene el aspecto recoleto de una plazuela de cualquier vieja ciudad castellana.

Lleva el nombre del convento y la iglesia de las Comendadoras de Santiago que allí se hallan. El monasterio se fundó por orden de Felipe IV, el año 1650. El templo es de los mejores de Madrid y anterior al actual edificio del convento, habiendo sido obra de Sabatini. El gran Lucas Jordán pintó para el altar mayor un cuadro representando al apóstol titular. En la sacristía, realizada por uno de los arquitectos que hicieron las antiguas Salesas Reales, se pueden contemplar las estatuas de todos los reyes, desde Carlos I hasta Fernando VI.

Plaza de las Comendadoras

Y hasta aquí este paseo por las hermosas plazas de la Capital, repletas de historia y grandes acontecimientos. Como ya comenté al principio es imposible incluirlas todas y aquí he mencionado las que para mí son las más importantes o monumentales, las más bonitas o las que tienen un mayor significado sentimental, pero seguro que el criterio es diferente en otras personas que quitarían unas y añadirían otras, pero ya sabemos que en la variedad está el gusto.


No hay comentarios :

Publicar un comentario