OESTE EEUU - DIA 20. San Francisco: de las Painted Ladies al Fishermans Wharf

23 de Septiembre de 2010.

Alamo Square es un bonito barrio de San Francisco que destaca por su inmenso jardín verde, flanqueado en uno de sus laterales por las llamadas Painted Ladies o señoras pintadas, es decir, seis elegantes casas victorianas que forman una de las postales más famosas de la ciudad y que han salido en infinidad de películas y series, como Padres forzosos. Si a todo esto le añades que a lo lejos puedes divisar el barrio financiero, pues podemos decir que es una de las zonas que más merecen la pena en la visita a la urbe.

The Painted Ladies. Alamo Square

Así es como empezaríamos el día, llegando a estas bellezas arquitectónicas en un autobús que cogeríamos muy cerca de donde estaba nuestro hotel. A partir de aquí, a todos los lugares de interés por los que continuaría nuestra visita llegaríamos andando, pues es la forma que más nos gusta para conocer una ciudad.

En nuestra larga caminata estos serían los puntos que podríamos conocer por orden de llegada a los mismos:

  • City Hall o Ayuntamiento: un imponente monumento de estilo Bellas Artes, decorado con columnas dóricas. La clásica cúpula está inspirada en la de San Pedro de Roma.
City Hall

  • Saint Mary´s Cathedral: evoca un barco de velas blancas con su inmensa cúpula de hormigón armado coranada por una cruz de 18 metros.
  • Japantown: el feudo de los templos sintoístas, casas de té, restaurantes de sushi, etc.
Japantown

  • Lafayette Park: un lugar privilegiado desde donde se ve una preciosa panorámica de la bahía.
  • Grace Cathedral: réplica de Notre Dame de París, es la principal iglesia episcopal de San Francisco y alza su estructura de hormigón armado en la cima de Nob Hill. Lo mejor, sin duda, el monumental portal de bronce, copia de la célebre puerta del paraíso de Ghiberti en el baptisterio de la catedral de Florencia.
Grace Cathedral

Grace Cathedral

  • Nob Hill: la colina más alta de la ciudad y una de las siete originales. Otro lugar desde donde poder tomar buenas fotografías de San Francisco.
San Francisco y Alcatraz desde Nob Hill

Llegados a este punto y como ya eran las 14.30, decidimos hacer una última visita y desde allí marcharnos a comer. Así, terminaríamos la primera parte del día con la famosísima Lombart Street, la calle más sinuosa con ocho sorprendente curvas y una pendiente del 27%. Fue construida en 1922 y a lo largo de su historia ha sido escenario habitual de persecuciones sobre ruedas en filmes de todo tipo de género. Y  hablando de cine, a lo lejos, en el horizonte, otro decorado de película, Alcatraz.

San Francisco desde Lombard Street

Lombard Street

El lugar elegido para saciar el apetito sería una pizzería en Fisherman´s Wharf, sin duda el punto del puerto con más vida y encanto y también atestado de gente, costándote incluso andar en algunos momentos.

Fishermans Wharf

La tarde la dedicaríamos a pasear, tranquilamente, por Marina Boulevard y la ribera de la bahía de San Francisco, encontrándonos en nuestro camino lugares como Hyde Street Pier, una impresionante colección de barcos de época y Fort Mason, un complejo cultural con teatros, cafés y restaurantes que sustituyen a los antiguos almacenes y cuarteles militares.

Tras avanzar unos metros más allá de este último punto, encontraríamos unos agradables bancos donde decidiríamos pasar lo que restaba de tarde, disfrutando de las vistas del Golden Gate y Alcatraz, mientras charlábamos relajadamente.

San Francisco desde Paseo Marítimo

Para regresar a casa, aunque ya habíamos montado en algún  que otro tranvía cerrado a lo largo de nuestra estancia en la ciudad, todavía nos quedaba por probar el dar un paseo en el auténtico tranvía donde puedes ir al aire libre amarrado a una barra lateral y sintiendo el aire fresco en tú cara. Así que para volver al hotel cogeríamos el situado en Fisherman´s Wharf, auténtico y genuino como las góndolas lo son a Venecia y los autobuses de dos pisos a Londres.

Tranvías de San Francisco

Este modelo que funciona tan sólo en tres líneas es tan auténtico debido a que se mueve sin motor y a través de un sistema de cable, avanzando a quince kilómetros por hora.

La sensación que tendríamos es como si de repente nos hubiéramos trasladado a finales del S.XIX cuando el tranvía era la mejor manera de subir y bajar las colinas de la ciudad, porque además al espectáculo de viajar en este medio, ya de por sí curioso, hay que sumarle los inconfundibles sonidos “ding ding” con los que va anunciando su paso por las diversas paradas.

En Tranvía por las calles de San Francisco

El tranvía nos dejaría sólo a dos manzanas de nuestro hotel, así que llegaríamos andando hasta él, picaríamos algo cerca y nos iríamos a dormir que el día había sido intenso.


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