Saint Jean Pied de Port es una tranquila población fundada
en el siglo XII junto al río Nive como lugar de descanso para los peregrinos
que realizaban el Camino de Santiago. Era por tanto su último punto de reunión
antes de entrar en España y llegar a la célebre localidad navarra de
Roncesvalles.
Su nombre – en euskera, Donibane Garazi – hace referencia a
su localización al pie del puerto de Ibañeta. Hoy, apenas supera los dos mil
habitantes, pero en tiempos del papado de Aviñón fue obispado y, luego, capital
de la Baja Navarra. Pese a su pequeñez, es un lugar animado, que en parte debe
su belleza a la pulcritud de sus calles y edificios, a los numerosos pequeños
comercios y a los encantadores hoteles familiares.
¿Y cómo acabaría conociendo este pequeño pueblecito tan
alejado de todo y sin estar realizando el Camino de Santiago? Pues porque me
encontraba de vacaciones en Navarra recorriendo su zona centro y norte y la
localidad de Monreal, donde teníamos nuestro centro de operaciones, para los
diez días que íbamos a estar en la Comunidad Autónoma, no estaba demasiado
lejos de ese lugar.
Efectivamente eran ochenta kilómetros los que separaban
Monreal de St Jean Pied de Port y dado que este día llegaríamos hasta
Roncesvalles, muy cerca de la frontera francesa, qué mejor que aprovecharlo
para conocerlo.
Nuestro camino nos obligaría a pasar por el puerto de
Ibañeta, de gran importancia histórica porque supuestamente sería aquí donde la
retaguardia del ejército de Carlomagno comandada por Roldán, sufriría una
importante derrota, perdiendo este último, además, su vida en ella.
En Honor a Roldán. Puerto de Ibañeta |
Herido de gravedad y haciendo un último esfuerzo por
abandonar el campo de batalla, Roldán, acabaría encaramado al collado y desde
el cerro que lo corona, tocaría el cuerno que permitiría alertar al rey
Carlomagno de lo que estaba sucediendo.
Es por ello que se puede ver la piedra que conmemora el
suceso, así como unas hermosas vistas de la zona y el valle circundante.
Vistas desde el Puerto de Ibañeta |
La parte antigua de la villa, defendida
por una muralla, se articula en torno a la calle de la Iglesia que se inicia en
la Puerta de Santiago y termina en la de España y atraviesa de punta a punta el
centro histórico de la ciudad. Se encuentra jalonada por viejas casonas de
piedra arenisca rojiza y atraviesa un puente de origen romano que ofrece una hermosa
vista de los balcones asomándose al río. Es común ver a los peregrinos del
Camino de Santiago transitando por aquí.
Saint Jean Pied de Port |
Saint Jean Pied de Port |
Otra arteria, la de la Ciudadela, continúa hasta la
fortaleza, protegida también por viejos edificios. Fue construida en 1668, tras
el Tratado de los Pirineos, por orden del famoso Richeliu, temiendo un posible
ataque de España, después de que se unieran las coronas de Francia y de Navarra
bajo el reinado de Luis XIII.
Subida a la Ciudadela. Saint Jean Pied de Port |
No hay que olvidarse, una vez en este emplazamiento,
acercarse al edificio que hacía las veces de prisión en el siglo XVIII y que es
conocido como “Cárcel de los Obispos”, aunque su función en el pasado es
probable que fuese la de almacenaje de mercancías.
Ciudadela. Saint Jean Pied de Port |
Ciudadela. Saint Jean Pied de Port |
Desde toda esta zona se consiguen unas excelentes vistas
tanto de la ciudad como del valle.
Vistas desde La Ciudadela. Saint Jean Pied de Port |
Vistas desde la Ciudadela. Saint Jean Pied de Port |
También una visita imprescindible sería la de su principal
edificio religioso: Nuestra Señora del Puente. Su campanario se apoya sobre un
arco, conocido como puerta de Notre Dame, a través del cual se llega a la ya
mencionada calle de la Iglesia.
Puerta de Notre Dame y Ntra Sra del Puente |
No hay comentarios :
Publicar un comentario