Nuestra
intención en la jornada que empezaba era, como puede ser evidente, visitar
tranquilamente Zagreb y al terminar poner rumbo a la casa que habíamos
reservado en las cercanías de los famosos lagos de Plitvice, para conocer estos
al día siguiente, pero las nefastas predicciones meteorológicas que daban para
mañana nos harían cambiar radicalmente los planes.
No
tendríamos dudas y, tras hablar entre nosotros, la decisión sería unánime. Lo
mejor era madrugar y aprovechar el día de hoy para recorrer los lagos, aunque
supusiera más paliza de coche, pues iba a hacer un tiempo excepcional, y volver
mañana a Zagreb y conocer esta con mal tiempo y desde la capital continuar
hasta Zadar y seguir con los planes previstos desde este punto.
Soy
consciente de que mucha gente hubiera prescindido de la capital croata, ya que
es cierto que no ofrece tantos alicientes como otras capitales europeas, pero
en nuestro caso no queríamos irnos del país sin conocerla pues es probable que
no tuviéramos otra oportunidad para ello y siempre nos han interesado las
ciudades más importantes de cada país, las que son el motor del mismo y donde
se concentran sus principales instituciones y organismos, por lo que, como he
dicho, no era una opción dejar de visitarla.
Por tanto,
nuestro día comenzaba madrugando bastante, levantándonos a las 07:30 y saliendo
tan sólo media hora después camino hacia los lagos de Plitvice, realizando en
el camino una breve parada en un supermercado para comprar zumos y bollos y
llenar el estómago mientras seguíamos rumbo hacia nuestro destino.
El camino
se hace parte por autovía y parte por carretera de doble sentido, por lo que
entre la mencionada parada anterior y que había algo de tráfico en algunos tramos
al ser domingo, llegaríamos al parking del Parque Nacional sobre las 10:30. En
condiciones normales los 130 km de distancia se hacen perfectamente en dos
horas.
El Parque Nacional de los lagos de Plitvice
se encuentra en el corazón de Croacia y es su joya de la corona en cuanto a
espacios naturales se refiere. Su extraordinario paisaje se formó a lo largo de
varios milenios, cuando el agua que fluía por el travertino, una roca blanda de
la zona, llevaba consigo fragmentos que se depositaban río abajo, creando las
cascadas y cataratas, hoy tan características del parque.
P.N. Lagos de Plitvice |
La avifauna es también extremadamente variada, documentándose la presencia de hasta 160 especies, entre ellas águilas, halcones peregrinos, abubillas, martines pescadores y mochuelos. En las orillas de sus espesos bosques habitan, por su parte, algunas de las especies animales más grandes de Europa: lobos, linces, zorros, jabalíes, corzos, nutrias y tejones.
Su
protección se estableció en 1949 y cuenta con una extensión de 300 km cuadrados,
la cual cubre un territorio de lagos y bosques designado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1979. El parque comprende 16 lagos que serpentean a
lo largo de 8 km y que pueden ser recorridos por sendas y pasarelas de madera.
Nada más
aparcar nos dirigimos a las taquillas del parque donde nos tocaría esperar casi
cuarenta minutos de fila para ello. La entrada para adultos nos costaría 250
HRK y para menores de 7 a 18 años 70
HRK. Estas fueron nuestras tarifas por ser la época estival pero dependiendo la
época del año en que visites el lugar los precios varían. Por cierto, el
horario de verano es amplísimo ya que va de 07:00 a 20:00, así que en ese
sentido no hay que preocuparse. El único pero, es que cuanto más tarde llegues
más gente encontrarás.
El parque
cuenta con dos entradas y con diferentes rutas clasificadas por letras de
diferente longitud y dificultad. Ahí ya entran las preferencias de cada cual
para realizar la senda que más se adapte a sus necesidades y condición física.
Nosotros optaríamos por realizar la ruta
H que nos recomendarían en la oficina de información turística al ser la
más completa de todas, aunque no la más larga, título que se lo lleva la ruta
K. El tiempo estimado para realizarla va de las cinco a las seis horas,
dependiendo de las paradas y el ritmo. La distancia a recorrer son unos 9 km.
Rutas en el P.N. Lagos de Plitvice |
Al decantarnos por esta opción aparcaríamos en la Entrada 2 que es la que se recomienda para realizar la ruta en sentido descendente. Tras una aproximación de unos quince minutos llegaríamos hasta la parada del autobús (estación 2) que nos conduciría por una estrecha carretera en continuos zigzags y un tupido bosque hasta la estación 3, donde se hallan los lagos superiores y el inicio de la ruta H, perfectamente señalizada, como todo en Plitvice.
Es así como
empezábamos a dar nuestros primeros pasos por las pasarelas de madera que nos
irían conduciendo a cada uno de los 12 lagos superiores. Es cierto que a estas
horas ya había gente, pero no sería óbice para empezar a deleitarnos con el
maravilloso color verde intenso de sus bosques, cubiertos casi en cualquier
rincón por musgos y helechos. No tardaríamos tampoco en encontrarnos con el
discurrir de los primeros riachuelos, con aguas extremadamente limpias y
transparentes que pocas veces he podido contemplar en otras partes del mundo.
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
Esos bosques de hayas y abetos nos conducirían poco a poco a las diferentes masas de agua con una espectacular gama de colores intensos que iban desde el verde esmeralda hasta el azul celeste. También encontramos algún que otro pequeño salto de agua que adornaba el paisaje, aunque tengo que decir que en este aspecto no tendríamos demasiada suerte ya que al ser el final del verano y no haber llovido en exceso, el espectáculo de ver caer cientos de cataratas por doquier, no era el más idóneo.
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
Y aunque habían transcurrido dos horas desde que iniciamos el paseo, apenas nos habíamos dado cuenta de ello cuando quisimos llegar al embarcadero 2 del lago Kozjak, donde existe un servicio de barcos eléctricos que ayudan a cruzar el lago para poder continuar la ruta que hayas elegido. Aquí nos tocaría esperar aproximadamente un cuarto de hora para subir a la embarcación, aunque sería por los pelos, pues había demasiada gente y en cuanto quitaron la cuerda que impedía el paso, la fila se rompió y primó la ley del más hábil o el más fuerte. Nosotros utilizamos mezcla de ambas para poder embarcar y es que hay gente que le echa mucha cara.
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
Lago Kozjak. P.N. Lagos de Plitvice |
El paseo, como todo en este lugar, es idílico, pudiendo disfrutar de un entorno incomparable mientras navegas sobre las aguas azul turquesa, que se complementan a la perfección con el resto de diferentes tonalidades verdes que ofrece el resto de vegetación que rodea la masa de agua.
Lago Kozjak. P.N. Lagos de Plitvice |
En media hora llegaríamos al embarcadero 3, donde nos encontraríamos un área inmensa de servicios, así como multitud de gente. Había de todo, desde un centro de información hasta tiendas, pasando por varios restaurantes que ofrecían diferentes opciones de comida rápida.
Nos
habíamos recreado bastante entre fotos y paradas y eran más de las 14:00 cuando
hicimos acto de presencia en este lugar. Y dado que no habíamos podido ser
demasiado previsores al cambiar in situ los planes y no habíamos comprado
comida, no dudamos en sentarnos en una de las mesas de madera libres y pedir
unas hamburguesas y unas coca colas para saciar el hambre, que no era poca.
Tras
tomarnos con muchos relax la sobremesa era el momento de continuar la ruta y
pasar a conocer los cuatro lagos inferiores que se encuentran incrustados entre
imponentes paredes de rocas verticales.
Lago Kozjak. P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
P.N. Lagos de Plitvice |
Una nueva sucesión de pasarelas de madera nos permitirían caminar sobre las aguas y seguir disfrutando de los maravillosos colores de Plitvice, así como algún que otro salto de agua que en otros lugares no habíamos podido contemplar. Sería la antesala de la guinda final, de la última sorpresa que ofrece este lugar tan especial. Me estoy refiriendo a la “Gran Cascada” o “Veliki Slap” en lengua croata. Aun no contando tampoco con mucha agua, esta catarata es soberbia y realmente bella, siendo prueba de ello la gran multitud que se agolpaba allí para admirar semejante espectáculo de la naturaleza. Y es que estamos hablando de una caída de 80 metros que la convierte directamente en la catarata más alta de toda Croacia, por lo que como veis no se puede dejar en el olvido, ya que os perderíais uno de los símbolos del parque.
Gran Cascada o Veliki Slap. P.N. Lagos de Plitvice |
Había que ir pensando en abandonar Plitvice y para ello optaríamos por llegar caminando hasta la estación 1, desde donde salen autobuses hasta la estación 2 donde teníamos el coche aparcado.
Y cual
sería nuestra sorpresa que el camino en ascenso que lleva a dicha parada, nos
iba a brindar unas panorámicas alucinantes de Plitvice a vista de pájaro, que
no esperábamos.
P.N. Lagos de Plitvice |
Por cierto, se me olvidaba comentar que la pequeña senda que sale desde justo enfrente de la Gran Cascada y que cada vez se estaba haciendo más famosa por sus vistas, se encontraba clausurada. Lo que ya no sé es si será temporal o definitivo. Para que lo tengáis en cuenta.
No obstante
y a falta de pan, tengo que decir que la perspectiva que obtuvimos camino a la
estación 1 tampoco están nada mal.
P.N. Lagos de Plitvice |
En unos diez minutos el autobús mencionado nos dejaba donde había empezado todo por la mañana. Nuestra estancia en el Parque Nacional de Plitvice había llegado a su fin. Habían sido unas ocho horas de disfrutar de escenarios mágicos, de rincones naturales que cada vez cuesta más encontrar, de aguas tan cristalinas que no pensaba que pudieran existir, en definitiva, de una explosión de la naturaleza donde cualquier palabra se queda corta para expresar lo que se siente en semejante lugar.
Y aunque lo
normal hubiese sido que desde el parque nos hubiéramos marchado ya a la casa
que teníamos alquilada, sin embargo, todavía nos quedaba hacer una parada más
dada la cercanía.
A sólo 10
km de Plitvice y unos quince minutos, en el mismo límite de la frontera con
Bosnia – Herzegovina, se encuentran las ruinas de la antigua base aérea de Zeljava. En su momento
sería una importante instalación militar yugoslava que incorporaba hangares,
cuarteles y un centro de comunicaciones avanzado diseñado para servir como un
sistema de alerta temprana de misiles balísticos de la era de la Guerra Fría.
La mayoría de países, en igualdad de condiciones, tenían algo similar, pero lo
que hacía único a Zeljava era su ubicación, ya que en un esfuerzo por hacer que
la base fuera indestructible, se construyó dentro de una montaña ahuecada.
Aunque
disfrutaría de los beneficios de la paz relativa y el libre comercio como parte
del Movimiento de Países No Alineados, Yugoslavia realizó una importante
inversión militar-defensiva después de la Segunda Guerra Mundial. En 1945,
Estados Unidos había desatado armas nucleares contra Japón y, tres años
después, en 1948, comenzó la construcción de la base aérea de Zeljava.
Protegido por la montaña de arriba, se afirmó que esta nueva instalación podría
resistir el impacto directo de una bomba nuclear de 20 kilotones, la misma
fuerza que la bomba "Fat Man" que cayó sobre Nagasaki. El gobierno de
Tito gastó el equivalente a seis mil millones de dólares en el proyecto. Fue
uno de los planes de construcción militar más grandes, y más costosos, que
Europa haya visto (su costo equivale aproximadamente a tres veces los
presupuestos militares anuales contemporáneos de Croacia y Serbia combinados).
Se dice que al menos parte de ese dinero provenía del Banco Mundial, que creía
que estaban invirtiendo en la construcción de nuevas autopistas en Yugoslavia.
Base Aérea de Zeljava |
El complejo subterráneo de la base aérea, conocido como la instalación "KLEK", incluía una red que totalizaba 3,5 kilómetros de túneles dentro de la montaña que podían albergar hasta 60 aviones. Las galerías principales, dispuestas en forma de "M", medían hasta 16 metros de ancho y hasta 12 metros de altura. La montaña albergaba dos escuadrones de combate y un escuadrón de reconocimiento, todos originalmente equipados con MiG-21 construidos por los soviéticos, además de sus instalaciones asociadas de mantenimiento y reabastecimiento de combustible. La base fue diseñada, en la medida de lo posible, para ser autosuficiente. Tenía generadores y una fuente de agua subterránea independiente. Había habitaciones para la tripulación y un comedor con capacidad para alimentar a mil personas, mientras que las tiendas contenían suficiente comida, combustible y municiones para 30 días en caso de que la montaña tuviera que ser sellada contra el mundo exterior. El combustible de las aeronaves podría reabastecerse a través de un oleoducto subterráneo de 20 kilómetros, conectado a un almacén militar cerca de Bihać (ahora Bosnia y Herzegovina). El complejo incorporó centros de comunicaciones y operaciones, depósitos de misiles y bombas, instalaciones de prueba de armas y un avanzado sistema de aire acondicionado.
Base Aérea de Zeljava |
El complejo "KLEK" tenía cuatro entradas, tres de ellas lo suficientemente grandes como para pasar aviones, y cada una protegida por una puerta presurizada de 100 toneladas. Estos se abrieron a cinco pistas de despegue y aterrizaje. Además, el territorio de superficie de la base aérea presentaba 34 edificios externos, incluidos los cuarteles cercanos (ubicados a tres kilómetros de la entrada a los túneles), así como garajes de vehículos, talleres y una estación de radar ubicada en la cima del monte Plješevica.
La base
aérea sería destruida durante la Guerra de Independencia de Croacia con el fin
de que no cayera en manos enemigas. Se utilizaron más de 56 toneladas de
explosivos y el complejo de seis mil millones de dólares fue devastado por las
explosiones y consumido por incendios internos. Se informó que los lugareños
que vivían en la cercana ciudad de Bihać sintieron que la tierra temblaba y que
seis meses después de los acontecimientos, aún podían ver columnas de humo que
salían de los túneles.
Pero si ya
las viejas pistas de aterrizaje y las entradas a los antiguos hangares impresionan, así como los primeros metros interiores
de estos antes de hacerse la oscuridad, lo más espectacular de todo, y
especialmente para niños, es un Douglas
C-47 abandonado. El estatus de no alineado de Yugoslavia permitió a sus
fuerzas armadas hacer uso de aviones construidos tanto por Estados Unidos como
por la Unión Soviética. Este avión probablemente sea uno de los veteranos que
participó en la Segunda Guerra Mundial que usó la fuerza aérea Yugoslava. El
avión muestra numerosos agujeros en su fuselaje, seguramente del resultado de
los combates que tuvieron lugar en esta base cuando llegaron las fuerzas
croatas en 1992.
Avión Douglas C-47. Base Aérea de Zeljava |
Avión Douglas C-47. Base Aérea de Zeljava |
Avión Douglas C-47. Base Aérea de Zeljava |
Lo mejor es que se puede acceder a su interior gracias a una valla puesta a modo de escalera y observar lo que queda de la zona de carga y de la cabina de los pilotos. Una experiencia única.
Avión Douglas C-47. Base Aérea de Zeljava |
Avión Douglas C-47. Base Aérea de Zeljava |
Sólo quedaba ya retirarnos a nuestro alojamiento, una preciosa cabaña de madera ubicada en los cercanos bosques de Plitvice. Su nombre en www.airbnb.es es House “Wood” y su localización es en Sertic Poljana, Lika – Senj. Tenía dos plantas con tres dormitorios y estaba en un excelente estado de conservación. El salón de la planta baja unido a la cocina también era espectacular. Tenías la sensación de estar en un verdadero hogar. La cocina cuenta con todo el equipamiento necesario. Tal vez el único pero sería el camino de acceso a la casa que es estrecho y con bastantes curvas, pero merece la pena por el alojamiento que tienes.
Cabaña House Wood |
Un buen plato de pasta sería la cena perfecta para concluir este primer día completo en Croacia que dejaba el listón muy alto.
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