REGIÓN DE SALZBURGO - DIA 5. Despedida de Salzburgo en un día soleado

5 de Abril de 2015.

Aunque muchas veces tratamos de auto convencernos de que las ciudades bajo la lluvia y con mal tiempo son otra forma de verlas y sentirlas y te dan perspectivas diferentes de las que te permiten ver con buen tiempo, desde luego para mí, no hay comparación entre los cielos plomizos y lluvia fina de ayer y el día espléndido con el que Salzburgo me recibía hoy. Vamos, igualito.

Mi idea para hoy era terminar de ver varias cosas que me habían faltado ayer y, dependiendo como fuera de tiempo, acercarme en coche a ver algunos lugares que están, unos kilómetros, a las afueras de la ciudad.

Para empezar volvería a dar un agradable paseo por muchos de los lugares que pude ver ayer, pero esta vez con buen tiempo, tales como la ribera del Río Salzach y muchas de las plazas del centro histórico. Me entretendría además haciendo nuevas fotos, esta vez con el cielo despejado, que quedaban bastante mejor que las que pude hace ayer. Además como era Domingo de Pascua y tempranito, casi no había un alma por las calles y se estaba la mar de a gusto.


Jardines y Palacio de Mirabell


Centro Histórico de Salzburgo desde Ribera del Río Salzach

Fuente de la Residencia

El primer interior que visitaría hoy sería el de la Catedral que es gratuito con o sin Salzburgo Card. Este edificio es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Su elaborada fachada y su enorme cúpula caracterizan a este monumento barroco, sin duda, el más importante al norte de los Alpes. La catedral fue arrasada por incendios, reconstruida y ampliada, dando siempre testimonio del poder y autonomía de los príncipe-arzobispos de Salzburgo.


Plaza de la Catedral o Domplatz

A la salida y dado que estaba  sólo a unos metros me iría directo a visitar la Residencia que estaba incluida en la Salzburgo Card, si no el precio por entrada es de 12 euros con derecho a audio guía, pero en esta ocasión no había en castellano, por lo que pedí una inglés, pero tampoco es que la utilizara mucho, la verdad. Si alguna sala se encuentra clausurada, como era el caso, el precio entonces baja a 10 euros.


Residencia o Dom Quartier

Desde el año 1120, este fastuoso monumento se convirtió en la Real Sede de Gobierno de los Arzobispos de Salzburgo. El interior te permite realizar un recorrido por donde antiguamente  residían los príncipe-arzobispos de la ciudad. Se trata nada más y nada menos que de 15.000 metros cuadrados y en sus salas se exponen más de 2000 objetos.

Pero tengo que decir que tampoco es que me entusiasmara lo expuesto en muchas de sus salas, tal vez porque me resultaba muy similar a lo visto en muchos otros lugares, tal vez porque iba un poco a paso ligero, pero me gustaría más pasear por su interior y ver la inmensidad de sus habitaciones que lo que había en ellas.

Con lo que sí disfrutaría mucho más  sería con la terraza de los Arcos de la Catedral y con las vistas que se obtienen desde aquí de las plazas de la Catedral y de la Residencia, que merecen mucho la pena. Esta terraza te permite enlazar con la Catedral y accedes a su parte superior, exactamente al coro.


Residenzplatz desde la Residencia
        
Mira por donde que en ese momento se estaba celebrando la misa del día de Pascua y estaban actuando, por lo que entré con mucho cuidado y me coloqué en una esquina. Acto seguido y en unos segundos se me pondrían los pelos de punta. A tan sólo unos metros tenía a todo el coro y a los músicos, dando lo mejor de si mismo, dirigidos por el director de orquesta que igualmente se desvivía en su trabajo. Esto unido a la increíble acústica de la catedral y a las vistas, desde las alturas, de toda la nave central de la misma, harían que fuese otro momento de los más especiales del viaje.

Lo que todavía sigo sin saber es si tenía permitido entrar allí, que sinceramente, creo que no, porque cuando salí de allí y unos metros más adelante traté de entrar a uno de los balcones laterales de la catedral, uno de los vigilantes me diría que estaba prohibido por el acto litúrgico que se estaba celebrando, por lo que es evidente que en el momento que entré en el coro no había vigilancia y pude disfrutar de todo lo contado, así que esa increíble experiencia que me llevé conmigo.

Como decía líneas atrás, había una parte que no pude visitar como consecuencia de que se encontraba cerrada al público, no teniendo demasiada fortuna, en esta ocasión, ya que coincidió con las habitaciones de más rica ornamentación y más deslumbrantes del edificio.

La visita la terminaría con el museo de la Catedral, la Galería Larga y el museo de San Pedro, todo visto ya un poco por encima porque estaba saturado.

Dos nuevos templos me esperaban en las cercanías de la Residencia, por un lado la Iglesia Franciscana, y por otro la Iglesia Colegiata. Esta última figura entre los edificios religiosos más importantes de Europa. Los alrededores están plagados de pequeños puestos donde venden productos agrícolas regionales, flores y algo de artesanía.


Iglesia Franciscana

Kollegienkirche o Iglesia Colegiata

En las cercanías, en la llamada plaza de Herbert Von Karajan, me encontraría también un monumental abrevadero de caballos, la iglesia de San Blasius, el ascensor a la terraza panorámica al Monte Mönchsberg y el Palacio de Festivales, donde se celebran grandes festejos todos los veranos.


Abrevadero de Caballos.Karajanplatz

Mis andanzas por esta maravillosa ciudad las terminaría con la Abadía de San Pedro y su precioso cementerio, en el que se rodaron las escenas de la huida de la familia Von Trapp en “Sonrisas y Lágrimas”. Además está considerado uno de los más antiguos del mundo. Desde hace más de 1300 años aquí descansan los restos de personajes famosos, artistas, eruditos y comerciantes como los del compositor Haydn o los de la hermana de Mozart.


Plaza Abadía de San Pedro

Cementerio Abadía de San Pedro

Otro atractivo del cementerio de San Pedro son las Catacumbas, unas cuevas excavadas en el Monte Mönchsberg que datan seguramente de la temprana época cristiana. La visita también la tenía incluida en la Salzburgo Card, por lo que no tendría que pagar ningún extra. La entrada sin ella cuesta 2 euros.


Catacumbas de la Abadía de San Pedro

Catacumbas de la Abadía de San Pedro

Salzburgo desde Mirador de Catacumbas de San Pedro

La estancia en Salzburgo llegaba a su fin, aunque todavía me daría tiempo a comprar alguna cajita de bombones de Mozart y comerme un inmenso perrito caliente con la tradicional bratwurst y una fuente de patatas fritas (8 euros)

Aunque es cierto que dejaba en el tintero dos lugares que me apetecía mucho conocer: el Palacio de Hellbrunn, a sólo 4 km de la ciudad, y el Palacio Leopoldskron, igualmente algo alejado, y ambos relacionados con el rodaje de la famosa película, también es verdad que el año pasado casi pierdo el avión por apurar al máximo visitando lugares y este año no quería que me volviera a pasar lo mismo, por lo que sobre las 14.15 tomaba la autovía que me llevaba hacia el aeropuerto de Munich. Serían 180 kilómetros de recorrido, disfrutando, de nuevo, en Alemania, de no existir límite de velocidad en muchos de los tramos de sus autopistas.

Esta vez también traía aprendida la lección, con ayuda del GPS, de  donde estaba la gasolinera cercana al aeropuerto, sólo a 5 kilómetros, por lo que podría llenar el depósito al máximo para cumplir con las condiciones del contrato con AVIS (30 euros).

Y ahora sí y con todo listo, entregaba el coche en la terminal del aeropuerto, sacaba el billete en el mostrador de facturación, pasaba los controles y a las 17.30 estaba ya esperando relajadamente a que llegara la hora de salida de mi vuelo con Iberia estimada para las 19.15, empezando el embarque media hora antes y por tanto despegando en hora y llegando a Madrid a las 21.30. Ponía fin así a otra inolvidable escapada por la vieja Europa.

2 comentarios :

  1. Las fotos son muy bonitas. Espero seguir disfrutando de tus relatos.

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  2. Gracias por tus palabras y un saludo!

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