RIVIERA MAYA - DIAS 06 - 07 - 08. Algunas otras actividades y anécdotas antes de dejar el paraíso

19,20 y 21 de Noviembre de 2009.

Las posibilidades que ofrece la Riviera Maya y sus alrededores son infinitas y podrías tirarte un mes o más por allí y encontrar siempre alguna actividad cultural, de aventura o de cualquier tipo, que hará que no tengas tiempo para aburrirte.

A nosotros todavía nos quedaban tres días por delante y aunque en mi caso no me hubiera importado hacer alguna de las excursiones que voy a mencionar a continuación, la democracia es la democracia y mis propuestas fueron tumbadas por una abrumadora mayoría, pues mis amigos sólo querían ya optar por sol, playa y copas. Así que me dispuse a disfrutar y a descansar, en las instalaciones de nuestro complejo hotelero, sin rechistar.

Complejo Grand Oasis Riviera Maya

Esas posibles excursiones que mencionaba líneas atrás, para gente que vaya más de una semana o personas más inquietas serían:
  • Isla de Cozumel: cercana a la costa, disfruta de un ambiente relajante y unas magníficas oportunidades para bucear. Destacan en ella la laguna Chankanaab, el Parque Punta Sur, el Arrecife Palancar, las vistas desde Punta Santa Cecilia o las ruinas de San Gervasio, entre otros muchos lugares.
  • Reserva de la Biosfera Sian Ka´an: cubierta por lagos, arrecifes, una laguna, manglares y bosque, es el hogar de jaguares, monos y plantas autóctonas.
  • Uxmal: Las pirámides, palacios y zócalos de esta impresionante  ciudad en ruinas tienen una elegancia y belleza especial, siendo consideradas por muchos como la cumbre de la antigua arquitectura maya.
  • Mérida y Campeche: dos interesantísimas ciudades supervivientes de la época colonial española que, aunque están situadas ya a unas cinco horas en coche, ofrecen encantadoras plazas, fachadas enlucidas, murallas, bastiones e interesantes museos.
  • Xcaret: un enorme e imaginativo parque ecológico repleto de flora, fauna y vida marina, situado alrededor de una laguna natural a seis kilómetros al sur de Playa del Carmen.

Podría seguir mencionando lugares y más lugares, pero para eso están las guías. Aquí sólo he querido destacar aquellos destinos que a mí me hacían especial ilusión conocer y que ya venía con ellos en la cabeza y que al final me quedé con las ganas.

De todas maneras estos tres días de descanso no los dedicaríamos totalmente a estar tirados en la tumbona. También habría tiempo para hacer por primera vez snorkel dado que el hotel nos facilitaría de forma gratuita un equipo de aletas, tubo, gafas y chaleco. Fue una gozada poder nadar alrededor de tantos peces de colores y verlos con tantísima claridad en aguas tan cristalinas.

Snorkel en Riviera Maya

Snorkel en Riviera Maya

Otra actividad con la que también nos animaríamos, de forma también gratuita, sería la de dar algún que otro paseo en canoa doble, lo que nos permitió alejarnos algo más de la costa y ver tanto esta como la selva desde otra perspectiva completamente diferente y realmente bonita. Además de la embarcación y los remos el hotel nos facilitaría los chalecos salvavidas.

Aunque todo salió bastante bien, como se ha podido ir viendo en los diferentes capítulos de este diario, también tendríamos un momento que pondría la nota negativa al viaje y al hotel y que tampoco quería dejar de contarlo aquí.

Como ya contaba en el segundo capítulo del diario, nuestras habitaciones no podían calificarse ni muchos menos de lujosas, sino que eran bastante normalitas e incluso antiguas, algo a lo que no le dimos ninguna importancia pues su cometido fundamental era que nos sirvieran para dormir, ducharnos y echar alguna siesta. Pero si encima que no eres exigente, ya tratan de tomarte el pelo e intentan que trates de aceptar cosas injustificables, pues no te queda otra que revolverte y montar la marimorena.

El caso es que el techo de uno de nuestros baños llevaba casi desde el primer día que llegamos mojado y con humedad y tenía pinta que en cualquier momento podía caer sobre la cabeza de quien utilizara en ese momento la ducha. Afortunadamente no causaría daños a ninguna persona, pero nuestros temores se confirmarían al volver del segundo día de excursiones y encontrarnos que la mitad del mismo se había derrumbado sobre la bañera. Después de la sorpresa y las risas correspondientes, pues hay que reconocer que sería divertido, quien escribe estas líneas llamaría a recepción para contar lo que había sucedido.

Desperfectos Ducha en Grand Oasis Riviera Maya

Desperfectos Ducha en Grand Oasis Riviera Maya

Mi cara pasaría por diferentes fases: asombro, incredulidad, estupefacción, sorpresa e ira cuando la respuesta que obtuve sería la de que lo sentían mucho pero que no les quedaban habitaciones disponibles para poder cambiarnos a otra, eso sí con una amabilidad digna de reseñar. Su capacidad de reacción cambiaría inmediatamente cuando con bastante mala leche le preguntaría “¿Prefieren ustedes entonces que distribuya todas las fotos que he realizado por las mejores webs de viajes, además de poner las correspondientes reclamaciones? Tras hacerme esperar sólo unos minutos me ofrecerían una habitación de las que se encontraban al lado de la puerta del complejo, algo totalmente insuficiente debido a que todas las instalaciones como bares y piscinas estaban a quince minutos caminando, por lo que les exigiría una que estuviese situada al menos como la que habíamos tenido hasta ahora. La verdad que es increíble lo poco profesionales que pueden llegar a ser algunas personas porqué en este momento trató de hacerme sentir culpable diciéndome que eso suponía dejar a otros huéspedes sin habitación, a lo que le respondía que evidentemente ese no era mi problema. Así que después de varias amenazas más y algunas que otra palabra más alta de lo que me hubiera gustado, nos cambiarían a otra habitación cercana, similar a la que teníamos pero con techo en el baño.

Desperfectos Ducha en Grand Oasis Riviera Maya

Cambiando completamente de tema, sin casi darnos cuenta, llegaría nuestra última noche en Riviera Maya y queríamos despedirnos de México y de nuestras vacaciones por todo lo alto, por lo que nuestros planes pasaban por salir del hotel y dirigirnos a alguna de las grandes discotecas o salas de fiesta que se encuentran en Cancún. Optaríamos por una de las más solicitadas y famosas: el Coco Bongo.

Es tal la fama que tiene esta discoteca que los hoteles ofrecen packs que incluyen la entrada y el desplazamiento de ida y vuelta, por lo que no dudaríamos en contratarlo para poder tener toda la libertad del mundo, pues una vez dentro dispones de barra libre toda la noche.

Coco Bongo no es una discoteca al uso, una sala de fiesta normal y corriente, es mucho más que eso, es puro espectáculo, auténtica adrenalina que consigue dejarte inmóvil en la pista de baile, lo cual no deja de ser una ironía. Por algo será que la consideran una de las mejores del mundo, no ofreciendo sólo música y fiesta sino todo un show que muchos comparan con los que se pueden ver en Broadway.

Coco Bongo. Cancún

Seguramente a más de uno le suene el lugar y es que este se hizo muy famoso gracias a la película “La Máscara” protagonizada por Jim Carrey y Cameron Díaz, lo que haría que miles de personas quisieran acudir a él desde entonces.

Llegaríamos poco antes de la apertura de puertas, para minutos después entrar al recinto, tras un férreo control de seguridad. Una vez en el gran anfiteatro donde se sitúan la pista y el escenario seríamos abordados de inmediato por un camarero que se presentaría y nos comunicaría que sería él quien nos serviría todas las bebidas que deseáramos durante el resto de la noche, así que para no desaprovechar el momento le encargaríamos la primera ronda.

Cuando el local empezaba a estar lleno y la gente en sintonía, de repente y sin previo aviso, empezaron a sucederse espectáculo tras espectáculo, sintiéndote como en Las Vegas, con shows con tecnología punta y una calidad de sonido y video impresionantes. La simbiosis perfecta entre espectáculo y teatro que se da, inspirada en el universo de las películas, hace que te sientas realmente, dentro de ellos.

Coco Bongo. Cancún

Coco Bongo. Cancún

Coco Bongo. Cancún

En el Coco Bongo todo está pensado hasta el más mínimo detalle, como la iluminación, los vestuarios y las interpretaciones. Por eso al final puedes decir que conociste a Spider-Man y a Batman o bailaste con Elvis, Madonna, Lady Gaga y Michael Jackson. Y ello sin hablar de las presentaciones del Cirque de Soleil, muchas hechas en el aire con acrobacias circenses. Las canciones también rinden homenaje a diferentes países y, como no podía ser de otro modo, a la hora de Brasil aparecieron las mulatas moviéndose al sonido de la samba en el gran escenario de la sala de fiestas.

Coco Bongo. Cancún

Coco Bongo. Cancún

Las diferentes presentaciones llevan buena parte de la noche, aunque al terminar todavía queda tiempo para seguir bailando con la mitad de gente en la pista, pues muchos deciden retirarse a sus alojamientos. Nosotros aprovecharíamos estos momentos casi una hora más y luego dejaríamos el local y nos dirigiríamos a la furgoneta que nos llevaría, de nuevo, al hotel, ya con las luces del alba mostrándose en el horizonte.

Coco Bongo. Cancún

Coco Bongo. Cancún

Coco Bongo. Cancún

Después de los estragos de la noche, no seríamos capaces de ponernos en pié hasta pasadas las once, aunque lo bueno de que nuestro vuelo no saliera hasta la noche es que todavía podríamos disfrutar de la playa y la piscina durante todas las horas de luz que quedaban, además de seguir aprovechando la pulsera del todo incluido hasta el último momento.

Además el hotel tendría el detalle de permitirnos utilizar una habitación para ducharnos, asearnos y cambiarnos y así salir decentes hacia el aeropuerto de Cancún, donde todo había comenzado hacía ya una semana. El traslado hay que recordar que lo teníamos incluido en el pack que contratamos con Halcón Viajes.

Los trámites de salida fueron rápidos, previo pago de la tasa que el gobierno mexicano te hace pagar para poder salir del país, algo vergonzoso y que no estaría mal aplicar recíprocamente a aquello países que tienen esta mala y abusiva costumbre.

El vuelo de vuelta también sería la mar de tranquilo, llegando a Madrid el domingo, día 22, a la hora de comer.

Sin duda que el viaje había superado todas nuestras expectativas, siendo de esos destinos al que no dudarías en regresar si se volviese a presentar una nueva oportunidad.

No hay comentarios :

Publicar un comentario