RIVIERA MAYA - DIA 05. Ruinas de Tulum y Cobá, poblado Maya y alguna sorpresa

18 de Noviembre de 2009.

El despertar del día que relato había sido uno de los más horribles que había vivido en los últimos años, consecuencia de una de las mejores noches de juerga y borrachera de, igualmente, los últimos años.

Unos golpes fortísimos provenientes de la cristalera que daba al jardín, por un lado, y de la puerta de entrada a la habitación, por otro, conseguían despertarme aunque totalmente desubicado y casi sin saber donde estaba. Cuando abrí la puerta, me encontraría con mis amigos Raúl y David, metiéndome prisa y pidiéndome que me vistiera rápido, pues en media hora teníamos en la puerta a Gerardo, el mismo conductor que ya nos había acompañado hacía dos días, para llevar a cabo otra interesante excursión con la que conoceríamos los iconos mayas más importantes que nos faltaban.

La verdad que me quería morir y serían muchas las veces que se me pasó por la cabeza renunciar a ponerme en pié y seguir durmiendo, pero sabía que eso no me lo perdonaría a posteriori, por lo que haría de tripas corazón y como pude me vestí y me dirigí al comedor a intentar desayunar algo. A duras penas conseguí ingerir medio croissant ayudado por un vaso de zumo de naranja y, sin poder ponerme completamente erguido del dolor de cabeza que tenía, me introducía en la furgoneta, mientras escuchaba de fondo las sonoras carcajadas de mis simpáticos amigos que no podían parar de regocijarse con el mal ajeno.

Eran las 08:00 cuando Gerardo arrancaba el motor del vehículo y es que hoy no había que hacer tantos kilómetros y los sitios que teníamos que visitar no contaban con la masificación que tenía Chichén Itzá, por lo que te lo podías tomar más relajado. El precio pactado en su momento sería de 120 dólares los cuatro por la franja horaria que iba de las 08:00 a las 18:00. Por lo que tocábamos a sólo 30 dólares por cabeza.

A medio camino haríamos una pequeña parada para tomar una coca cola bien fría, aunque la propuesta de Gerardo sería una buena cerveza, pues según su teoría es la mejor manera de superar las resacas, decidiría no seguir su consejo, no fuese que acabara de enterrarme. También aprovecharía en este comercio de carretera para comprar un grabado en piel de cordero con el calendario maya bordado con intensos colores, que me encantó según lo vi y que hoy en día sigue colgado en una de las paredes de mi casa.

Tulum era nuestra primera visita del día (Abierto todos los días de 08:00 a 17:00), uno de los lugares más hermosos de Yucatán, ya que ofrece la foto perfecta: espectaculares ruinas mayas, bien conservadas, encaramadas sobre un acantilado lamido por la inmensidad turquesa de las aguas del océano.

Ruinas Mayas de Tulum

Efectivamente, se encuentra localizada frente al mar Caribe, sobre una alta plataforma y rodeada en sus otras tres partes por una muralla de seis metros de ancho y cinco de alto.

Juan de Grijalva se quedó sorprendido , al igual que los otros componente de la expedición que partió de Cozumel a explorar el litoral caribeño, cuando se encontró con una ciudad maya habitada, al contrario de lo que hasta entonces había sido lo habitual, es decir, hallar poblados abandonados. Tulum le pareció tan grande a Grijalva y a sus acompañantes que no dudaron en compararla con Sevilla. Pero sería el estado de ánimo y el sol caribeño los que les jugaron una mala pasada a los españoles, pues Tulum medía y mide no más de 400 metros de norte a sur y 165 de este a oeste.

Ruinas Mayas de Tulum

Ruinas Mayas de Tulum

Ruinas Mayas de Tulum

Además su sorpresa se acentuó cuando comprobaron que entre los maya residían dos españoles, supervivientes de un naufragio acaecido en 1511, estando totalmente integrados  en la comunidad, casados y con descendencia. Por cierto que sus destinos serían completamente opuestos, pues mientras que uno se uniría a Hernán Cortés en la conquista de México, siéndole de gran ayuda por sus conocimientos de la lengua maya, el otro decidió permanecer junto a la comunidad y participó activamente en las luchas contra los españoles.

En la zona arqueológica destacan varios edificios, pero uno lo hace por encima de los demás al ser el más alto y estar situado cerca del acantilado. Es El Castillo, que por sus dimensiones y ubicación se supone que debió ser el templo de mayor relevancia. Es de base piramidal y posee, en la fachada principal, una escalinata que llega hasta el templo superior. Es interesante también fijarse en el pórtico con dos columnas  con forma de serpiente como las de Chichén Itzá. La llama del foco que coronaba el santuario era visible a varios kilómetros de distancia.

El Castillo. Ruinas Mayas de Tulum

El Castillo. Ruinas Mayas de Tulum

Detrás, y próximo, se alza el Templo del Dios Descendente; esta deidad, profusamente representada en Tulum, es equiparada por algunos al dios Tzontemoc del pueblo azteca, símbolo del astro rey al caer la tarde. La fachada principal del templo mirando a poniente confirma esta interpretación, fachada que luce, al igual que las esquinas, pinturas murales con el tema de las serpientes entrelazadas.

Ruinas Mayas de Tulum

En el ángulo sureste del recinto se puede observar el Templo de la Serie Inicial. Su fachada mira al norte y en un pequeño altar es donde se encontró una estela esculpida de gran importancia.

Otra construcción de relevancia es la conocida como Templo de los Frescos, situado casi en el centro del recinto. Está formado por varias superposiciones y adorna su fachada una doble moldura. En él se encontró una escultura del dios Descendente. Entre las dos molduras y el muro de la fachada hay representaciones de deidades y serpientes entrelazadas, escenas de ofrendas de flores y frutos asociados al culto a la vegetación. Al igual que las otras pinturas de Tulum son simbólicas y para ellas se utilizó el color verde – azulado sobre fondo negro. La elección de estos colores juega con la magnificencia del lugar, situado a orillas de un mar luminoso con tonalidades azul brillante y  verde esmeralda, típicas de esta área, una de las más atractivas de la República.

Ruinas Mayas de Tulum

Otras de las construcciones interesantes en Tulum serían la Casa de las Columnas, la Casa del Halach Uinic, la Casa del Cenote, y el Templo del Dios del Viento de base redonda, además de reconocerse claramente una calle Mayor.

Ruinas Mayas de Tulum

Serían dos horas las que dedicaríamos a la visita, pues el recinto es bastante más pequeño que el de Chichén Itzá y aun recreándote es tiempo más que suficiente para fijarte en muchos de los detalles que ofrecen las ruinas de la ciudad maya.

Es verdad que tendríamos la tentación de bajar por las escaleras de madera, situadas en uno de los puntos del acantilado, que conectan con la playa para pegarnos un buen baño, pues el calor empezaba a  apretar con fuerza, pero síntoma de que yo empezaba a resucitar, decidiríamos continuar con nuestra jornada cultural, pues ya tendríamos tiempo en los próximos días para descansar.

Costa de Tulum

Costa de Tulum

Además, todo hay que decirlo, mis amigos habían sido acribillados por los mosquitos durante la visita y tenían las piernas y los brazos hechos trizas, así que también tenían ganas de volver un rato a la protección del aire acondicionado del coche. Así que no olvidéis un buen protector contra dichos mosquitos o un pantalón largo de tela fina para aminorar así los picotazos de los mismos.

Para descansar un poco de la arquitectura decidiríamos hacer una parada algo diferente que nos propondría Gerardo, pues a todos nos pareció bien. Se trataba de conocer cómo es un poblado maya y cuál es la realidad de los descendientes de los antiguos mayas que siguen poblando Yucatán.

Sus viviendas están construidas  con hojas de palma y plástico, no teniendo nada que ver con el esplendor de sus antiguas ciudades de piedra. La realidad es bien distinta y es que viven en condiciones precarias y sufren una importante discriminación, aun constituyendo el diez por ciento de la población mexicana.

Poblado Maya

Poblado Maya

Tendríamos oportunidad de interactuar unos minutos con unos niños, dándonos cuenta que sus rostros y constituciones son muy parecidos a las de las estatuas y bustos de hace dos mil años que los arqueólogos han encontrado en las ruinas.

En cuanto a las tradiciones, conservan sus ritos, pero mezclados con los de la religión católica en una fascinante armonización entre ambas, tal y como nos contaba una de las mujeres del poblado.

Nos despediríamos del lugar después de ver algunos animales autóctonos encerrados en la pequeña granja de la aldea, así como la imagen entrañable de un niño jugando con un mono, como si se tratara de un animal doméstico.

Animales Poblado Maya

Animales Poblado Maya

Niño del Poblado jugando con un mono

A casi cuarenta kilómetros al noroeste de Tulum, abierto todos los días de 07:00 a 18:00, llegaríamos a otra zona arqueológica de obligada visita en Yucatán. Estoy hablando de Cobá.

Esta fue una enorme ciudad, que en el pasado acogió una población de 50.000 habitantes y fue la gran rival de Chichén Itzá, controlando la ruta comercial entre la costa y el centro de la península, relacionándose además con la lejana región guatemalteca de Petén. Las excavaciones arqueológicas han identificado más de cuarenta saché, las amplias calzadas típicas de los recintos ceremoniales de Yucatán. Otro rasgo diferenciador de la misma es que se encuentra construida alrededor de cinco lagos, algo excepcional dada la configuración calcárea del suelo de esta área.

Los edificios que se visitan se extienden sobre una enorme zona de bosques exuberantes y para ver estas construcciones hay que ir siguiendo diferentes sendas, que aunque cabe la opción de realizarlas en bicicleta o en taxis conducidos a pedales, dado que no son demasiada largas, se pueden hacer andando sin problema, como así haríamos nosotros.

En el grupo Cobá, donde se empieza la visita, puede verse un templo de casi 25 metros de altura conocido como la Iglesia, así como restos de lo que fueron palacios y residencias. En este mismo grupo, hay un juego de pelota donde están representados varios prisioneros, así como un basamento ornamentado con representaciones de cráneos humanos.

La Iglesia. Ruinas Mayas de Cobá

La Iglesia. Ruinas Mayas de Cobá

Ruinas Mayas de Cobá

Juego de Pelota. Ruinas Mayas de Cobá

Continuando el recorrido, se llega al Grupo Nohoch Mul, donde se encuentra uno de los edificios más altos de toda el área maya: la impresionante pirámide de Nohoch mul, valga la redundancia, de 42 metros de altura, siendo más elevada que la de Chichén Itzá, contando con 130 peldaños. En su cima se representa al dios Descendente y se puede disfrutar de unas vistas de infarto hacia los cuatros puntos cardinales, con un mar de selva y vegetación que te deja sin palabras. Sería muy emocionante estar allí arriba y más teniendo en cuenta la prohibición que existe de subir a la pirámide de Kukulcán de las ruinas de Chichén Itzá, por lo que se valora más aún.

Pirámide de Nohoch Mul. Cobá

Pirámide de Nohoch Mul. Cobá

Pirámide de Nohoch Mul. Cobá

Es cierto que el calor que hacía era abrasador y estábamos calados de sudor, pero este lugar es tan impresionante y estábamos tan extasiados con las panorámicas, que nos costaría casi una hora el empezar a bajar de nuevo. La construcción cuenta con una enorme soga que te ayuda, tanto en la subida como en la bajada, a superar la inclinación y el tamaño de los escalones y aunque acabas algo cansado, de verdad, que merece la pena.

Selva desde Pirámide de Nohoch Mul. Cobá

Tampoco hay que olvidar en este último grupo, la Gran Plataforma, un edificio de casi treinta metros de altura, y otra estructura formada por un conjunto de habitaciones cuyo interés estriba en una gran estela considerada como la mejor conservada del yacimiento, en la que puede leerse la fecha maya del 30 de noviembre de 730.

A la salida era ya la hora de comer por lo que le pedimos a Gerardo que nos llevara a algún lugar agradable donde no hiciera demasiado calor, por lo que se dirigió hacia un restaurante a orillas del gran lago Cobá, una inmensa masa de agua donde dicen que hay cocodrilos. Y vaya que si los había, pues podríamos comprobar cómo los dueños del lugar donde almorzábamos, a las 16:00 en punto, situaban en la orilla una gran cantidad de comida para que minutos después hicieran acto de aparición varios de los inmensos reptiles a devorarla. Sería una experiencia que nos impresionaría bastante pues era algo preparado por cuenta y riesgo de los propietarios sin ningún tipo de medidas de seguridad salvo mantenerse alejados unos metros, por lo que nunca se sabe lo que puede pasar en estos casos.

Cocodrilo en Lago Cobá

Cocodrilo en Lago Cobá

La comida no había conseguido que nos recuperáramos del calor sofocante que hacía, por lo decidiríamos ir a un cenote cercano, cuyo nombre no recuerdo, para refrescarnos, antes de comenzar el camino de vuelta hacia nuestro hotel, terminando de esta manera las escapadas por la península de Yucatán, aunque todavía nos quedaban varios días para disfrutar de las cristalinas aguas del mar Caribe.

Cenote cercano a Cobá

Estábamos en México y estaba claro que no podíamos irnos del país sin asistir a algo parecido a una fiesta mexicana, de lo más turística pero una fiesta que era lo importante, con música, mariachis y varios juegos que implicaban a la gente del hotel y que harían que nos lo pasáramos en grande durante lo que restaba de tarde.

Fiesta Mexicana en Grand Oasis Riviera Maya

Fiesta Mexicana en Grand Oasis Riviera Maya

Tras una copiosa cena, nos reencontraríamos con la gran familia que habíamos hecho durante estos días para volver a disfrutar de una noche de diversión y es que había que amortizar las pulseras al máximo posible. Menuda excusa…

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