TARRAGONA - DIA 03. Delta del Ebro y Cambrils

16 de Junio de 2008.

Después de los dos intensos días anteriores, hoy nos lo tomaríamos con más de calma, eligiendo para ello un poco de naturaleza y pequeñas localidades que no supusieran demasiado esfuerzo en la visita. La jornada, por tanto, quedaría como se ve a continuación.

SANT CARLES DE LA RÁPITA

Probablemente sea el pueblo más conocido y con más ambiente de la comarca, por lo que nos pareció ideal para iniciar la jornada turística.

Conjuga las características del típico pueblo de origen marinero, con casas blancas, calles estrechas y un persistente olor a mar y a pescado fresco en todos sus rincones, con las de una ciudad planificada de estilo neoclásico. Y es que sus peculiares condiciones naturales, invitaron al emperador Carlos III a levantar aquí una gran ciudad portuaria. El proyecto quedó paralizado a la muerte del monarca. No obstante, hay algunos edificios neoclásicos que recuerdan este plan ilustrado como la plaza porticada Carlos III, el edificio conocido como la Glorieta, y la inacabada iglesia Nueva, templo que nunca llegó a terminarse.

Iglesia Nueva. Sant Carles de la Rápita

Casa Noble. Sant Carles de la Rápita

Tampoco faltaría el casi obligado paseo por el puerto, especialmente por los espigones y el rompeolas, donde está atracada la flota pesquera, una de las más importantes de Cataluña. Entre semana se puede ver a los pescadores dedicarse a sus quehaceres con las redes. Sobre las 18:00 regresan las barcazas de la pesca, por lo que puede ser una opción llegar a esta hora para verlas.

Puerto Deportivo. Sant Carles de la Rápita

AMPOSTA

Esta villa se encuentra en el centro mismo de la base del gran triángulo formado por el Delta del Ebro, donde se adentra su término municipal. A pesar de su larga historia, es cierto que la ciudad no presenta gran cosa de interés desde el punto de vista turístico, salvo la iglesia de la Asunción de estilo neoclásico, las ruinas de un castillo donde se instaló un molino arrocero, el Ayuntamiento y un puente colgante inaugurado en 1918 que es el símbolo de la ciudad. Tras ser destruido en el transcurso de la Guerra Civil, hubo de esperar veinte años para ser reconstruido.

Iglesia de la Asunción. Amposta

Canal del Ebro. Amposta

También son agradables el paseo al lado del río Ebro, así como algún canal que se adentra en la población.

Río Ebro a su paso por Amposta

En cualquier caso, nuestra llegada a este pueblo estaba motivada esencialmente por la cercanía con respecto a donde llevaríamos a cabo la siguiente actividad.

PARQUE NATURAL DEL DELTA DEL EBRO

Y es que si hay algo que no puede faltar en una visita a la provincia de Tarragona es un paseo en barco recorriendo el último tramo del río Ebro hasta su desembocadura. Para ello, una de las mejores opciones es contratar la excursión en el puerto fluvial de Delltebre. El recorrido dura aproximadamente una hora y media y pasa por lugares tan fantásticos como la isla de Buda, la isla de Sant Antoni, el cabo de Tortosa o infinitos campos de arrozales.

Parque Natural del Delta del Ebro

Es un paraje de gran importancia ya que estamos hablando de la segunda zona húmeda más importante de España, tras el Parque Nacional de Doñana, y también la segunda en importancia del Mediterráneo occidental, después de La Camarga francesa. El paisaje del delta es totalmente llano, con la línea del mar Mediterráneo al frente y las montañas a lo lejos, en el interior.

Navegando por el Delta del Ebro

En definitiva, se trata de un precioso lugar que no te deja indiferente y si encima eres aficionado a la ornitología te parecerá estar en el paraíso, pues es un punto clave en los movimientos estacionales de las aves que migran entre Europa y África. Aunque es cierto que esto se produce en la primavera y el otoño.

Navegando por el Delta del Ebro

Navegando por el Delta del Ebro

Aves aparte, el paisaje de las marismas, su vegetación excepcional y fauna terrestre, supone un motivo más que suficiente para acercarse hasta aquí.

Tras el pequeño crucero, nos dirigiríamos a otro lugar especial en el parque natural. Me refiero a la punta del Fangar, la extremidad norte de la península del Delta, una zona de playas, dunas y arenales donde anidan diferentes tipos de aves. La atraviesa una pista que comunica con el faro y el mirador. En la bahía interior puede verse un buen número de mejilloneras y viveros de mariscos. Incluso en los días de mucho sol se producen espejismos.

Faro y punta del Fangar. P.N.del Delta del Ebro

Dunas del Fangar. P.N.del Delta del Ebro

CAMBRILS

Finalmente, optaríamos por acabar el día en una de las localidades más turísticas de la Costa Dorada. En ella no puede faltar acercarse al puerto deportivo donde conviven embarcaciones tradicionales con otras de lujo. Es famoso aquí el Faro Rojo, uno de los lugares ideales para observar las vistas del propio puerto, el tráfico marítimo y las puestas de sol.

Puerto Deportivo. Cambrils

Y ya que se está por aquí conviene también acercarse al centro histórico, donde su lugar más famoso es la Plaza de España, un buen punto de partida para perderse por el laberinto de calles estrechas y empedradas por las que se llega a monumentos como el santuario de la Virgen del Camino o la iglesia de Santa María.

Santuario Virgen del Camino. Cambrils

Pero hubiese sido un crimen terminar la visita a Cambrils sin tomarnos una buena cerveza fría en uno de los chiringuitos de la playa mirando hacia el horizonte. Pero si a ella se le suma una buena ración de pescadito frito, como así haríamos, pues podemos decir que casi rozaríamos el cielo.

Playa de Cambrils


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