DIA 02. FLORENCIA. Plaza del Duomo, Plaza de la Signoria y Museo Bargello

2 de Diciembre de 2023.

Aunque en extensión, Florencia no es una ciudad demasiado grande y se puede llegar a cualquier lugar del centro histórico caminando, sin embargo no es ningún secreto afirmar que es complicado asimilar en pocos días todo lo que atesora esta capital del arte a orillas del Arno que, aunque conserva huellas de todas las épocas, es el símbolo del Renacimiento.

La historia y el semblante de Florencia, que durante mucho tiempo fue la ciudad libre más poderosa de la Toscana, están íntimamente ligados a la familia Medici, que rigió sus destinos durante casi cuatrocientos años. Entre los siglos XIII y XVI Florencia vivió una etapa de esplendor artístico e intelectual inusitados, y allí surgieron el humanismo y el Renacimiento, que acabarían extendiéndose por toda Europa, marcando un antes y un después en la historia de Occidente. Sus palacios, sus museos y sus iglesias, algunos de los cuales son verdaderas obras de arte de la arquitectura, albergan obras de arte únicas que merecen ser visitadas con calma y sosiego.

Ante lo descrito, no es extraño que sea en esta ciudad donde uno pueda ser objeto, más que en ninguna otra, del curioso síndrome o mal de Stendhal, por lo que creo que es importante prevenir acerca del mismo, ya que creo que en algún momento yo mismo pude sufrir alguno de sus efectos.

Quien crea que no percibe bien la realidad, tiene alucinaciones, ansiedad, vértigo o se siente deprimido, si nota bastante euforia y excitación, taquicardia, confusión, e incluso de repente se desmaya, lo más probable es que haya estado demasiado tiempo expuesto a la belleza y no pueda asimilar tanta cantidad en tan poco tiempo. Todo indica, sin duda, que se trata del síndrome de Stendhal. Así que id con cuidado.

FLORENCIA CARD

Han sido muchas las ciudades donde he recurrido a este tipo de tarjetas con mayor o menor éxito en cuanto al ahorro que todas ellas publicitan con respecto a comprar las entradas por separado. Siempre digo que se ha de tener muy claro lo que se quiere y no se quiere visitar y hacer cálculos respecto a ello para ver si merece la pena comprarlas o no.

En el caso de la Florencia o Firenze Card te permite acceder a unos treinta museos de Florencia (incluidas villas y jardines), colecciones permanentes, exposiciones temporales y actividades organizadas por museos sin necesidad de hacer cola o reservar. También se puede utilizar el transporte público de la ciudad. Va acompañada de folletos con información de los museos y es válida durante 72 horas desde el momento que se activa. Su precio es de 85 euros y se puede comprar o consultar cualquier duda en su web: https://www.firenzecard.it/es

Como ya he dicho he recurrido la mayoría de veces a este tipo de tarjetas, pero en esta ocasión no lo haría por una importante razón: el primer domingo de cada mes son gratis todos los museos estatales y cívicos entre los meses de octubre y marzo, ambos incluidos, por lo que mañana domingo coincidía con esta premisa y en base a mis planes, si conseguí realizarlos, iba a ahorrarme una auténtica fortuna.

PLAZA DEL DUOMO

Tras disfrutar de un suculento desayuno donde destacaría por encima de cualquier otra cosa la maravillosa tarta crostini, saldría a la calle dispuesto a vivir mi primera jornada en la maravillosa Florencia, a sentir el fascinante poder que las riquezas de la capital toscana ejercen sobre el viajero, a disfrutar del epicentro del Renacimiento, sin duda una clase magistral  que podría experimentar a escala real recorriendo su corazón histórico.

Decidiría hacerlo por uno de sus lugares más emblemáticos, como no podía ser de otra manera. Elegiría la plaza del Duomo, donde se concentran los principales edificios religiosos de la ciudad: el propio Duomo, el Campanile, el Baptisterio y el museo de la Catedral, una visita que puede llevar toda una mañana si se quiere entrar a todo y verlo con tranquilidad.

Para ello lo mejor es adquirir el llamado Brunelleschi Pass en la página https://duomo.firenze.it/en/720/brunelleschi-pass con el que tienes derecho a acceder a todos los monumentos que ofrece la plaza por un precio de treinta euros, teniendo hasta tres días para ello con un único acceso por lugar y debiendo reservar, en el momento de hacer la compra, la hora a la que se desea subir a la cúpula de Brunelleschi de entre las franjas horarias que se ofrecen. En la página se informa de muchos otros detalles, así como de otros pases diferentes que son menos completos. Por tanto, es importante recalcar que todos estos monumentos no se encuentran incluidos tampoco en la Florencia Card y que son completamente independientes a la misma.

No obstante, antes de entrar en faena optaría por dar un paseo por la plaza para admirar y familiarizarme con los exteriores de tan grandiosos monumentos. Me costaba asimilar que volvía a encontrarme aquí después de 23 años.

Tras ello, ahora sí, veamos más detenidamente cuales serían las visitas y lo que me ofrecieron, pues en mi anterior estancia en la ciudad no tendría oportunidad de acceder ni a uno sólo de todos estos lugares que cito a continuación.

BAPTISTERIO: Optaría por comenzar por este edificio considerado el más antiguo de todos los que iba a visitar. Edificado en planta octogonal, está dedicado a San Juan Bautista y construido en un estilo románico medido y sobrio, con un tejado de forma piramidal bajo el que se esconde la cúpula, pero famoso sobre todo por sus tres puertas de bronce. La más antigua (1330) es obra de Andrea Pisano, y en sus cuarterones se narran varios episodios de la vida de San Juan Bautista, mientras que las otras dos fueron realizadas por un mismo escultor: el inimitable Lorenzo Ghiberti, que ganó un concurso al que también se presentaron artistas de la talla de Brunelleschi y Jacopo della Quercia.

Baptisterio de San Juan

Después de haber terminado la puerta de la cara norte (1403 – 1424), decorada con otras veinte escenas de la vida de Cristo, Ghiberti recibió el encargo de hacer también la puerta oriental (1425 – 1452), que mira hacia el Duomo. Es la famosa Puerta del Paraíso, por la que el mismísimo Miguel Ángel quedó deslumbrado, y en la que decidió realizar sólo diez cuarterones de bronce completamente dorado en la que se narran otras tantas escenas procedentes del Antiguo Testamento con un lenguaje ya plenamente renacentista. Hay que decir que todas ellas son copias y que las originales se encuentran en el museo de la Opera del Duomo.

Puerta del Paraíso. Baptisterio de San Juan

Puerta del Paraíso. Baptisterio de San Juan

El interior, cubierto de incrustaciones de mármol verde y blanco, tiene dos pisos: el primero está decorado con una serie de pilastras y columnas corintias con los capiteles dorados, mientras que en el segundo se abre una galería. La cúpula está cubierta de mosaicos dorados en cuya realización participó, entre otros muchos artistas, Cimabue. Desgraciadamente, buena parte de esta última estaba en restauración y no se podían apreciar apenas los detalles.

Baptisterio de San Juan

Baptisterio de San Juan

A la derecha del altar está, adosada al muro, la tumba del antipapa Juan XXIII, obra de Donatello y Michelozzo.

Tumba de Juan XXIII. Baptisterio de San Juan

El horario es de 08:15 a 10:15 y de 11:15 a 18:30.

CAMPANILE: A continuación decidiría visitar el célebre Campanile de Gioto, el cual utilizó sus enseñanzas de arte clásico para diseñarlo todavía en estilo gótico. Es de planta cuadrada y casi noventa metros de altura. Las obras comenzaron en 1334 pero Giotto murió a los pocos años y habría que esperar hasta finales del siglo XIV para verlo terminado. El resultado fue un campanario alto y estilizado, desde donde se tiene unas excelentes vistas, especialmente de la maravillosa cúpula de Brunelleschi. Eso sí para ello es necesario subir la nada despreciable cifra de 414 escalones que te hacen sudar lo suyo.

Campanile

Cúpula del Duomo desde Campanile

La parte inferior está decorada con bajorrelieves en los que se plasma la “Creación del Hombre” del siglo XIV, que obedecen a un programa escultórico concebido por el propio arquitecto, aunque fueron fundamentalmente Andrea Pisano y Luca della Robbia quienes lo llevaron a cabo. Los de la segunda franja representan los planetas, las artes y los siete sacramentos. En las hornacinas de la parte superior se pueden ver esculturas de profetas. La mayoría de los elementos recién mencionados son copias, pudiéndose ver los originales en el museo de la Opera del Duomo.

Campanile

El horario es de 08:15 a 19:00.

DUOMO O CATEDRAL: Acto seguido me animaría a entrar a la catedral, dedicada a Santa María del Fiore, cuya construcción arrancaría en 1296 y duraría la friolera de casi 150 años, accediendo a la misma por la puerta de la Mandorla, que está coronada por un relieve en el que se representa  la Ascensión de la Virgen, así como un mosaico de Ghirlandaio.

Duomo o Catedral

Duomo o Catedral

Duomo o Catedral

El interior, de planta de cruz latina, tiene tres naves cubiertas por bóvedas ojivales y, aunque es sobrio y sencillo, resulta sobrecogedor, debido sobre todo a sus dimensiones, puesto que, con sus más 150 metros de largo, el Duomo de Florencia es una de las cuatro iglesias mayores de la cristiandad.

Duomo o Catedral

Duomo o Catedral

Hay que destacar el coro octogonal, situado justo debajo de la cúpula, rodeado por una barandilla de mármol, en el que tuvo lugar en 1478 la famosa conjura de los Pazzi, cuando esta familia, enemiga de los Medici, trató de asesinar a Lorenzo el Magnífico que, a pesar de sus heridas, consiguió salvar la vida.

También llaman la atención dos monumentales frescos de estatuas ecuestres que retratan a mercenarios de la época, situados en la nave lateral izquierda, así como la pintura “La Divina Comedia ilumina Florencia” que representa al poeta Dante Alighieri rodeado por tres mundos del más allá que describe en su famosa obra.

Frescos. Duomo o Catedral

Mención aparte hay que hacer de los impresionantes frescos de la cúpula pintados por Vasari y Zuccari en el siglo XVI, consiguiendo que sea uno de los lugares del interior en los que se centra más la atención.

Cúpula. Duomo o Catedral

La sacristía también merece una mención, ya que su revestimiento de madera es una maravilla, además de las puertas de bronce por donde se accede a la misma.

Es el único de los monumentos de la plaza cuya entrada es gratuita y su horario es de 10:00 a 17:00, salvo los domingos y festivos que abre de 13:30 a 16:45.

CRIPTA SANTA REPARATA: Dentro de la propia Catedral, pero sólo accesible si se posee algunos de los pases que permiten el acceso, habría que destacar la cripta de Santa Reparata, un importante lugar para la historia del cristianismo y el catolicismo. Y es que estamos hablando de los restos de una basílica paleocristiana que fue la segunda catedral que se construyó en Florencia, transportándote así a una época en la que los romanos caminaban por las calles de la colonia florentina. Es por ello que se pueden ver desde arcos romanos hasta mosaicos, pasando por frescos y tumbas, con un excelente estado de conservación.

Cripta Santa Reparata

La historia nos dice que la basílica original fue construida entre los siglos IV y V, comprendiendo un área de aproximadamente el 35 % del colosal  Duomo actual. Una vez que se desciende a los niveles subterráneos y se mira a tú alrededor se puede tener una idea del diseño de la iglesia original, observando en el centro,  la nave flanqueada por ábsides laterales y otro semicircular que estaría detrás del altar.

Cripta Santa Reparata

Cripta Santa Reparata

El horario es el mismo que el del Duomo.

MUSEO OPERA DEL DUOMO: Mi siguiente parada sería para conocer un museo que puedo decir desde ya mismo que me sorprendería muy gratamente. Y es que no es el típico museo aburrido e insulso que poseen muchas iglesias y catedrales donde se exponen casullas y otros ornamentos litúrgicos que no aportan prácticamente nada. En este caso se ofrece una rica colección de piezas medievales y renacentistas procedentes de la catedral, el baptisterio y el campanario.

Museo Opera del Duomo

Museo Opera del Duomo

Museo Opera del Duomo

Las maquetas de Brunelleschi para la cúpula son muy curiosas, pero menos conocidas que la inacabada “Piedad de Miguel Ángel”, otra composición escultórica del artista que no te deja indiferente, sino todo lo contrario, te impresiona sobremanera. También están expuestas algunas excelentes esculturas de Donatello como Habacuc o la Magdalena, además de los bajorrelieves del Campanile. Igualmente son interesantes los vídeos donde se explica cómo se construyó la cúpula o la reconstrucción a tamaño real de la fachada de la catedral.

Piedad de Miguel Angel. Museo Opera del Duomo

Magdalena Penitente de Donatello. Museo Opera del Duomo

Y como decía anteriormente, tal vez lo más impresionante es poder admirar de cerca las tres puertas originales del Baptisterio que deslumbran a cualquiera, en especial la de bronce de Ghiberti.

Puerta del Paraíso. Museo Opera del Duomo

El horario del museo de la Opera del Duomo es de 09:00 a 19:00.

CÚPULA DE BRUNELLESCHI: Efectivamente, había dejado lo mejor para el final, pero por fin le había llegado el turno a la única e inigualable cúpula de Brunelleschi. Y es que el genial arquitecto coronó el Duomo con una enorme cúpula que levantó utilizando técnicas y maquinaria nuevas, lo que supuso toda una revolución en la historia de la arquitectura. Inspirada en el Panteón de Roma, sus dimensiones son colosales con casi 46 metros de diámetro y más de 90 metros de altura, apoyándose en un tambor octogonal, saliendo de cada uno de sus ángulos una nervadura de mármol blanco, aunque también soportan parte de su peso las capillas del coro.

La subida es ardua pues hay que afrontar hasta 463 escalones de piedra, una empinada escalera de caracol y un tramo final complicado debido a la curva de la cúpula interior. No obstante merece la pena el esfuerzo por poder contemplar de cerca el fresco de finales del siglo XVI “El Juicio Final”, de Giorgio Vasari y Federico Zuccari, que decora los 4500 metros cuadrados del interior de la cúpula en una de las pinturas más grandes del mundo, así como admirar la propia catedral desde lo alto.

Frescos Cúpula del Duomo

Interior Cúpula del Duomo

Y por supuesto, y tras la anterior parada, llegar hasta la linterna y quedarte atónito admirando las soberbias panorámicas de toda la ciudad, una de las mejores experiencias que vivir en Florencia.

Florencia desde Cúpula del Duomo

Campanile desde Cúpula del Duomo

Florencia desde Cúpula del Duomo

Para subir a la cúpula es esencial haber realizado la reserva de forma anticipada al comprar las entradas por su página web, donde como ya comentaba al principio de este capítulo te vendrán diferentes franjas horarias. En mi caso elegiría la de las 14:15 de la tarde para conseguir una buena iluminación y por ser la hora de comer que es uno de los momentos del día que menos gente hay.

Su horario es de 08:15 a 19:00.

Por cierto, una perspectiva fantástica de la cúpula que recomiendo es la que se obtiene desde Via del Servi, probablemente de las mejores de las inmediaciones de la catedral y sin tener que subir a miradores.

TORRES DEI VISDOMINI Y DEI DONATI

Dada la cercanía a la plaza del Duomo, aprovecharía para pasar a admirar dos buenos ejemplos de las llamadas Casas – Torre que eran uno de los rasgos característico de la Florencia medieval, contándose hasta 160 de estas en esos momentos, midiendo algunas de ellas hasta 65 metros. Se construyeron con fines militares, en una época caracterizada por las rivalidades entre las familias más ricas y nobles de la ciudad, siendo además una manera de resaltar el poder y la influencia de las mismas: a más alta, más poder.

La torre dei Visdomini pertenecía a la casa de una de las familias que se haría rica haciéndose cargo de la sede episcopal vacante en ese momento, lo que les enriqueció y les hizo obtener considerables beneficios. El edificio conserva sus características antiguas, con la fachada decorada con paneles de granito, intercalados con secciones de otros elementos. Se encuentra en Via dell ´Oche, 19.

Torre dei Visdomini

La torre dei Donati es la más antigua de todas las torres que permanecen en pie en Florencia, llamando especialmente la atención la decoración del escudo de armas resaltando sobre la piedra de la torre. Se encuentra en Via del Corso, 48.

Torre dei Donati

PLAZA DE LA SIGNORIA

Era el momento de hacer acto de presencia en el corazón de Florencia, ni más ni menos que en la plaza de la Signoria, centro indiscutible de la vida florentina, que ha visto transcurrir los avatares de la historia desde su mismo origen en el año 59 a.C., cuando la ciudad era un retiro dorado para militares veteranos del ejército romano. En esta época la plaza ya aglutinaba la actividad social y económica de la ciudad, pero con la llegada de los Médicis ganó peso político y monumentalidad, siendo desde entonces un museo al aire libre, lleno de obras de arte que compiten en belleza por captar la atención de todo el que la visita. Por tanto es fundamental tomarse su tiempo para disfrutar de todos los detalles que ofrece. Veamos cuales son.

Plaza de la Signoria

PALACIO VECCHIO: No cabe duda de que es el edificio más importante y emblemático de la plaza de la Signoria, manteniendo un aspecto de fortificación propio de la época medieval, a lo largo de los siglos. Símbolo del poder civil, sirvió de residencia a los Medici hasta que se mudaron al palacio Medici – Riccardi. Su fachada se caracteriza por los almohadillados y las ventanas geminadas, además de los escudos que se distribuyen a lo largo de la misma que son como un libro de historia porque representan a las familias e instituciones que han gobernado la ciudad. Finalmente, el palacio queda rematado por la torre de Arnolfo de 94 metros, cuyo repique de campanas servía para avisar de asambleas e incendios.

Palacio Vecchio. Plaza de la Signoria

Hoy hace las veces del Ayuntamiento de Florencia, pero salvo que haya algún evento especial o acto político en particular se puede visitar, por lo que no dudaría en hacerlo.

Nada más cruzar el umbral de la puerta la imagen del palacio cambia, porque antes de visitar los salones y estancias hay que atravesar un patio, con una fuente de Verrocchio en el centro, de estilo renacentista y que Vasari decoró a mediados del siglo XVI.

Patio Interior. Palacio Vecchio

Subiendo al primer piso llegaría al Salone del Cinquecento, una impresionante habitación de 53 metros de largo y 22 metros de ancho, decorado con frescos de varios artistas, pero donde destacan especialmente las escenas de batallas, pintadas del suelo al techo por Vasari y sus discípulos. En el techo se puede ver la imagen de Cosme I representado como un Dios en el panel del centro.  Vasari y su taller, en colaboración con Miguel Ángel, tardaron sólo dos años en construir el techo y pintar los 34 paneles con pan de oro, siendo el efecto fascinante. Esta inmensa estancia servía de sala de reunión para el gobierno de la república florentina.

Salone del Cinquecento. Palacio Vecchio

Salone del Cinquecento. Palacio Vecchio

Junto al anterior se encuentra la capilla de los Santos Cosme y Damián, donde se puede ver un tríptico, también de Vasari, de los dos Santos.

En otro lateral del Salón del Cinquecento se encuentra el estudio de Francisco I, una de las estancias más singulares del Palacio Vecchio, paradigma del arte de la época, donde se conservan bronces y diversos retratos de Cosme I y su esposa. Desgraciadamente, a este sólo se puede acceder con visitas guiadas. Interesantes son también las habitaciones de Lorenzo el Magnífico y de León X, las cuales si pueden ser admiradas.

Habitación de Lorenzo el Magnífico. Palacio Vecchio

Subiendo al segundo piso se pueden ver los aposentos privados de los Médici, con las habitaciones de Cosme I y su esposa, Leonor de Toledo, decoradas con diferentes frescos, así como una capilla con importantes frescos de Bronzino. En las llamadas habitaciones de Eleonora se van sucediendo cuartos como el de las sabinas o el de Penélope, pudiéndose ver también la Cámara Verde, cuyo techo está inspirado en la Domus Aurea de Nerón en Roma, donde además se encuentra la puerta que da acceso al famoso Corredor Vasariano, un pasadizo que permitía desplazarse del Palacio Vecchio al Palacio Pitti, atravesando los Uffizi y pasando por encima de numerosos edificios e incluso del puente Vecchio, permitiendo a los duques trasladarse de un lugar a otro sin tener que cruzarse con el pueblo.

Cámara Verde. Palacio Vecchio

A continuación se sucederían la sala de la Audiencia y la sala dei Gigli o de las Flores de Lis, destinadas a salones públicos y preciosamente decorados con frescos y artesonado en el techo. Desde estas hay una excelente vista de la cúpula del Duomo. Además no hay que olvidar en la sala dei Gigli fijarse en la escultura original de Judit y Holofernes de Donatello cuya copia se encuentra en la puerta del palacio, así como en la preciosa puerta de madera con relieves de los famosos poetas italianos Dante y Petrarca.

Sala de la Audiencia. Palacio Vecchio

Judit y Holofernes. Sala dei Gigli. Palacio Vecchio

Tras atravesar la sala de la Cancilleria, donde se conserva la estatua original de Verrochio que coronaba la fuente del patio de la entrada, entraría en la sala de los Mapas con diferentes oleos de mapas del mundo conocido en aquel entonces, así como un globo terráqueo.

Era el momento de subir a la impresionante torre de Arnolfo, terminada de erigir hacia 1322, y para la que es necesario afrontar 418 escalones, aunque el esfuerzo bien merecería la pena para contemplar el impresionante panorama de la ciudad, especialmente la mejor imagen que creo que se puede tener del Duomo, ya que en un lateral te encuentras justo delante del mismo a vista de pájaro. Ojo, porque si llueve o hace viento cierran la misma.

Duomo desde Torre de Arnolfo. Palacio Vecchio

Río Arno desde Torre de Arnolfo. Palacio Vecchio

Santa Croce desde Torre de Arnolfo. Palacio Vecchio

El palacio Vecchio abre todos los días de 09:00 a 19:00, excepto los jueves que lo hace de 09:00 a 14:00. El precio de la entrada es de 12,50 euros.

Por cierto, no hay que olvidar admirar en la misma puerta del edificio la copia del David de Miguel Ángel, cuyo original se encuentra en La Galería de la Academia; la escultura de Hércules y Caco en el que se resalta la fuerza e ingenio del primero venciendo a la maldad del segundo; del llamado Marzocco o león de los Médicis, obra de Donatello, que guarda la plaza y era símbolo del poder popular en la República de Florencia, decorando la entrada de otros muchos edificios, encontrándose el original en el museo Bargello; y la estatua de Judith y Holofernes, también de Donatello, que es símbolo de la libertad y de la victoria del fuerte sobre el débil, siendo esta una copia y encontrándose la original dentro del palacio Vecchio.

Palacio Vecchio. Plaza de la Signoria

LOGGIA DEI LANZI: Este pórtico del lado sur de la plaza se erigió entre 1376 y 1381. Debe su nombre a los lansquenetes, mercenarios alemanes que usaban lanzas y que, en 1527, se dirigían a Roma. Al principio era un balcón abierto para acoger asambleas y ceremonias, pero durante el siglo XVI los Médicis lo convirtieron en una galería de esculturas impresionantes. Entre ellas destacan “Perseo”, de 3,20 metros de alto y realizada en bronce por Cellini. Sería la primera escultura con la que Cosme I inauguraría la Logia. En ella Perseo alza la cabeza de Medusa con la mano izquierda. Simboliza la victoria de los Médicis al regresar a la ciudad, después de que hubieran sido expulsados de la misma en 1494. Se trata de una copia, encontrándose la original en el museo Bargello. Otra de las estatuas reseñables sería “El Rapto de las Sabinas”, obra de Giambologna, un conjunto escultórico que fue concebido para poder ser admirado desde todos los costados. Imponente es también “Hércules y el centauro Neso”, donde impresiona la exagerada torsión, como si fuera elástico, del cuerpo del centauro, doblado por la fuerza de Hércules. Es obra también de Giambologna. Otras esculturas serían “Patroclo y Menelao” y el “Rapto de Polissena”.

Loggia dei Lanzi. Plaza de la Signoria

Perseo. Loggia dei Lanzi. Plaza de la Signoria

FUENTE DE NEPTUNO: El dios romano del mar ocupa un lugar preferente en la plaza desde 1575. Su emplazamiento obligó a cambiar de lugar el Marzocco y a construir canales para traer agua al centro. Se encuentra rodeada por todo tipo de seres mitológicos como tritones, sátiros y nereidas de bronce, así como por cuatro caballos. Representa la supremacía marítima que el gran Ducado de Toscana había logrado alcanzar en esa época. Esculpido por Ammannati en mármol de Carrara, los florentinos lo llaman “Il Biancone”, por la pureza y blancura de este tipo de mármol.

Fuente de Neptuno. Plaza de la Signoria

ESTATUA GRAN DUQUE COSME I: Obra de Giambologna, esta estatua ecuestre rinde homenaje al hombre que unificó la Toscana en 1570. Cosme I de Médicis, nacido en Florencia, logró que la ciudad viviera su periodo más prospero durante los siguientes dos siglos. Construyó los Uffizi, acabó el palacio Pitti y ordenó diseñar los jardines de Boboli.

Estatua Gran Duque Cosme I. Plaza de la Signoria

GALERÍA DE LOS UFFIZI: Aunque hablaré de ella en profundidad en el momento de realizar la visita, no cabe duda que hay que mencionar en la plaza de la Signoria este edificio que flanquea uno de los lados de la misma y que encargaría Cosme I a Giorgio Vasari en 1560 para alojar las oficinas administrativas y judiciales del Gran Ducado, siendo en la actualidad el museo de arte renacentista más importante del mundo.

MUSEO BARGELLO

Después de visitar tanto el centro religioso como político de la ciudad, encarnados en las plazas del Duomo y de la Signoria, respectivamente, me pareció buena idea terminar la jornada cultural dirigiéndome hacia un museo que muchos pasan por alto ya sea por desconocimiento o por falta de tiempo, pero que me parece esencial en una visita a Florencia. Hablo del Museo Bargello.

Construido en 1255 como Ayuntamiento, es la sede del gobierno más antigua que queda en Florencia. En el siglo XVI sirvió de residencia del jefe de policía y de la cárcel; allí hubo ejecuciones hasta 1786. Tras una profunda renovación, en 1865 pasó a ser uno de los primeros museos nacionales de Italia, custodiando la colección de escultura renacentista toscana más completa del país, con algunas de las mejores obras tempranas de Miguel Ángel, Donatello, Verrocchio, Giambologna y Cellini.

Museo Nacional del Bargello

Museo Nacional del Bargello

Disfrutaría muchísimo y es que lo que alberga son auténticas joyas del arte. En mi visita destacaría, especialmente, la sala de Miguel Ángel, presidida por Baco, que el artista esculpió con sólo 21 años, además del David – Apolo, el busto de mármol Bruto y el inacabado bajorrelieve de la Virgen con el Niño y San Juan niño, también conocido como Pitti Tondo y, sin duda, la sala de Donatello, situada en la mismísima Sala del Consiglio, donde se reunían el consejo municipal, y donde se exponen los panales del concurso de la puerta del Baptisterio de 1401, así como su famosa estatua de David de 1450, el primer desnudo realizado por un artista occidental desde la época clásica. También se pueden ver la escultura de San Jorge en la que el artista introdujo un nuevo sentido de la perspectiva y el movimiento, así como el famoso Marzocco, el león del que hablaba al referirme al Palacio Vecchio, también de Donatello.

Marzocco de Donatello. Museo del Bargello

David de Donatello. Museo del Bargello

Pitti Tondo de Miguel Ángel. Museo del Bargello

Muy interesante también es la sala de Verrocchio donde se exponen magníficas obras como “Dama con ramo de flores”, “La Resurrección” o “Virgen con el niño”.

Dama con Ramo de Flores de Verrocchio. Museo del Bargello

Es también interesante la capilla de María Magdalena, en cuyos muros hay frescos del infierno y el paraíso, así como diversos pasajes de las vidas de María Egipciaca, María Magdalena y Juan Bautista. Se trata de restos de frescos de Giotto y no fueron descubiertos hasta 1840, cuando la capilla fue convertida en almacén y cárcel.

Y no hay que olvidar otra importante y famosa escultura: “Mercurio volador” de Giambologna, todo un ejemplo del manierismo en el que se puede ver al veloz mensajero de los dioses desafiando las leyes de la gravedad y pareciendo que va a empezar a volar en vez de correr.

Mercurio Volador de Giambologna. Museo del Bargello

Otras salas que se podría citar serían la de bronces pequeños y la colección de armaduras.

El horario del museo Bargello es de 08:15 a 18:50 los sábados y domingos y de 08:15 a 13:50 el resto de la semana, excepto los martes que se encuentra cerrado.

I´TUSCANI

A la salida eran ya las 19:00 y me encontraba entre saturado y agotado tras todo lo que había podido contemplar durante el día, por lo que decidiría caminar un rato con tranquilidad por las preciosas calles del centro histórico, hasta que optaría por cenar en I´Tuscani donde quería probar el famoso bistec a la fiorentina, un plato tradicional de Florencia en el que se degusta  un gran corte de lomo aderezado a la manera clásica. Tengo que decir que estaba buenísimo y la calidad es increíble, pero me pareció carísimo, aún por vivir tan grata experiencia. Serían 70 euros con patatas fritas, bebida y cubierto.

Restaurante I´Tuscani

Bistec a la Fiorentina en Restaurante I´Tuscani

Ahora sí, era el momento de la retirada pues, aunque pueda parecer mentira, esto no había hecho nada más que empezar.


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