ALENTEJO - DIA 05. Elvas: ciudad inexpugnable

2 de Mayo de 2023.

Hoy debía regresar a casa. Mi intención, en un principio, era visitar tanto Elvas como Vila Viçosa, dos importantes poblaciones del Alentejo que tienen mucho que ofrecer. Pero al poco tiempo de llegar a Elvas me daría cuenta que es tal el patrimonio que posee, especialmente en cuanto a fortalezas y construcciones defensivas, que si quería abordarlo todo, sin prisas, me iba a llevar más de medio día, lo que sumado a que tenía que volver a Madrid, haría que dejase para mejor ocasión la villa de Vila Viçosa.

 No obstante, antes de ponerme rumbo hacia Elvas aprovecharía para visitar en Évora el lugar que me había quedado pendiente el domingo al estar cerrados por ser día festivo. Me refiero a la Universidad, a la cual ya me refiero con detalle en el día respectivo.

Tras ello, con los deberes hechos, me despedía de la hermosa Évora y me ponía en marcha hacia la próxima localidad que iba a visitar.

ELVAS

Tras una hora de camino desde Évora y 84 km llegaba a esta importante ciudad fronteriza a sólo diez kilómetros de la frontera española. Aunque nada tiene que temer ya de los castellanos, continúa ofreciendo el ejemplo más bello de arquitectura militar portuguesa (declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2012) así como de ciudad vieja llena de encanto. Increíblemente animada, debido a la proximidad de Badajoz, crea una especie de efecto espejo a ambos lados de la frontera, que se traduce por una estimulante vida cultural.

La ciudad fortificada de Elvas es una de las más impresionantes y mejor conservadas del mundo, construida en planta de estrella, cuenta con bastiones, cortinas, fosos y puertas que se abren al espacio intramuros y, por si fuera poco, debido a los diferentes accidentes geográficos del terreno, conserva también importantes defensas exteriores situadas en las colinas y depresiones de los alrededores que impidieron en su momento que la ciudad fuese tomada por el enemigo.

Elvas

Ante la extensión y la gran cantidad de elementos que ofrece este sistema defensivo, sería por él por donde empezaría la visita y optaría por ayudarme del vehículo para llegar al lugar más alejado del mismo situado a tres kilómetros del centro de la población. Me refiero al fuerte de Graça, una impresionante ciudadela sobre una colina que fue construida en el siglo XVIII y en la que trabajaron hasta 6000 hombres, consiguiendo como resultado final una fortaleza de diversos pisos y subterráneos y con una excelente posición estratégica, controlando desde su altura la ciudad de Elvas y sus alrededores.

Fuerte de Graça

Fuerte de Graça

Fuerte de Graça

Su horario es de 10:00 a 18:00, excepto los lunes, y el precio de la entrada es de cinco euros, aunque se puede hacer una guiada por ocho euros.

Acto seguido y sirviéndome de nuevo del coche, conduciría hasta las inmediaciones del acueducto de Amoreira, el más impresionante del país y uno de los más altos de Europa, con una altura en algunos puntos de treinta metros, tardando un siglo en acabarse. Tiene una longitud de casi ocho kilómetros y cuenta con más de 840 arcos y, lo más sorprendente, que sigue trayendo agua a la ciudad.

Acueducto de Amoreira

A partir de este punto seguiría con mi visita a pie, pasando a continuación a pasear por las almenas del recinto amurallado de Elvas, que ofrecen unas maravillosas vistas del casco antiguo y una buena perspectiva del ingenioso diseño de la fortaleza. Siguiendo los principios del arquitecto militar francés, el marqués de Vauban, una serie de bastiones pentagonales y revellines en los ángulos forman una estrella que protege las murallas en todos sus ángulos. Lo que se conserva es del siglo XVII, cuando las defensas contuvieron a los ejércitos españoles en la guerra de Independencia. Entre los baluartes que pude encontrar en mi camino destacarían el de Nuestra Señora de la Conceição, el de São João de Deus, el de Plaça de Armas o el de Olivença.

Recinto Amurallado de Elvas

Recinto Amurallado de Elvas

Justo al lado de este último se puede ver la puerta de Olivença, perteneciente al primer tramo de murallas musulmanas, con una parte interior decorada con motivos bélicos, entre los que destaca la imagen de dos militares levantando las armas reales de Juan IV, flanqueadas por dos pináculos. Y una parte exterior, decorada con motivos similares a la interior como los instrumentos de guerra que la coronan: armadura, cañones, balas, etc. Comunicaba con el camino que llevaba al fuerte de Santa Luzia, así como la vecina ciudad de Olivenza.

Puerta Exterior de Olivença

A pocos pasos, en una hermosa plazuela con fuentes, hallaría la torre Fernandina, que forma parte de los restos de lo que sería la antigua muralla islámica y en cuyo interior se puede ver una exposición de las fortificaciones de la ciudad. La torre también fue utilizada como prisión, y todavía son visibles aspectos de esta función.

Torre Fernandina y Rúa de Cadeira

Avanzando por sus callejuelas pintorescas, encaladas con borde azules o amarillos, y atravesando el arco del Reloj, vestigio del antiguo ayuntamiento, llegaría hasta la plaza da República, el corazón de la ciudad, mandada construir durante el reinado de D. Manuel I. De la antigua Cámara Municipal, que preside dicha plaza, cabría destacar también la hermosa galería del siglo XVI, así como una ventana manuelina. En el portal se puede ver el escudo de armas de la ciudad con el caballero y el estandarte.

Antiguo Ayuntamiento

Arco del Reloj. Antiguo Ayuntamiento

Al norte de la plaza se puede ver la antigua catedral o Sé, hoy conocida como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con un claro carácter fortificado, utilizando una torre como fachada. Sus estilos son el manuelino y el barroco, aunque el pórtico principal es de estilo renacentista. En su interior destaca la decoración con azulejos, así como un magnífico órgano situado en el coro alto.

Plaza da República y Ntra Sra de la Asunción

También en esta plaza se hallan las letras de Elvas, donde poder inmortalizar el momento del paso por la localidad, algo a lo que no podría resistirme.

Letras de Elvas. Plaza da República

Muy cerca se halla el bonito Largo de Santa Clara, donde destacan el arco del mismo nombre que formaba parte de la antigua línea de muralla, así como la picota o Pelourinho, tallada en el exuberante estilo manuelino, que aún conserva los garfios en los que se colgaba a los condenados después del juicio correspondiente. Sin olvidar la iglesia de las Dominicas (Antigua iglesia de los Afligidos o de la Consolación), con un sencillo exterior del siglo XVI, pero que, sin embargo, oculta en su interior una gran riqueza ya que posee columnas de mármol  y azulejos amarillos y azules que cubren las paredes y ascienden hasta la cúpula.

Arco Largo de Santa Clara

Pelourinho e Iglesia de las Dominicas

Mi siguiente parada sería en el castillo de Elvas, edificado por los árabes y reformado con posterioridad cuando la ciudad es conquistada por Sancho II. Se encuentra situado en uno de los extremos de la población, en su parte más elevada. Desde el torreón del siglo XV, se contempla una vista única de la ciudad, las fortificaciones, las colinas cubiertas de olivares y el fuerte de Graça.

Castillo de Elvas

Castillo de Elvas

Castillo de Elvas

Como curiosidad mencionar que este castillo fue el primer monumento declarado Monumento Nacional en Portugal.

Su horario es de 09:00 a 13:00 y de 14:00 a 17:30. Cierra los lunes. La entrada cuesta dos euros.

Delante del castillo se encuentra, probablemente, la calle más hermosa de la localidad: la rua das Beatas, bordeada de casitas alegres, amarillas, blancas, ocres y con profusión de flores. En las inmediaciones también se puede ver el soberbio arco del Miradeiro, puerta original perteneciente a la primera cintura de murallas árabes del siglo VIII. Está construida aprovechando las piedras talladas por los romanos que constituyen una de las pruebas de la presencia romana en Elvas.

Rúa das Beatas

Arco del Miradeiro

Seguiría paseando por la muralla septentrional, encontrando el baluarte de Santa Bárbara, los baluartes de Porta Velha y Casarão o restos de las murallas fernandinas. Así como la puerta de San Vicente, obra prima de arquitectura militar de la restauración, de forma poligonal.

Puerta Exterior de San Vicente

También se cruzarían en mi camino iglesias como la de San Francisco, de una sola nave, siendo la capilla mayor rica en decorados con entallado de borde dorado y estando la nave central revestida de azulejos que representan la vida  del San Francisco; la de Santa Clara; la de São João de Corujeira, fundada por los caballeros de la Orden Hospitalaria cerca de 1230 y perteneciente después a la Orden de Malta y reconstruida después de un importante terremoto en 1840; o la de San Pedro, con una hermosa portada románica gótica con preciados ornamentos.

Iglesia de San Pedro

Iglesia de San Francisco

La visita al centro histórico la terminaría con dos templos. La iglesia de Santo Domingo, de fachada barroca pero interior gótico. Es un excelente ejemplo de arquitectura medieval. Su interior está decorado con azulejos que cuentan la vida de Santo Domingo. Hay que destacar también la sala capitular y el gran órgano. Hoy forma parte del museo Militar de Elvas.

Iglesia de Santo Domingo

Por otro lado, la iglesia del Salvador, siguiendo el modelo de construcción de las antiguas iglesias jesuitas. En su interior, sobre la capilla mayor, se puede observar uno de los mejores árboles genealógicos de Portugal. En las capillas laterales también hay algunas imágenes que merecen la pena.

Iglesia del Salvador

Finalmente, antes de abandonar la población, optaría por llegar hasta otras de las fortificaciones exteriores que rodean la ciudad y así complementar la visita que había realizado a primera hora al fuerte de Graça.

Recurriendo de nuevo al coche, me bastarían cinco minutos para llegar hasta el fuerte de Santa Luzia, más pequeño que el de Graça y construido en 1648. Posee una impresionante red de pasajes subterráneos que lo comunican con la ciudad, así como las recias murallas, los cañones del siglo XVIII o la sala del Gobernador, entre otras estancias. En las casernas está instalado un modesto museo militar que documenta el papel de Elvas en las guerras luso – españolas. Además se consiguen también excelentes vistas no sólo de la población sino del Fortín de São Mamede, construido para cubrir la amplia vega del Guadiana, que quedaba fuera del ángulo visual del fuerte de Santa Luzia.

Fuerte de Santa Luzia

Fuerte de Santa Luzia

Fuerte de Santa Luzia

Su horario es de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00, excepto lunes y martes por la mañana. De octubre a abril, por la tarde es de 14:00 a 17:00. El precio de la entrada es de dos euros.

Aunque para conseguir la visita completa a todas las construcciones militares todavía me faltaban los fortines de San Pedro y Santo Domingo, estando el primero rodeado por un foso, el cual se utilizó durante un tiempo como polvorín y es el más pequeño de los recintos exteriores. Y construyéndose el segundo con el objetivo de proteger el acueducto de Amoreira y la puerta da Esquina, siendo el mayor de los fortines periféricos que defienden Elvas, estando artillado y dotado de diversas defensas, entre las que destacan los paramentos que le preservan del fuego cruzado, decidiría dejarlos para un hipotético regreso en el futuro, ya que eran más de las 17:30 y tenía que ir pensando en regresar a casa, concluyendo así este viaje por el Alentejo. Eso sí, con la seguridad de no ser un punto y final, pues son todavía muchos los lugares a descubrir en esta hermosa región portuguesa a la que sin duda tendré que regresar para llevar a cabo tal cometido.


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