DIA 10. P. N. VESUBIO Y HERCULANO. Fracaso ante el destructivo volcán y visita a la hermana pequeña de Pompeya

11 de Diciembre de 2022.

Hoy volvía a salir de Nápoles para pasar el día recorriendo algunos de sus lugares cercanos más icónicos, aunque no todo saldría como esperaba como se podrá ver a continuación.

Lo primero que haría, al igual que con Pompeya, sería encaminarme hacia la estación de trenes de la plaza Garibaldi y allí coger la línea Circumvesuviana, que por tres euros por trayecto me dejaría en veinte minutos en la estación de Ercolano Scavi, la puerta hacia las ruinas de Herculano, así como para la subida al Parque Nacional del Vesubio, al menos una de las opciones, ya que también se puede acceder desde la estación de Pompeya Scavi.

PARQUE NACIONAL DEL VESUBIO

Una vez en la plaza a la que se sale en el exterior de la estación y con esta a mis espaldas, en pocos segundos repararía en el local que tenía que encontrar, donde se ubica la empresa Vesuvio Express. Con ella tenía contratada la subida en autobús hasta la puerta del parque Nacional del Vesubio, cuyo ticket sacaría en su web https://www.vesuvioexpress.it/ por un coste de 12 euros ida y vuelta. Ahora también se puede sacar con ellos la entrada al Parque nacional por un precio de 27 euros con el transporte incluido. En mi caso esta segunda la compraría en la página oficial https://vesuviopark.vivaticket.it/ costándome 11,68 euros.

Estaba ilusionado con llegar a la cima del volcán Vesubio, el que presenta una actividad más variada de los que forman el arco volcánico de la región de Campania: desde emisiones de lava líquida hasta erupciones explosivas de roca, gas y ceniza. En cuanto a la frecuencia, el monte Vesubio ha mantenido una trayectoria irregular. Después del trágico año 79, entró en erupción una vez cada cien años hasta 1037. En 1631 volvió a explotar y se mantuvo en silencio hasta el 7 de abril de 1906; las repercusiones económicas obligaron a que Roma cediera a Londres la sede de los Juegos Olímpicos de 1908. La última gran erupción tuvo lugar el 18 de marzo de 1944, siendo sus efectos aún visibles.

El caso es que cuando aparecí por el mostrador de la agencia y mostré mi vale para canjearlo, la cara de circunstancia del encargado me lo diría todo. Efectivamente, el Parque Nacional estaba cerrado por viento, lluvia e inclemencias meteorológicas. Aún así me ofrecieron subir con el mismo autocar hasta la misma puerta del espacio natural, realizando una pequeña excursión panorámica, ya que en esta ocasión las nubes estaban concentradas en la parte más alta, asegurándome que se tenían buenas vistas de la región y del golfo de Nápoles desde algunos miradores naturales que hay en dicho trayecto. Algo que me pareció buena idea, como también se lo pareció al resto de personas que llenábamos un autobús entero. Menos daba una piedra, ¿no? La verdad que me gustó mucho la empresa, pues fueron muy simpáticos en todo momento, muy claros con todo y algo que valoro bastante en estas situaciones es que me plantearon una sola vez la opción que al final elegí, sin ser insistentes ni tratando de venderte algo a toda costa, dándome la posibilidad, desde el primer momento, de devolverme el dinero.

Golfo de Nápoles desde inmediaciones del P.N. del Vesubio

Golfo de Nápoles desde inmediaciones del P.N. del Vesubio

Serían tres paradas donde tendríamos todo el tiempo del mundo para recrearnos y disfrutar del maravilloso entorno que se encontraba bajo nuestros pies. Las panorámicas fueron excepcionales y la última de dichas paradas en la puerta del Parque Nacional del Vesubio, nos permitiría apreciar el terreno agreste que se encuentra cerca del cono del volcán, dejándome con la miel en los labios de llegar al borde del cráter, a 1170 metros, algo que estoy seguro realizaré en el futuro aprovechando que todavía me queda pendiente de conocer la zona de la costa Amalfitana.

Parque Nacional del Vesubio

Parque Nacional del Vesubio

Tras hacer una nueva parada, a todos los efectos comercial, a la bajada, en una tienda que vendía Limoncello, aunque hay que reconocer que las degustaciones que nos dieron a probar estaban buenísimas, volveríamos a nuestro punto de partida sobre las 12:00 de la mañana.

Tras despedirme del encargado, sólo tardaría diez minutos caminando en llegar hasta la puerta del recinto arqueológico de Herculano, la siguiente visita que me iba a llevar unas tres horas en realizarla con tranquilidad. La entrada me costaría 13 euros.

HERCULANO

A medio camino entre Pompeya y Nápoles se localizan las ruinas de Herculano, una rica ciudad comercial que también quedó sepultada tras la erupción del Vesubio. Algunos de sus edificios se conservan en mejores condiciones aún que los de Pompeya: es el caso de las termas, el Colegio de los Sacerdotes de Augusto y un teatro, que permanecen casi intactos. Esto se debe en gran parte a las circunstancias particulares de su entierro por obra de una inundación de barro procedente de las pendientes del volcán. El barro después, solidificado en toba compacta, ha representado a través de los siglos, la mejor defensa contra los agentes atmosféricos y también contra los excavadores clandestinos. El yacimiento también alberga tabernas, una palestra y residencias señoriales con amplios patios y una rica decoración. Pero veamos cómo fue mi recorrido paso a paso y desde el principio.

Herculano

Tras bajar a ras del yacimiento por los respectivos accesos, ya que este se encuentra por debajo del nivel del suelo actual, mi visita comenzaría atravesando sobre una pasarela los llamados Fornicis, es decir almacenes portuarios y para las embarcaciones, ya que antes del terremoto el mar llegaba hasta este punto, para inmediatamente después llegar a una amplia plaza rectangular donde se yergue el altar funerario, revestido de mármol, construido en honor del senador Nonio Balbo, pretor y procónsul de la provincia de Creta y de Cirene, merecedor de grandes homenajes por su carrera de éxitos y logros. Adosado al anterior se encuentra un complejo termal que estaba cerrado a cal y canto por lo que me dirigí hacia el lado contrario de donde me hallaba y allí me toparía con el área Sagrada donde destacan dos templos, uno al lado del otro, que fueron consagrados respectivamente a Venus y a cuatro deidades relacionadas con el mundo de la producción, del comercio y de las artesanías.

Fornicis

Terraza de Nonio Balbo

Después de esta pequeña toma de contacto en la que ya estaba disfrutando al máximo de la antigua ciudad, saldría a la calle Cardo V, magníficamente conservada, donde nada más comenzar a transitar por la misma hallaría dos viviendas de gran importancia. Por un lado la casa del Bajorrelieve de Télefo, considerada por su tamaño como la segunda más grande de Herculano, con tres pisos superpuestos y una rica colección de esculturas, entre otros detalles. Y por otro, la casa de los Ciervos, con decoración mural y piso de mármol, además de amplios aposentos de representación, un gran salón con un hermoso mosaico y un amplio jardín donde se hallaron unas mesas de mármol circulares y diferentes estatuas.

Casa del Bajorrelieve de Télefo

Casa de los Ciervos

Casa de los Ciervos

Seguiría avanzando por la misma calle y en el cruce con la vía Decumano Inferiore, así como en sus inmediaciones, hallaría un sinfín de nuevos lugares de interés. Es el caso de la varias tabernas con sus respectivos mostradores, estanterías, trastiendas y donde se depositaban las comidas y bebidas; o nuevas viviendas como la casa del Gran Portal, la casa con Jardín o la casa del Atrio Corintio, esta última una de las más antiguas de Herculano, de tamaño mediano.

Taberna de Príapo

Gran Taberna

Casa del Gran Portal

Mención aparte merece el espectacular Gimnasio o Palestra, un gigantesco complejo arquitectónico que estaba destinado, predominantemente, a las actividades deportivas. Sería construido durante la época de Augusto y poseía también un largo estanque que sería sustituido después por una gran alberca con una fuente de bronce. Se puede ver también una amplia sala rectangular que estaba destinada a las ceremonias religiosas.

Gimnasio o Palestra

Continuando hasta el fondo del recinto arqueológico y torciendo a la izquierda por el Decumano Massimo hallaría en primer lugar el Taller del Soldador o Plomero, el cual posee un mostrador largo, de bloques de piedra caliza reciclados. En el mismo se aprecia el crisol donde se fundían los metales y algunas vasijas de terracota, donde se ponían a enfriar las piezas forjadas. Aquí también se hallaron lingotes de plomo, partes de tuberías, un candelabro de bronce y una estatuilla de Baco.

Se sucederían después casas como la del Salón Negro donde se halló una mesa de mármol y un magnífico larario (pequeño altar sagrado); la casa de la Columnata Toscana, cuyo núcleo original se remonta a la época de la República y en una de sus paredes se conservan dos pequeños cuadros; dos tiendas, una de ellas de bebidas con interesantes detalles; o un Thermopolium, es decir, un establecimiento donde se vendía bebidas y comida caliente, con una estructura sencilla de un local que da a la calle, con el mostrador donde se servía hecho de obra de albañilería. A veces, en el interior, la gente se podía sentar y comer.

Casa del Salón Negro

Thermopolium

Calle de Herculano

Las avenidas Cardo III y Cardo IV me seguirían ofreciendo nuevos e interesantes ejemplos de arquitectura y decoración romana de la época. Es el caso de varios templetes; la sede de los Sacerdotes Augustales donde se rendía culto al emperador Augusto; la casa de dos Atrios; la casa del Patio Bonito; la casa de Neptuno y Anfitrite con una rica decoración y un mosaico mural en una de sus paredes que representa a los dioses que dan nombre a la vivienda; una tienda de ultramarinos donde pueden verse las estanterías y un altillo con parapeto para ánforas de vino; o la casa Samnítica, con un espléndido atrio de tipo helenístico cuyas paredes se volvieron a pintar y está coronado por un balcón corrido.

Sede de los Sacerdotes Augustales

Casa de los Dos Atrios

Casa de Neptuno y Anfitrite

Casa Samnítica

Pero si hay algo que no puede faltar en un recorrido por Herculano son las Termas Centrales, las cuales presentan la subdivisión típica en sectores masculino y femenino.

Palestra Termas

La construcción de las instalaciones termales, a las que originalmente abastecía de agua un pozo de grandes dimensiones, se remonta a la segunda mitad del siglo I a.C. A la zona de los varones se acceder por un pasillo que conduce al vestuario con hornacinas para guardar la ropa. Desde aquí se llegaría al frigidarium (sala del baño frío), el tepidarium (sala tibia) adornada con un mosaico blanco y negro que representa a Tritón, y al caldarium (sala del baño caliente), que remata un ábside.

Termas Masculinas

El sector femenino, por su parte, presenta las mismas salas, aunque más pequeñas que el masculino, destacando detrás de dichas estancias, los hornos donde se calentaba el agua y el pozo, que permitía recoger agua a 8,25 metros de profundidad.

Mosaico Termas Femeninas

Mi visita finalizaría con la visita de establecimientos similares a los ya vistos, así como otro buen número de viviendas tales como la casa de la Alcoba; la casa del Atrio de Mosaico, una mansión señorial que se construyó en una posición panorámica con una interesante decoración pictórica y un impresionante mosaico geométrico ajedrezado en el atrio, así como una fuente revestida de mármol en el jardín; la casa del Armazón de Recuadros de Madera, en la que vivieron varias familias, con un balcón que da a la calle; la casa del Genio; la casa de Argos con un espectacular jardín de tres brazos, con columnas estucadas, encontrándose en ella una despensa de harina, panes listos para hornear, vasijas de terracota, legumbres, aceitunas, etc.; o la casa del Albergue con una terraza panorámica hacia el mar y de grandes dimensiones con instalaciones termales, entre otras muchas.

Casa del Tabique de Madera

Casa de Argos

Casa del Albergue

Tras comprobar que no se encontraba abierta la Villa de los Papiros, un área museística especial relativa a las excavaciones, saldría de Herculano tras algo más de tres horas en su interior, realmente emocionado y sorprendido de todo lo que ofrece, recomendando su visita encarecidamente, pues creo que es diferente a la de Pompeya y se complementan totalmente la una a la otra.

Calle de Herculano

Regresaría a Nápoles de la misma manera que había llegado a Herculano y nada más llegar lo primero que haría sería encaminarme hacia el castillo dell´ovo para ver si esta vez tenía más suerte que ayer y podía acceder hasta su terraza para admirar las vistas, pero tampoco habría suerte ya que se mantenía la alerta y sus puertas seguían cerradas, aún quedándose una tarde de lo más agradable. Por tanto, debería conformarme, una vez más, con las siempre agradables vistas del Vesubio.

Monte Vesubio desde Paseo Lungomare (Nápoles)

TANDEM Y SCATURCHIO

La verdad que estaba muerto de hambre pues entre tantos planes ni siquiera había parado a comer, así que dado que eran las 18:00 aprovecharía para cenar temprano. Elegiría el restaurante Tandem del que dicen cocina el mejor ragú de Nápoles. Pediría mozzarella al ragú y un tipo de pasta también al ragú. Ambos estaban espectaculares. De beber pediría coca cola. Todo me saldría por 30 euros. Es importante llegar temprano o reservar ya que el restaurante es pequeño y se llena con facilidad.

Ragú en Restaurante Tandem

Tras la cena me animaría a pasear sin rumbo fijo por las arterias principales del centro histórico con un ambiente brutal y como no había tomado postre decidiría buscar la pastelería Scaturchio donde probaría los dulces tradicionales napolitanos babá y sfogliatella, realmente buenísimos.

Pastelería Scaturchio

De esta manera tan golosa daba por terminada la jornada, dirigiéndome al hotel para hacer la maleta y dejarlo todo preparado para mañana, pues sólo dispondría de apenas unas horas ya para acabar de disfrutar de Nápoles antes de regresar a casa.


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