ISLA DE TENERIFE - DIA 02. La Orotava, Icod de los Vinos y Garachico

22 de Mayo de 2022.

La jornada la íbamos a dedicar a tres de los lugares con más tradición de la isla de Tenerife, con una importante historia y un gran legado patrimonial y monumental. Además de la cercanía de todos ellos del Puerto de la Cruz, pues tras la paliza de ayer, no teníamos muchas ganas de recorrer demasiados kilómetros.

LA OROTAVA

A sólo siete kilómetros y un cuarto de hora del Puerto de la Cruz y situada en medio de uno de los valles más bellos y fértiles del mundo, La Orotava es una histórica población fundada por los hacendados que en el siglo XVI se repartieron estas tierras. Poblada por gentes procedentes en su mayor parte de Andalucía, sembrada de iglesias, conventos, palacios, casonas y molinos de agua, es una de las localidades que mejor ha sabido conservar el sabor tradicional de las antiguas ciudades coloniales.

La Orotava

El casco antiguo de la villa se organiza por medio de un entramado de empinadas calles adoquinadas a las que se abre una multitud de casonas de los siglos XVII y XVIII. El Tenerife más auténtico late por sus callejas y se asoma a sus balcones de madera en espera de ser descubierto. No es de extrañar, por tanto, que todo el casco viejo esté considerado Monumento de Interés Histórico Artístico Nacional.

Arquitectura Tradicional Canaria

Entre sus monumentos más importantes cabría destacar los siguientes:

IGLESIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN: Es una de las mejores muestras barrocas del archipiélago, declarada Monumento Nacional. Fue construida sobre los restos de otra iglesia que sucumbió a la erupción del volcán de Güimar en 1705, por iniciativa de los indianos canarios. Los leones que vigilan la entrada no están ahí por casualidad. Uno, el de las fauces abiertas, representa la isla caribeña de Cuba, de donde procedían los emigrantes orotavenses. El otro, con pinta de escasa fiereza, a la lánguida Tenerife.

Iglesia de la Inmaculada Concepción

Iglesia de la Inmaculada Concepción

AYUNTAMIENTO: Es un elegante palacio de estilo neoclásico tardío, levantado hacia 1871, que cuenta con una fachada principal centrada por un gran frontón triangular. La plaza inmediata se adorna durante el Corpus Christi con un enorme tapiz elaborado con arenas volcánicas de colores.

Ayuntamiento de La Orotava

HIJUELA DEL BOTÁNICO: En la parte trasera del Ayuntamiento se descubre un cuidado jardín de aclimatación creado en 1788, donde pueden verse especies de lo más exóticas, sin olvidarnos del emblemático drago, que integra una interesante ruta de los dragos junto a los del paseo Domínguez Alfonso y la plaza de San Francisco, entre otros.

Drago de la Hijuela del Jardín Botánico

Hijuela del Jardín Botánico

PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN: Es uno de los espacios más vitales de La Orotava, repleto de flores y con una frondosa arboleda que se extiende a través del Jardín Victoria o Marquesado de la Quinta Roja. Muy cerca aparece la iglesia de San Agustín, del siglo XVIII y evidente factura barroca.

Plaza de la Constitución

Iglesia de San Agustín

LAS DOCE CASAS: Entre el rico y abundante patrimonio artístico de La Orotava destacan las llamadas Doce Casas, que pueden presumir de ser el mejor conjunto de arquitectura tradicional canaria de los siglos XVI, XVII y XVIII. Casi todas se articulan en torno a un patio con galerías porticadas de madera que se abren a un frondoso y fresco jardín interior. Aunque algunas lucen en sus fachadas elementos labrados en piedra, la mayoría se decoran con balcones de madera. Entre ellas están la casa del Turista, la de Monteverde y la de los Lercaro, aunque la más famosa de todas es la casa de los Balcones, que en realidad son dos edificios contiguos que muestran un alzado perfectamente adaptado a la pendiente de la calle San Francisco. Ambas fueron construidas en el siglo XVII. Sus alargadas fachadas están rematadas por un amplio balcón corrido labrado en maderas nobles.

Casa de los Balcones

LICEO TAORO: Este edificio de estilo ecléctico destaca por los suntuosos jardines  escalonados que lo adornan. Se trata del gran centro de la vida cultural y social de la isla, ya que alberga exposiciones y conferencias de relevancia internacional.

Sociedad Liceo de Taoro o Casa Ascanio

IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA: En la calle del mismo nombre se alza esta iglesia renacentista, con planta de cruz latina edificada entre 1728 y 1747, que luce una destacada torre de original remate en forma de cúpula piramidal. En su interior destaca un rico conjunto de retablos y tallas escultóricas. La plaza de San Juan, adosada a la misma, es de un encanto especial. Eso sí, la cuesta que te acerca hasta aquí bien podría servir de entrenamiento para ascender al Teide.

Plaza de San Juan Bautista

Iglesia de San Juan Bautista

CONVENTO DE SANTO DOMINGO: De principios del siglo XVII, su iglesia es de estilo barroco canario. En el convento está instalado el museo de Artesanía Iberoamericana donde en sus salas se exhibe una completa muestra de cerámica, artesanía textil, instrumentos musicales  arte popular de América y Filipinas.

Antiguo Convento de Santo Domingo

Antiguo Convento de Santo Domingo

ICOD DE LOS VINOS

En media hora habíamos recorrido los 25 kilómetros que nos separaban de esta pequeña localidad, donde nuestro principal interés era conocer el famoso Drago milenario, uno de los árboles más famosos y fotografiados del mundo y verdadero emblema de Canarias.

Para ello es necesario dirigirse al Parque del Drago, que además de este árbol ofrece otras especies endémicas de las islas. La entrada cuesta cinco euros y el horario en esta época del año es de  09:00 a 20:00.

El Drago por su parte es espectacular, siendo el mayor y más viejo de todo el archipiélago con unos 800 años de antigüedad y unas dimensiones verdaderamente impresionantes, con quince metros de alto y doce de perímetro en la base y un peso, sin contar las raíces, que alcanza las 150 toneladas. Su tronco curiosamente nervudo y su copa compacta conforman su aspecto característico, pero es su resina, que se torna roja al contacto con el aire, la que le proporciona un lugar en las leyendas locales. Se dice que los guanches o veneraban, pero lo que se sabe a ciencia cierta es que utilizaban su extraña resina para embalsamar cadáveres.

Drago Milenario. Icod de los Vinos

Icod de los Vinos es, además, una población que conserva intacto su rico patrimonio artístico y que está repleta de rincones con encanto. Entre todos destaca la plaza de la Pila, sombreada por grandes ficus, laureles y pandanos, y a la que se abren varias casonas señoriales del siglo XVI. Desde el mirador que se encuentra en la esquina de esta se consiguen las mejores vistas del famoso Drago.

Plaza de la Pila. Icod de los Vinos

Plaza de la Pila. Icod de los Vinos

El edificio religioso más sobresaliente sería la iglesia de San Marcos, edificada entre los siglos XVI y XVII con elementos renacentistas y barrocos. Su interior de tres naves se encuentra cubierto con un cuidado artesonado de madera y guarda numerosos tesoros artísticos entre los que destacan el retablo mayor, de plata y oro, y una gran cruz de plata labrada en Cuba en 1663.

Iglesia de San Marcos. Icod de los Vinos

GARACHICO

Garachico, a sólo siete kilómetros y cuarto de hora de Icod de los Vinos, se encuentra enclavada en plena costa norte de Tenerife y fue fundada en 1496 por el banquero y comerciante genovés Cristóbal de Ponte. Pronto se convirtió en un estratégico puerto marítimo exportador de productos agrícolas, en especial vino y azúcar, y en base fundamental para muchas expediciones había el Nuevo Mundo. Aunque en 1706 una erupción volcánica arrasó la mitad de la localidad, hoy conserva un bello y envidiable conjunto monumental.

Garachico

Lo mejor de Garachico es la visión conjunta de su blanco caserío en contraste con el negro de las lavas volcánicas de su entorno y el azul del océano.

Sus empedradas y sugestivas calles están repletas de casas tradicionales, palacios, conventos e iglesias que recuerdan su pasada prosperidad como puerto comercial y emporio banquero.

Dominando uno de los extremos de la localidad se alza el castillo de San Miguel, construido para defender la ciudad de los piratas. Sus gruesos y almenados muros, sobre los que campea el escudo imperial de Carlos V, consiguieron soportar los ríos de lava que destruyeron, como he comentado, buena parte de la villa. Alberga una colección de fósiles y da acceso a las murallas.

Castillo de San Miguel. Garachico

En el centro del casco antiguo, detrás de la hermosa plazuela de Juan González de la Torre y bajo el nivel del suelo, yace la ruina conocida como Puerta de Tierra, el único resto de lo que fue el puerto más próspero de Tenerife, agonizando en la catástrofe de 1706. A través de esta puerta debían pasar todas las personas y mercancías que entraban y salían de Garachico. Arriba, en el jardín, hay una prensa de uvas bien conservada.

Plaza Juan González de la Torre.Garachico

Parque de la Puerta de Tierra. Garachico

La plaza de arriba, con un parque sombreado, está flanqueada por la iglesia de Santa Ana, el más representativo edificio religioso de la población, mezcla de estilos renacentista y plateresco, con una rica decoración mudéjar en su interior,  y el convento de San Francisco, cuya grandiosa escalinata de piedra tiene un elaborado techo mudéjar y dos amplios claustros de madera. La aneja iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles también luce un bello techo.

Plaza de Arriba. Garachico

Iglesia de Ntra Sra de los Ángeles. Garachico

Además de los edificios religiosos, Garachico cuenta con un pintoresco conjunto  de grandes casonas señoriales de aspecto colonial: la casa de Piedra, el palacio de los Condes de la Gomera, la casa Ponte, el palacete de El Lamero, o la casa de los Villafuerte, con unos vistosos balcones de madera, son algunos de los mejores ejemplos.

Casa Palacio de los Condes de la Gomera. Garachico

Junto a esta arquitectura nobiliaria se suceden las típicas casas canarias de blanca fachada y balcones repletos de flores, entre estrechas y retorcidas calles, que hacen de Garachico un conjunto urbano de una belleza excepcional.

Calle de Garachico

Y tras tan interesantes visitas culturales, que mejor que terminar la estancia en esta localidad relajándonos en las piscinas naturales de lava del Caletón que son llenadas por el agua marina. Tienen diferentes profundidades, desde pequeñas piscinas para niños hasta un largo canal con suficiente fondo para bucear. Aunque el lugar no fue diseñado por César Manrique, sí que está inspirado en sus obras.

Piscinas Naturales de El Caletón

Piscinas Naturales de El Caletón

Además desde este punto se consiguen una de las mejores vistas de otro de los puntos emblemáticos de la localidad, que no es otro que el islote de El Roque, catalogado como Monumento Natural.

Islote de El Roque. Garachico


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