ALICANTE. ALTO VINALOPÓ - DIAS 01 y 02. Fortalezas árabes del interior

 6 y 7 de Diciembre de 2013.

A pocos kilómetros de la bulliciosa costa alicantina se extienden paisajes desconocidos para los millones de visitantes que se citan en las playas. Uno de esos parajes lo conforma el valle del río Vinalopó el cual marcó los límites administrativos entre la corona aragonesa y los monarcas castellanos. Ahora, hace ya casi dos siglos, estas tierras forman parte de la Comunidad Valenciana. El cauce del río se convirtió en una vía de comunicación natural entre Castilla y la costa mediterránea. Por ello siempre estuvo poblada de castillos y fortalezas, que garantizaron la seguridad. Mi intención era conocerlos en dos de las tres jornadas que tenía por delante, además de descubrir lo más importante de las localidades donde se ubican.

Antes de entrar de lleno en faena, hay que decir que los castillos musulmanes de esta comarca presentan algunos rasgos comunes que corresponden al gusto y al estilo de la época almohade. Es normal que se sitúen sobre un alto que domine la llanura, la protección de sus murallas no es excesivamente grande y poseen una espectacular torre del Homenaje con varias plantas en su interior. Algo también muy usual en la época era que entre ellas se comunicaban visualmente para avisar de la existencia de peligros externos.

Veamos, sin más preámbulos, cuales fueron  esas fortalezas árabes que intentaron resistirse al ímpetu de la reconquista cristina y que ahora se cruzaban en mi camino:

VILLENA

La figura central de la villa es, sin duda, el castillo de la Atalaya, con fama de inexpugnable, monumento nacional y uno de los más importantes de Alicante, cuya excelente conservación nos proporciona una clara idea del papel que jugó en su tiempo. Edificado en torno al siglo XI, fue conquistado a los árabes por Jaime I de Aragón en el año 1240. Posteriormente pasó a propiedad del infante Don Manuel, los Pacheco y el marqués de Villena.

Castillo de la Atalaya. Villena

Castillo de la Atalaya.Villena

Ascendería al castillo por una calle solitaria que, ya desde lejos, proporciona una magnífica visión de este gran recinto perfectamente restaurado. Desde la distancia se advierte que, detrás de un primer cerco de murallas con torres cilíndricas en los ángulos, se eleva un segundo anillo reforzado por torres asimismo cilíndricas y rematado con almenas. Por encima de los dos baluartes de murallas se alza la imponente torre del homenaje, coronada por una terraza con torrecillas que deja extender la vista hasta donde el horizonte lo permite. A esta torre de planta cuadrada y con muros de tres metros de espesor se accede por un arco de medio punto. Ya en el interior, unas escaleras conducen hasta la terraza a través de las cuatro plantas. Las dos primeras, de época almohade, están cubiertas con hermosas bóvedas de arcos entrecruzados, algo rarísimo de ver en la arquitectura militar árabe.

Castillo de la Atalaya.Villena

Castillo de la Atalaya.Villena

Villena desde el Castillo de la Atalaya

La visita se realiza de forma guiada todos los días de la semana en las horas en punto: 11:00, 12:00, 13:00, 16:00 y 17:00 a excepción de los lunes y las tardes de domingos y festivos que se encuentra cerrado.

Del casco antiguo de Villena cabe destacar, en la plaza de Santiago, el Ayuntamiento con portada blasonada y escudo enmarcado en orla, además de dos ventanales renacentistas que son obra del escultor Jacobo Florentin, discípulo de Miguel Ángel. Frente al mismo se puede contemplar la iglesia de Santiago, de estilo gótico tardío, que presenta en su interior una verja del siglo XVI y una pila bautismal de alabastro. Aunque uno de los aspectos más singulares del templo son los gruesos pilares helicoidales sin capiteles, que ofrecen una curiosa sensación de movimiento ascendente.

Iglesia de Santiago. Villena

Otro lugar importante es la plaza de Santa María, en la cual se alza la iglesia del mismo nombre. Posee una estructura gótica pero su fachada es de estilo barroco. Cuenta también con una bella torre – campanario.

Iglesia de Santa María. Villena

El paseo urbano por la villa también debe pasar por la plaza Mayor, de trazado medieval, donde nació el compositor Ruperto Chapí, autor de zarzuelas.

Plaza Mayor. Villena

CASTALLA

Esta villa, estratégicamente situada, jugó un importante papel en el devenir histórico de la zona hasta la misma guerra de la Independencia, que hizo famosa la batalla allí librada entre el general francés Delort y el español O´Donnell. Su nombre alude al castillo que, situado a 800 metros de altura, preside la villa. Este aunque se encuentra en estado ruinoso, deja adivinar vestigios de su glorioso pasado. Sus elementos mejor conservados serían el arco de medio punto de la entrada y sus dos torres redondas. Pero son las vistas que se consiguen desde el mismo de toda la comarca por lo que realmente merece la pena llegar hasta aquí.

Castillo de Castalla

Castillo de Castalla

Castalla desde  su Castillo

En el casco urbano podría admirar la fachada barroca de la iglesia, construida en el año 1613, el Ayuntamiento y la ermita de la Sang, de estilo gótico.

BANYERES DE MARIOLA

El castillo domina toda la localidad de Banyeres. Situado en las faldas del Tosal del Águila y próximo al nacimiento del río Vinalopó, esta fortaleza árabe del siglo XII es una auténtica atalaya árabe fortificada que vigila la zona fronteriza entre las provincias de Alicante y Valencia. La torre Mayor, con sus 17 metros de altura, destaca sobre todo el conjunto. Es de planta cuadrada y tiene en su interior tres salas superpuestas con bóvedas de cañón. Reconstruido en 1968, presenta hoy una bella estampa, digna de su pasado lleno de importantes acontecimientos. En el interior de la torre se ubica el Museo Festero, dedicado a las fiestas de Moros y Cristianos, celebradas en Banyeres desde el siglo XIII.

Castillo de Banyeres de Mariola

Castillo de Banyeres de Mariola

Banyeres de Mariola desde su Castillo

Justo debajo del castillo merece también la pena pararse unos instantes para admirar la escultura de Sant Jordi matando al dragón. Hecha en bronce y de tremendas dimensiones necesitaría la ayuda de varias grúas para poder situarla en el lugar en el que se encuentra, debido a los desniveles con los que cuenta Banyeres.

San Jorge y el Dragón. Banyeres de Mariola

Aunque la localidad también cuenta con sus respectivas iglesias y dos museos dedicados a la fabricación del papel y a la arqueología, en esta ocasión prescindiría de sus visitas.

BIAR

El castillo de Biar es una de esas escasas fortalezas que dan la imagen exacta de lo que es, en el imaginario popular, una fortaleza de la Edad Media. La torre del homenaje proyecta hacia el infinito sus casi veinte metros de altura justo en el extremo puntiagudo de un precipicio cortado a pico y, así, en un abrir y cerrar de ojos se pasa al abismo del cielo. Al ver esa torre plantada sobre el vértice de la colina a modo de mascarón de proa, viene a la mente la famosa Victoria de Samotracia, la estatua de la Antigüedad. A falta de alas, el castillo de Biar reta también por su frente a todos los elementos, pero visto desde popa parece más bien un barco fondeado en una tranquila bahía, ya que por esta parte la escarpada colina se torna redondeada.

Biar

Castillo de Biar

Su origen es árabe y, como tantos otros, fue reconquistado en 1245 por las tropas de Jaime I el Conquistador, tras cinco meses de asedio.

Accedería al castillo desde la plaza de la Constitución, ascendiendo paulatinamente hasta llegar al primer cinturón de murallas, provisto de un estrecho camino de ronda junto a las almenas. Al atravesar la puerta de arco de medio punto que franquea esta primera barrera, se alza el segundo recinto de murallas, mucho más alto y poderoso, gracias a sus recias torres cilíndricas. A continuación, un pequeño recinto rectangular abovedado me conduciría al patio de armas, donde sólo subsisten algunos vestigios de lo que fueron las cocinas, la capilla o el comedor del castillo. Los únicos interiores bien conservados se encuentran en la torre del homenaje, dividida en tres plantas y rematada por una terraza. La bóveda de cañón que cubre la primera planta no es tan interesante como la de arcos entrecruzados con roseta en el centro que constituye la techumbre de la planta segunda.

Castillo de Biar

Castillo de Biar

Castillo de Biar

Ya en la terraza podría experimentar la plenitud de contemplar a mis pies el trazado árabe del pueblo de Biar, con las colinas de suave pendiente cubiertas de espesos bosques que le sirven de telón de fondo.

Biar desde su Castillo

Por otro lado, deambular por Biar es adentrarse en uno de los pueblos medievales mejor conservados de la Comunidad Valenciana donde uno se topa con recoletas calles empedradas, caños de frescas aguas que brotan por todas partes, restos de las murallas o antiguas puertas de acceso.

Portal de la Villa. Biar

Casco Histórico. Biar

Especialmente habría que destacar la iglesia de la Asunción, sita en la Plaza Mayor, de estilo gótico y fachada plateresca valenciana, así como el Ayuntamiento que se pone como ejemplo de arquitectura neoclásica valenciana.

Iglesia de la Asunción. Biar

Iglesia de la Asunción. Biar

Plaza de la Constitución. Biar

SAX

Dentro de la línea de defensa ininterrumpida de fortalezas del valle del Vinalopó, la de Sax resulta inconfundible entre todas ellas porque remata una especie de gigantesco bulbo rocoso que parece arrojado a la superficie de la tierra con sus prominencias irregulares.

Castillo de Sax

Los árabes disfrutaron de este castillo un siglo aproximadamente, hasta que los caballeros aragoneses de la orden de Calatrava lo reconquistaron para los cristianos en 1240. Poco después se integró en el señorío de Villena, con el que se alineó en la guerra fratricida de los dos Pedros, el de Castilla y el de Aragón. En ese contexto, Pedro IV el Ceremonioso puso cerco al castillo al frente de casi 20.000 hombres. En tiempos de los Reyes Católicos, la fortaleza pasó a pertenecer a la Corona.

Castillo de Sax

Accedí al patio rectangular del castillo de Sax a través de un baluarte semicircular, preguntándome de inmediato por qué la fortaleza tiene una estructura tan estrecha y alargada. La respuesta sería sencilla: porque la construcción se adapta como un guante a la forma de la peña que le sirve de base. En un extremo, donde la roca da paso al abismo, se levanta la cuadrada torre principal, provista de una escalera con hermosas bóvedas de crucería que enlaza sus tres plantas. En el extremo opuesto, una torre más baja y también cuadrada da la réplica a la principal. Entre ambas se extienden las murallas almenadas. Un gran aljibe, parcialmente semicircular, recuerda los tiempos en que los moradores del castillo almacenaban el agua para asegurar su abastecimiento.

Castillo de Sax

Castillo de Sax

Desde la torre se puede observar el paisaje más sugerente y completo de las tierras del Vinalopó.

Castillo de Sax

Sax desde su Castillo

En el pueblo destaca la iglesia que es de estilo renacentista, aunque con determinados elementos góticos.

ELDA – PETRER

Elda y Petrer conforman una de las localidades más curiosas de toda la provincia. Separadas por una sola calle, la avenida de Madrid, aun siguen manteniendo cada una su propio Ayuntamiento y su lengua. Petrer es valencianoparlante y Elda castellanoparlante.

Ambas cuentan también con su propio castillo. Empezando con el de Petrer hay que decir que transcurrieron poco más de seis décadas desde la construcción del castillo por los árabes a finales del siglo XII hasta su reconquista por los cristianos. Alfonso X el Sabio lo cedió a un tal Jofré de Loaysa en 1258. Pocos años más tarde, los musulmanes sitiaban el castillo con la intención de recuperarlo. Loaysa, incapaz de defender su propiedad, llamó en su ayuda a Jaime I el Conquistador, quien acudió sin tardanza y logró rendir a los atacantes.

Castillo de Petrer

Castillo de Petrer

En su interior destaca la solidez de la torre del homenaje, de planta cuadrada, con dos pisos y un sótano usado como aljibe por los árabes, aunque en el Medievo sirvió también de cárcel. Una gran sala abovedada permite imaginar celebraciones de época. El doble recinto amurallado, rematado por almenas, aumenta la seguridad de la torre.

Castillo de Petrer

Petrer desde su Castillo

El centro urbano de Petrer cuenta también con la bella iglesia de San Bartolomé con planta de cruz latina.

Pero en la localidad tampoco se puede dejar de visitar las casas – cueva, integradas en sus murallas, que se construyeron a principios del siglo XX por familias pobres y que se empezarían a abandonar en la década de los 70, convirtiéndose poco después en museo.

Casas Cueva de Petrer

Casas Cueva de Petrer

En Elda, por su parte, podría visitar el estado ruinoso de su castillo, erigido como fortaleza militar, pasando después a tener un uso señorial y constituirse como alcázar. Aunque a principios del siglos XX es objeto de un gran expolio del que no consiguió recuperarse.

Castillo de Elda

Castillo de Elda

NOVELDA

Una meseta de 360 metros de altitud, situada a unos tres kilómetros de Novelda, ofrece su inmejorable emplazamiento al castillo de la Mola, que toma su nombre de la muela que le sirve de base. En la época de su construcción, desde esta fortaleza se contemplaban a simple vista las de Petrer y Monforte del Cid, tal era la cercanía entre unos castillos y otros en el estratégico valle del río Vinalopó.

Castillo de la Mola. Novelda

Sería incorporado a la corona aragonesa por Alfonso I, en 1125. Este castillo fue dominio del conde de Trastámara, Maza de Linaza, etc. La leyenda cuenta que en sus mazmorras estuvo preso el condestable Álvaro de Luna.

Castillo de la Mola. Novelda

Un cerco poligonal de gruesos muros protege todo el recinto del castillo, al cual se accede por una puerta de arco de medio punto. En los extremos del gran patio de armas se yerguen dos torres, cuadrada una y triangular la otra. La primera, más antigua, no tiene otra comunicación con el exterior que una puerta en arco de medio punto y conserva una escalera de piedra. La segunda es la que otorga a esta fortaleza su carácter excepcional, pues no se conoce ninguna otra de forma triangular en toda Europa. Se ignora a qué motivos concretos obedece su singular configuración. Data de la primera mitad del siglo XIV y tiene dos plantas cubiertas con bóvedas de arista.

Castillo de la Mola. Novelda

Castillo de la Mola. Novelda

Al lado del castillo se levanta el santuario de Santa María Magdalena, patrona de la ciudad, construido a principios del siglo XX por un fiel seguidor del modernista Gaudí, inspirándose en el templo de la Sagrada Familia, intentado levantar uno que recordase sus caprichosas torres y ornamentación.

Santuario de Sta María Magdalena. Novelda

Santuario de Sta María Magdalena. Novelda

Sería en este punto donde daría por finalizada esta apasionante ruta histórica que durante dos días me había llevado por algunas de las fortalezas más importantes de la provincia de Alicante, y aunque todavía me había quedado pendiente alguna que otra construcción defensiva de la zona, el día que me restaba quería dedicarlo a conocer dos interesantes y peculiares localidades cercanas a las que ya me refiero en el siguiente capítulo.


No hay comentarios :

Publicar un comentario