IBIZA: DALT VILA Y LA MARINA

 20 de Junio de 2013.

Dos fueron mis estancias en la Isla de Formentera en los años 2011 y 2013, durante una semana en cada ocasión, optando para llegar hasta ella por tomar el ferry que salía desde el puerto de Ibiza. En la segunda oportunidad nos pareció una gran idea aprovechar que el vuelo hacia Madrid no salía hasta la noche para dedicar la jornada a conocer la parte antigua de Ibiza, así como su puerto y puedo asegurar que fue una gran decisión. Sólo hubo un inconveniente y es que nos gustó tanto que maldijimos no tener más tiempo para poder seguir disfrutando y descubriendo todos sus recovecos.

La ciudad de Ibiza es la capital de la isla homónima, moderna y cosmopolita, con un amplio puerto y una importante oferta turística, que sin embargo ha sabido conservar el encanto y tipismo de la ciudad vieja, encarnada en los barrios de Dalt Vila, la Marina y Sa Penya.

Ibiza

Es muy frecuente en las ciudades costeras mediterráneas la división de la urbe en dos partes muy diferenciadas: la que está junto al puerto y por tanto al nivel del mar, antaño generalmente habitada por pescadores y marineros, de casas sencillas y de mucho tipismo, siempre en proceso de reforma para evitar su degradación, sería el caso de la Marina y Sa Penya; y la que está en un cerro próximo, ubicación ideal para repeler indeseables ataques de piratas, normalmente circundada de murallas (Dalt Vila).

QUE VER EN DALT VILA:

1. MURALLAS

Las murallas renacentistas de Dalt Vila son el monumento más relevante de todas las islas Pitiusas. Su construcción se debe a un deseo del emperador Carlos I, ya que las medievales resultaban a todas luces insuficientes frente a la gran amenaza derivada de la alianza entre turcos y franceses contra el imperio español. Se utilizó un nuevo sistema basado en la fortificación con baluartes, mucho más apto por el uso de la artillería y la defensa contra la misma.

Muralla

La espectacularidad del cinturón defensivo hace que valga la pena un paseo a lo largo del mismo. Es uno de los mejores  y más interesantes ejemplos de fortificación militar de la época, conservándose casi en perfecto estado y por completo, caso raro en Europa, catalogándose por ello como Monumento Nacional. Para su construcción se aprovecharon, en parte, trazados de la muralla del alcázar árabe, así como de la antigua fortaleza medieval cristiana.

Tienen siete baluartes desde los cuales pueden observarse preciosas panorámicas sobre la ciudad baja como los impresionantes acantilados que se ven desde el de Santa Tecla o el antigua barrio de Sa Penya que se ve desde el Santa Llúcia.

Dalt Vila desde la Muralla

2. PORTAL DE SES TAULES

Accederíamos a él desde la plaça del Mercat por una empinada rampa. Su escudo de la parte superior recuerda que estas murallas, aunque iniciadas por orden de Carlos I, como ya hemos visto, fueron finalizadas durante el reinado de Felipe II. Dos auténticas esculturas romanas, encontradas en el siglo XVI durante la construcción de la muralla, flanquean la puerta: una pertenece a un senador romano y la otra a la diosa Juno, esposa de Júpiter y madre de los dioses.

Puerta de Ses Taules

3. PATIO DE ARMAS

Se trata de una plaza soportalada que ha perdido toda significación militar. Frente a la puerta de entrada se puede ver un gran espacio para hacer una hoguera con una gran chimenea. La tropa y la oficialidad del baluarte ocupaban las estancias que asoman a la planta superior del patio, y que actualmente forman parte del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza.

Patio de Armas

4. PLAZA DE VILA

Su planta ovalada recuerda las palestras donde los caballeros medievales probaban sus fuerzas en torneos y justas. Esta pequeña plaza era el centro social del antiguo barrio de Santa Lucía, correspondiente al nivel inferior de Dalt Vila, y remonta sus orígenes al periodo musulmán, cuando nació como arrabal extramuros del cerco amurallado; sus casas fueron protegidas gracias a la edificación de los baluartes de Sant Joan y Santa Llúcia.

Plaza de Vila

El perímetro de la plaza se caracteriza por las sencillas construcciones de aire popular y muros encalados y la gran cantidad de restaurantes, terrazas y comercios típicos de cerámica y prendas de piel.

5. CALLES Y PALACIOS

Una de las mejores cosas que hacer en Dalt Vila es perderse sin rumbo fijo por el mismo, donde varios callejones en cuesta invitan a ser reconocidos en un paseo sin prisas: sa Carrosa, Carrer Major, el de Pere Tur, el del Mirador, es Sot Fosc… Por cualquiera de ellos puede penetrarse en el dédalo de calles, plazuelas, escaleras, cuestas y callejones, que componen uno de los entramados urbanos más característicos de todo el Mediterráneo.

Dalt Vila

En muchas de esas calles se encuentran también casas y palacios de las familias con más poder económico y social en la antigua Ibiza: aristócratas, comerciantes, propietarios, navegantes, etc. Así podríamos destacar Can Bandaxi, Can Gotarredona, Can Comasema, Can Balansat, etc. Todas ellas se caracterizan por ser grandes casas sin excesiva ostentación aunque si poseen peculiares detalles arquitectónicos diferenciadores, ya en puertas o fachadas, ventanas o patios, ya en las escaleras o en las cubiertas.

Dalt Vila

6. AYUNTAMIENTO E IGLESIA DE SANTO DOMINGO

Situado en lo que fue convento de Predicadores, desacralizado en el proceso de desamortización de los bienes eclesiásticos, este edificio ha servido en distintas épocas de prisión, hospital, escuela, instituto o alcaldía. Se accede por la calle de sa Carrossa o por el pasadizo situado al pie del baluarte de Santa Tecla. Parece ser que fue obra de maestros albañiles genoveses. Hoy está completamente restaurado y adaptado a las necesidades del municipio. Desde el mirador puede contemplarse el puerto y la costa vecina, con sus islotes y el intenso tráfico de embarcaciones de toda índole. En el jardín de esta pequeña plaza se encuentra una estatua yacente de Guillem de Montgrí, conquistador de la isla. El claustro del Ayuntamiento es utilizado como auditorio para numerosos conciertos y otros actos culturales a lo largo de todo el año. En la inmediata iglesia de Santo Domingo, de estilo barroco, destacan los frescos de la bóveda.

7. CATEDRAL

El templo está dedicado al culto de Santa María la Mayor o de les Neus por estar esta festividad religiosa la más próxima a la del día de la conquista de la ciudad por las tropas de Guillem de Montgrí, en el siglo XIII. Es una curiosa advocación, pues en Ibiza no nieva casi nunca.

Catedral de la Virgen de las Nieves

Su campanario tiene un aire de torre de defensa, y en general toda la construcción aparece maciza y sin demasiadas concesiones a lo decorativo. Se levantó sobre la muralla musulmana y fue la primera iglesia que se consagró después de la conquista cristiana de 1235. Su interior cuenta con una sola nave, con capillas laterales. Está cubierta por una bóveda de cañón peraltada, con lunetas laterales. Esa espaciosidad, unida a la decoración blanca, le proporciona mucha luz. Uno de los pocos elementos góticos que quedan es la puerta de la sacristía.

Ibiza desde Plaza de la Catedral

8. CASTILLO

Situado entre los baluartes de Sant Bernat y de Sant Jordi, es la construcción más elevada de Dalt Vila, y destaca desde el mar, al lado de la catedral, como un lugar impenetrable con altas murallas de defensa. Mantiene aún una antigua torre del homenaje, probablemente árabe, uno de los pocos retazos de su estructura medieval original, junto a las otras torres y sus murallas.

En esta construcción se ubicaban la residencia del gobernador y las principales dependencias de tipo oficial y militar. Hasta la década de los setenta fue utilizado por el Ejército, y quedó entonces sin un uso determinado. Después de costosos trabajos de restauración, su destino final será el de Parador de Turismo.

9. CAPILLA DE SANT CIRIAC

Está dedicada al patrón de la ciudad. Según la leyenda se trataba de un pasadizo que traspasaba las defensas de la medina, el mismo que mostró a los sitiadores cristianos el hermano afrentado del gobernador local. Cierto o no, por su arcada penetró el leridano Joan Xicó, primer soldado que franqueó el cerco sarraceno el 8 de agosto de 1235. Siglos después, el mismo día se celebra en el lugar una animada procesión cívica.

10. IGLESIA DEL HOSPITALET

El templo data de 1423, formando parte del grupo de iglesias más antiguo de la isla. Perteneció al viejo hospital de Dalt Vila, y a partir del siglo XV fue sede de la cofradía de la Sangre, cuyos miembros acompañaban a los penitentes en las procesiones del Jueves y Viernes Santo, y también a los condenados a muerte cuando se dirigían al patíbulo. La fachada cuenta con hornacina y espadaña, a la usanza de las parroquias ibicencas. Sobre las capillas laterales del interior corren las tribunas donde escuchaban misa los enfermos del hospital.

QUE VER EN LA MARINA:

La Marina es un bullicioso barrio popular paralelo al puerto, que va desde el paseo Vara del Rey hasta Sa Penya, que ya no nos daría tiempo a visitar. Antiguo barrio de pescadores cuyos orígenes se remontan a los siglos XV y XVI, es un claro ejemplo de pueblo marinero transformado por los avatares del turismo. En él se suceden restaurantes, bares, terrazas y tenderetes abiertos hasta altas horas de la noche, en los que se puede comprar artesanía, ropas y complementos.

Destacan en la Marina la iglesia del Salvador, patrón del barrio antaño marinero, la cual sobrevive al bullicio en una pequeña plaza, con sus muros encalados.

Tienen mucha fama también los mercados del pescado  y de las verduras, así como el Teatro Pereyra, actualmente un renombrado café concierto. Frente a este se abre el paseo Vara del Rey, corazón de la ciudad en la que se encuentran  los bancos, las librerías, los cines y el hotel Montesol, el de más solera de Vila e inevitable punto de referencia.

Junto al mar, en el muelle donde hacen su atraque los barcos que llegan de Palma, de Formentera, Barcelona o Alicante, se levanta un curioso monumento, único en el mundo: se trata de un obelisco dedicado por los vecinos de Ibiza, en el año 1908, a los corsarios, puesto que su actividad fue base de la supervivencia económica de los ibicencos en algunas épocas pasadas.

Así terminaríamos nuestra visita a la preciosa parte antigua de Ibiza, una de las escasas ciudades – fortaleza íntegramente preservadas del Viejo Continente, y dicen que sólo superada en grandeza monumental, dentro de este género de urbes, por la impresionante ciudadela de La Valetta, en la isla de Malta, que comparte con Ibiza largos siglos de lucha contra el poderío otomano. Una buena excusa para ir por allí algún día y, por supuesto, para regresar a Ibiza para seguir descubriendo su capital y, por supuesto, que la isla al completo.

Ibiza


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