BARCELONA - DIA 04. Sant Miquel del Fai, Vic y Montseny

26 de Noviembre de 2010.

SANT MIQUEL DE FAI

Hoy comenzaríamos con un lugar poco o nada conocido para los foráneos y de cuya existencia me enteraría de pura casualidad, gracias a un compañero de trabajo de la zona que al enterarse de que iba a estar por su provincia me recomendó encarecidamente que tenía que ser una de las visitas imprescindibles y, es cierto, que no se equivocaría. El lugar merece mucho la pena.

Ya había gente en Sant Miquel de Fai en el neolítico. No sorprende. La naturaleza ha tenido un papel determinante en este escondido lugar. El agua ha horadado la piedra en cuevas de resonancias magnéticas. O salta al vacío desde la cumbre o se estanca en quietos lagos que invitan al reposo. Y la piedra ha respondido al reto tomando formas en extremo sugerentes. De por medio, los monjes de antaño levantaron iglesia, ermita, abadía y priorato. Casi nada.

Entorno Sant Miquel del Fai

Sant Miquel del Fai

La arquitectura de la plaza de la Abadía se encaja en la montaña en la que se apoya. A su lado una línea de pequeños lagos. Junto a ella y colgada sobre un farallón la Casa del Priorato, de estilo gótico catalán.

Sant Miquel del Fai

Sant Miquel del Fai

Sant Miquel del Fai

Un pasillo protegido por la roca lleva hasta Sant Miquel, una sorprendente y sencilla iglesia románica de tres naves del siglo X construida bajo el risco. Es probable que con anterioridad la cavidad ya fuera usada como lugar de culto. Pagano primero y eremitas cristianos posteriormente.

En la cueva de les Tosques, uno de los lugares más enigmáticos de Sant Miquel de Fai, estrechos pasillos permiten adentrarse por la formación rocosa. Siempre provisto de un casco que te facilitan que evitará abrirte la cabeza.

Cueva Sant Miquel del Fai

Cueva Sant Miquel del Fai

En la cueva de Sant Miquel pueden verse adosados a la roca los travertinos que nacen del carbono que deposita el agua sobre musgos y helechos.

VIC

Aunque la idea hubiera sido verla ayer, como pudisteis comprobar sería imposible, por lo que decidimos cambiar un poco la planificación y verla hoy, pues no queríamos prescindir tampoco de esta ciudad.

Su historia conocida se remonta a los iberos residentes en Roma que fueron sometidos en el año 110 a.C. Se llamó Ausona hasta la ocupación árabe en 715 y tras la conquista en 879 pasó a llamarse Vicus Ausonae, antecedente de Vic. Su Edad Media estuvo marcada por la pugna entre el poder eclesiástico y el señorío de Montcada. Es Vic ciudad de escritores y poetas y con un importante patrimonio monumental como se puede ver a continuación:

EL MERCADAL: o para entendernos mejor, me refiero a su hermosa plaza Mayor, centro Vital de Vic. Era el espacio de unión entre la ciudad alta de los Montcada y la baja de dominio episcopal. Pese a la diversidad de los edificios que la rodean, un muestrario de estilos que va desde el siglo XVI hasta el XX, los pórticos le aportan un hermoso aspecto unitario.

El Mercadal. Vic

AYUNTAMIENTO: a un ángulo de la plaza Mayor asoma la lonja de arcos apuntados y una bella ventana gótica. El interior es de estilo barroco.

El Mercadal y Ayuntamiento de Vic

CATEDRAL DE SANT PERE: se puede observar el gran contraste entre su exterior no demasiado afortunado y su magnífico interior. La excepción es la torre románica, de tipo lombardo, una obra de hermosa traza realizada en el siglo XII en tiempos del Obispo Oliba. Se aprecia una gran superposición de estilos que van del románico al neoclásico. La construcción del edificio se llevó a cabo entre 1781 y 1803 respetando algunas partes anteriores.

Catedral de Vic

Catedral de Vic

Entre lo más destacable de su interior cabría mencionar las 22 pinturas de Maria Sert que la decoran. Las figuras que componen las simbólicas escenas son de una impresionante grandiosidad agigantada por el claroscuro expresionista de los tonos sepias utilizados sobre fondo color oro. Tampoco hay que perderse el retablo mayor, pieza correspondiente a la antigua catedral románica. El color blanco del alabastro de esta hermosa composición resalta sobre tonos dorados que dominan en el interior del templo.

PALACIO EPISCOPAL: se encuentra adjunto a la catedral y está compuesto de varios edificios que sustituyeron a partir del siglo XVII a los medievales, y se centra en un patio cuadrado.

TEMPLO ROMANO: durante siglos permaneció oculto entre los muros del castillo. Al derruir este en 1882 aparecieron algunos elementos que permitieron su reconstrucción. Es del siglo II y presenta un bello atrio con columnas lisas de capiteles corintios sobre el que se sitúa el frontón triangular.

Templo Romano

CASCO ANTIGUO: de las murallas que lo ceñían sólo queda visible un tramo en la Rambla de Montcada. No hay apenas restos medievales pero sí el sabor antiguo de plazas como la de Malla y calles como la Pujada de L´Araima. Iglesias como las de la Piedad y de los Dolores y varias casas de la nobleza de elegante porte.

Casa Costa.Vic

Casco Antiguo. Vic

Casa Masferrer.Vic

MURALLAS: mandadas construir por Pere III en 1368 su original perímetro incluía cuarenta torres. Sobre el río Méder hay un puente románico que sufrió muchos daños durante la Guerra Civil.

Murallas de Pedro III.Vic

Puente Romano.Vic

Siempre se puede rascar más de cualquier lugar, pero nos pareció suficiente en este caso, pues no queríamos terminar el día sin al menos poder conocer una parte, por pequeña que fuese, de nuestro siguiente destino.

P.NATURAL DE MONTSENY

Es evidente que en unas horas no íbamos a conocer ni medianamente bien este parque natural, cuando hay pequeños paseos que ya duran más tiempo que nuestra estancia en el mismo, pero al menos queríamos llevarnos una ligera impresión de lo que puede ofrecer.

Y es que el macizo de Montseny es uno de los parajes clásicos de la Cataluña prelitoral, con un paraje abrupto y fuertes pendientes debido al gran desnivel existente entre las cumbres y el fondo de los valles. Ríos y torrentes se encajan en parajes escarpados, tan bellos como difíciles para el tránsito humano.

Parque Natural de Montseny

No faltan tampoco santuarios, pequeñas ermitas románicas y pueblos. Nosotros elegiríamos parar en El Brull, donde veríamos la iglesia de Sant Marti, en la plaza del Ayuntamiento, así como en el propio Montseny, un pueblo más bien pequeño desde el que es posible emprender algunas de las rutas más bonitas por el Parque y que por falta de tiempo no haríamos. En la plaza de la iglesia hay un árbol centenario que ha sido declarado de interés general.

Iglesia de Sant Marti. El Brull. P.N.de Montseny

Plaza de la Iglesia. Montseny

En sólo una hora volvíamos al centro de Barcelona, donde terminaríamos la jornada con un paseo nocturno por la popular Rambla.


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