DIA 09. EEUU. Boston: recorriendo el "Freedom Trail"

21 de Agosto de 2009.

Boston conserva un buen número de vestigios de la ciudad colonial que fue y su nombre estará siempre unido al nacimiento de la nación y a todas las grandes causas liberales de su joven historia: revolución, independencia, abolición de la esclavitud, emancipación de las mujeres. Es por tanto, la cuna histórica de los Estados Unidos.
Los norteamericanos se caracterizan por ser especialmente organizados y los bostonianos, no iban a ser menos, por lo que para conocer la historia de la ciudad a través de sus monumentos y callejuelas, desde hace tres siglos y medio, han creado un itinerario que pasa por todos los lugares importantes que han marcado la historia de Boston y, por tanto de Estados Unidos.
Dicho sendero recibe el nombre de “Freedom Trail”, el camino de la libertad, y no puede ser más sencillo ubicarse en él, pues a través de una línea roja (pintada o de ladrillo) de cuatro kilómetros, te vas encontrando los 16 puntos de interés que dieron a la ciudad su estatus de “cuna de la libertad americana”.

The Freedom Trail

Al estar nuestro hotel situado en pleno centro, no tardaríamos mucho en llegar al primer punto del recorrido desde donde comienza el interesante paseo. Este sería el Boston Common, en su día un pastizal para vacas y hoy el parque más antiguo de la ciudad y del país. Sería aquí donde los colonos se amotinaron contra los dirigentes británicos y donde las tropas inglesas acamparon durante la ocupación militar de 1775 – 1776. Entre sus monumentos, esparcidos por el gran espacio verde, destaca la estatua ecuestre de George Washington o un bonito quiosco de música. Aunque tampoco se puede obviar el lago en el que los bostonianos van a relajarse montando en barcas a pedales con forma de cisne.

Boston Common

Escultura de George Washington. Boston Common

Mientras cruzábamos el parque, no tardaríamos mucho en divisar la característica y brillante cúpula de oro de la Massachusetts State House, sede del gobierno del estado y cuya concepción serviría de modelo al Capitolio de Washington y a otros muchos del país.

Massachusetts State House

Dado que se hacen visitas gratuitas guiadas por su interior y estábamos dentro de los horarios no dudaríamos en apuntarnos a la siguiente que había lo que nos permitiría conocer la sala oval de la cámara de Representantes con su famoso bacalao de madera tallada, símbolo de la importancia de la pesca en el país; la cámara del Senado, situada justo debajo de la magnífica cúpula; la escalinata principal decorada con bellas vidrieras con los escudos estatales que han representado a Massachusetts en sus diferentes etapas históricas; así como otras estancias y esculturas de menor importancia.

Cámara de representantes. Massachusetts State House

Vestíbulo principal. Massachusetts State House

Cámara del Senado. Massachusetts State House

A la salida y, justo en frente de la entrada de la State House, repararíamos en el Shaw Memorial, un monumento en bajorrelieve que rinde homenaje al regimiento de infantería del estado de Massachusetts que, durante la guerra de Secesión, contaba entre sus filas con un gran número de soldados negros libres.
Continuando por Park Street llegaríamos a la Park Street church, valga la redundancia, una iglesia construida en 1810 y baluarte del movimiento contra la esclavitud. En su cementerio contiguo, el Granary Burying Ground se pueden ver un gran número de tumbas que contienen los restos de personajes célebres, desde las víctimas de la masacre de Boston a gobernantes de Massachusetts, pasando por tres de los firmantes de la Declaración de Independencia.

Park Street Church

Granary Burying Ground

Una manzana después y en la misma calle, Tremont Street, encontraríamos la King´s chapel y su cementerio, que fue la primera iglesia anglicana del puritano Boston, mandada construir por el monarca inglés de la época. En el camposanto se puede ver la tumba del fundador de la ciudad, John Winthrop, así como las de algunos de los primeros colonos que llegaron en el épico barco Mayflower, el primero que arribó a estas costas con inmigrantes europeos.
 King´s Chapel

Burying Ground. King´s Chapel

A pocos pasos también podríamos ver la primera escuela pública de Estados Unidos, la Boston Latin School que ofrecía instrucción tanto a chicos de familias acomodadas como modestas, pero las niñas no serían aceptadas hasta 1972. Un poco más abajo puede verse la estatua de uno de sus alumnos, el aventajado Benjamin Franklin.
En la esquina con Washington Street nos daríamos de bruces con la Old Corner Bookstore, una librería vinculada al movimiento literario de Boston que publicaba a todos los grandes escritores y a la que acudían estos regularmente. Entre ellos estaban Longfellow, Emerson y Dickens (cuando se encontraba de paso).

Old Corner Bookstore

Cruzando la calle y casi en diagonal de la anterior está la Old South Meeting House, una iglesia de ladrillo inspirada en las iglesias de la campiña inglesa, donde tendría lugar un importante acontecimiento histórico, ya que sería aquí donde se reunirían 5000 bostonianos encolerizados, esperando el resultado  de las últimas negociaciones  con el gobernador  a propósito del impuesto sobre el té. Al constatar su fracaso, un centenar de patriotas vestidos de indios se dirigieron hacia el puerto y tiraron al agua tal cantidad de té como para hacer 32 millones de tazas de esa infusión. Era el comienzo de la Boston Tea Party y la señal de que la independencia americana estaba en marcha.
Old South Meeting House

Un poco más adelante se alza la importante Old State House, edificio del gobierno colonial y uno de los más antiguos del país. Hoy compone, con su corona de rascacielos circundantes, uno de los paisajes urbanos más fascinantes. En el pasado fue al mismo tiempo sede de la autoridad real y de la Asamblea de Massachusetts elegida por los colonos.

Old State House

En la plaza que se encuentra delante de la Old State House, un círculo de adoquines señala el lugar preciso donde tendría lugar la masacre de la matanza de Boston, en la que soldados británicos dispararon contra un grupo de amotinados con un saldo de cinco víctimas, lo que bastó para desencadenar el proceso revolucionario. Curiosamente los soldados causantes de los disparos acusados de asesinato, serían defendidos por un joven abogado llamado John Adams, futuro segundo presidente de Estados Unidos.
Nuestro interesante paseo por el Freedom Trail, nos llevaría ahora hasta Faneuil Hall, construido para hacer las funciones de mercado central, aunque también se le conoce con el sobrenombre de “Cuna de la Libertad”, pues aquí se celebraron muchos de los mítines de protesta contra la autoridad real inglesa, y después los de las grandes causas (organizaciones antiesclavistas, movimiento feminista, etc.). También se discutieron aquí todas las guerras americanas, incluida la de Vietnam.

Faneuil Hall y Estatua de Sam Adams

Y justo en la parte trasera del anterior, por fin llegábamos hasta el Quincy Market, la zona más bulliciosa de Boston, el lugar de recreo por excelencia, con multitud de restaurantes y tiendas. Aunque muchos bostonianos consideran que es un lugar demasiado turístico, lo cierto es que se trata de una sabia combinación de arte, historia y ocio.

Quincy Market y Custom House

Custom House

Decidiríamos comer aquí y optaríamos por unos clásicos perritos norteamericanos de los que casi no te caben en las manos, repletos de especias y todo tipo de ingredientes y salsas.
Muy cerca de donde estábamos se erguía imponente la elegante torre neoclásica de la Custom House o Antigua Aduana que marcaría un hito en la ciudad al convertirse con sus treinta pisos en el edificio más alto de Boston y en uno de sus símbolos, además de ser el único rascacielos durante bastantes años. Aunque se puede visitar el mirador que ofrece vistas panorámicas de la ciudad, nosotros decidiríamos continuar con el “Camino de la Libertad”.

Custom House

Custom House

Siguiendo la banda roja del mismo, entraríamos en el llamado North End, otro barrio más alejado del centro histórico y actual sede  de la comunidad italiana. Es una zona muy agradable repleta de restaurantes y cafés italianos, desde donde además se obtienen muy buenas perspectivas del skyline de Boston.

North End desde Barrio Italiano

Barrio Italiano

El primer lugar de interés que nos encontraríamos en esta nueva zona sería la Paul Revere House, la residencia del héroe más popular de la guerra de la Independencia, Paul Revere. Se distinguió por partir de inmediato, sin dormir, para prevenir a Filadelfia de la Boston Tea Party (tras haber pasado él mismo la noche lanzando fardos de té al agua). Pero su mayor hazaña fue el haber podido anunciar el inminente ataque del ejército inglés contra la guardia nacional en Lexington y conseguir prevenirla, deslizándose en barca por entre los navíos británicos anclados en el puerto, para después proseguir su peligrosa misión con una fantástica cabalgada nocturna.
Poco después, una nueva iglesia se iba a cruzar en nuestro camino, la Old North Church, cuya aguja se ve enseguida sobresaliendo por encima del hombro de la estatua de Paul Revere que hay en la pequeña plaza que está al lado. Aquí podríamos contemplar las primeras campanas importadas a América que celebraron la derrota del general británico Cornwallis en la guerra de Independencia. Además nos enteramos que el famoso héroe, Revere, ante el temor de una derrota y antes de su épica cabalgada, mandaría al sacristán de la iglesia colgar faroles en el campanario para prevenir a las gentes de la llegada de las tropas inglesas. En su interior fue curioso observar los bancos de oración cerrados, pues nunca habíamos visto esta composición.

The Old North Church

Muy cerca, en lo alto de una colina, nos encontraríamos con un cementerio llamado Copp´s Hill Burying Ground, considerado el segundo más antiguo de la ciudad. En él pudimos ver bellas lápidas esculpidas y sus epitafios. Entre otros, aquí se encuentran enterrados Prince Hall, un líder negro y antiguo esclavo enrolado en el ejército de los patriotas, o Daniel Malcolm, otro personaje importante.

Copp´s Hill Burying Ground

Desde aquí sólo tendríamos que dirigirnos hacia el puente metálico que cruza el río Charles, para nada más atravesarlo llegar hasta el tranquilo barrio de Charlestown formado por antiguas casas de madera y cargado de historia.

Charlestown Bridge

Río Charles

Por Constitution Road llegaríamos hasta Charlestown Navy Yard, donde pudimos subir a bordo y pasear por las cubiertas del USS Constitution, un buque de guerra de más de 200 años, con casco de madera y considerado uno de los barcos más famosos de la historia del país y buque insignia de la Armada. La nave impresiona bastante, pero no más que las preciosas vistas que se obtienen desde ella del North End.

Charlestown Navy Yard

USS Constitution. Charlestown Navy Yard

USS Constitution. Charlestown Navy Yard

North End desde Charlestown Navy Yard

Y nuestra última visita del sensacional “Freedom Trail” iba a ser el llamado Bunker Hill, en donde un obelisco, inspirado en el antiguo Egipto, conmemora la primera gran batalla entre la colonia y la corona británica durante la guerra de Independencia de los Estados Unidos. El resultado de la misma favoreció a los ingleses, que sin embargo perdieron a más de mil hombres y no pudieron irse de Boston como ellos deseaban. La batalla presagiaba que el triunfo final de las tropas coloniales no iba a andar muy lejos y así sería, pues George Washington se encargaría de echarles definitivamente un año después.

Charlestown

Bunker Hill Monument

Bunker Hill Monument

Aunque estábamos cansados y mi familia decidió quedarse descansando, yo no dudaría en subir los 294 escalones que me llevarían a lo más alto del monumento y desde el que podría contemplar una vista espectacular de la ciudad, el puerto y la orilla norte.

Boston desde Bunker Hill Monument

Boston desde Bunker Hill Monument

Para volver hasta el centro no dudaríamos en tomar el metro y, como todavía no era de noche, aprovechar para dar un paseo por Washington street y sus alrededores, una de las zonas comerciales más importantes de Boston. Conoceríamos así nuevos lugares como el Opera House, un importante teatro que acoge musicales de Broadway; St Paul´s Cathedral, inspirada en la arquitectura de la Grecia clásica y con un sencillo interior; varios grandes almacenes como Filene´s o Macy´s, que son muy frecuentados por la gente; así como Chinatown, el barrio chino más grande del país después de los de San Francisco y Nueva York. Su entrada está precedida por un increíble arco de tres pisos presidido por cuatro leones de mármol que impresiona bastante.

Washington Street

St.Paul´s Cathedral

Chinatown

Rascacielos desde Chinatown

Y ahora sí que la noche se nos había echado encima, por lo que nos encaminamos a las cercanías del hotel y buscamos un buen restaurante para despedirnos por todo lo alto de nuestra estancia en Estados Unidos, pues aunque mañana tendríamos unas horas por la mañana, tampoco nos daría tiempo a hacer demasiado antes de tomar el vuelo hacia Madrid.
Nos acabaríamos decantando por un sitio especializado en fondues, donde todo estaba buenísimo y en el que acabaríamos bastante llenos. Pero no contentos con esto, todavía nos resistíamos a irnos al hotel, por lo que no dudamos en acabar definitivamente la jornada brindando con unas buenas cervezas en Cheers.

Cenando una Fondue

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