CARTUJA D´ESCALADEI
Al amparo del macizo del Montsant se encuentran cubiertas de hiedra las ruinas de este antiguo monasterio cartujo, abandonado en 1835 con motivo de la desamortización de los conventos. Fundada en 1167, fue la primera cartuja creada en España. Quedan de la primera época algunas partes de la iglesia, a la que se fueron añadiendo elementos hasta el siglo XVIII.
 |
| Cartuja de D´Escaladei |
 |
| Cartuja de D´Escaladei |
A pesar de su estado ruinoso los restos que se pueden admirar como el portal neoclásico del monasterio, muros, arcos y parte de los claustros, consiguen crear un halo de misterio que envuelve el entorno, el cual es todo un lujo también.
 |
| Cartuja de D´Escaladei |
 |
| Cartuja de D´Escaladei |
Y es que el macizo del Montsant es uno de esos espacios naturales cuya complicada orografía crea un conjunto de agrestes desfiladeros y barrancos, además de singulares monolitos calcáreos que a veces forman figuras como los Tres Jurados, el Obispo o la Cabeza del Muerto.
 |
| Macizo del Montsant |
 |
| Macizo del Montsant |
Aunque sólo son cincuenta los kilómetros que la separan de Tarragona, sin embargo tardaríamos un poco más de una hora en llegar hasta ella debido al tramo final, repleto de constantes curvas
SIURANA
Este sería nuestro último destino de la provincia de Tarragona, aunque no así de nuestro viaje, ya que todavía tendríamos tiempo, en nuestro regreso a Madrid, de parar a conocer Lérida. No obstante, he decidido crear una pestaña aparte de la capital leridana para que sea más visible para quien quiera consultarla.
Efectivamente, no queríamos dejar la provincia de Tarragona sin parar a conocer este bonito pueblo que figura siempre entre los más bellos de España cuando se hacen este tipo de listados. Su característica principal es que se emplaza en una ubicación imposible a 730 metros de altura, en un promontorio calcáreo rodeado por el vacío en tres de sus lados.
El único pero sería la endiablada carretera que nos tenía que llevar hasta él, pues nosotros llegaríamos desde la Cartuja. Para hacer veinte kilómetros tardaríamos el doble de los mismos, es decir cuarenta. Y aunque se venga desde Tarragona, el último tramo es el mismo por lo que se tarda también una hora para hacer cincuenta kilómetros. En cualquier caso, os aseguro que merece la pena el esfuerzo.
Una vez en la población estacionaríamos el coche en el pequeño aparcamiento que se encuentra a la entrada de la localidad. Ojo porque puede ser que no haya sitio y entonces ya tienes que apañártelas para poder dejarlo en el arcén de la carretera.
 |
| Siurana |
Lo más destacable de Siurana con sus atractivas formaciones rocosas y el encanto de ser un pueblecito con casas y calles empedradas, donde destacan los restos de su fortaleza musulmana, situados a la entrada de la población, y la iglesia románica de Santa María, que presenta una sola nave, ábside liso y bóveda apuntada. Destaca la portada con rica decoración, especialmente en el tímpano, donde aparece una ingenua imagen de Cristo crucificado rodeado por los apóstoles.
Siurana atesora también una historia realmente fascinante pues, de hecho, el carácter casi épico de la conquista del último reducto musulmán en Cataluña, por parte de los cristianos, ha dado lugar a leyendas conmovedoras como la de la Reina Mora.
 |
| Siurana |
 |
| Iglesia de Santa María. Siurana |
Según cuenta esta leyenda, los cristianos, liderados por el señor de Tarragona e incapaces de conquistar la población, se sirvieron de las artimañas de un traidor judío, quien les ofreció la entrada al castillo. Los cristianos penetraron y mataron a casi todos los habitantes, pero la reina, segura de su fortificación, celebraba mientras tanto una fiesta en el palacio. De repente, una flecha entró por la ventana y se clavó en la mesa. La reina viéndose derrotada, subió a su caballo blanco y se dirigió al precipicio cercano.
Perseguida por los cristianos y para evitar que su caballo se detuviese ante la muerte, le tapó los ojos, pero el animal, al darse cuenta del peligro, quiso parar y clavó sus patas en el suelo, de modo que quedó la huella de su herradura en la roca. Otros dicen que las marcas de la herradura son del impulso que tomó antes del salto. Sea como fuere, la tragedia fue inevitable y actualmente se puede ver en la roca la huella de la herradura, en el lugar denominado el Salto de la Reina Mora.
En cualquier caso, creo que lo mejor de Siurana es su ubicación y las impresionantes vistas que se consiguen de la comarca desde cualquiera de sus flancos.
 |
| Vistas desde Siurana |
 |
| Vistas desde Siurana |
Había que ir pensando en volver a Madrid, por lo que así lo haríamos, pero no podríamos evitar sucumbir a una última visita, como comentaba líneas atrás, ya que a setenta kilómetros y una hora y veinte minutos se hallaba Lérida y era demasiado tentador el poder llevarnos otra de las capitales catalanas en el bolsillo, por lo que hacia allí nos dirigimos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario