DIA 09. ROMA. ¡Arrivederci Italia!

3 de Octubre de 2000.

Sólo nos quedaban unas pocas horas en la capital romana y queríamos aprovecharlas para visitar el “Campo de las Flores”, es decir una de las plazas más vibrantes de Roma situada en el corazón del centro histórico. Su nombre se remonta a la Edad Media cuando el cuadrilátero era simplemente un prado. Sin embargo a mediados del siglo XV, el papa Calixto III decidió desarrollar el área, construyendo importantes edificios como el palacio Corsini. Como resultado, se convirtió en importante lugar de reunión para los poderosos del vecindario.

Cada mañana, la plaza se transforma en un colorido mercado local que disfrutan tanto los residentes como los turistas. Campo de Fiori, ofrece una increíble variedad de productos en uno de los entornos romanos por excelencia. Desde semillas, plantas y flores frescas hasta fruta recién picada, especias, pastas, utensilios de cocina, pasando por carnes, quesos artesanos o cerámica. Como se ve se puede encontrar de todo.

Tras esta original manera de empezar el día, decidiríamos dar un último paseo por las inmediaciones de los Foros Imperiales, pues pensamos que era la imagen más idónea para cerrar nuestra visita a la capital italiana.

Para todos aquellos que echen de menos un buen número de lugares no mencionados en estos días de visita, la razón, como es de imaginar, es que no hubo más tiempo para poder conocer nada más y es que el patrimonio romano es de tales dimensiones que creo que se necesitaría al menos una semana para poder conocer todos los lugares importantes, mucho más si lo que se pretende es profundizar.

Así que esperando que no pasase mucho tiempo para volver a la fascinante Italia nos dirigimos en el autobús de la agencia al aeropuerto de Fiumicino donde, tras un retraso de una hora, partiría nuestro vuelo hacia Madrid, llegando a la capital a media tarde.

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