24 de Noviembre de 2010
Sé que a muchas personas les parecerá excesivo el hacer las distancias en coche que haríamos en este viaje, yendo y viniendo todos los días desde Barcelona a los diferentes lugares que habíamos elegido conocer. Pero aunque ya lo he comentado, el motivo principal era el precio de nuestro alojamiento en Barcelona que gracias a mi trabajo era casi nulo, por lo que al ser trayectos de menos de dos horas, el pagar la gasolina entre dos, nos compensaba más que sobradamente que si hubiéramos elegido hoteles u hostales en las cercanías de los destinos visitados. Tras esta pequeña apreciación, veamos cuales fueron nuestras visitas de hoy.
CARDONA
Cien kilómetros nos separaban de esta villa de aire medieval, en el oeste de la provincia de Barcelona, junto al límite con Lérida, dentro de la sierra de Les Garrigues. Es uno de los lugares más evocadores de la Cataluña interior por su formidable fortaleza de carácter inexpugnable que consiguió resistir al asedio del general Muret durante la Guerra de Secesión y el de las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia. Sería por ella por donde iniciaríamos la visita tras dejar el coche en el aparcamiento cercano.
Castillo de San Vicente |
Nada más pasar la puerta de entrada se encuentra el Patio Ducal que es realmente espectacular. A la derecha se encuentra la oficina de información y la entrada al Parador de Turismo.
Parador de Turismo. Castillo de San Vicente |
Parador de Turismo. Castillo de San Vicente |
No hay que perderse tampoco la colegiata de San Vicente, una iglesia románica consagrada en 1040 y que está considerada una de las mejores muestras del primer románico lombardo catalán. Su interior es de tres naves, la central más alta y cubierta por una bóveda de cañón reforzada por arcos. Hay que reparar especialmente en las dos tumbas, a ambos lados de la nave: la del duque Ferrán I y la del conde Joan Ramón Folc. Las rejas y la cripta con dos filas de columnas también merecen la pena. En el atrio se pueden apreciar restos de pinturas románicas del siglo XII.
Colegiata de San Vicente |
También hay que destacar el claustro, aunque no se conserva en su integridad, pero puede apreciarse su estilo gótico original y la torre de la Miñona, de planta circular y desde donde se consiguen unas maravillosas vistas de la comarca.
Claustro Colegiata de San Vicente |
Cardona desde Torre Miñona |
En el pueblo, por su parte, no hay que perderse la plaza y la capilla de Santa Eulalia, donde supuestamente surgió la villa baja, para ir posteriormente perdiendo importancia a favor de otras plazas.
Plaza de Santa Eulalia |
De gran importancia es la plaza de la Fira, de trazado rectangular que en su origen, Edad Media, quedaba fuera de las murallas y era el lugar donde se celebraban las ferias y mercados. A principios del siglo XV ya estaba rodeada de viviendas. Hoy es la plaza principal y desde la que se tiene una bonita panorámica de la fortaleza. Aquí se encuentran el monumento a Borrel II y el Ayuntamiento, un edificio de estilo neorenacentista.
Ayuntamiento de Cardona. Plaza de la Fira |
No conviene olvidarse tampoco de la plaza del Mercat, porticada y bastante pequeña que surgió en el siglo XIII cuando comenzó a acoger a los pequeños comerciantes que aprovechaban que delante de la portada de la iglesia se celebraba un mercado.
Entre la plaza de la Fira y la del Mercat se encuentra la iglesia de San Miguel y San Vicente, de estilo gótico. Consta de una nave central y dos laterales. Cabe destacar la cripta, donde se guardan las reliquias de los santos mártires; dos retablos góticos; la imagen de la Virgen del Patrocinio, una bella estatua gótica en alabastro policromado y una pila bautismal.
Finalmente, la puerta de Graells o de Santa María, era la puerta de salida de la ciudad en dirección a Solsona. Al lado se encuentra el Archivo Municipal.
MONTAÑA DE SAL
A tres kilómetros de Cardona se encuentra este espectacular lugar de cuya existencia ya eran conocedores los romanos. Posee una coloración única en el mundo y se formó hace 40 millones de años. El montículo de sal gema, óxido de hierro y capas de arcilla tiene una altura de ochenta metros y cinco kilómetros de circunferencia base.
Montaña de Sal de Cardona |
Un laberinto de galerías forman un fantástico mundo de estalactitas y estalagmitas salinas que es de fácil acceso a los visitantes y que, por supuesto, visitaríamos.
Una vez que dejamos el coche en el parking y que compramos las entradas, sólo tendríamos que esperar a que un vehículo de la empresa que gestiona la montaña nos llevase hasta la misma puerta.
A partir de aquí una simpática guía nos invitaría a seguirle al interior de esta antigua mina de la que se extraía sal potásica y que funcionaría hasta 1990. Se llegaron a excavar hasta casi dos kilómetros para extraerla, debiendo apuntalar los techos debido al excesivo peso de los mismos y aún así se produjeron múltiples accidentes que provocaron hasta 80 muertes.
Nosotros visitaríamos sólo una pequeña parte, ya que los pisos inferiores se encuentran inundados hoy en día.
Para entrar te obligan a llevar un casco que te facilitan y te recomiendan llevar algo de abrigo ya que la temperatura es de unos quince grados. Esto se aplica más en verano.
La visita merece muchísimo la pena, ya que desde los primeros pasos por el interior te encuentras con un mundo de sal. Paredes, techos y rincones se encuentran repletos de miles de formaciones que adquieren todo tipo de tamaños, formas y colores como consecuencia de los distintos minerales que las forman. Y todo acompañado por las respectivas explicaciones de nuestra guía.
Montaña de Sal de Cardona |
Montaña de Sal de Cardona |
Al final entre el desplazamiento hasta la entrada de la cueva, la visita de una hora y la vuelta se nos iría una hora y media.
SOLSONA (LÉRIDA)
Nuestra última visita del día la dedicaríamos al pueblo de Solsona, ya en territorio leridano, lo que supondría la única excepción a nuestro recorrido por la provincia de Barcelona. Y es que al estar situada tan sólo a veinte kilómetros de Cardona, no queríamos desaprovechar la oportunidad de conocerlo.
La capital de la comarca del Solsonés presenta un bonito y bien conservado casco antiguo que bien vale el desplazamiento. No es poco el patrimonio histórico y cultural que posee con una gran homogeneidad arquitectónica.
Su época de máximo esplendor económico y cultural coincidió con el reinado de Felipe II, cuando alcanzó dignidad de ciudad y fue nombrada sede episcopal. Ocho siglos más tarde se construyó el monumental puente que desemboca a la entrada principal de la ciudad conocido desde entonces como el Portal del Pont.
Portal del Pont |
Otros de sus principales monumentos serían:
CATEDRAL: Las obras se iniciaron en 1299, sobre una iglesia románica de la que se conservaron tres ábsides y el campanario, y se prolongaron hasta 1630. Una vez en el interior se verá el altar barroco de la Virgen de la Merced y la capilla de la Virgen del Claustro, patrona de la ciudad y pieza fundamental de la escultura románica catalana. La imagen está asociada a una leyenda en la que un niño cayó al pozo del claustro, y cuál sería el asombro de los mayores, que ya lo daban por muerto, cuando se asomaron al brocal y pudieron escuchar su alegre voz diciéndoles que estaba muy bien y en compañía de la Virgen. Al ser rescatado, el niño alzó entre sus brazos la talla mariana.
Catedral de Solsona |
Catedral de Solsona |
PALACIO EPISCOPAL: se sitúa junto a la catedral. Sería construido a finales del siglo XVIII por un maestro de obras local que ni siquiera sabía leer ni escribir. Su fachada neoclásica es, en dicho estilo, una de las más bonitas de Cataluña.
Palacio Episcopal |
PLAZA MAYOR: una plaza porticada que es escenario de los acontecimientos y fiestas locales. En uno de sus laterales se verá la Casa Aguilar, que ha sido casa señorial de sucesivas dinastías de mercaderes y nobles.
Plaza Mayor |
CALLE DE LLOBERA: muy interesante ya que conserva unas cuantas casonas de ricos comerciantes, en su mayor parte propiedad de la familia Llobera. Al final se encuentra la plaza de Sant Pere.
Calle de Llobera |
AYUNTAMIENTO: edificio renacentista del siglo XVI en cuya fachada se puede ver el escudo de la ciudad y el de un rico mercader, anterior propietario.
Ayuntamiento de Solsona |
PALAU LLOBERA: se trata de un edificio gótico del siglo XV, que ha servido de hospital, colegio de dominicos, universidad literaria, seminario, escuela y, actualmente, sede de la oficina de turismo y del Consejo comarcal de Solsona.
TORRE DE LAS HORAS: aún marca las horas. En la actualidad, es conocida porque durante el carnaval en ella se cuelga un burro de cartón piedra, costumbre que recuerda una leyenda que ha dado el mote de mataburros a los solsonenses.
PLAZA DE SANT JOAN: plaza con una fuente gótica, del siglo XV, sobre la que se ha levantado una pequeña capilla dedicada a San Juan.
Plaza de Sant Joan |
PORTAL DEL CASTELL: su nombre se debe a que se encontraba junto al castillo de Solsona. La costumbre era que los señores de Solsona entrasen por esta puerta al tomar posesión de la ciudad después de jurar que respetarían sus privilegios y costumbres.
Y hasta aquí llegarían nuestras visitas de la jornada, por lo que pondríamos rumbo a Barcelona, donde tras unas pizzas, todavía nos animaríamos a ir a tomar algo al famosos pub Bosque de las Hadas, excelentemente decorado.
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