DIA 03. COSTA MURCIANA. De Cabo Tiñoso a Águilas

2 de Mayo de 2009.

Después de visitar los dos días anteriores las tres ciudades más importantes de la Comunidad Murciana, con una buena dosis de arte y cultura en todos los aspectos y sin apenas estar en contacto con el mar, hoy tenía ganas de cambiar de aires por lo que no dudaría en recorrer algunos de los lugares más significativos del litoral murciano, con permiso de La Manga del Mar Menor que dejaría para mañana. Veamos cuales serían:

1. CABO TIÑOSO.

Si existe un lugar con altos valores paisajísticos y medioambientales, gracias a que durante muchos años fue zona militar y no se pudo construir ni intervenir en él, ese es Cabo Tiñoso.

Desde Cartagena tardaría en llegar casi una hora y es que los escasos treinta kilómetros que los separan requieren afrontar carreteras estrechas donde no se puede ir demasiado rápido. Pero aseguro que merece la pena, pues el enorme espolón rocoso que se interna en el Mediterráneo entre las bahías de Cartagena y Mazarrón mantiene su estado más salvaje y virgen. Su aislamiento del pasado le ha permitido conservar la flora y la fauna autóctonas del litoral, así como unos fondo submarinos muy apreciados por los buceadores.

Las vistas que se obtienen desde él son espectaculares ya que sus paredes casi verticales alcanzan hasta los 200 metros de altitud. Además en el extremo del cabo permanecen todavía los enormes cañones que defendían la entrada sur del puerto de Cartagena y en la carretera se pueden ver casamatas y los antiguos cuarteles, de los que sobresalen las imponentes baterías navales.

Golfo de Mazarrón desde Cabo Tiñoso

Valles del Interior desde Cabo Tiñoso


2. MAZARRÓN.

Esta localidad histórica de la costa murciana se asienta en una amplia bahía abierta al Mediterráneo. Se pueden diferenciar dos zonas, por un lado el Puerto que se ha convertido en un gran centro urbano, más grande que la propia capital municipal y donde se puede disfrutar de excelentes playas, un bello paseo marítimo y una importante lonja de pescado. Por otro lado está el propio pueblo que se sitúa seis kilómetros tierra adentro porque creció al amparo de unas minas de plomo, zinc y plata explotadas ya por fenicios, romanos y árabes. Las ruinas del castillo de los Vélez presiden el centro de la población, cumpliendo en el pasado funciones de vigía. Otros monumentos que visitar son la iglesia de San Andrés, cubierta por artesonado mudéjar; la iglesia de San Antonio, construida por el marqués de los Vélez, a quién pertenecían las minas de alumbre en el siglo XV; el convento de la Purísima, patrona de Mazarrón; o los edificios modernistas del Ayuntamiento y el Ateneo Cultural.

Puerto de Mazarrón

Castillo de Mazarrón

Iglesia de San Antonio de Padua. Mazarrón

Ayuntamiento de Mazarrón


3. EROSIONES DE BOLNUEVO.

Sin duda, la gran sorpresa del viaje fueron estas peculiares formaciones de arenisca blanca a las que el viento ha conferido caprichosos perfiles y formas abstractas que no tienen nada que envidiar a la Ciudad Encantada de Cuenca o al Torcal de Antequera. Eso sí mucho menores en tamaño y al borde de la carretera, lo que les resta algo de encanto. Lo mejor es que puedes acercarte todo lo que quieras hasta ellas y subir hasta un alto casi adosado a las mismas donde las perspectivas cambian constantemente según las vas rodeando. Sería imperdonable perderse este atractivo de la costa murciana.

Erosiones de Bolnuevo

Erosiones de Bolnuevo

Erosiones de Bolnuevo


4. ÁGUILAS.

Parece ser que cartagineses y romanos ya combatieron por estos lares, los árabes asentados en la comarca obraron el milagro de la agricultura sobre campos yermos, los piratas norteafricanos hostigaron asiduamente su litoral y Carlos III mandaría llevar a cabo un ambicioso proyecto ilustrado para crear un puerto seguro y moderno, así como una ciudad que fuese ejemplo de urbanismo con calles anchas y rectilíneas. El icono de la población es el castillo de San Juan de las Águilas, encaramado en un majestuoso promontorio desde donde se consiguen unas vistas maravillosas. Fue erigido durante el reinado de Felipe II, como respuesta a las incursiones berberiscas y reconstruido en época de Carlos III. En la plaza de España saltan a la vista varios ficus centenarios de Brasil, el Ayuntamiento con su fachada neomudéjar, la escultura de Carlos III, así como la iglesia de San José de estilo neoclasicista. En su interior la talla de la Virgen de los Dolores, patrona de Águilas, se atribuye a Francisco Salzillo. El Casino, por su parte, es otro de los edificios emblemáticos de la ciudad, construido a finales del siglo XIX. Destaca la fachada noble y las pinturas alegóricas del interior. En la plaza de Isaac Peral se puede encontrar también el monumento al Ferrocarril, antigua máquina locomotora fabricada en Escocia y traída en barco hasta Águilas, donde prestó servicio de 1890 a 1967. Con ella se conmemora el invento que trajo consigo el desarrollo económico de la población. Tampoco se pueden dejar de ver los molinos de Sagrera y Los Alacranes, situados sobre dos colinas en pleno centro de la ciudad, aportándole un aire pintoresco a la postal aguileña. Se llega a ellos serpenteando por sinuosas callejuelas. Por último destacar el que se conoce como Pico del Aguilica, ubicado al final de un agradable paseo por la bahía de Levante, donde se puede comprobar cómo la erosión ha tallado como el pico de un águila sobresaliendo del mar. Desde su mirador se obtiene una bella estampa de la ciudad.

Castillo de San Juan desde el Puerto. Águilas

Puerto de Águilas desde Castillo de San Juan

Cabo Cope desde Castillo de San Juan


5. PUNTAS DE CALNEGRE.

Para terminar el día decidiría relajarme en un paraje natural protegido conocido como Puntas de Calnegre que es una zona de gran interés geológico con diferentes relieves, materiales y costas. La cala de Calnegre sería la elegida para ver atardecer en un ambiente acogedor y bucólico en completa soledad.

Parque Regional de Puntas de Calnegre

Parque Regional de Puntas de Calnegre

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