NAVARRA - DIA 08. Iranzu - P.N.Urbasa y Andía - Estella

30 de Noviembre de 2007.

Sólo nos harían falta cincuenta minutos para recorrer los algo más de sesenta kilómetros que nos separaban del monasterio de Irantzu, del siglo XII, situado en un pequeño y alargado valle rodeado de montañas. La abadía acaparó numerosas propiedades tanto en Navarra como en territorios mucho más alejados, de lo que se deduce su gran importancia.

Monasterio de Irantzu

Una de sus zonas más importantes es el claustro que se levantó entre los siglos XII y XIV, evolucionando su estilo progresivamente del cisterciense hasta un gótico elegante y austero en el que abundan los arcos apuntados.

Monasterio de Irantzu

Monasterio de Irantzu

Monasterio de Irantzu

Otro lugar destacable es la sala Capitular que presenta por entero su traza original del siglo XII. Era el lugar más señalado del monasterio, en el que se celebraban las reuniones de capítulo, donde tomaban el hábito los novicios o se enterraba a los abades. El acceso se realiza por una sencilla portada con arco de medio punto.

La entrada cuesta 2,50 euros y su horario habitual es de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00.

Y tras la anterior visita había llegado el momento de volver a calzarnos las botas de senderismo, que ya llevábamos varias jornadas sin disfrutar de la naturaleza, y hacer una de las rutas de senderismo más hermosas que se pueden realizar en la Comunidad Foral: el nacedero del Urederra.

Para ello teníamos que internarnos en el Parque Natural de Urbasa y Andía, cuyo nombre se lo dan las dos grandes mesetas rocosas de unos mil metros que lo componen. Se alzan en el extremo noroccidental de Navarra y sirven como frontera natural entre la montaña, los pastos y los frondosos hayedos de los campos cerealísticos de la Zona Media.

Sierra de Urbasa y Andía

Sierra de Urbasa y Andía

Una vez dentro de los límites de este conduciría hasta el pequeño pueblo de Baquedano donde podríamos dejar el coche en un parking gratuito habilitado al efecto y donde sólo había otro vehículo más, por lo que todo parecía indicar que haríamos la ruta casi en completa soledad, así que más no podíamos pedir.

Una pista bastante amplia nos permitiría llegar hasta la ribera del río Urederra, el cual nos acompañaría durante buena parte del camino, además de un frondoso hayedo y gran cantidad de pozas por las que se precipitan pequeñas cascadas.

Ruta del Nacedero del Urederra

Ruta del Nacedero del Urederra

Según caminas no pasa mucho tiempo hasta que vuelves a encontrarte una tras otra, corriendo entre ramas y peñas caídas de los acantilados, entre musgos y yedras, donde la vista casi queda prisionera ante otra de sus notas características: los hermosos colores que las forman, destacando los azules claros y los verdes esmeraldas, de una intensidad sobrecogedora.

Ruta del Nacedero del Urederra

Ruta del Nacedero del Urederra

Afortunadamente existe alguna que otra barandilla para evitar caídas, pues estas no es extraño que se produzcan si te quedas demasiado tiempo absorto en la contemplación.

Poco a poco el sendero comenzaría a ascender, mientras las caídas de agua no dejan de sucederse mires donde mires. El espectáculo es soberbio.

De esta manera y después de algo más 2,5 kilómetros llegábamos hasta un puente de madera y el impresionante salto de una docena de metros que se desprende desde las alturas y que es el origen del nacimiento.

Nacedero del Urederra

Nacedero del Urederra

Son las características de las dos mesetas de las que hablaba al principio de esta excursión, las responsables de esta maravilla natural y es que la composición caliza del suelo hace que abunden en el mismo numerosas cavidades que permiten formar pequeños embalses en su interior que acaban por brotar, como en este caso, de las propias paredes.

Nacedero del Urederra

Estaba claro que sería este el lugar elegido para degustar los sándwiches que traíamos para comer, pudiendo así disfrutar durante un buen rato de este entorno privilegiado.

Tras desandar nuestros pasos diríamos adiós a este paraje de ensueño y nos desplazaríamos en coche, por la carretera que va de Zudaire a Alsasua, hasta otro lugar maravilloso conocido como Balcón de Pilatos, el cual viene perfectamente indicado. Sólo es necesario un pequeño paseo desde el aparcamiento para llegar hasta el mirador y así contemplar a vista de pájaro un impresionante circo de rocas cortadas que ponen cerco al nacedero del río Urederra, un espectáculo visual realmente impactante.

Para terminar la jornada y como contraste al espacio natural, decidiríamos parar en Estella, una ciudad de origen medieval a orillas del Ega, que es una de las paradas importantes del Camino de Santiago.

Estella

Como villa cargada de arte e historia, ofrece un buen puñado de rincones interesantes tales como:
  • Plaza de San Martín: se encuentra en el centro del antiguo burgo del mismo nombre conformando un espacio cuyo enlace con el resto de la ciudad se realiza a través del puente de San Martín o del Azucarero. En el centro de la plaza se localiza la fuente de la Mona, una de las escasas fuentes renacentistas conservadas.
  • Palacio de los Reyes de Navarra: construido en la segunda  mitad del siglo XII, es el único ejemplo de arquitectura civil románica que se conserva en Navarra, asomando a unos de los costados de la plaza de San Martín. En su fachada se descubre el famoso capitel en el que se representa la lucha de Roldán con el gigante  Ferragut.
Palacio de los Reyes de Navarra. Estella

  • San Pedro de la Rúa: este templo, de presencia monumental y enclavado en un lugar prominente, posee la categoría de iglesia mayor de Estella desde 1256. Su fachada data del siglo XIII y presenta similitud con otras fachadas de iglesias próximas como la de Santiago en Puente la Reina. El claustro es el elemento arquitectónico más destacable de la construcción que se conserva adosado a uno de sus costados. Está considerado como uno de los conjuntos de mayor riqueza escultórica del románico navarro, y todo ello a pesar de haber perdido dos de sus cuatro crujías en la demolición del castillo de Estella, junto al que se levantaba. En el interior cabe destacar una bella sillería barroca en el coro, una pila bautismal románica y varios retablos.
Iglesia de San Pedro de la Rúa. Estella

  • Judería: junto a las de Pamplona y Tudela fue una de las más importantes de Navarra. Estuvo situada en el barrio de Elgacena. La sinagoga se transformó, en el año 1145, en una iglesia.
  • Plaza de los Fueros: sede de los mercados de los jueves, esta plaza porticada con quiosco de música en su centro se abre en el corazón del casco antiguo. En uno de sus costados se alza la iglesia de San Juan. Desde la plaza cualquiera de las calles que salen por la izquierda suben hasta la Virgen del Puy.
San Juan Bautista. Plaza de los Fueros. Estella

  • Nuestra Señora del Puy: este santuario acoge en su interior la talla de la patrona de Estella, gótica, de madera chapada en plata. También algunos relicarios y el sable que llevó el pretendiente Carlos VII en la última guerra carlista. El templo sustituyó a otro anterior barroco.
Basílica del Puy. Estella

Basílica del Puy. Estella

  • San Pedro de Lizarra: este templo gótico se asienta sobre lo que debió de ser el núcleo primigenio de la ciudad, la pequeña aldea existente con anterioridad. Adosada a su muro sur puede verse una estela romana decorada con relieves en los que se representa el sol y la luna.
Iglesia de San Pedro de Lizarra. Estella

  • Iglesia del Santo Sepulcro: el templo es fundamentalmente gótico. Sobresale su portada la cual está flanqueada por hileras de apóstoles, Santiago Peregrino y un obispo. En el tímpano se ha representado la Crucifixión, el Santo Sepulcro y la Última Cena.
  • San Miguel: la portada de este templo, conserva cierto aire de fortaleza. En el tímpano se puede observar un magnífico Pantocrátor.
  • Palacio de Fray Diego: se encuentra situado en la calle Rúa y es uno de los más notables  de la arquitectura civil de Estella. Se levantó en 1565 y muestra un depurado estilo plateresco relacionado con otras construcciones del valle del Ebro.

No hay comentarios :

Publicar un comentario