Grecia: un pueblo glorioso y arrogante, valiente y testarudo. Sus hombres y mujeres crearon las primeras civilizaciones de occidente y sus monumentos todavía nos hacen recordar, quizás los dos siglos más extraordinarios de la historia. Un país que vio el nacimiento de la ciencia y la política, la filosofía, la literatura y el teatro. Que vio la creación del arte y la arquitectura, que todavía nos esforzamos por igualar. Y lo más sorprendente es que los griegos consiguieron todo esto teniendo la guerra y los conflictos como telón de fondo, ya que vencieron ejércitos y armadas, mucho mayores que ellos, construyendo su propio imperio que se extendió por todo el Mediterráneo, dominando los mares y haciéndose con una prosperidad inigualable.
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| Estatua del Rey Leonidas de Esparta. Paso de las Termópilas |
Estas hazañas fueron llevadas a cabo no por personajes perdidos en la historia, sino por hombre y mujeres cuyas voces todavía podemos escuchar, cuyas vidas todavía podemos seguir hoy en día. Hombres tales como Temístocles, uno de los más grandes generales del ejército; Pericles, un político con misión ingente y Sócrates, el filósofo más famoso de la historia, entre otros muchos.
En definitiva, una civilización que cambió el mundo y que durante casi un mes iba a tener la oportunidad de conocer y descubrir intensamente.
Y es que Grecia se había hecho de rogar, esperando siempre el momento idóneo para viajar hasta ella, el cual, por otro lado no acaba de llegar. Siempre hubo algún pero que se interponía entre el país helénico y quien escribe estas líneas. Vuelos muy caros, no contar con el tiempo suficiente para hacer el viaje soñado, propuestas o planes que surgían para ir a otros lugares y que hacían desvanecerse el proyecto griego, etc.
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| Bandera de Grecia |
Pero este año, por fin, los astros se alinearían y los dioses, nunca mejor dicho, me darían su beneplácito para poder ir a conocer su hogar y su mundo. Pero si ya de por sí nunca es fácil seleccionar que lugares visitar en cualquier destino al que se decide ir, en Grecia esto se acrecienta exponencialmente, pues en el momento que se empieza a rascar o investigar un poco en cada región o territorio heleno, empiezan a desbordarse la cantidad de lugares maravillosos que poseen, por lo que es realmente complicado decantarse por una zona u área concreta.
Tras hacer los primeros borradores y leer un sinfín de propuestas de blogueros y guías, tomaría una decisión que soy consciente le sorprenderá a mucha gente. Me centraría en Atenas, en la península del Peloponeso y en una parte de la Grecia continental, dejando para mejor ocasión las islas. Muchos se preguntarán, ¿y con tantos días como es que no lo combinaste como hacen la mayoría de personas? Pues porque como decía son demasiados lugares apetecibles y llenos de historia los que se distribuyen por todo el país y el continente también es poseedor de una cantidad ingente de recintos arqueológicos, playas, espacios naturales y pueblos encantadores que me apetecía conocer con calma y sin prisas. Además siendo la primera vez en Grecia, mi prioridad era, sin lugar a dudas, conocer su legado histórico, hallándose buena parte de lo más importante en la zona continental. Por tanto, islas como Santorini, Mikonos, Creta, Rodas, etc. tendrían que esperar a una mejor ocasión. Aunque lo digo ya aquí, sí que haría una pequeña incursión en dos pequeñas islas que estaban muy cerca de lugares que había incluido en mi ruta y que si os animáis a leer el resto de capítulos podréis ver cuales fueron.
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| Yacimiento Arqueológico de Mesene |
Veamos ya, sin más preámbulos y antes de comenzar el diario propiamente dicho, algunos datos prácticos que pueden ser de utilidad en un viaje a Grecia.
DATOS PRÁCTICOS GRECIA:
REQUISITOS DE
ENTRADA: Los ciudadanos de
la Unión Europea simplemente necesitan el DNI válido o el pasaporte en regla
para entrar en territorio griego. Los menores de edad también deben estar en
posesión de un pasaporte o documento de identidad individual válido.
CUÁNDO IR: La temporada alta en Grecia, de finales de junio a principios de septiembre, es la más calurosa, la más cara y la que atrae a más turistas, por lo que si se puede es recomendable evitarla. La primavera (finales de abril y mayo) es uno de los mejores momentos para viajar ya que el tiempo es soleado pero no caluroso, hay menos turista, y el campo se cubre de flores. En los meses de diciembre a marzo, los más fríos y lluviosos, se reduce el transporte público y cierran muchos hoteles y restaurantes. Por ello, a menos que se quiera practicar los deportes de invierno, es más recomendable optar por otra temporada.
MONEDA: Desde 2001 se encuentra en vigor el euro. Aceptan Visa y Martercard en casi todos los hoteles y restaurantes de zonas turísticas. Fuera de las principales ciudades, en pensiones, apartamentos, y restaurantes pequeños es bueno llevar efectivo, ya que no todos aceptan tarjetas. Los griegos suelen dejar un 10% de propina.
SANIDAD: Los ciudadanos de la Unión Europea tienen derecho a atención sanitaria urgente de modo gratuito si llevan consigo una tarjeta sanitaria europea, sino es aconsejable contar con un seguro privado que cubra problemas médicos.
IDIOMA: El griego es la lengua oficial, pero el inglés se habla de forma generalizada y se enseña en el colegio junto con una segunda lengua europea en secundaria. Las localidades de mayor tamaño suelen tener agentes de policía turística que hablan al menos una lengua extranjera.
ELECTRICIDAD: En Grecia el voltaje común es 220 - 240V, por lo que las clavijas y enchufes son de tipo C y F. Son validos, por tanto, los utilizados en España. No hace falta ningún adaptador.
CONDUCCIÓN: Recorrer Grecia en
coche tiene la ventaja de poder explorar el país a tu ritmo, permitiendo de
esta manera salirse de los itinerarios más turísticos y ahorrar un tiempo de oro
con respecto al transporte público. Las señales de tráfico cumplen la normativa
europea, pero puede haber excepciones en las carreteras secundarias, donde los
nombres de los pueblos suelen aparecer sólo en griego. El límite de velocidad
en autopista es de 120 km/h y en las carreteras secundarias de 90 km/h. En el
casco urbano de 50 km/h. Es obligatorio el uso de los cinturones de seguridad.
Una curiosidad importante es que en Grecia se suele utilizar también el arcén
para permitir el adelantamiento, por lo que no es de extrañar que carreteras de
dos carriles se conviertan en cuatro. Lo mejor es ponerse a la derecha y dejar
pasar sin perder los nervios. Para conducir es suficiente con el permiso
español que obviamente debe llevarse siempre a mano, junto con un documento de
identidad en vigor, el permiso de circulación del vehículo y el seguro del
mismo. De mi alquiler en particular hablaré en el momento oportuno en el que
retiré el vehículo.
TRANSPORTES: Respecto al tren, la red ferroviaria griega es bastante limitada y el servicio suele ser lento, con la excepción de los trenes expreso, que son rápidos y eficaces. A cambio, los billetes son baratos, mucho más que los autocares y algunas líneas son muy agradables por los bellos paisajes que atraviesan. Atenas es el eje principal de la red ferroviaria, conectando la capital con Salónica y esta con Flórina, al oeste, y Alejandrópolis, al este. Relativo al autobús, Grecia cuenta con una excelente red de autobuses interurbanos y servicios a zonas rurales. Debido a la mínima red ferroviaria, a menudo es la única forma de moverse si no se dispone de coche. El servicio lo gestiona el consorcio KTEL, formado por muchas compañías privadas regionales. Todas las zonas están cubiertas por algún servicio, pero la frecuencia varia. Respecto al Ferri, el puerto de Atenas, El Pireo, es el mayor de Europa por número de pasajeros. Hay servicios frecuentes de estos con las islas en temporada alta, aunque en otras épocas se reducen considerablemente.
GASTRONOMÍA: La gastronomía presenta una marcada influencia del Imperio Otomano, ya que fue parte del mismo, en sus condimentados platos de carne, pastas dulces y verduras rellenas. Su simplicidad y el predominio de productos locales hacen que sea de lo más atractiva entre los visitantes y una de las mejores del Mediterráneo. De su gran variedad podría destacar la ensalada griega compuesta por queso feta, tomate, pepinillo, cebolla y aceitunas; la Moussaka, similar a una lasaña; el gyros, lo que viene a ser un Kebab turco; el Tzatziki, es decir yogur griego con pepino, ajo y jugo de limón; o el Souvlaki, que se compone de carne mezclada con verduras. Estos son sólo algunos ejemplos, pero a lo largo del viaje probaría otros muchos platos realmente espectaculares, sin olvidarme de los postres que también son deliciosos y en los que se utilizan mucho ingredientes como la miel, el pistacho o el hojaldre.
Y ahora sí, entro de lleno en faena relatando mi gran viaje de 24 días por el país heleno que tantas alegrías y sorpresas me brindó. Como, casi siempre, todo empezaría en el aeropuerto de Barajas un caluroso viernes de finales del mes de agosto. La compañía elegida había sido Iberia Express, gracias a que el precio del billete de ida y vuelta fue inmejorable. Y es que, incluyendo en ambos trayectos una maleta de 23 kg, me saldría todo por 178 euros. Dado que el vuelo despegaba a las 08:35 estaría en el aeropuerto dos horas antes para hacer la facturación e ir con tiempo. Todo se desarrollaría según lo previsto y tras salir en hora y un vuelo tranquilo aterrizaba en el aeropuerto internacional Eleftherios Venizelos de Atenas a las 13:15, y es que recordad que en Grecia se adelanta el reloj una hora.
Tras recoger mi maleta optaría por llegar al centro en metro, pues me parecía lo más cómodo. Es la línea tres de color azul la que me llevaría de forma directa hasta la plaza Syntagma, en pleno centro de la ciudad y muy cerca de mi hotel. La frecuencia de estos trenes es cada media hora y el precio del billete sería de 9 euros. Se puede sacar ida y vuelta por 16 euros siempre que se utilice dentro de un límite de 48 horas.
En cuarenta minutos estaba en la estación mencionada, desde donde sólo tardaría cinco minutos en llegar al Omiros Hotel, el que sería mi alojamiento durante las próximas cuatro noches. El precio por cada noche sería de 55 euros, con el desayuno incluido. No cabe duda que su punto más fuerte es su ubicación, ya que se puede llegar caminando a cualquier punto de interés sin tardar demasiado tiempo, lo que es todo un lujo en Atenas. El personal de recepción es amable y dispuesto a resolver las dudas que te surjan y las habitaciones, aunque algo antiguas, están limpias y son cómodas. El baño es pequeño pero correcto.
Una vez que organicé por encima el equipaje, no perdería mucho tiempo y me lancé, sin prisa pero sin pausa, a conocer la capital griega, pues eran sólo las tres y disponía de toda la tarde para empezar a conocer los primeros lugares de interés.
CATEDRAL DE ATENAS
Dicho y hecho, mis primeros pasos me llevarían hasta la inmensa catedral de Atenas, conocida como Mitrópoli, de 1862, siendo la primera iglesia importante construida tras la independencia griega. Se convirtió en sede oficial del arzobispo y de ahí la iglesia estatal griega establecida. Sus coloridos frescos y valiosos objetos eclesiásticos son tan impresionantes que superan con creces la arquitectura. No obstante, la importancia de Mitrópoli es casi enteramente espiritual, como punto de referencia de la iglesia ortodoxa griega, de hecho aquí da sus sermones el arzobispo y se abarrota regularmente cuando la alta sociedad acude a bodas.
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| Catedral de Atenas o Mitrópoli |
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| Catedral de Atenas o Mitrópoli |
Mucha más importancia artística tiene la diminuta Mikrí Mitrópoli o Pequeña Catedral, situada al lado. Construida en el siglo XII, cuando Atenas era apenas un pueblo, mide sólo7´5 metros de largo por 12 de ancho. Se encuentra dedicada a Panagía Gorgoepíkoös (la Virgen que atiende pronto a las plegarias) y a Agios Elefthérios (santo que protege a la mujer en el parto). Está construida enteramente en mármol pentélico que hoy conserva un tono azulado. Pero lo que le da especial relevancia es que gran parte de los materiales usados se reciclaron de edificios anteriores, y muchas de las piedras estaban ya esculpidas o talladas. El resultado es una iglesia de estilo bizantino que incorpora elementos decorativos, como frisos y bajorelieves, de épocas clásicas más antiguas.
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| Pequeña Catedral o Mikri Mitrópoli |
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| Pequeña Catedral o Mikri Mitrópoli |
Antes de continuar decidiría hacer una pequeña parada en una tienda de barrio para comer algo ya que estaba desmayado. Serían las empanadas del escaparate las que me llamarían la atención, por lo que optaría por una de queso feta que estaba buenísima, acompañada por un zumo de naranja natural. Ambas cosas me saldrían por 4,5 euros.
PLAZA SYNTAGMA
A pocos metros de las dos catedrales, volvía a dejarme caer por la plaza Syntagma, pues al salir del metro con la maleta apenas me había detenido para observarla. También se la conoce como plaza de la Constitución y es el centro neurálgico de la Atenas moderna, siendo una de las más populares de la ciudad en la que se llevan a cabo importantes manifestaciones. Se encuentra presidia por el Parlamento, un magnífico palacio de estilo neoclásico que fue construido originalmente como residencia del joven rey bávaro Otto, haciendo la misma función para Jorge I. En 1924 se estableció la República griega y la dinastía fue expulsada. Las instituciones administrativas del Estado y la fuerza aérea ocuparon el edificio antes de empezar a cumplir su función actual, la cual tendría lugar un 1 de julio de 1935. Un lugar perfecto para albergar la sede gubernamental.
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| Plaza Syntagma |
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| Parlamento. Plaza Syntagma |
Es aquí donde también se encuentra la tumba del Soldado Desconocido, decorada con un relieve de un soldado moribundo. Inaugurada el 25 de marzo de 1932 (Día de la Independencia), la tumba está flanqueada por textos de la famosa oración fúnebre de Pericles. Los otros muros de la plaza están cubiertos con escudos de bronce que celebran las victorias militares desde 1821.
Además es imposible no detener la mirada en los miembros de la Guardia Nacional (évzones) que patrullan delante de la tumba, vestidos con sus famosos uniformes de falta escocesa y zuecos. Aprovechando que se estaba haciendo el cambio de guardia, el cual es cada hora, me quedaría a presenciarlo, aunque el domingo también tenía intención de verlo ya que se celebra el más importante y completo. Acabado el mismo continuaría con el resto de la planificación.
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| Tumba Soldado Desconocido y Cambio de Guardia |
También en la plaza, en uno de sus laterales, habría que destacar otro importante edificio como es el hotel Grande Bretagne, el cual tiene una gran importancia histórica ya que fue el cuartel general de los nazis durante la II Guerra Mundial. Parece que su interior exuda lujo en cada rincón, con un vestíbulo de mármol y resplandecientes lámparas de araña, junto con sus 320 opulentas habitaciones, piscina en la azotea y gimnasio.
Tampoco hay que obviar bajar a la estación de metro de Syntagma para observar, detrás de una pared de cristal, la gran cantidad de objetos que se encontraron y la composición de la ciudad siglos atrás, perfectamente explicado en sus respectivos paneles.
EDIFICIOS PÚBLICOS
En mi paseo tendría oportunidad de ver los exteriores del museo Histórico Nacional, cuya importancia estriba en que sería la primera sede del Parlamento. Hoy acoge muestras sobre la caída de Bizancio, el latín y el dominio otomano, así como de la guerra de la independencia. Y el museo de la Ciudad de Atenas, que fue la primera casa construida en Atenas después de ser declarada capital del nuevo reino de Grecia en 1834. Otto I, el primer rey del país, mandó unirla con el edificio adyacente y vivió en ella mientras esperaba a que se construyera el primer palacio Real (hoy Parlamento). Actualmente alberga una colección de cuadros y muebles que relata la historia moderna de la ciudad, centrándose en los primeros años de la monarquía. Como se ve son dos edificios importantes a nivel histórico pero cuya visita puede ser prescindible en una primera incursión en la capital.
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| Museo Histórico Nacional |
Nuevas construcciones religiosas se cruzarían en mi camino. Se trataba de la iglesia Agioi Theodoroi, de tamaño diminuto y estilo bizantino, localizada en medio del bullicio de la ciudad, pero que desgraciadamente estaba tapada a cal y canto por estar en restauración, y la catedral de San Dionisio, que sin ser uno de los monumentos emblemáticos de Atenas con carácter general, sí que es representativo para los españoles, ya que en ella se casarían Don Juan Carlos I de Borbón y Doña Sofía un 14 de mayo de 1962.
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| Catedral de San Dionisio |
Justo al lado se sucederían el trío de edificios neoclásicos más importantes de la ciudad que conforman una prestigiosa trilogía del saber y embellecen sobremanera las dos avenidas en las que se encuentran. Hablo de la Universidad, la Academia de las Artes y la Biblioteca Nacional. En la entrada a la Universidad, las basas y los capiteles de las columnas son réplicas de las de los propileos de la Acrópolis, y la entrada a la Academia se inspira en el extremo oriental del Erecteion. En la Biblioteca, por su parte, la sala de lectura es excepcional.
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| Academia de las Artes |
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| Universidad de Atenas |
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| Biblioteca Nacional |
A continuación llegaría hasta la plaza Kotzia, una amplia explanada que bajo la mirada de Pericles se encuentra flanqueada por nuevas e importantes instituciones situadas en edificios amarillo pastel como el Ayuntamiento, que tiene la tarea ingente de dirigir a más de cuarenta distritos; el Mercado Central, que provoca una sobrecarga sensorial, especialmente de los aromas que se desprenden de las tiendas de especias donde huele a vainilla, azafrán y tomillo; o de instituciones económicas tan importantes como el Banco Nacional de Grecia o el edificio de La Bolsa.
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| Banco Nacional de Grecia. Plaza Kotzia |
Y sólo cinco minutos después se cruzaba en mi camino la circular plaza Omonia, considerada una de las más antiguas de la ciudad y el kilómetro Cero o centro geográfico de Atenas donde el ajetreo de vehículos y personas es constante durante todo el día y en la que se combinan los hoteles de lujo y las grandes marcas con las tiendas de toda la vida.
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| Plaza Omonia |
Muy cerca de la anterior hallaría el Teatro Nacional construido en 1891, un elegante edificio neoclásico cuya fachada está inspirada en el perfil de la biblioteca de Adriano, donde son representadas las más importantes tragedias antiguas y modernas. Dicen que el vestíbulo es soberbio, pero no podría acceder a contemplarlo. Justo enfrente se puede visitar también la iglesia Agios Konstantinou con una excelente cúpula bizantina.
MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL
Era el momento de afrontar la visita más importante de la tarde, y creo que imprescindible para entender la historia de Grecia y sus recintos arqueológicos. No cabe duda que me estoy refiriendo al Museo Arqueológico Nacional. Antes de entrar pararía un momento en la Universidad Politécnica que se encuentra adosada al mismo. Y es que este es un importante lugar histórico ya que aquí es donde comenzó la manifestación de estudiantes contra la Junta, que llevaba en el poder desde 1967. El levantamiento fue reprimido con tanques y armas, muriendo varios jóvenes, pero su valentía contribuyó a la caída del régimen un año más tarde. En recuerdo a los héroes caídos se puede ver una estatua de mármol. Cada año, todos los políticos de Grecia visitan el 17 de noviembre este monumento para depositar flores en él.
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| Museo Arqueológico Nacional |
Y ahora sí me introducía en la más bella colección de arte griego antiguo del mundo con una combinación de piezas únicas como objetos micénicos de oro, esculturas, cerámica y joyas. A lo largo de sus diferentes salas iría encontrando maravillas como las figurillas de mármol cicládicas de Amorgós, las más antiguas de las que se tiene constancia, así como las estatuillas de músicos más grandes que se conocen, el flautista y el arpista, ambas de Kéros; la sala de antigüedades micénicas, con sus magníficos tesoros de oro del siglo XVI a.C., hallándose aquí la famosa máscara de Agamenón, acompañando a otras reliquias como dos jarras de vino con formas de cabezas de toro y león o dos copas de toro doradas de Creta e incluso una magnífica espada procedente de la isla de Skópelos; la colección de escultura clásica que no le va a la zaga a las anteriores y contiene una espléndida selección de estatuas y monumentos funerarios, la mayoría de Kerameikos. Estos incluyen la preciosa estela de Hegeso, la estatua de la diosa Hera, o un buen número de estatuas majestuosas de la diosa Atenea; y por supuesto la sala de escultura romana y helenística donde se exhiben el famoso Dios de Artemisio y el Caballo con pequeño jinete, ambos encontrados en el cabo Artemisio en Eubea, y el Efebo de Anticitera, hallado en el mar que rodea la isla. Otras de las esculturas más conocidas son el Niño de Maratón o el grupo de Afrodita, Pan y Eros.
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| Máscara de Agamenón. Museo Arqueológico Nacional |
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| Jinete de Artemisio. Museo Arqueológico Nacional |
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| Dios de Artemisio. Museo Arqueológico Nacional |
El museo también alberga otras colecciones menores, espectaculares frescos, un sinfín de piezas de cerámica y una buena muestra de pintura y cerámica griega que se extiende desde el 1000 a. C. hasta el periodo helenístico, por lo que como se ve puedes permanecer en el museo todo el tiempo que uno quiera.
Su horario es de 08:00 a 20:00 todos los días de la semana excepto los martes que abre a las 13:00. El precio es de 12 euros y no está incluido en el ticket combinado de museos.
PLAZA EXARCHEIA/COLINA STREFI
En mi caso, tras algo más de dos horas disfrutando de sus obras más importantes, volvería a salir al exterior, optando por dirigirme a la plaza Exárcheia la cual se encuentra rodeada de animados cafés frecuentados por gente de ideología de izquierdas, anarquistas y marginales. Las calles que llegan hasta la plaza están llenas de graffitis con mensajes políticos y cubiertas de carteles, anunciando las últimas manifestaciones, pues este es otro de los lugares más importantes donde se celebran estas. Al mismo tiempo resulta divertido explorar las calles adyacentes, flanqueadas por pequeñas tiendas independientes donde se venden toda clase de discos, ropa vintage y libros, y bares en los que los asiduos de ropa rasgada y cabello indisciplinado, toman sus cervezas. Dicen que en esta zona la mejor calle para tomar algo es Kallidromiou pues cuenta con lugares como la cantina Raraou (calle Benaki 69 A) donde ponen tapas buenísimas y el restaurante Achileas donde ofrecen uno de los mejores gyros de Atenas. (Calle Valtetsiou, 62)
Para terminar el día me parecería buena idea subir a la cercana colina Stréfi, ya que quería conseguir mis primeras panorámicas de Atenas, algo de lo que no me arrepentiría ya que a mis pies podría contemplar las espectaculares vistas de los barrios vecinos de Omónia, Exárcheia, la colina Lykavittós, la Acrópolis y muchos otros sitios de renombre. No obstante partiría de aquí antes de que hubiera oscurecido ya que había leído que por la noche es frecuentada por delincuentes y no es segura. De hecho todas las inmediaciones estaban tomadas por más de cincuenta policías, no sé a qué se debía, pero la verdad que impresionaba.
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| Puesta de sol desde Colina Strefi |
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| Acrópolis desde Colina Strefi |
Eran las 21:00 cuando decidía entrar a cenar en un restaurante llamado The Greco´s Proyect que tenía muy buena pinta y estaba a pocos metros de la plaza Syntagma. Aquí optaría por pedir mi primera ensalada griega, compuesta por tomate, pimientos, pepinos, queso feta, olivas y aceite. Todo un clásico en la gastronomía griega que me encantaría y a la que volvería a recurrir en otras ocasiones. Junto con ella pediría una botella de agua. El precio sería de 12,90. Algo caro pero si se tiene en cuenta que estás en una de las zonas más turísticas de Atenas pues también es normal.
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| Ensalada Griega en The Greco´s Proyect |
De esta manera ponía la guinda a estas primeras horas en la capital griega, dirigiéndome a mi hotel a descansar, pues no quería acostarme muy tarde ya que mañana tenía previsto un día de lo más intenso con la visita a algunos de los lugares más famosos e importantes de Atenas.
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