DIA 06. SIENA. Joya Toscana

6 de Diciembre de 2023.

Si ayer me escapaba a Pisa, hoy sería el turno de Siena, una ciudad histórica, completamente medieval, de callejuelas estrechas y empinadas y rodeada por murallas, que viviría su época de máximo esplendor  desde mediados del siglo XIII hasta mediados del XIV, donde la llegada de la peste mató a un tercio de la población; 200 años después, morirían muchos más en el asedio por el que Florencia se hizo con la ciudad. Los vencedores reprimieron cualquier progreso de Siena, así que la ciudad parece congelada en el tiempo, llena de restaurados edificios medievales.

El día no comenzaría de la mejor manera y es que el tren que tenía que tomar a las 08:10 era cancelado sin previo aviso, lo que me haría acudir a las taquillas de Trenitalia para ver qué solución me ofrecían. Esta pasaba por hacer transbordo en una ciudad intermedia, pero también tendría que descartar esta opción dado que el primer tren con destino a la misma iba con un retraso de veinte minutos y me hacía inviable llegar al segundo, por lo que la siguiente posibilidad que me ofrecerían sería esperar al siguiente tren directo a Siena que pasan cada hora, por lo que ya resignado lo aceptaría, no pudiendo coger este hasta las 09:10, hora en la que partiría por fin hacia dicha ciudad.

A la llegada lo que me encontraría sería una espesa niebla cubriéndolo todo, algo que haría que mi cara se convirtiese en un poema, que se llegara a desfigurar por momentos, y es que no hay algo peor para un viajero que la maldita niebla. Mi única esperanza es que según fuesen avanzando las horas esta levantase lo suficiente para dejarme ver y fotografiar los monumentos principales.

Para ir hacia el centro se puede optar por coger un autobús o ir caminando, eligiendo en mi caso la segunda opción. Para ello es necesario entrar en un centro comercial, situado enfrente de la estación, y empezar a subir escaleras mecánicas sin parar. Cuando se termine el periplo, una amplia y larga calle comercial te llevará al centro de la ciudad. Yo lo haría de esta manera cuando regresé por la noche a la estación, ya que para el primer monumento que quería visitar hoy debía desviarme de la ruta principal.

FORTALEZA MEDICEA

Sólo un cuarto de hora desde la estación me separaba de esta imponente construcción defensiva, conocida también como Fuerte de Santa Bárbara, casi completamente envuelta por la niebla, por lo que el aliciente de las vistas del centro histórico de Siena en la lejanía, se quedaría en una ilusión perdida, debiendo conformarme con observar los gruesos muros exteriores de la misma y los bonitos jardines que la rodean.

Fortaleza Medicea

Fortaleza Medicea

La Fortaleza Medicea sería construida en 1561 por encargo del duque de Florencia, Cosimo I de Medici, llamando a primera vista la atención su perímetro circular, algo que se hizo con la idea de controlar la ciudad durante las luchas contra los españoles en el siglo XVI.

Fortaleza Medicea

En su interior se suelen acoger diversos eventos, como exposiciones artísticas, degustaciones o conciertos.

SAN DOMENICO

Tras otros diez minutos de paseo, llegaba a esta gran basílica gótica de ladrillo construida entre los siglos XIII y XV, con un ábside cuadrado.

Basílica de San Domenico

Basílica de San Domenico

El interior, con un techo de madera a dos aguas y las paredes de su única nave pintadas de blanco, es bastante sobrio. Sin embargo, conserva una capilla muy hermosa dedicada a Santa Catalina. Se construyó en 1460 para guardar su cabeza incorrupta, rodeada de frescos sobre la santa. El resto del cuerpo se encuentra enterrado en Roma, lugar en el que se encontraba cuando le sobrevino la muerte en 1380.

Basílica de San Domenico

Capilla de Santa Catalina. Basílica de San Domenico

La santa tuvo muchas visiones y recibió los estigmas en la capilla delle Volte, en el extremo norte de la iglesia, donde se conserva el único retrato pintado en vida de Santa Catalina, obra de Andrea Vanni.

SANTUARIO DE SANTA CATALINA

A pocos metros del anterior, encontraría la que fue la casa de Santa Catalina, en la que vivía con sus 23 hermanos, hoy convertido en complejo religioso. Este se encuentra formado por varios oratorios, como el de la cocina y el dormitorio, decorados con estatuas y pinturas de maestros del siglo XV al XVII. Lo Más destacado es la iglesia del Crucifijo, que tiene hermosas pinturas murales. El conjunto cuenta también con un claustro y un pozo de mármol.

Santuario - Casa de Santa Catalina de Siena

Santuario - Casa de Santa Catalina de Siena

La Santa nació en 1437 y a la temprana edad de siete años se le aparecería Jesucristo, dedicándole desde entonces su vida: casi sin comer, ni dormir, Catalina rezaba, meditaba, se flagelaba y se confesaba en público. La santa ingresó en los dominicos y de la prédica pasó a la política, tratando directamente con papas y reyes. Murió en Roma y es Doctora de la Iglesia y patrona de Italia. En la casa se conservan su celda y el crucifijo ante el que, cuentan, recibió los estigmas.

Santuario - Casa de Santa Catalina de Siena

Santuario - Casa de Santa Catalina de Siena

La entrada es gratuita a todo el complejo.

FUENTE BRANDA

Muy cerca del Santuario de Santa Catalina unas empinadas escaleras me llevarían hasta la conocida como Fonte Branda, la fuente más antigua de la ciudad, la cual se remonta a la Edad Media. Data del siglo XI, pero los lugareños la ampliaron y reconstruyeron con ladrillo y travertino en el siglo XIII.

Fontebranda

Fontebranda

Probablemente, sea la fuente más famosa de la Toscana, ya que Dante Alighieri la cita en la Divina Comedia. Contaba con tres depósitos diferenciados: uno para agua potable, otro para los animales y el tercero para la colada. La tubería que la alimenta de agua proviene desde una distancia de 25 kilómetros y es la misma que alimenta la Fuente Gaia en la Plaza del Campo. Estos túneles subterráneos abastecieron en el pasado de agua a toda la ciudad.

PLAZA DEL CAMPO

No lo postergaría más y me marcharía directo hacia el lugar más famoso de Siena: la afamada plaza del Campo, que durante más de seiscientos años ha sido el centro de la ciudad, ni más ni menos que desde el siglo XIII, cuando el Consejo de los Nueve, que gobernó la ciudad durante la época de mayor esplendor, decidió construirla en el lugar que antes había ocupado el mercado. De hecho, este es el origen de las ocho franjas de travertino blanco que dividen en nueve sectores de ladrillo rojo la plaza., que tiene forma de concha o de abanico y una fuerte inclinación, de manera que todo converge en la zona más estrecha y más baja, dominada por los siguientes lugares de interés:

PALACIO PÚBLICO: También llamado Palacio Comunal, fue levantado entre finales del siglo XIII y mediados de la centuria siguiente, aunque a mediados del siglo XIV al cuerpo central se le añadieron las dos alas laterales y la fachada quedó ligeramente curvada. El edificio fue desde el principio paradigma de la arquitectura civil del gótico sienés y, en teoría, todos los palacios que rodean la plaza tendrían que haberlo tomado como modelo.

Plaza del Campo y Palacio Público

La fachada del cuerpo principal está rematada por el monograma de Cristo que popularizó San Bernardino durante sus sermones y, bajo cada uno de los arcos, hay una Balzana, el escudo blanco y negro de la ciudad.

Palacio Público. Plaza del Campo

Palacio Público

Por supuesto, que no obviaría su visita interior pues aunque funciona como Ayuntamiento, hay maravillosas salas con frescos históricos y obras de arte que están abiertas al público como parte del Museo Cívico. La principal sala de consejos lleva el nombre de Sala del Mappamondo, porque alberga el mapamundi pintado por Ambrogio Lorenzetti a principios del siglo XIV. En una de las paredes se puede contemplar el fresco Maestá, en el que la Virgen aparece sentada en un trono con el Niño en brazos bajo un baldaquino rodeada de ángeles y santos. Las paredes de la capilla adyacente se cubren también con increíbles frescos, y la sillería del coro aparece decorada con escenas bíblicas.

Capilla. Palacio Público

Asombra también la Sala della Pace en la que se halla la famosa Alegoría del buen y el mal gobierno, compuesta por un par de frescos de 1338. La Sala del Risorgimiento está decorada con frescos de finales del siglo XIX referentes a la unificación de Italia.

Sala del Risorgimiento. Palacio Público

Palacio Público

Su horario es de 09:00 a 18:00 y el precio de la entrada es de diez euros.

TORRE DEL MANGIA: En el lado izquierdo del Palacio Público se levanta la esbelta torre del Mangia que fue construida en 1325 y recibe su nombre de uno de sus campaneros, conocido como “mangiaguadagni” (literalmente, “comeganancias”) por su vaguería.

El campanario mide 102 metros, altura que no supera ningún otro edificio de la ciudad y está formado por un cuerpo de ladrillo rojo y un remate de travertino blanco, desde el que, supuestamente, se disfruta de una hermosa vista sobre los tejados de Siena y las colinas que rodean la ciudad. Y digo supuestamente porque a estas alturas del día la niebla seguía haciendo acto de presencia y era imposible apreciar nada desde tan alto, porque a pesar de todo yo subiría con la esperanza de que despejase, pero no fue posible.

Torre del Mangia. Palacio Público

Plaza del Campo desde Torre del Mangia

La entrada cuesta doce euros y su horario es de 10:00 a 16:00 en invierno, siendo la última entrada a las 15:15. El resto del año cierra a las 19:00, siendo la última entrada a las 18:15.

CAPILLA DE LA PLAZA: A los pies de la torre sobresale esta capilla, construida en señal de agradecimiento tras el fin de la terrible peste de 1348, que diezmó la población de la ciudad. Sería reformada un siglo más tarde, durante el Renacimiento.

Capilla de la Plaza del Campo

FUENTE GAIA: Casi en el centro  de la plaza se halla la Fonte Gaia, una gran pila de mármol rectangular decorada con estatuas. La fuente actual es una copia del siglo XIX de la original, realizada por Jacopo della Quercia entre 1409 y 1419, que se retiró para protegerla del deterioro causado por las inclemencias del tiempo. Los relieves de la fuente muestran a Adán y Eva, la Virgen con el Niño y las Virtudes. El agua llega hasta ella a través de un acueducto de 25 kilómetros que desde el siglo XIV canaliza el agua de las colinas hasta la ciudad. Desgraciadamente, se encontraba en restauración y completamente cubierta por lo que no pude apreciar ningún detalle.

Por cierto, no hay que olvidar que en esta maravillosa plaza, tiene lugar todos los años el famoso Palio de Siena, probablemente la festividad más importante de la Toscana, celebrándose el 2 de julio y el 16 de Agosto a las 19:00 una carrera de caballos sin montura, donde los jinetes representan a las 17 contrade o barrios de la ciudad, eligiéndose los caballos participantes por sorteo. Las carreras con apuestas y desfiles, sólo duran  unos noventa segundos. El ganador recibe un palio o estandarte de seda, de ahí su nombre.

PLAZA DEL DUOMO

La otra gran plaza de Siena es, sin duda, la plaza del Duomo donde se yergue imponente el Duomo o Catedral dedicado a Santa María Assunta, un tesoro de la arquitectura gótica tardía. Se levantó en la cima de la colina más alta de la ciudad a lo largo de varios siglos de ampliaciones y reformas. Las obras de la fachada empezaron a finales del siglo XIII bajo la dirección de Giovanni Pisano, que proyectó la parte inferior y los laterales, así como la decoración escultórica. El rosetón y los tres frontones fueron diseñados a imitación de la catedral de Orvieto, aunque los mosaicos que los decoran se remontan solamente al siglo XIX.

El campanile está integrado en la fachada oriental, en cuya portada hay un tímpano de Donatello.

Catedral o Duomo de Siena

Catedral o Duomo de Siena

El interior de la catedral es sinceramente impresionante: los muros están revestidos de listas de mármol blancas y negras de diferente anchura y las tres naves (separadas por altísimos pilares que conducen la vista hasta los techos pintados de azul y sembrados de estrellas doradas) están decoradas con algunas magníficas obras de arte, empezando por el medio centenar de escenas de mármol que decoran el pavimento. En él colaboraron distintos artistas entre mediados del siglo XIV y el siglo XV, realizando recuadros de distintos tamaños con alegorías, virtudes, sibilas, profetas y escenas de la Biblia, entre otras cosas.

Catedral o Duomo de Siena

Empezando el recorrido de la catedral por la nave derecha, en el transepto se halla la Capilla Chigi, diseñada por Bernini, que esculpió además las figuras de Santa Catalina, San Jerónimo y María Magdalena. Casi delante del altar mayor se yergue el púlpito que esculpió Nicola Pisano: la cátedra octogonal descansas sobre nueve columnas, cuatro de las cuales, más cortas, se apoyan en el mismo número de leones. Las esculturas colocadas sobre los capiteles representan a las virtudes y a los profetas y los paneles de la parte superior, plagados de figuras, narran escenas del Nuevo Testamento.

Púlpito de Nicola Pisano. Duomo de Siena

Continuando el recorrido en el sentido inverso a las agujas del reloj, en posición simétrica a la que ocupa la capilla Chigi, destaca el San Juan Bautista de Donatello, vaciado en bronce por el escultor en 1457. A continuación hay una puerta que conduce a la impresionante Biblioteca Piccolomini, construida en los últimos años del siglo XV para custodiar los libros del papa Pío II y presidida por la escultura romana de Las Tres Gracias. Los frescos de Pinturicchio narran diez escenas de la vida del pontífice.

Biblioteca Piccolomini. Duomo de Siena

Biblioteca Piccolomini. Duomo de Siena

Respecto al resto del complejo catedralicio renunciaría a visitarlo y es que no quedaba mucho para que cerrasen y tampoco para que se hiciera de noche, por lo que preferí llegar a otros monumentos de la ciudad y si algún día vuelvo a Siena, pues me ceñiré a lo que me ha quedado pendiente. De esta manera no accedería al Baptisterio, ni al Museo de la Opera Metropolitana, ni al paseo que se hace por algunos de los sectores más altos de la Catedral, ya que con la niebla que hacía era absurdo.

Baptisterio de Siena

El precio de la Catedral y la Biblioteca fue de cinco euros.

SAN PIETRO DE LAS ESCALAS

Mi siguiente parada sería para observar las características de esta pequeña iglesia, que se encuentra justo enfrente de la Pinacoteca Nacional. La fachada es de ladrillo con un portal en el que se puede ver una representación de San Pedro en el cielo con ángeles. Su interior posee una decoración de estuco barroco en el que resalta una Virgen con el Niño y los Santos, así como el retablo que representa a la Virgen en la gloria.

Iglesia de San Pietro alle Scale

PLAZA DEL MERCADO

Aunque no es de las plazas más famosas de Siena, sin embargo sí que merece la pena acercarse hasta ella, ya que se encuentra justo detrás del Palacio Público. Dos son las cosas que destacan en la misma. Por un lado el mirador que ofrece excelentes vistas de la campiña toscana y que no podría observar debido a la niebla y, por otro, el pequeño templete a modo de cobertizo en el que los domingos se monta un mercado con gran variedad de productos como embutidos, quesos o pasteles.

Plaza del Mercado

IGLESIA DE SAN MARTINO/PORTALES DEL PAPA

Ambos edificios se encuentran uno pegado al otro. La iglesia de San Martino es de las más antiguas de Siena y en su interior se encuentra la Natividad de Jesús, considerada una obra maestra, pudiéndose ver en el tercer altar. También habría que destacar el lienzo del Martirio de San Bartolomeo del Guercino, aunque el fuego estropearía parte de su belleza innata. Por su parte, los Portales del Papa es un edificio que llama la atención nada más observarlo por sus majestuosos arcos de estilo renacentista y sus elegantes capiteles corintios, siendo mandado construir, en el siglo XV, por el papa Pío II como regalo a su familia.

Loggia del Papa e Iglesia de San Martino

IGLESIA DE SAN GIORGIO

Esta iglesia sería construida gracias a las donaciones de la batalla de Montaperti en la que Siena obtendría la victoria frente a Florencia y es que los soldados sienes habían solicitado ayuda a San Jorge para ganar la contienda.

Iglesia de San Giorgio

Iglesia de San Giorgio

Del edificio medieval sólo se mantiene en pie el campanario románico - gótico, mientras que la fachada se caracteriza por las dos inmensas columnas y un gran escudo de armas del que fomentó la restauración del templo. En el interior se puede observar el monumento funerario del pintor Francesco Vanni.

IGLESIA DE SANTO ESPIRITU

A continuación se sucedería este nuevo templo, cuya principal característica es que fue objeto de una profunda reconstrucción a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Destaca su portal renacentista y las obras de gran valor de su interior en la capilla de los Españoles, en el crucero derecho, en el ábside, así como en la sacristía.

Basílica de Santo Espíritu

SANTA MARÍA DEI SERVI

En otro rincón solitario de la ciudad, dominando una pequeña colina, se alza esta iglesia cuyas obras empezaron en el siglo XIII y se prolongaron durante doscientos años. Su exterior carece de decoración, mientras que en el interior, gótico con algunos elementos renacentistas, se conservan algunas obras de gran valor artístico, en su mayoría dedicada a la Virgen María.

Iglesia de Santa María dei Servi

Iglesia de Santa María dei Servi

IGLESIA DE SAN CRISTOFORO

Aunque aguanto bastante bien el frío, tengo que reconocer que lo de hoy era exagerado, por lo que decidí seguir resguardándome del mismo de iglesia en iglesia. La siguiente que se cruzaría en mi camino sería la de San Cristoforo, no demasiado conocida pero con un encanto especial, destacando sus cuatro columnas exteriores rematadas por un tímpano, así como las dos grandes estatuas colocadas en los nichos de la portada que representan a dos beatos. Su interior posee una sola nave y una cúpula, así como diferentes obras de arte de especial interés.

Iglesia de San Cristoforo

SANTA MARÍA DE PROVENZANO

Era el turno de visitar uno de los templos que dicen que es de los más bellos de la ciudad. Sería construida a finales del siglo XVI para custodiar una talla de la Virgen que se convirtió en todo un símbolo de la oposición sienesa frente a la dominación española. Es en honor de esta en la que cada dos de julio se celebra, en la Plaza del Campo, el Palio del Provenzano, donde tienen lugar las famosas carreras de caballos que ya mencione en su momento.

Basílica de Santa María en Provenzano

Basílica de Santa María en Provenzano

Santa María del Provenzano es uno de los mejores ejemplos manieristas de toda La Toscana y es la primera iglesia que se construyó en la ciudad después del Concilio de Trento. En su fachada  se pueden observar cuatro nichos con las estatuas de varios santos. Posee planta de cruz latina y una majestuosa y bellísima cúpula de forma octogonal.

BASÍLICA DE SAN FRANCISCO

El último edificio religioso que optaría por conocer en la ciudad sería la basílica de San Francisco, de exterior bastante sobrio y modesto, con una fachada neogótica y un campanario de mediados del siglo XVIII. Posee una única nave y un crucero a lo largo de los cuales se van sucediendo importantes obras de arte como los frescos de los siglos  XV y XVI, provenientes de dos puertas de las murallas de la ciudad, varias pinturas de artistas destacables de la época o un mármol del siglo XIV de San Francisco.

Basílica de San Francisco

Basílica de San Francisco

PLAZA Y PALACIO SALIMBENI

Para terminar la visita a Siena optaría por acercarme hasta la plaza Salimbeni, una de las más bellas con permiso de la del Campo y de la del Duomo.

Plaza Salimbeni

En el centro de la plaza se encuentra el monumento al economista Salustio Bandini y a la derecha está el bellísimo Palacio Spannocchi. A la izquierda queda el Palacio Tantucci o de la Dogana, y por fin al fondo la antigua fortaleza de los Salimbeni, cuya fachada fue en gran parte reconstruida en el siglo XIX. En este edificio tiene sede la Dirección General del Monte dei Paschi di Siena (Caja de Ahorros de Siena), uno de los bancos más antiguos y grandes de Italia, fundado en 1472. Este banco posee, además de un importantísimo archivo histórico, una importante colección de obras de arte con valiosas pinturas del siglo XIV. Lástima que la visita esté cerrada al público general.

Palacio Salimbeni

De esta manera ponía fin a mi estancia en Siena, donde tras el último paseo nocturno observando sus monumentos más emblemáticos volvía hacia la estación a través de Via Camollia, donde podría atravesar la importante puerta del mismo nombre, la más importante de la muralla, con un inmenso escudo de armas de la familia Medici.

A las 20:40 llegaba a Florencia y ante el cansancio optaría por no complicarme y volver al Mercado Central a degustar otro plato de pasta en la Pasta Fresca. Algo rápido y sencillo antes de retirarme a descansar, que el día había vuelto a ser de lo más intenso.


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