ESLOVAQUIA - DIA 05. Hervartov, Bardejov, Jedlinka, Svidnik, Ladomirová y Bodruzal

17 de Abril de 2022.

Hoy sería mi último día completo en Eslovaquia, un país que me estaba sorprendiendo de manera increíble, más incluso de lo que preveía y eso que las referencias eran realmente buenas, por lo que sin todavía irme ya casi estaba pensando en querer volver, lo que no era mala señal, ¿verdad?

La jornada que empezaba, al igual que las anteriores, me iba a deparar muchas y nuevas sorpresas, comenzando con otra de sus famosas iglesias, situada a cuarenta kilómetros de Presov, por lo que en unos cuarenta minutos había llegado hasta ella.

IGLESIA DE HERVARTOV

Esta importante iglesia bautizada con el nombre de San Francisco de Asís, sería construida en madera de abeto rojo en el siglo XV y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Es la iglesia de madera más antigua de Eslovaquia y la única de rito católico romano. Las diferencias son visibles tanto en las características arquitectónicas externas como internas.

Iglesia de Hervartov

El exterior ha conservado su aspecto gótico original gracias al recinto de piedra que la rodea, construido para proteger el edificio más importante del pueblo de los frecuentes incendios que lo afectaban.

El interior, casi totalmente cubierto de pinturas murales de un auténtico carácter popular, alberga en el altar mayor un retablo de 1460 – 1480 con la Virgen, Santa Bárbara y Santa Catalina de Alejandría. El altar, restaurado a fines de la década de 1980, también incluye las representaciones del rey Salomón, David y los profetas Elías, Habacuc, Daniel y Jonás. Entre los objetos de valor de la iglesia también se encuentra una pintura de la Última Cena fechada en 1653.

Iglesia de Hervartov

Iglesia de Hervartov

Conseguir visitar su interior sería una vez más un triunfo y tendría algo de odisea, ya que, de primeras, la iglesia se encontraba completamente cerrada.

La primera llamada que realizaría al número que aparecía en la puerta sería infructuosa y no conseguiría ni siquiera que me cogieran el teléfono. Poco después llegarían unos señores que tras volverlo a intentar tampoco conseguirían resultados. Estos parecían del país y pronto empezaron a moverse y a llamar a alguna casa de los alrededores hasta que un señor de edad mediana salió a recibirles y empezó a hablar con ellos. En ese momento yo volvería a llamar al número consiguiendo tras unos cuantos tonos que me cogieran el teléfono y me respondieran en eslovaco. Aquí sería cuando pondría pies en polvorosa hacia donde estaban reunidas las personas que he comentado y les haría señas indicándoles que tenía a la espera, al otro lado de la línea, a la persona encargada de abrir el templo. Empezarían a hablar con ella y tras una charla algo acalorada, o al menos eso pareció, porque la responsable no parece que tuviera muchas ganas de acercarse hasta aquí, ya que era domingo y las nueve de la mañana, parece ser que la convencieron, por lo que estaba pletórico. Efectivamente, sólo cuarto de hora después, aparecería una mujer de unos cuarenta años que nos abriría la iglesia, a mí me daría información en inglés y con sus compatriotas iniciaría una explicación en eslovaco. La visita me costaría tres euros y dos euros más por hacer fotografías.

Como veis no fue sencilla la visita, pero una vez conseguida el subidón fue total, pues ya llevaba tres de las cuatro iglesias hasta las que había llegado.

BARDEJOV

En un cuarto de hora, ya que sólo tenía que recorrer diez kilómetros, llegaba a esta hermosa villa considerada una de las más bellas de Eslovaquia.

Nacida en el siglo IX, el asentamiento fue abatido por los tártaros en el siglo XIII, y repoblado por sajones. En 1320 obtuvo los derechos de ciudad, y se afirmó como centro textil y mercado a lo largo de la ruta entre Polonia y Hungría. La decadencia, que comenzó en el siglo XVI tras las guerras y epidemias, ha permitido precisamente la conservación de casi la totalidad del perímetro amurallado, de los siglos XIV a XVI, con cuatro bastiones y dos puertas, y de su casco antiguo gótico – renacentista milagrosamente intacto. Todo ello está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Todas las calles interiores giran en torno a la gran plaza del Ayuntamiento (Radnicné namestie), flanqueada por un conjunto de unos ochenta edificios originales anteriores al siglo XVII, la cual ha conseguido llegar hasta nuestros días, como comentaba, a pesar de las epidemias de peste y las guerras que arruinaron la ciudad. Los tejados inclinados y los frontales planos de las hileras de casas conforman un escenario detenido en el tiempo, donde no cuesta imaginar el trasiego de artesanos y comerciantes que hicieron grande un pequeño rincón del mundo.

Plaza del Ayuntamiento. Bardejov

Plaza del Ayuntamiento. Bardejov

En el centro de la misma destaca el Stará radnica, antiguo ayuntamiento del gótico tardío, donde la escalera exterior y las decoraciones de los frontones muestran ya detalles renacentistas. Su interior es sede de los museos Histórico y Regional, pero lo que realmente merece la pena es la preciosa sala del Consejo. Su horario es de 08:30 a 12:30 y de 13:00 a 16:30. Pero hoy al ser domingo de Resurrección estaba cerrada.

Antiguo Ayuntamiento. Bardejov

Pero si hay algo que realmente llama la atención en este enorme espacio es la estatua del verdugo, algo que no me había encontrado hasta ahora en ninguno de mis viajes.

Plaza del Ayuntamiento y monumento al Verdugo. Bardejov

El fondo de la plaza se cierra con la gran basílica de San Egidio, erigida, en 1415, en el lugar donde se levantaba un monasterio cisterciense y restaurada después de un incendio en 1878. En su interior, la riqueza del periodo de esplendor de Bardejov dejó tras de sí once retablos policromados en relieve. Entre estos, destacan particularmente el de la Natividad y el de la Santa Cruz (el retrato de Cristo se atribuye a Durero), mientras que el del altar mayor es una obra neogótica del siglo XIX. En la nave de la izquierda, hacia el altar, se observa una pila bautismal de bronce de principios del siglo XVI; haciendo esquina con el coro, se puede ver un sagrario tardogótico de piedra. Pero lo mejor de todo sean tal vez las vistas que se consiguen desde su torre del centro de la ciudad. Su horario en domingo es de 11:30 a 16:00 y el resto de días de 09:30 a 16:30. El precio es de dos euros la entrada normal y otros tres euros más si se quieren hacer fotografías.

Antiguo Ayuntamiento y Basílica de San Egidio. Bardejov

Plaza del Ayuntamiento desde Torre de San Egidio. Bardejov

Muy cerca de la anterior se encuentran también el museo Saris, en uno de los palacios de la época, en la que se expone una valiosísima colección de iconos y un monasterio franciscano del siglo XV.

No obviaría tampoco un paseo por el perímetro de la muralla, donde de sus tres puertas originales, la más monumental es hoy fruto de una reconstrucción que imita el estilo antiguo. Se trata de la Dolná Brána, la puerta meridional, precedida de una barbacana. Curiosamente los restos que faltan de la muralla no fueron destruidos por los ejércitos enemigos, sino por los propios habitantes de Bardejov, que a principios del siglo XIX cuando, cesado el peligro de invasión, decidieron desmontar las piedras para utilizarlas en la construcción de viviendas privadas.

Muralla de Bardejov

Muralla de Bardejov

Fuera de la muralla llegaría también a la judería, recorriendo la calle Hviezdoslavova, donde se atestigua la presencia de esta comunidad muy próspera antes del Holocausto. Después de la Segunda Guerra Mundial el barrio Judío fue invadido por talleres y almacenes, y sus estructuras arquitectónicas, incluso las más firmes, sufrieron graves daños, y hasta lo que ha sobrevivido se encuentra en pésimo estado. Entre los restos más relevantes está la decoración de la antigua sinagoga del siglo XVIII.

No lejos de Bardejov, a sólo cinco kilómetros por una carretera secundaria, llegaría a una localidad termal conocida como Bardejovské Kúpele, la cual en el siglo XIX fue destino de la realeza europea, con visitantes como la famosa emperatriz Sisi (Isabel de Austria). Pero mi interés aquí no radicaba en estos acontecimientos sino en el museo al aire libre de arquitectura tradicional de la zona (Skanzen), que como sabéis son lugares con los que disfruto mucho.

Los edificios rurales reconstruidos aquí, cuya tipología depende de las posibilidades económicas de sus propietarios, muestras rasgos comunes, como el enfoscado pintado de azul celeste (un color típico de la arquitectura popular de la zona), dimensiones algo mayores respecto a estructuras análogas en otras áreas del país, el uso frecuente de la paja para las techumbres y la presencia de un tubo para la salida del humo que, en las regiones más pobres y frías del país se mantenía dentro de las casas para no desperdiciar el calor.

Skanzen Bardejovské Kúpele

Skanzen Bardejovské Kúpele

Los edificios más interesantes del conjunto tal vez sean sus iglesias. Por un lado la católica griega de Mikulasova de 1730. Tiene una arquitectura de tres partes, luciendo tres torres y cruces. La entrada se encuentra en la parte occidental. El edificio está adornado con una pintura mural externa única que no es común en otras iglesias de este tipo. La pared exterior de la torre contiene una representación de relojes. Sin embargo, estos no son funcionales y solo tienen un valor simbólico. El interior de la torre alberga una campana.

Iglesia de Mikulasová. Bardejovské Kúpele

El interior de la iglesia está dominado por un iconostasio del siglo XVIII distribuido en cinco filas. Sin embargo, algunos de los iconos originales se almacenan en el museo de iconos de Bardejov.

Y por otro lado la de Zboj de 1706, una de las iglesias de madera más hermosas de tradición oriental en los Cárpatos. Es un edificio de tres cuerpos con tres torres y cruces. La entrada se encuentra en el lado occidental de la iglesia. La parte superior de la torre principal luce una cúpula cónica en lugar de cebolla.

Iglesia de Zboj. Bardejovské Kúpele

Iglesia de Zboj. Bardejovské Kúpele

Posee uno de los iconostasios del siglo XVIII más bellos y mejor conservados. El iconostasio se compone de cuatro niveles. Cada nivel consta de cuatro filas. Las puertas reales están adornadas con seis medallones que representan a cuatro evangelistas y dos escenas de la Anunciación. La parte superior del iconostasio está adornada con una representación del Calvario y la Crucifixión del siglo XVII. La imagen de la Madre de Dios así como la imagen de San Juan Evangelista flanquean la escena de la Crucifixión de forma atípica al revés. En la actualidad el edificio es utilizado por los miembros de la Iglesia Ortodoxa.

IGLESIA DE JEDLINKA

Sólo catorce kilómetros me separaban de esta nueva iglesia de madera, de la cual se dice que fue traída de Polonia.

La torre principal luce aberturas acústicas grabadas únicas en forma de triángulo y contiene tres campanas. Entre las muchas curiosidades de esta iglesia se encuentran los diversos herrajes ornamentales en las puertas, las cruces de hierro forjado así como las rejas de las ventanas realizadas mediante la técnica del cincelado de metales. La entrada se encuentra en el lado oeste del edificio.

Iglesia de Jedlinka

El interior de la iglesia comprende otro de los iconostasios más preciados de Eslovaquia. Datado en la segunda mitad del siglo XVIII se compone de cuatro hileras.

La primera fila incluye los íconos de San Nicolás, Odigitria, Cristo Maestro y La Intercesión de la Theotokos. Las puertas reales contienen medallones que representan a los cuatro evangelistas y la Anunciación. La segunda fila contiene íconos de los días de hazañas litúrgicas y estos están divididos en el medio de la fila por el ícono que representa la Última Cena.

La tercera fila está compuesta por los iconos que representan a los Apóstoles. El centro de la fila está dominado por el ícono de Cristo Sumo Sacerdote y el símbolo del "ojo de Dios" sobre el ícono, que es un elemento raro en este tipo de iglesias de madera. La cuarta fila de iconos representa a los profetas individuales.

Iglesia de Jedlinka

La parte superior del iconostasio comprende el icono de la Crucifixión que está flanqueado por las figuras de la Theotokos y San Juan Evangelista. También está adornado con representaciones grabadas de plantas y vides.

El altar ubicado en el santuario está decorado con un icono del siglo XIX de la Natividad de Theotokos. Otros iconos y objetos religiosos datan de los siglos XVII y XVIII.

Por cierto, que para quien no lo sepa, Theotokos es la denominación que recibe la Virgen en el arte bizantino, en el que aparece sentada en un trono con el Niño Jesús en su regazo, mirando ambos al frente, en actitud hierática.

Para poder visitarla, preguntaría al señor del chalet más cercano a la iglesia, el cual me indicaría cual es la vivienda de la señora que guarda las llaves. Me acercaría hasta allí y me abriría una anciana que tras hacerme esperar unos diez minutos, me acompañaría para mostrármela, cobrándome dos euros por ello.

SVIDNIK

Muy cerca de mi visita anterior, mi principal interés en esta localidad residía, una vez más, en su museo al aire libre de arquitectura tradicional o Skanzen, ubicado en un bello emplazamiento sobre la ladera de una colina. Se puede pasear por él con total libertad ya que no hay control de entrada ni se encuentra cercado.

Muestra numerosos testimonios arquitectónicos de esta región como una típica posada, con una gran explanada a su entrada para los carros; o la taberna, con largos bancos y un piso superior en cuyas habitaciones los parroquianos, en su mayoría carreteros, echaban un sueño.

Skanzen de Svidnik

Skanzen de Svidnik

Skanzen de Svidnik

A continuación, la escuela, el taller del herrero, un molino (todavía parcialmente operativo) y numerosas casas de pueblo, en las que se puede apreciar su característico techo de paja y el interior rebajado con un falso techo.

Destaca la iglesia, también de madera, dividida en dos zonas, una más externa, para las mujeres, y otra más cercana al altar, para los hombres.

Iglesia de Svidnik

Iglesia de Svidnik

Por cierto, comentar como curiosidad que los montes que circundan Svidník fueron escenario en 1944 de los durísimos combates que abrieron las puertas de par en par al Ejército Rojo hacia Europa Central.

Dado que por aquí había varios bancos al aire libre, me decantaría por este lugar para comer unos sándwiches que me había preparado en el desayuno.

IGLESIA DE LADOMIROVÁ

En este pueblo situado a seis kilómetros de Svidník se encuentra otra de las iglesias de madera Patrimonio de la Humanidad y que no quería perderme. Consagrada a San Miguel Arcángel en 1742, posee tres zonas diferentes, cada una de ellas coronada por una torre de estilo barroco que delatan la influencia arquitectónica occidental. Junto a la iglesia se puede ver un robusto campanario de madera que originalmente contenía cuatro campanas. Sin embargo, solo quedan tres en la actualidad.

Iglesia de Ladomirová

Iglesia de Ladomirová

En su interior se puede admirar un rico iconostasio con paneles dispuestos en cinco filas y fechado a mediados del siglo XVIII.

En la primera fila las puertas reales están adornadas con seis medallones. Cuatro de ellos representan a los cuatro evangelistas individuales. Los dos medallones restantes representan escenas de la Anunciación.

La segunda fila del iconostasio comprende iconos que representan los días festivos litúrgicos. El centro de la fila está dividido por el icono de la Última Cena. La tercera fila contiene íconos de apóstoles así como el ícono de Cristo Sumo Sacerdote ubicado en su parte central.

La cuarta fila consta de seis medallones, cada uno de los cuales representa a dos profetas del Antiguo Testamento. El centro de la fila está ocupado por el icono de la Crucifixión que incluye las figuras de la Virgen María y San Juan Evangelista. La quinta fila contiene el ícono de La Resurrección de Cristo y el ícono de San Constantino y Elena. El iconostasio está ricamente adornado con motivos ornamentales en forma de zarcillos de vid y hojas de acanto.

Iglesia de Ladomirová

El interior es predominantemente de estilo barroco y data de mediados del siglo XVIII. Las paredes de la iglesia tienen varios otros íconos independientes distribuidos a lo largo de la nave y el santuario. Otros objetos notables incluyen cuatro preciosos candelabros rococó hechos de una sola pieza de madera.

Un cementerio parcialmente conservado pertenece a las instalaciones de la iglesia. Contiene curiosas cruces hechas de hierro forjado y madera.

Esta sería la iglesia que menos me costaría visitar por dentro, ya que cuando llegué se encontraba abierta al estar realizándose una visita guiada.

IGLESIA DE BODRUZAL

A diez kilómetros de Ladomirová, se volvía a cruzar en mi camino una nueva iglesia de madera Patrimonio de la Humanidad. En este caso la del pueblo de Bodruzal.

Dedicada a San Nicolás, es una de las construcciones religiosas de madera más antiguas y mejor conservadas del país. Consta de tres cuerpos arquitectónicos de diferentes alturas con sus respectivas torres.

Iglesia de Bodruzal


El interior de la iglesia está dominado por un colorido iconostasio de estilo mixto barroco-rococó. Es el único iconostasio decorado tanto por delante como por detrás. La razón de este diseño es que el frente fue pintado en el siglo XVII y el reverso fue pintado más tarde en el siglo XVIII. Se sigue utilizando en la actualidad.

Iglesia de Bodruzal

La ley que postula que todo iconostasio debe tener el icono de San Nicolás (el santo patrón de la iglesia bizantina) colocado como el primero desde la izquierda puede quedar exento si el santo es patrón de una iglesia en particular. En tal caso, el icono de San Nicolás se coloca en la esquina más a la derecha del iconostasio y el lugar original a la izquierda lo ocupa la representación del patrón de la eparquía. En este caso, el patrón de la eparquía es San Juan Bautista que se encuentra en el icono del bautismo de Cristo.

El altar mayor barroco ubicado detrás del iconostasio contiene una pintura de la Crucifixión y otra pintura de Cristo caído bajo la Cruz. Una reliquia adicional de la iglesia es una pintura mural del siglo XVIII en la nave de la iglesia que representa el Juicio Final y la Crucifixión.

Iglesia de Bodruzal

Una vez más debería llamar al número que se encuentra en la puerta y al cuarto de hora aparecería una señora que me abriría y me cobraría cinco euros por la visita y las fotografías.

PASO DE DUKLA

Para terminar el día decidiría realizar una visita algo distinta de las que llevaba hasta ahora.

Comenzaría por dirigirme a la frontera polaca que se encontraba a menos de diez kilómetros y la acabaría atravesando por el épico paso de Dukla, el cual en 1944, durante los meses finales de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un feroz campo de batalla.

El Ejército Rojo tardó dos meses en romper la llamada Karpatenfestung (Fortaleza de los Cárpatos) de solo 30 kilómetros. Sin embargo, al final, las fuerzas del Eje tuvieron que retirarse, con seis divisiones alemanas gravemente afectadas, así como gran parte de su equipo.

Al final, esta pequeña pero estratégica victoria marcó el inicio de la expulsión de las fuerzas alemanas de Eslovaquia y se considera el primer día que las tropas soviéticas pisaron territorio checoslovaco.

Llegaría hasta el pueblo de Barwinek, que aunque no tiene nada, me hacía ilusión hacer este pase de fronteras y de cambio de país.

Tras esta pequeña y mínima incursión en territorio polaco volvería a Eslovaquia y tomaría una pequeña pista paralela a la carretera principal en un estado un tanto lamentable con la intención de poder observar algunos vehículos y artefactos de guerra que se utilizaron durante la II Guerra Mundial.

La estrella es, sin duda, el avión Lisunov Li-2 localizado en el que fue el campo de batalla de Dukla en Vysný Komárnik. Estaba considerada la versión soviética del avión de transporte estadounidense Douglas DC-3 fabricado desde 1937.

Avión Lisunov Li-2. Paso de Dukla

Avión Lisunov Li-2. Paso de Dukla

A pocos metros de este también se puede ver un modelo de tanque T-34 perteneciente a la primera brigada independiente de este tipo de vehículos de Checoslovaquia y todavía un poco más allá varias baterías antiaéreas.

Tanque T-34. Paso de Dukla

Batería Antiaérea. Paso de Dukla

Como se ve en pocos metros se puede asistir a todo un recordatorio de lo que fue la segunda Gran Guerra.

Desde aquí me encaminaría ya hacia Presov de la que me separaban setenta kilómetros y una hora y cuarto de camino, por lo que llegaría ya de noche.

Para cenar se encontraba todo cerrado incluso el Mc Donalds ya que mañana seguía siendo festivo por lo que optaría por un kebab para al menos saciar el hambre que traía. Venía con ganas de probar más cocina eslovaca pero con tantos días de fiesta apenas, salvo el primer día, podría optar por sus delicias gastronómicas.

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