ESLOVAQUIA - DIA 04. Vlkolinec, Liptov, Poprad, Kezmarok, Castillo de Spis y Levoca

16 de Abril de 2022.

Terminaba el anterior capítulo diciendo que no quería renunciar a la primera visita de hoy, y es que había leído en todas partes muy buenas referencias acerca de la misma, por lo que en cuanto desayuné me dirigí hacia allí sin perder tiempo.

ALDEA VLKOLINEC

Se trataba de una pequeña aldea situada sobre una colina a cinco kilómetros al sur de Ruzomberok, en una zona de espesos bosques. El conjunto de 45 casas de madera de entre los siglos XVIII y XIX recibió en 1993 el reconocimiento de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad porque conserva la arquitectura típica de las áreas de montaña de Europa Central, con casas de madera regularmente dispuestas en torno a una única calle, que inicialmente  estaban habitadas por cuatro familias cada una, y rodeadas por un patio abierto.

Aldea Vlkolinec

Aldea Vlkolinec

En relación al origen etimológico del lugar, hay que apuntar que la palabra vlk significa lobo, y el llamado “lugar de lobos” que es a lo que se refiere el topónimo completo, está documentado desde el año 1376.

La visita merece mucho la pena pues es un lugar encantador, destacando un campanario de madera de 1770, un pozo, también de madera de 1860, así como la llamada “casa del campesino” que hace funciones de museo etnográfico, estando equipada con muebles y objetos originales que ofrecen un interesante testimonio de las costumbres y la vida de la aldea  entre los siglos XIX y XX.

Aldea Vlkolinec

Aldea Vlkolinec

La mayoría de las casas presentan una estructura similar (rectangular), todas alineadas en torno a la calle principal, dominando las tonalidades de color claras.

Aldea Vlkolinec

Su horario de apertura es de sábado a domingo de 10:00 a 16:00, cerrando los lunes. El precio de la entrada es de tres euros y sólo es posible el pago en efectivo. No obstante, si llegas antes de esa hora y ser un espacio abierto podrás pasear por sus calles sin ningún problema y te ahorrarás la entrada.

ALDEA DE LIPTOV

Situada a cincuenta kilómetros de Vlkolinec, en los alrededores del pueblecito de Pribylina, tampoco renunciaría a perderme la aldea museo al aire libre de Liptov (Múzeum liptovskej dediny), la cual vuelve a mostrar ejemplos de arquitectura rural procedentes de todas las regiones de esta área, en gran parte  salvados de las inundaciones tras la creación del embalse de Liptov.

Aldea de Liptov

Aldea de Liptov

Destacan especialmente una iglesia gótica y una mansión campestre del siglo XVII con mobiliario de diferentes épocas. Entre los otros edificios de madera llaman la atención una herrería, una granja que en los meses de verano tiene animales y una escuela de pueblo.

Aldea de Liptov

Aldea de Liptov

Parte de las exposiciones está dedicada a locomotoras y vagones antiguos, en previsión de la reconstrucción de una parte de la línea ferroviaria que cruzaba el bosque para el transporte de madera.

Ferrocarril Aldea de Liptov

El horario es de 09:00 a 15:30 todos los días y el precio de la entrada es de nueve euros.

POPRAD

A continuación y tras recorrer un poco más de cincuenta kilómetros llegaría en cuarenta minutos hasta Poprad, la capital de la región de Spis, donde haría una breve parada para conocer la plaza de San Egidio, a la que asoman sus fachadas la iglesia homónima, de los siglos XIII a XV y frescos pertenecientes a la época en que se construyó el solitario campanario renacentista de 1598 y la iglesia evangelista de estilo neoclásico, así como el museo de la región que conserva la tumba de un príncipe germano del siglo IV, un hallazgo arqueológico excepcional realizado en 2006 durante la construcción de un parque industrial.

Iglesia de San Egidio. Poprad

Iglesia Evangelista. Poprad

La expansión del siglo XIX hizo que Poprad engullese al pequeñísimo, pero precioso pueblo medieval de Spisská Sobota, situado como a veinte minutos a pie del centro. Para aquellos que tengáis tiempo ya que yo no dispondría del mismo, posee una espectacular plaza rectangular flanqueada por casas renacentistas de antiguos mercaderes y artesanos, con las características típicas de la región, con techos en voladizo y frontones cubiertos  con tejas de madera. En el centro de la plaza despunta la preciosa iglesia de San Jorge de 1464 con sus hermosos altares laterales góticos y un altar mayor en madera policromada dorada que representa a San Jorge a caballo en la parte superior y la Última Cena en la inferior.

KEZMAROK

No iba bien de tiempo para mis dos siguientes objetivos, pero había que intentarlo, así que, me dirigiría al primero de ellos: la localidad de Kezmarok, a doce kilómetros de mi anterior destino.

Enclavada a orillas del río Poprad, Kezmarok ha sido hasta hace apenas cien años una de las dos capitales históricas de la región (Levoca fue la primera). Su primera mención documentada se remonta a 1251, justo después de la gran invasión de las hordas tártaras, cuando el rey Béla IV invitó a colonos sajones a colonizar el territorio devastado.

Aunque posee otros interesantes monumentos, mi mayor interés residía en la iglesia protestante de madera de 1717, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.

Iglesia de Kezmarok

Ciñéndose al decreto real que obligaba a las iglesias protestantes a evitar el uso de piedra y metal, se construyó con madera de tejo sin utilizar ni un solo clavo gracias al empleo de la técnica que dominaban los constructores de barcos suecos. A diferencia de otras iglesias protestantes, la de Kezmarok está completamente decorada con frescos en su interior. La colocación de los bancos refleja la disposición originaria, la cual preveía que las mujeres debían sentarse a la derecha, los hombres a la izquierda y los jóvenes en las balconadas; la galería a espaldas del altar se reservaba a las personas de alto rango.

Iglesia de Kezmarok

La planta es de cruz griega con capacidad de acogida para unas cuatro mil personas, destacando unas bellas columnas salomónicas, un magnífico púlpito policromado decorado con las estatuas de los evangelistas y la pila bautismal de arenisca procedente de la iglesia anterior. El órgano del siglo XVIII es muy valioso. Actualmente, y aprovechando su gran acústica, en la iglesia tienen lugar conciertos de música clásica.

Iglesia de Kezmarok

Iglesia de Kezmarok

Es importante saber que Kezmarok fue desde el inicio de la Reforma luterana una población con muchos apoyos en el exterior, y de hecho, la iglesia de madera se financió con donativos de comunidades protestantes de toda Europa.

Aquí sí que volvería a tener suerte y es que cuando llegué pude ver luz en su interior aunque la puerta se encontraba cerrada a cal y canto. Aproveche que pasaba un chico por allí y le pregunté que si sabía que tenía que hacer para poder visitarla ya que en esta no hay ningún número al que poder llamar. Él me dijo que preguntara al párroco de la iglesia de al lado, por lo que me dirigí a esta, encontrándolo en su interior. Este me pidió que le acompañara y abrió la puerta trasera del templo al que me invitó a pasar, hallando allí a un pequeño grupo de cuatro personas con una guía. Tras darle las gracias, me dejaría con ellos y se marchó. Como se ve tendría muchísima suerte. Además y aunque en principio no está permitido hacer fotos, haría la vista gorda y también nos permitiría realizarlas, por lo que no se podía pedir más.

CASTILLO DE SPIS

Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1993, se alza sobre un promontorio rocoso, una de las estampas más simbólicas del territorio eslovaco que no debería faltar en ninguna visita al país. Aunque en el ámbito turístico apenas se le conoce, es una de las fortalezas más espectaculares de Europa y bien podría competir con otras construcciones similares, pero por otro lado mejor, ya que esto permite poder recorrerla sin apenas gente y disfrutarla sin masificaciones.

Castillo de Spis

La construcción del castillo de Spis comenzó en el siglo XII, y fue creciendo poco a poco hasta albergar a unas dos mil personas. En 1241 la fortaleza resistió a los tártaros; luego, fue residencia de los reyes húngaros y de las familias nobles más influyentes. Se abandonó, como suele suceder en estos casos, tras un incendio en 1780.

La parte más antigua y la que permite hacerse una mejor idea del conjunto arquitectónico, es también la más alta, desde la cual el paisaje abarca hasta los Altos Tatras, a una distancia de cuarenta kilómetros. Aquí arriba se yergue una torre cilíndrica del siglo XIII de 19 metros de altura, la capilla gótica de Santa Isabel y el palacio románico reconstruido entre los siglos XV y XVI, perfectamente restaurado, en cuyas salas se pueden visitar una exposición de armas antiguas, la reconstrucción de viviendas típicas del castillo y la prisión subterránea con los instrumentos de tortura.

Castillo de Spis

Castillo de Spis

Hay que decir además que su posición estratégica dominando un gran valle y su apariencia de inexpugnable han atraído sobre Spis la atención de los cineastas de Hollywood, que lo han utilizado como escenario para numerosas películas. En 1968 Anthony Harvey ambientó aquí El león de invierno, con Peter O´Toole y Katharine Hepburn, que narra los turbulentos hechos a los que Enrique II de Inglaterra tuvo que hacer frente, a finales del siglo XII, a raíz de las intrigas y conspiraciones de su esposa Leonor de Aquitania con vistas a la sucesión al trono.

Castillo de Spis

En 1996 fue el turno de Dragonheart, una fantasía gótica ambientada a finales del siglo X, dirigida por Rob Cohen y con Dennis Quaid interpretando el papel de cazador de dragones. En La última legión (2007) de Doug Lefler, con Colin Firth y Ben Kingsley, el castillo se usó como escenario de los acontecimientos que llevaron a la caída del Imperio Romano en el año 476 d.C.

Castillo de Spis

Castillo de Spis

Como se ve no tiene desperdicio y las dos horas que estuve recorriéndolo me supieron a poco. Su horario en el mes de abril es de 09:00 a 17:00 y la entrada cuesta ocho euros. No obstante, en estos momentos hay algunas partes que se encuentran en restauración y a las que no está permitido el acceso, por lo que su precio de entrada se ha reducido a seis euros. Además dos grúas gigantescas afean en parte su silueta exterior.

Sería aquí donde aprovecharía a comer un panini de jamón y queso y un pastel de manzana, ya que no había muchas opciones más por los alrededores.

No obstante, no me conformaría sólo con visitar la fortaleza, sino que cerca de la misma hay otros dos lugares que tampoco hay que pasar por alto. Por un lado el innombrable Spisské Podhradie, un pequeño pueblo a los pies del castillo, 200 metros por debajo, donde las antiguas casas de artesanos han sido convertidas en tiendas de comestibles o bien en residencias de familias humildes. Sus dos plazas son una auténtica delicia: Palesova y Mariana, en la que se conservan dos iglesias, la católica del siglo XIV y la evangélica del siglo XVIII, así como una sinagoga de 1875. Sin olvidarnos del antiguo Ayuntamiento y la columna de la peste.

Spisské Podhradie

Spisské Podhradie

Y por otro el Spisská Kapitula, también declarado Patrimonio de la Humanidad, es el principal centro eclesiástico de Eslovaquia y se encuentra completamente rodeado de murallas, e incluye la catedral, el palacio episcopal, la torre del reloj y un seminario, entre otros muchos edificios religiosos, excelentemente situados sobre una colina algo más baja que la peña sobre la que se levanta el castillo. Su monumento más importante es la basílica de San Martín, cuyas torre románicas confirman su origen en el siglo XIII, aunque la iglesia  se transformó en el siglo XV en edificio gótico.

Convento de Spis o Spisská Kapitula

Convento de Spis o Spisská Kapitula

Convento de Spis o Spisská Kapitula

El acceso al conjunto se realiza por dos puertas situadas en los extremos. En el interior merece la pena detenerse a admirar dos retablos de la escuela de Veit Stoss. También destacan los bancos barrocos de madera labrada. Igualmente habría que fijarse en una especie de cuarta nave, a la derecha de las tres propiamente dichas, en el que se puede admirar una capilla funeraria con una Coronación de la Virgen.

Convento de Spis o Spisská Kapitula

LEVOCA

El día estaba siendo, una vez más, intenso, pero no quería marcharme de la zona sin conocer otra de las ciudades más importantes de Eslovaquia con un interesante patrimonio monumental. Por lo que aunque se hiciese de noche, bien merecía la pena.

Caracterizada por sus murallas con tres puertas y seis barbacanas y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Levoca fue, durante más de quinientos años, capital de la región de Spis. Los 24 asentamientos sajones fundados en el siglo XIII, pronto adquirieron una gran autonomía gracias a las concesiones de los reyes húngaros, consiguiendo el reconocimiento como ciudad real libre a inicios del siglo XIV, convirtiéndose en el centro de la gestión de los recursos que permitieron un notable enriquecimiento: la minería y la artesanía de la madera. Durante el mismo siglo se construyeron las principales iglesias de la región de Spis bajo los cánones de estilo gótico, con líneas muy estilizadas que seguían el modelo de las iglesias del norte de Europa, Alemania y Bohemia.

Puerta Kosice o Kosická Brána. Levoca

Barbacana Murallas.Levoca

En Levoca todos sus monumentos importantes se concentran en la gran plaza Námestie Majstra Pavla, dedicada al maestro Pavol, personaje que ha pasado a la historia como el mayor artista eslovaco de su tiempo, aunque no se sepa con certeza ni la fecha de su nacimiento ni la de su muerte. Lo que sí se sabe de él es que se casó con una rica heredera de la ciudad y durante cuarenta años tuvo su taller aquí, de donde salieron encargos para muchas iglesias importantes del centro y norte del país.

Plaza Námestie Majstra Pavla.Levoca

En el centro del inmenso espacio destaca sobremanera la iglesia de Santiago (Sv. Jakuba), la cual debe su fama al gran retablo de madera, de 18 metros de altura por 6 de ancho, considerado el mayor del mundo de estas características, construido entre 1508 y 1517 por el recién mencionado maestro Pavol. En la  parte inferior se encuentra representada la Última Cena, la cual hace de base a la monumental Virgen con el niño en el centro de la composición. Las dos estatuas a los lados que miden 2,5 metros, representan a los apóstoles Juan y Santiago. Su horario en esta época es de 08:30 a 16:00 por lo que ya me la encontré cerrada, por lo que lo mismo valoraba acercarme otra vez hasta aquí dependiendo de cómo se desarrollaran los planes. En la parte posterior de la iglesia se puede ver el monumento al Ejército Rojo.

Basílica de Santiago y Monumento al Ejército Rojo. Levoca

Otro importante edificio es el antiguo Ayuntamiento (Radnica), de época gótica, reconstruido tras un incendio con estilo renacentista en 1615, y generosamente restaurado. A la primera época pertenecen los pórticos de la planta baja, la galería y la torre; a la segunda la decoración y el añadido rematado con frontones. En uno de sus lados se puede ver la jaula de la vergüenza (Klietka hanby), en la que, según se dice, se exponían a escarnio público a las adúlteras. Hoy hace las veces de museo.

Antiguo Ayuntamiento y Basílica de Santiago. Levoca

Antiguo Ayuntamiento y Jaula de la Vergüenza. Levoca

Más abajo del Ayuntamiento está la neoclásica iglesia evangélica o luterana de 1825, de aspecto decimonónico, o tal vez contemporáneo.

Iglesia Evangélica. Levoca

En el otro extremo de la plaza destaca el edificio de los grandes almacenes Waaghaus, construido en 1558, pero cuya fachada neoclásica es del siglo XX. Durante siglos, en este edificio se registraban y almacenaban las mercancías que llegaban hasta aquí y actualmente es la sede del Ayuntamiento.

Aunque estos serían sus puntos más destacables, también merece la pena recorrer de forma pausada el gran espacio y contemplar los portales, los patios y los ornamentos de los edificios, en los que los elementos góticos y renacentistas se funden con reelaboraciones más recientes. Sus edificios más emblemáticos serían el palacio de los Thurzo, con una espléndida fachada color crema de estilo neorrenacentista; la casa del maestro Pavol; o la conocida como Krupekov dom, tardo gótica, con decoraciones murales.

Casa Thurzo. Levoca

También es interesante recorrer el perímetro de las antiguas murallas del que se conserva un 80%, aunque su aspecto decadente refleja bien la historia pasada y presente de Levoca, y por extensión de toda la República Eslovaca.

Murallas. Levoca

Murallas. Levoca

Finalmente, si se dispone de tiempo, también puede ser interesante acercarse hasta la iglesia neogótica de Mariánska Hora que domina toda la ciudad desde una colina. Es de inicios del siglo XX y, posiblemente, el lugar de peregrinación más importante del país. El primer fin de semana del mes de julio se celebra una romería que atrae a decenas de miles de peregrinos, los cuales ascienden el bonito sendero de dos kilómetros que une Levoca y el santuario.

Iglesia de Mariánska Hora. Levoca

Tras disfrutar de esta preciosa ciudad sólo me restaba ya recorrer los 56 kilómetros que me separaban de Presov, donde dormiría, lo que tardaría en hacer 35 minutos. Aquí me alojaría en la pensión Hradby durante las dos siguientes noches por 35 euros cada una.

Se encontraba en el centro de la ciudad y todas las estancias eran cómodas, limpias y bonitas. La cama era muy cómoda y sus dueños de lo más amables recibiéndome como si ya me conociesen, con un refresco de bienvenida. El coche podría dejarlo en la parte trasera del edificio en un área gratuita que me proporcionaron, por lo que no podía pedir más.

Pensión Hradby. Presov

Para cenar intentaría encontrar algún restaurante pero al ser días festivos estaba todo cerrado a cal y canto, lo que no ayudaría que además fueran ya las 21:00, por lo que me tendría que conformar con una pizza de uno de los pocos locales que se encontraban abiertos, dando así por finalizado otro gran día en Eslovaquia.


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