PERÚ - DIA 08. Cuzco: ombligo del mundo

26 de Agosto de 2011.

Desde la majestuosa ciudad de Cuzco, los incas controlaron un vastísimo territorio que, en su apogeo, a finales del siglo XV y principios del XVI, abarcó todo el territorio del Perú actual y buena parte de Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. Su declive comenzó con la fratricida lucha por el poder entre dos hermanos, Huáscar y Atahualpa, que acabó con la victoria del segundo. El golpe definitivo lo darían los españoles que, dirigidos por Francisco Pizarro, iniciaron la conquista del país en 1532, capturando primero a Atahualpa y tomando un año después su capital.

Estaba deseando conocer una ciudad con tantísima y tan importante historia, por lo que bien desayunado me dispuse a descubrir los secretos de las animadas calles de Cuzco y de las huellas de su pasado incaico.

Calle Ahuaqpinta

Se podría decir que a primera vista la ciudad tiene un importante parecido con una urbe castellana, algo razonable si se tiene en cuenta que los españoles no tuvieron ningún reparo en imponer, sin compasión, sus nuevas leyes, dioses y gobernantes, y se erigieron iglesias y mansiones sobre los templos y palacios de los incas.

Así sería como una nueva ciudad colonial cubriría el Cuzco inca, pero por mucho que trataron de esconderlos, al más mínimo descuido volvían a florecer los vestigios que delataban el glorioso pasado de aquella increíble civilización.

Uno de los mejores ejemplos de lo que acabo de contar se da, sin duda, en la iglesia de Santo Domingo, la cual tenía a sólo tres minutos andando desde mi hotel, por lo que a las 08.30 salía de este para empezar con este importante monumento religioso mis visitas a la ciudad.

Iglesia-Convento de Sto Domingo - Qoricancha

Iglesia-Convento de Sto Domingo - Qoricancha

Hay un ticket para visitar éste y el de Santa Catalina por 15 soles. Pero a mí no me dijeron nada y pagué los 10 soles que te cuesta el primero individualmente. Nada más entrar te encuentras con un enorme claustro desde donde vas accediendo a las distintas salas y después también puedes salir a unas terrazas para ver los enormes jardines que lo rodean.

Claustro.Iglesia-Convento de Sto Domingo.

Claustro.Iglesia-Convento de Sto Domingo.

Jardines.Iglesia-Convento de Sto Domingo - Qoricancha

Pero lo que realmente impresiona en el interior del recinto son los restos del emblemático Qoricancha, es decir el templo más importante del imperio incaico. De la riqueza anterior (muros recubiertos con láminas de oro y piedras preciosas) no se conserva nada. Quedan un muro curvilíneo de seis metros de altura hecho con grandes bloques de piedra y algunas salas en el interior.

Qoricancha

Qoricancha

Después visitaría la iglesia, que no está mal, y me fui al museo arqueológico de QoriKancha, cuya entrada está incluida dentro del boleto turístico y estaba al lado. A decir verdad, no duraría más de diez minutos dentro, ya que me pareció bastante pobre, pero como era gratis, pues oye.

La siguiente parada sería el monasterio y la iglesia de Santa Catalina, que valen 8 soles, sin la entrada conjunta al Qorikancha. Aquí le comentaría al señor que vendía los tickets que si me hubieran avisado en el otro lugar, habría comprado esa entrada para ahorrar dinero y le enseñé el otro pase para que viera que no le mentía. Al final, el buen hombre se apiadó de mí y me cobró sólo 4 soles. ¡Qué majo!

Monasterio de Santa Catalina

El monasterio está muy bien recreado, con maniquís de monjas ambientando las distintas salas, como el refectorio o las celdas. A mí me gustó. Por cierto que, el mismo está construido sobre la casa inca de las Vírgenes del Sol. También reúne una buena colección de pintura cuzqueña.

Monasterio de Santa Catalina

Monasterio de Santa Catalina

Monasterio de Santa Catalina

Nada más acabar esta visita, me iría hacia la impresionante catedral barroca, que se erige imponente en la plaza de Armas, donde sacaría el boleto religioso por 50 soles (incluye ésta misma, la Compañía de Jesús, la iglesia de San Blas y el museo arzobispal) Sólo por entrar a esta te cobran ya 25 soles por lo que merece la pena la inversión en el momento que se tenga pensado entrar a dos lugares. Y sí, efectivamente, este boleto no tiene nada que ver con el otro. ¡Te sangran por todas partes!

Catedral.Plaza de Armas

Según entras en esta increíble obra monumental, hay una señora sentada que se encuentra tomando notas, pues bien, es la que te facilita la audio guía gratuita para que puedas enterarte de algo, si te apetece. Lo de gratuito es un decir, mejor habría que comentar que viene incluido en el precio de la entrada. A mí me lo diría un italiano que había conocido en el Colca y con el que me volví a encontrar aquí, sino hubiera pasado sin enterarme, porque no dicen absolutamente nada del asunto.

Se construiría sobre los fundamentos de lo que era un importante palacio de los incas, el palacio de Viracocha. Esta edificación, de hecho, fue la segunda que se construyó en la ciudad. La primera era más pequeña y fue levantada durante la ocupación en 1536.

Entre la muchísima información que pude recibir destacar la relacionada con la corona española y con el Cristo negro de los temblores. También se pueden admirar buenos ejemplos del arte colonial, muchos de los cuales fueron elaborados por los miembros de la reconocida Escuela de Cuzco e incluso también hay un retrato de Jesús atribuido a Anton Van Dyck.

Al salir cruzaría la calle y entraría en la Iglesia de la Compañía de Jesús, otro de los lugares que viene incluidos en el boleto religioso. El interior no tiene nada que envidiar a la catedral y merece mucho la pena subir a la segunda planta para ver las vistas de la plaza de Armas. Tiene también una cripta que no tiene nada.

Iglesia Compañía de Jesús.Plaza de Armas

Plaza de Armas desde la Iglesia Compañía de Jesús

Cuando salí de allí eran ya como las 13.30, momento perfecto para entretenerme fijándome en los detalles de la plaza de Armas, con los ejemplos más espléndidos de la arquitectura colonial, sus mansiones y columnatas. Me dedicaría a rodearla y a sacar un montón de fotografías.

Plaza de Armas

Plaza de Armas

Dice la leyenda, que sería aquí donde el primer inca hundió en la tierra la vara de oro por mandato del dios Inti, dándose así por encontrado el centro de la tierra o el ombligo del mundo.

Plaza de Armas

Plaza de Armas

Una vez que ya me había extasiado, tomé la calle Mantas y paseando me fui encontrando con la plaza e iglesia de San Francisco (gratuita y que no me entusiasmó demasiado), la iglesia de Santa Clara (te cobran 6 soles por acceder por lo que me la perdonaría al estar harto de soltar pasta y la iglesia de San Pedro.

Calle Mantas

Iglesia de San Pedro

Calle e Iglesia de Santa Clara

Y tras tanto monumento religioso cambiaba de aires entrando  al mercado, donde aprovecharía para sentarme en un puestecito a comerme un enorme trozo de bizcocho y dos zumos de naranja con piña (5 soles). Luego me daría una vuelta por la infinidad de tiendas que ofrecen gran cantidad de ropa realizada de forma artesanal, cayendo al final en la tentación de comprar, previo regateo, algunos recuerdos para la familia como bufandas, mantas, etc.  Está muy bien de precio y es uno de los mejores lugares para no gastarte mucho dinero.

Mercado Central

Mercado Central

Tras este descansito, me encaminé a ver las iglesias de Santa Teresa y San Cristóbal, ya en la parte alta y ambas cerradas, por lo que me conformé con las vistas que se ofrecen desde ellas de la ciudad.

Plazuela de Santa Teresa

Cuzco desde la Iglesia de San Cristobal

Desde la segunda, continuaría callejeando hasta que llegué al incomparable barrio de San Blas, uno de los más jóvenes y carismáticos del conjunto histórico y también de los más empinados, así que lo recorrería muy pausadamente, que en Cuzco el aire es un bien de lo más preciado.

Barrio de San Blas

Barrio de San Blas

La verdad que las cuadras que lo conforman merecen muchísimo la pena, son genuinas y auténticas. Entraría a ver su iglesia, la cual también está incluida en el boleto religioso y al igual que en la de la Compañía, merece subir al segundo piso por las vistas que se obtienen de la ciudad. El interior además no tiene desperdicio.

Iglesia de San Blas

Plazoleta de San Blas y Cuzco desde la Iglesia de San Blas

Mientras caminaba por una de las calles, me detendría delante de la puerta de una vivienda donde me llamaría la atención una escultura enorme, así que pasé al patio a verla y allí estaba una señora vestida de negro que se pondría a hablar conmigo, bastante apesadumbrada por la muerte de su marido. En poco tiempo me enteraría que había conocido a la viuda de Edilberto Mérida, el internacional escultor peruano. Tendría la fortuna de que sería ella la que me enseñaría la tienda y algunas de las obras de su difunta pareja además de poder continuar la conversación que habíamos iniciado al principio acompañados por unas infusiones de coca que ella misma prepararía. Sería algo muy breve pero agradable.

Casa de Edilberto Mérida. Barrio de San Blas

Eras ya más de las cinco y empezaba a anochecer, por lo que tiré toda la calle de San Blas hacia abajo, para encontrarme con el soberbio edificio donde se encuentra el museo del arzobispado. (Incluido en el boleto religioso) La mansión es espectacular y merece la pena acercarse a verla, aunque no se entre dentro. El interior tiene un claustro bonito, desde el cual vas accediendo a las salas donde se exponen distintas colecciones de pintura. Yo entré por tener el boleto, pero sólo para echar un vistazo, luego me marcharía porque quería hacer otras cosas.

Palacio Arzobispal

Palacio Arzobispal

Palacio Arzobispal

Pues eso, que salí tan rápido como entré y me fui a ver la plaza donde está el museo precolombino y la iglesia de San Antonio Abad. Justo al lado hay otro edificio en cuyas piedras hay labradas siete culebras y que son de lo más curiosas.

Desde aquí ya tiraría por unas callecitas que desembocaban en la plaza de Armas y casi con la lengua fuera me fui por la Avenida del Sol hasta llegar al centro Cuzco de Arte Nativo, donde a las 18.30 empezaban unas actuaciones de bailes tradicionales del Perú. Me gustarían un montón, de lo que más del día y además viene incluido en el boleto turístico.

Bailes tradicionales en el Centro Cuzco de Arte Nativo

Bailes tradicionales en el Centro Cuzco de Arte Nativo

Como el hotel estaba cerca, cuando terminó el espectáculo a las 20.00, me pasé un rato a dejar la mochila, cámara y demás y a tumbarme una horita, para pasada esta irme a cenar al Mc Donalds de la plaza de Armas, que me apetecía un montón. Me pediría el Mc Menú Big Mac grande más una hamburguesa con queso pequeña. (20,50 soles)

Cuando estaba a la mitad de la cena, de repente, vería entrar a David y Lourdes, la pareja de Bilbao del lago Titicaca. ¡Qué alegría! Se sentarían conmigo a cenar y allí estuvimos descojonándonos un rato de las vivencias del lago Titicaca y de alguna otra que habíamos tenido por separado durante nuestros respectivos viajes. ¡Qué gusto poder relacionarse un poco!

Sobre las 23.00 llegaría a la habitación del hotel para hacer la maleta e irme al sobre, que mañana tocaba madrugón.

2 comentarios :

  1. Eres un crack tío. Mil gracias por compartir tu experiencia. Sirve de mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti por leerme. Me alegra que además te ayude. Saludos

      Eliminar